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lunes, 4 de septiembre de 2006
Pugnas en el Prian
No se necesita mucha energía para tumbar al PRI-AN -ANAL Se les está cayendo el poder y no se dan cuenta. ¡de risa loca! Todavía creen que la gente no les va hacer nada, ya está lista la nueva Constitución, hay capital politico y lideres. su mismo fraude les apesta sus intenciones.El blanquiazul dice que no cederá posiciones que le permitan sacar adelante sus iniciativas
CIRO PEREZ
Los coordinadores del PRI en la Cámara de Diputados, Emilio Gamboa, y en el Senado, Manlio Fabio Beltrones, acordaron negociar en paquete las presidencias y secretarías de comisiones, con el objeto de aprovechar la ventaja que les da el conflicto entre panistas y perredistas. Los legisladores del tricolor pretenden quedarse con por lo menos tres de 10 de las comisiones más importantes, aun cuando son la tercera fuerza electoral. De acuerdo con sus primeras declaraciones, considerarían "como una acto de buena voluntad y de clara conciencia" democrática que les fueran asignadas las presidencias de las comisiones de control por parte del partido que luego del fallo del tribunal electoral acceda a la Presidencia de la República, esto es, la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación, la de Presupuesto y Cuenta Pública, así como Hacienda y Crédito Público. Sin embargo, existen legisladores priístas interesados en reformas especificas, como es el caso del senador Francisco Labastida, que pretende introducir una iniciativa de reforma energética que permitiría la coinversión en entidades como Pemex, y que guarda gran similitud con la propuesta panista para el mismo sector. En esta confluencia de intereses los panistas adelantaron que podrían negociar la Comisión de Energía. Sin embargo, los panistas advirtieron, aun antes de que se inicien las negociaciones formales, que no están dispuestos a ceder comisiones como la de Presupuesto y Cuenta Pública; Gobernación; Puntos Constitucionales; Economía, y Comunicaciones, además de señalar de que con sus 206 diputados les corresponderían, además de las comisiones citadas, por lo menos tres presidencias más. La bancada blanquiazul en San Lázaro considera que estas posiciones son fundamentales para sacar adelante su agenda legislativa, que incluye, entre otros temas, una reforma fiscal que contempla la reducción y homologación de tasas impositivas; en materia de desarrollo social, la rendición de cuentas y la transparencia; pretenden además las reformas laboral y en materia de seguridad social, a efecto de crear el sistema nacional de pensiones y uno más de carácter universal para adultos mayores en condiciones de marginalidad. Una reforma educativa, además de otra en seguridad pública y justicia penal, que le daría autonomía a la Procuraduría General de la República y crearía la Secretaría del Interior, entre otros. Coincide con el PRI en una reforma política para regular el veto presidencial, limitar el fuero y permitir la releción legislativa inmediata, mientras que en lo electoral pretende reducir tiempos de campaña, regular precampañas, homologar calendarios y disminuir financiamiento a partidos. Pero si bien con los 104 diputados del PRI, 19 del Partido Verde y nueve de Nueva Alianza hacen un bloque que les permite negociar con una posición de fuerza frente a PT, Convergencia y PRD, estas alianzas para el partido mayoritario en la Cámara lo obligarán, como sucedió en la negociación para constituir la mesa directiva, a ceder algunas posiciones, ya sea en presidencias de comisión o bien en las secretarías de las mismas, a los partidos que eventualmente le garantizarían el número de votos suficientes para que sus iniciativas sean aprobadas. De entrada se da por descontado que el Verde se hará cargo de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y que como "premio" se le podía conceder además la de Recursos Hidráulicos. En el mismo caso se encuentra Nueva Alianza, partido que pretende las comisiones de Ciencia y Tecnología, Cultura o Educación, aun cuando cuenta con apenas nueve legisladores. De su parte el PT espera, con sus 15 diputados, hacerse de la presidencia de al menos tres comisiones, caso similar al de Convergencia, que cuenta con tres diputados más. La gran negociación, sin embargo, habrá de darse con el PRD, que llega al Congreso con 124 legisladores y tiene interés en sectores como en el económico, comunicaciones, ciencia y tecnología, transportes, energía, turismo y desarrollo rural, además de asuntos indígenas, juventud y deporte, atención a grupos vulnerables, salud, seguridad social, educación pública, vivienda y trabajo, entre otros. Con este panorama, los acuerdos parecen un tanto lejanos si se recuerda que en la primera sesión ordinaria, a celebrarse mañana, los panistas presentarán una iniciativa de reforma que permita al PRI ocupar la presidencia de la Junta de Coordinación Política, uno de los dos órganos de control de la cámara que por ley corresponde presidir al grupo mayoritario (el PAN), como pago al tricolor por haber aprobado que el PAN ocupara la presidencia de la mesa directiva, que en las pasadas legislaturas le había correspondido a la segunda fuerza, en este caso al PRD.
México SA Carlos Fernández-Vega
La política del altoparlante
En medio de la crisis política, el inquilino de Los Pinos dice que ''el país marcha bien'' Maestros albañiles, plomeros, azulejeros o carpinteros desempleados ofrecen sus servicios en la Plaza de San Jacinto, en San Angel
Ciego frente a una cada vez más ingrata realidad nacional, sordo ante la exigencia de corregir el rumbo, el inquilino de Los Pinos no hizo mayor cosa a lo largo de su mandato que, a golpe de micrófono, intentar "convencer" a propios extraños de lo resultón que era su gobierno -como él le llama- y lo maravilloso que era vivir en el "cambio". Copia fiel del estilo salinista -tan cuestionado por él cuando, desde la oposición, se declaraba hijo de Maquío-, Vicente Fox llega al fin, y por fin, al cierre de su temporada, y lo hace como comenzó: aferrado a la política del altoparlante (bla, bla, bla estereofónico). A 88 días de su salida de Los Pinos, el merolico contumaz -ese guanajuatense "americano" nacido en el Distrito Federal que quiere irse al rancho pero Martita se lo prohíbe- no tiene empacho en reiterar su enferma pasión, en medio de una crisis política que sacude al país: "afortunadamente, las cosas van extraordinariamente bien". Lo anterior, dicho ayer en San José del Cabo, se complementó con "el país marcha bien, con generación de empleos y crecimiento", huecas frases que se suman a las del primero de septiembre. Como lo resumió La Jornada, entre rompimientos de "marcas históricas", alcances "sin precedentes" y un acelerado ritmo de crecimiento económico, "en estrecho vínculo entre las variaciones de la producción industrial de México y la unión americana", el sexto y último Informe de gobierno que el presidente Vicente Fox entregó por escrito al Congreso de la Unión recrea con amplitud avances sin excepción en prácticamente todos los ámbitos de la actividad económica a lo largo de su sexenio. Todo mejoró, en su opinión, salvo un detalle: "es necesario señalar que aún se requiere concretar avances en la agenda de reformas estructurales, con el fin de lograr una mejoría significativa en el mercado laboral y en la productividad de las empresas, que sustente el incremento de la competitividad global de nuestra economía". El "acelerado" crecimiento económico que presume el micrófono presidencial, con todo y "marcas históricas" y alcances "sin precedentes", se traduce en una miserable tasa anual promedio de 2.2 por ciento -en el mejor de los casos-, la menor de los últimos tres sexenios. La misma calificación ("acelerado", "histórico" y "sin precedentes") merece, según el micrófono oficial, la generación de empleo durante el sexenio del "cambio". Obligadamente, la referencia presidencial debe ser considerada para los puestos de trabajo que en su gobierno ocuparon los mexicanos que emigraron especialmente a Estados Unidos. En el periodo, por cada plaza que en México la economía formal generó, los paisanos ocuparon 3.3 en otros países, fundamentalmente en el vecino del norte. A lo largo del autodenominado gobierno del cambio, la economía mexicana generó 980 mil empleos formales (eventuales 83 por ciento de ellos, de acuerdo con la información oficial hasta agosto pasado), mientras 3 millones 253 mil 663 mexicanos emigraron -principalmente a Estados Unidos- para emplearse en otro país. Entonces, alrededor de 55 por ciento de los mexicanos que en el sexenio foxista se incorporaron a la población económicamente activa encontraron ocupación remunerada fuera de nuestras fronteras, un dato no sólo espeluznante, sino -ese sí- histórico. Y la que se quedó mayoritariamente se ocupó en el sector informal /o el desempleo. Cuando el "cambio" se sentó en Los Pinos, la tasa oficial de desempleo abierto en el país fue de 1.5 por ciento de la población económicamente activa; seis años después, se incrementó a 3.95 por ciento (julio de 2006), un aumento de 163.33 por ciento en el periodo, sin considerar a la población que emigró. Según el megáfono oficial, el presente año ha sido "el de mayor generación de empleo, con tasas históricas". El INEGI, organismo gubernamental, contribuye a ubicarnos: en diciembre de 2005 la tasa de desocupación abierta a nivel nacional fue de 2.84 por ciento de la población económicamente activa. Si sólo se consideran las 32 principales áreas urbanas del país, y de acuerdo con los criterios de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE, levantada por el mismo instituto) la desocupación en este ámbito involucró a 3.75 por ciento de la PEA durante el mes considerado. Siete meses después, en julio de 2006, la tasa de desocupación abierta a nivel nacional se incrementó a 3.95 por ciento de la población económicamente activa. Si sólo se consideran las 32 principales áreas urbanas del país, y de acuerdo con los criterios de la ENOE, la desocupación en este ámbito involucró a 5.2 por ciento de la PEA durante el mes considerado. Las anteriores son algunas de las cifras que sustentan la palabra presidencial sobre el "acelerado", "histórico" y "sin precedentes" crecimiento económico, y la consecuente generación de empleo. Y lo mismo sucede al comparar otros indicadores con la realidad, mismos que el actual inquilino de Los Pinos ni los ve ni los oye.
Las rebanadas del pastel: A finales de julio pasado, Martita Sahagún amenazó al entonces diputado Jesús González Schmal: "su fuero tiene límites", vociferó. Ya se le acabó el fuero, pero ha sido la diva de Zamora la demandada por el ex legislador.
cfvmx@yahoo.com.mx / cfv@prodigy.net.mx
México SA Carlos Fernández-Vega
La política del altoparlante
En medio de la crisis política, el inquilino de Los Pinos dice que ''el país marcha bien'' Maestros albañiles, plomeros, azulejeros o carpinteros desempleados ofrecen sus servicios en la Plaza de San Jacinto, en San Angel
Ciego frente a una cada vez más ingrata realidad nacional, sordo ante la exigencia de corregir el rumbo, el inquilino de Los Pinos no hizo mayor cosa a lo largo de su mandato que, a golpe de micrófono, intentar "convencer" a propios extraños de lo resultón que era su gobierno -como él le llama- y lo maravilloso que era vivir en el "cambio". Copia fiel del estilo salinista -tan cuestionado por él cuando, desde la oposición, se declaraba hijo de Maquío-, Vicente Fox llega al fin, y por fin, al cierre de su temporada, y lo hace como comenzó: aferrado a la política del altoparlante (bla, bla, bla estereofónico). A 88 días de su salida de Los Pinos, el merolico contumaz -ese guanajuatense "americano" nacido en el Distrito Federal que quiere irse al rancho pero Martita se lo prohíbe- no tiene empacho en reiterar su enferma pasión, en medio de una crisis política que sacude al país: "afortunadamente, las cosas van extraordinariamente bien". Lo anterior, dicho ayer en San José del Cabo, se complementó con "el país marcha bien, con generación de empleos y crecimiento", huecas frases que se suman a las del primero de septiembre. Como lo resumió La Jornada, entre rompimientos de "marcas históricas", alcances "sin precedentes" y un acelerado ritmo de crecimiento económico, "en estrecho vínculo entre las variaciones de la producción industrial de México y la unión americana", el sexto y último Informe de gobierno que el presidente Vicente Fox entregó por escrito al Congreso de la Unión recrea con amplitud avances sin excepción en prácticamente todos los ámbitos de la actividad económica a lo largo de su sexenio. Todo mejoró, en su opinión, salvo un detalle: "es necesario señalar que aún se requiere concretar avances en la agenda de reformas estructurales, con el fin de lograr una mejoría significativa en el mercado laboral y en la productividad de las empresas, que sustente el incremento de la competitividad global de nuestra economía". El "acelerado" crecimiento económico que presume el micrófono presidencial, con todo y "marcas históricas" y alcances "sin precedentes", se traduce en una miserable tasa anual promedio de 2.2 por ciento -en el mejor de los casos-, la menor de los últimos tres sexenios. La misma calificación ("acelerado", "histórico" y "sin precedentes") merece, según el micrófono oficial, la generación de empleo durante el sexenio del "cambio". Obligadamente, la referencia presidencial debe ser considerada para los puestos de trabajo que en su gobierno ocuparon los mexicanos que emigraron especialmente a Estados Unidos. En el periodo, por cada plaza que en México la economía formal generó, los paisanos ocuparon 3.3 en otros países, fundamentalmente en el vecino del norte. A lo largo del autodenominado gobierno del cambio, la economía mexicana generó 980 mil empleos formales (eventuales 83 por ciento de ellos, de acuerdo con la información oficial hasta agosto pasado), mientras 3 millones 253 mil 663 mexicanos emigraron -principalmente a Estados Unidos- para emplearse en otro país. Entonces, alrededor de 55 por ciento de los mexicanos que en el sexenio foxista se incorporaron a la población económicamente activa encontraron ocupación remunerada fuera de nuestras fronteras, un dato no sólo espeluznante, sino -ese sí- histórico. Y la que se quedó mayoritariamente se ocupó en el sector informal /o el desempleo. Cuando el "cambio" se sentó en Los Pinos, la tasa oficial de desempleo abierto en el país fue de 1.5 por ciento de la población económicamente activa; seis años después, se incrementó a 3.95 por ciento (julio de 2006), un aumento de 163.33 por ciento en el periodo, sin considerar a la población que emigró. Según el megáfono oficial, el presente año ha sido "el de mayor generación de empleo, con tasas históricas". El INEGI, organismo gubernamental, contribuye a ubicarnos: en diciembre de 2005 la tasa de desocupación abierta a nivel nacional fue de 2.84 por ciento de la población económicamente activa. Si sólo se consideran las 32 principales áreas urbanas del país, y de acuerdo con los criterios de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE, levantada por el mismo instituto) la desocupación en este ámbito involucró a 3.75 por ciento de la PEA durante el mes considerado. Siete meses después, en julio de 2006, la tasa de desocupación abierta a nivel nacional se incrementó a 3.95 por ciento de la población económicamente activa. Si sólo se consideran las 32 principales áreas urbanas del país, y de acuerdo con los criterios de la ENOE, la desocupación en este ámbito involucró a 5.2 por ciento de la PEA durante el mes considerado. Las anteriores son algunas de las cifras que sustentan la palabra presidencial sobre el "acelerado", "histórico" y "sin precedentes" crecimiento económico, y la consecuente generación de empleo. Y lo mismo sucede al comparar otros indicadores con la realidad, mismos que el actual inquilino de Los Pinos ni los ve ni los oye.
Las rebanadas del pastel: A finales de julio pasado, Martita Sahagún amenazó al entonces diputado Jesús González Schmal: "su fuero tiene límites", vociferó. Ya se le acabó el fuero, pero ha sido la diva de Zamora la demandada por el ex legislador.
cfvmx@yahoo.com.mx / cfv@prodigy.net.mx