- - . KIKKA: 10/12/06

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jueves, 12 de octubre de 2006

Elecciones en Tabasco 2 Entrevistas a AMLO

Video Entrevista. Las elecciones en Tabasco son el domingo, en la campaña mediática, volvieron a "usar" el trillado "peligro para México" contra Raul Ojeda, ¿Están pensando que les volverá a funcionar? -no lo creo-, bodegas llenas de bicicletas y despensas, trifulcas entre los partidos PRD y PRI, el PAN tiene el 5% de las preferencias en el Estado de Tabasco. Mapaches (gente encubierto para hacer trampa) listos para hacer su sucio trabajo (mapacherias). Y en la realidad, es que el PRD ha ido ganando espacios progresivamente, la gente está muy convencida, sacar al PRI de ¡Madrazo! es la meta. No hay pretexto, salir a votar que ahora sí deben estar todos los observadores electorales, si hay fraude se va a notar. Aquí anexo las 2 últimas entrevistas a Andrés Manuel López Obrador, en video, una de ellas gracias a Enlineadirecta.info, es el audio convertido a video de la entrevista por Carmen Aristegui. El otro, es la entrevista en TVazteca en el programa de "6 a 9" con Ana Winocur, un control remoto desde Tabasco. Como siempre Obrador es un Gran estadista, y nuestro Presidente. Que los disfruten!

AMLO en de 6 a 9 Ana Winocur video 27 min. 11 de oct. 2006

AMLO en wradio Carmen Aristegui video/audio 1:18 min. 3 de oct. 2006

Lorenzo Meyer

¿Quién secuestró a quién?
Lorenzo Meyer
AGENDA CIUDADANA

Los Niveles del Secuestro. Hay estructuras tan poco dúctiles que para evolucionar requieren de crisis y la política mexicana pareciera ser una de ellas. Para algunos, es intolerable el secuestro al que por cuatro meses ha sometido la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) a la capital de su Estado: escuelas cerradas, plantones en el centro, barricadas en las calles, cierre de oficinas de gobierno, toma de estaciones de radio, toque de queda, desquiciamiento de la actividad comercial y turística, etcétera. Sin embargo, más sorprendente resulta el secuestro que al nivel del Congreso de la Unión y del sistema político ha ejercido el PRI sobre el PAN al condicionar su cooperación con el nuevo gobierno panista a que se mantenga apretado el Nudo Gordiano en que se ha convertido el proceso político oaxaqueño, es decir, a que no se elimine al gobernador priista –Ulises Ruiz- que en ese Estado enfrenta una rebelión popular. Así, la posibilidad de aprovechar la crisis de Oaxaca para darle entrada a una etapa de modernización política en la entidad, está secuestrada porque la supuesta primera fuerza política nacional, el PAN, tiene un conflicto a fondo con la segunda fuerza, el PRD, y la tercera fuerza, el PRI, sólo apoyará a la primera en tanto en Oaxaca se sostenga a un gobernador inviable pero priista. El PRI ya sin proyecto histórico sustantivo (el último fue el del “liberalismo social” de Carlos Salinas), sin una dirigencia central fuerte y por ello en manos de sus 17 gobernadores que se desempeñan como una especie de directorio, simplemente se ha atrincherado para defender al colega oaxaqueño porque teme que la caída de Ulises Ruiz acelere el cobro de cuentas pendientes en otro lugar. Cada gobernador priista supone que si se entrega la plaza en Oaxaca no tardará en ponerse sitio a otra de las 16 restantes. Exageran, pero no desvarían. Así que al final todos han secuestrado a todos. Este círculo de lo absurdo no puede durar ad eternum, se tiene que romper por su eslabón más débil: el gobernador Ruiz o la APPO, ese movimiento social en que se ha convertido lo que originalmente fue sólo una protesta de maestros en la capital oaxaqueña.
La Transición Pendiente. Los esqueletos que tiene el PRI en sus closets y las cuentas pendientes que tiene con la sociedad que gobernó de manera autoritaria por tanto tiempo se han dado cita en Oaxaca pero hubieran podido hacerlo también en Veracruz o Puebla, por poner dos ejemplos conspicuos. Y es que no sólo en la antigua Antequera se ha pospuesto el cambio político que se dio a nivel nacional en el 2000, sino también en otros estados. Hoy Oaxaca acumula 77 años de dominio priista ininterrumpido pero la cifra hubiera podido llegar a los 81 años si Ulises Ruiz se hubiera podido mantener hasta el fin de su sexenio. Oaxaca hoy es un ejemplo extremo de autoritarismo subnacional, término que muy atinadamente fue el eje de una exposición hecha por Víctor Raúl Martínez en El Colegio de México para explicar la crisis política del Estado suriano. La raíz inmediata del problema está en la decisión del viejo partido de Estado de imponer como gobernadores de Oaxaca en 1998 y en 2004 a José Murat y a Ulises Ruiz, respectivamente. Se entregó entonces la vieja estructura autoritaria a dos apparatchik que tenían todos los defectos del viejo régimen -autoritarismo, arbitrariedad y corrupción- y ninguna de sus virtudes, si es que tuvo algunas.
Un Caso Extremo de Autoritarismo Subnacional. Cuando en el antiguo régimen los excesos de un gobernador dañaban la estabilidad, el presidente encontraba siempre y sin dificultad el modo de convencer al déspota local para que, sin resistencia ni aspavientos, dejara el puesto a un sustituto menos disfuncional. La excepción fue Ernesto Zedillo, cuyo menguado poder ya le impidió sacar a Roberto Madrazo de Tabasco tras unas elecciones que fueron un escándalo por inequitativas e ilegales. El precio que tuvo que pagar el PRI por la rebelión de Madrazo en 1995 se difirió, pero le fue cobrado el 2 de julio de este año, cuando ese personaje y su partido sufrieron una derrota espectacular en las urnas. Todo indica que el PRI tendrá que volver a pagar por haber originado y prolongado el desastre oaxaqueño, aunque el costo mayor corrió a cuenta de la sociedad oaxaqueña. El Entorno y el Proceso. Oaxaca, según los datos del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, ocupa el penúltimo lugar entre los estados mexicanos en materia de desarrollo humano (IDH). Mientras en ciudad de México hay un IDH similar al de ciertos países europeos, el de Oaxaca se asemeja al de los Territorios Ocupados de Palestina. Y dentro de Oaxaca, la desigualdad es extrema. Así, mientras el municipio de Sta. María del Tule tiene un IDH del 0.86, el de Coicoyán de las Flores es de sólo 0.39. Guelatao tiene una educación similar a la delegación Benito Juárez en el Distrito Federal en tanto que San Simón Zahuatlán o San Martín Peras se hermanan con la que prevalece en Burkina Faso o Sierra Leona, en África.
En una situación como la descrita, el haber entregado a Murat o a Ulises Ruiz un poder político que ya no estaba limitado por ninguna otra institución, fue una irresponsabilidad mayúscula. Un gobierno dividido y débil como el de Vicente Fox, carecía de los instrumentos y de la voluntad para poner alto a los abusos de gobernadores que, como prolongación del antiguo régimen, controlan absolutamente a su Legislativo, al Poder Judicial, a la Comisión Estatal de Derechos Humanos y a los medios de comunicación (recuérdese el caso del periódico “Noticias”) y a un buen número de los poderes fácticos. Por tanto, no están sujetos al antiguo control presidencial, ni a la nueva división de poderes, ni al escrutinio de la opinión pública. En las condiciones anteriores, una pugna dentro de la clase política oaxaqueña –entre Murat y Ruiz- detonó otro conflicto que, aunque previsible, se salió de control: el ocasionado por el choque entre el Gobierno oaxaqueño y los profesores de la Sección 22 del SNTE que demandaban mejoras salariales vía la “rebonificación”. Un gobernador insensible y prepotente como Ruiz, pretendió utilizar ese conflicto para saldar cuentas con su predecesor y fue así que el 14 de junio se decidió usar a la policía local para acabar con el tradicional plantón magisterial en la capital. Cuando el intentó falló y la policía fue derrotada por los maestros (como antes ocurrió en Lázaro Cárdenas–Las Truchas, en Michoacán) el movimiento en vez de ser aplastado dio un salto cualitativo: otros actores de la sociedad agraviada se unieron a los maestros en contra del gobernador. Nació entonces la APPO, que hoy dice contar con 300 organizaciones y con un respaldo popular sin rival, como lo demostró con la marcha demandando la salida del gobernador y en la que participaron 600 u 800 mil personas -10 veces más que los 70 mil maestros con que cuenta de la Sección 22 del SNTE.
Para la APPO y los maestros, la renuncia o destitución de un gobernador tan ilegítimo como Ruiz es una exigencia mínima, pues si le dejan retornar temen que usará la fuerza para destruir a un liderazgo que, ahora, está acotado por una base radicalizada que no maneja y a la que debe rendir cuentas. ¿Un 68 en el 2006?. El autoritarismo subnacional buscó que la debilidad del nuevo gobierno panista obligara a Fox a que, en el último acto de su gobierno, usara la fuerza federal –la PFP y posiblemente a la Armada- para reeditar lo ocurrido este año en San Salvador Atenco: “imponer el Estado de Derecho” y restituir su poder al gobernador.
Quienes avalaron este plan supusieron que el costo del empleo de la fuerza lo pagaría Fox a cambio de que el PRI de a Felipe Calderón el respaldo mínimo que necesita para arrancar su gobierno. Sin embargo, tal propuesta era muy imprudente, pues si el costo por reprimir a un movimiento estudiantil en 1968 lo han seguido pagando hasta hoy el PRI y sus instrumentos, un 68 en el 2006 saldría igual de caro. Una represión masiva y abierta en Oaxaca aceleraría al movimiento social de resistencia que ya está en marcha a nivel nacional como resultado del mal llevado proceso electoral de este año. Hay indicios de que la tentación del uso de la fuerza federal ya pasó, ojalá así sea. Conclusión. No hay salida fácil. Sin embargo, lo adecuado sería colocar ya a Ulises Ruiz Ortiz en el cesto de la basura histórica y acelerar el desmantelamiento de todos los autoritarismos subnacionales que aún subsisten, pues la alternativa es el estallido de nuevas crisis locales dentro de la gran crisis nacional que esta latente.
RESUMEN: “En Oaxaca, como en otros estados, sobrevive el antiguo régimen autoritario pero desbocado, pues ya no tiene el contrapeso presidencial del pasado.”

Kafka, AMLO y Slim

Alvaro Cepeda Neri
Kafka, AMLO y Slim más Calderón (la nación en una encrucijada)

I.- No solamente los foxistas-panistas han traído a la escena sus creencias y constantes invocaciones a Dios, tratando de, como decían los Medici respecto de Savonarola (y cuando el secretario florentino Maquiavelo estaba atento a los hechos de la política) gobernar con padresnuestros. Y, al final de su aventura, diletante como era del quehacer político, fue sentenciado a ser ahorcado y su cuerpo llevado a la hoguera. Maquiavelo lo puso como ejemplo del profeta desarmado, es decir, el individuo fracasado, mediocre e incapaz de liderar movimientos sociales. Y que entre nosotros es el caso de Fox quien, en lugar de soluciones, generó más problemas para desgracia de la nación.
II.- Los foxistas, en suma, han sido los Savonarolas de nuestro tiempo: incapaces de gobernar y administrar, se la pasaron yendo a misa, confesándose y dándose golpes de pecho buscando salvar su alma, mientras el Estado, la Sociedad y el Gobierno se han precipitado en una crisis (económica, por la pavorosa pobreza masiva; política, por el descuido republicano en el ejercicio de los poderes y no saber resolver los problemas de la democracia con más democracia; socialmente, porque sigue aumentando el malestar contra el mal gobierno).
III.- Estamos, pues, en una encrucijada. Por una parte la derecha calderonista, que triunfó sobre la ultraderecha foxista, apunta a seguir por un camino consecuente con los intereses de los 14 millones y pico que apoyaron a Calde-ron y que representan a casi 30 millones de mexicanos, cuya élite son los millonarios, los empresarios, los banqueros y demás integrantes de la oligarquía que preside Slim. Otro camino apunta a sacrificar el programa de la derecha panista-calderonista y sus aliados-cómplices, queriendo legitimarse el presidente electo, tras las imputaciones de espurio en la toma de protesta como Presidente Constitucional.
IV.- Obligando a Calde-ron a irse al centro ideológico, olvidarse de la vuelta continua a la derecha y rebasando por la izquierda, retomar (saqueando el arsenal del programa de centro-izquierda de AMLO) las banderas sociales de la oposición que enarboló López Obrador obteniendo 14 millones de sufragios y donde se concentran no menos de 70 millones de mexicanos atrapados en la pobreza, el desempleo y la falta de oportunidades escolares, de salud y víctimas de la inseguridad (los más pobres, por lo general, integran la delincuencia que le roban al resto de los pobres, pues los ricos y millonarios tienen guardaespaldas y carros blindados, mansiones con perros, policías y electrificadas).
V.- Cuando despegaba y empezó a volar alto AMLO el multimillonario Slim buscó una alianza con el perredista; le entregaron el centro histórico de la capital del país y lo tomó, con otros más, para invertir y enriquecerse más. Pero, cuando Slim vio que López Obrador se iba comprometiendo con esos 70 millones de empobrecidos ("los jodidos", dijo una vez el padre del actual junior dueño de Televisa), entonces el acaudalado empresario se alió con el ya para entonces candidato del PAN a la Presidencia, el señor Calde-ron y orientó así a los ricos para apoyar al panista de derechas que había pintado su raya respecto de la ultraderecha foxista.
VI.- Estratégica y tácticamente, López Obrador puso al descubierto todos sus fines (económicos, sobre todo) como su programa para, en caso de ganar las elecciones (tres días antes de ir a las urnas, llevaba entre tres y cuatro puntos arriba, que lo hacían ganador por más de 16 millones de votos, que las maniobras priístas y panistas con Fox revirtieron para que Calde-ron, que sólo apuntaba a tener entre 11 ó 12 millones de sufragios "ganara"), someter a los poderosos al pago real de impuestos, aumentar los salarios, restablecer las conquistas del Estado de Bienestar Democrático y Republicano; evitar las privatizaciones de PEMEX, electricidad y otras empresas públicas, etc.
VII.- Esos pronunciamientos le imprimieron al lópezobradorismo una credibilidad electoral amplísima en la mayoría de los ciudadanos que integran el México pobre, tanto urbano como rural. Los desgobernadores priístas y panistas, como el foxismo en el poder presidencial y sus cómplices en el Poder Judicial a través de su cúpula: la Suprema Corte, al cuarto para las doce del día de las elecciones, movieron cielo, mar y tierra para que Calde-ron obtuviera una victoria aunque fuera mínima, como lo fue y el ahora electo apenas si por menos de una nariz recibió el fallo favorable del TRIFE, que legalizó así el triunfo panista.
VIII.- La protesta de AMLO y su alianza con el PT y Convergencia, que consistió en obstruir el tráfico vehicular en un amplio tramo de Paseo de la Reforma (una mala copia de la famosa avenida de París: Champs Elysées o Campos Elíseos, ordenada por el espurio Maximiliano, que no fue, ni legal ni legítimamente, ni emperador y menos presidente, ya que en esa época Juárez era el Presidente Constitucional) y de la Avenida Juárez hasta la Plaza de la Constitución, fue calificada por Slim como "algo kafkiano". Slim, es más que dudoso, que haya leído siquiera una página de Franz Kafka y sus asesores: Aguilar Camín, Clinton y Felipe González (éste su consuegro), tampoco, como para ilustrar a Slim.
IX.- Slim, como Cárdenas (éste mucho más) han traicionado a AMLO, únicamente porque López Obrador se mantuvo fiel a sus principios y compromisos a favor, al menos de esos 70 millones de mexicanos que representan a los 14 millones de ciudadanos que votaron por la opción de centro-izquierda. Slim se alió ahora con Calde-ron y no solamente enseña los dientes contra AMLO, sino que hasta quiere morder para quedar bien con la oligarquía. Pero, en la encrucijada, la nación puede obligar a Calde-ron a tener que gobernar y administrar circulando por el centro para rebasar por la izquierda.
X.- Y es que la crisis del país no solamente es económica y política, sino sobre todo social y AMLO la encabezará para, como en las democracias europeas, convertirse en un movimiento de presión, vigilante y de crítica para que Calde-ron y sus cómplices e incluso sus aliados y compañeros de viaje, cumplan sus compromisos. Y no es kafkiano que AMLO integre un gobierno en la sombra (como los gabinetes en la sombra ingleses que constituyen los del partido que pierde las elecciones) y servirá para que, simultáneamente Slim y los suyos también se alineen, en la encrucijada, con un programa democrático y republicano. Es la nación la que está de por medio.
cepedaneri@prodigy.net.mx