- - . KIKKA: 03/08/07

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jueves, 8 de marzo de 2007

REPUDIO A LA VISITA DE BUSH A MÉXICO

MANIFESTACIÓN DE REPUDIO A LA VISITA DE BUSH A MÉXICO

Martes 13 de Marzo, 16:00 hs.,
del Hemiciclo a Juárez a la Embajada de EU


La visita de George Bush a México del 12 al 14 de marzo, como parte de
su gira por Latinoamérica, representa una verdadera ofensa y una
amenaza para el pueblo mexicano; el imperio del Norte coloca de nuevo
su atención en nuestro continente y en particular en nuestro país para
impulsar sus planes militares y de saqueo.

Durante su administración, Bush ha vuelto a colocar al mundo bajo el
terror de la guerra, con el pretexto de combatir al "terrorismo"; el
gobierno de Estados Unidos es además, no el "paladín" de los derechos
humanos, sino su principal violador, incluso en su propio país.

En nuestro continente, la estrategia de militarización también intenta
avanzar con el pretexto de la colaboración en el combate al
narcotráfico y de la "seguridad nacional compartida" (la de Estados
Unidos). El Área para la Seguridad y la Prosperidad de América del
Norte (ASPAN) que el gobierno mexicano viene negociando casi en
secreto con Estados Unidos busca subordinar a nuestro país también a
la doctrina de "seguridad" de los "halcones" de Washington. Y la
amenaza de la intervención militar de Estados Unidos está siempre
presente para ser esgrimida contra los países que se atreven a
defender su autodeterminación, como Cuba, Venezuela y Bolivia.

El objetivo del guerrerismo estadounidense es el de adueñarse de
territorios, de recursos naturales, de recursos estratégicos como la
energía y el agua, de garantizar la hegemonía de las grandes
corporaciones norteamericanas. En nuestro continente y especialmente
en nuestro país, el instrumento preferido de penetración y de
afirmación de su hegemonía ha sido el mal llamado "libre comercio". No
conforme con las desastrosas consecuencias del TLC, ahora el gobierno
impuesto de Felipe Calderón insiste en mantener la apertura total de
la agricultura mexicana para el 2008 y en negociar un TLC "plus",
incluido también en el ASPAN.

Bush viene también a alinear aún más al gobierno mexicano para que
juegue el papel de punta de lanza contra los procesos de cambios que
se vienen desarrollando en América del Sur.

Por todo ello, el pueblo mexicano, como el resto de América Latina,
debe rechazar la visita de Bush, de este personaje siniestro, señor de
la guerra y el saqueo; lo declaramos persona non grata en nuestras
tierras. Por eso, para decir no más militarización y "libre comercio",
para exigir respeto a la autodeterminación de los pueblos, saldremos a
gritar ¡fuera Bush! en la manifestación que el próximo martes 13 de
marzo partirá a las cuatro de la tarde del Hemiciclo a Juárez a la
embajada de Estados Unidos.



¡NI GUERRA NI LIBRE COMERCIO!


¡TOD@S A LA MANIFESTACIÓN DE REPUDIO A BUSH!



Convocan:
Organizaciones integrantes del Diálogo Nacional,
Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba,…..


mmsc@laneta.apc.org



Kikka Roja

Guadalupe Loaeza

El Día del Hombre

Guadalupe Loaeza
Hace muchos años, justo un 8 de marzo, mi hijo de en medio me preguntó cuando tenía 10 años: "Dices que hoy es Día de la Mujer, y ¿cuándo es el día del hombre?" Le dije que no existía, porque, ellos ciertamente no lo necesitaban. Sin embargo -continué diciéndole- las mujeres hemos estado durante muchos siglos en la sombra sin haber tenido la oportunidad de ser protagonistas de la historia. "Pues, pobrecitas de ustedes que necesitan de un día para ser reconocidas...", comentó encogiéndose de hombros para después desaparecer. Confieso que sus dos comentarios me dejaron muy pensativa. Respecto al primero, me pregunté si en realidad sería más justo que existiera igualmente un Día del Hombre. Y en relación al segundo, lamenté que no fuera un poco más solidario con las mujeres que tanto trabajo nos había costado conquistar un día del año en el que se nos reconociera con todos nuestros derechos. ¿Quién me iba decir que, andando el tiempo, terminaría dándole la razón a mi hijo? Nunca como ahora pienso que sería más que oportuno que se inaugurara un Día del Hombre. Actualmente son ellos, los varones, los que necesitan un día para ser reconocidos, para ser escuchados, pero sobre todo, para evaluar en qué estado se encuentra la "nueva masculinidad" surgida de los cambios producidos en la sociedad actual. Es evidente que en los últimos tiempos los varones han sentido un gran cambio. Hoy por hoy tienen que recurrir a una nueva sensibilidad o una forma de ser distinta para relacionarse con la mujer; la mujer empoderada, la mujer realizada y la mujer liberada. Esa que se ufana de su autonomía y sus realizaciones personales. Esa que gana mucho más que él y que en muchos casos ha podido conservar su chamba a diferencia de su pareja, que tal vez se encuentre desempleada.

He aquí uno de los tantos temas de los que se ocupa el libro de la periodista española Joana Bonet, cuyo título lo dice todo: Hombres, material sensible (Editorial Plaza & Janés). En tanto lo leía, por momentos sentía una gran compasión por esos hombres que se sienten totalmente desplazados y que no saben qué rumbo tomar para recuperar el lugar que les dijeron que siempre iban a tener. Para escribir el libro, la autora se basó en diversas entrevistas muy personales a figuras como la periodista y feminista francesa Francois Giraud o al diseñador Giorgio Armani. Igualmente entrevista a Rodríguez Zapatero, a Joaquín Sabina y a José Antonio Marina. Para reflejar algunos de estos testimonios me permito transcribir uno de ellos que creo ejemplifica perfectamente el estado anímico en que se encuentran actualmente muchos varones que no se hallan. El primero es un estudio de Shere Hite que se publicó en El País Semanal (14 de enero del 2001): "Según mis estudios, muchos hombres están llevando a cabo una discreta revolución dentro de sí mismos, poniendo en tela de juicio las creencias en las que les educaron y modificando su sistema de valores: se replantean la importancia del trabajo y la vida privada, se preguntan cómo debe distribuirse el tiempo, cómo hay que estructurar el trabajo, en qué consiste el amor... Aunque la mayoría cree en la igualdad femenina, al mismo tiempo les preocupa que en un mundo feliz gobernado por mujeres no quede sitio para ellos. Entre tantas presiones muchos se sienten inclinados a revelarse y gritar: '¡al diablo, no logro hacer nada bien, voy a actuar como el macho malvado e inconformista que en el fondo soy...'

Como una especie de exorcismo ante la demonización que ha sufrido lo masculino las últimas décadas". Hoy, no quiero hablar de los derechos de la mujer. Habrá sin duda muchas colegas que lo harán con más experiencia y más conocimiento que yo. Hoy, Día de la Mujer, quiero hablar del hombre sensible, no del vulgar macho, del patrón de la casa, del manipulador ni del violento, ni del borracho, ni de ninguno de esos irresponsables. Hoy quiero referirme al hombre que ha cambiado y que acepta y está contento con los cambios de la mujer. Quiero ocuparme del varón que coopera, que no se asusta del éxito de su mujer, que las prefiere trabajadoras que abnegadas y que es un buen padre. Siento, sin embargo, que este hombre es el que está más confuso; se siente rebasado, amenazado por una omnipresente inseguridad sexual, por el desafío a su papel de proveedor, pero especialmente, por la inseguridad acerca de su masculinidad. Se encuentra entre el macho y el metrosexual; entre el que contiene sus sentimientos y el que es capaz de llorar, y entre el que manda y el que obedece. Es decir entre el macho y el mandilón. Ése es el hombre que hay que rescatar, comprender y con el que hay que solidarizarse. Por último quiero mencionar a los anuncios que se refieren a la violencia intrafamiliar en la que se atribuyen todos los casos al hombre sin tomar en cuenta que existe un buen número de situaciones en las que es precisamente la mujer la que es violenta de muchas maneras, tal vez no física, pero sí moralmente.

Veamos algunos ejemplos: la que se dirige a é despreciándolo o burlándose de su escasez de atributos masculinos... aquella que le reprocha que no gana suficiente, que le habla constantemente golpeado, que lo disminuye frente a los hijos o a amigos. O que lo recibe siempre enojada, desalineada y con una perenne apariencia de fatiga. Escuchemos sus constantes quejas: "Me duele mucho la cabeza". "Lo que me das no me alcanza para nada". "Cada día estás más panzón y calvo". "Ya no siento nada contigo", etcétera, etcétera.


El ombligo de Venus
por Edith González Fuentes
Hoy, Día Internacional de la Mujer, propongo crear el Día Mundial del Hombre. Se me hace muy triste esta inequidad de género. Ya en serio, ¿qué tan grave será nuestra situación que tenemos un día para recordarle a la mitad de la población del mundo que existimos? Este hecho es tan notable que cuando lo comentamos a un hombre, éste realmente se sorprende. Por ejemplo, nosotras, por razones reproductivas, tenemos una vejiga más pequeña que la del género masculino y, sin embargo, en los baños públicos de prácticamente todas partes, se asignan espacios de las mismas dimensiones para ambos sexos. ¡No señores! ¡No! no es que "las viejas" chismeemos más. Con un simple análisis fisiológico de parte de los arquitectos, disminuirían sensiblemente las largas filas en los baños femeninos. El Club de Tobi a la orden del día. Pocos son los empresarios que heredan empresas a sus descendientes femeninas. Por otro lado, excepcional es este gabinete en la historia de México, pues cuenta con tres secretarias de Estado. Tenemos representación senatorial de 16%; 20% en la Cámara de Diputados; dos ministras en la Suprema Corte de Justicia de la Nación; una gobernadora; 3.7% de presidencias municipales y una sola delegada en el DF. El 79% de la pobreza mundial está en manos de mujeres. No se trata de porcentajes de cuotas de poder artificiales, o de remarcar los dos géneros en los discursos, ¡no! se trata de la igualdad en lo cotidiano, en la familia, en la sociedad. Se trata de respetar con equidad las diferencias biológicas, sicológicas e intelectuales. El derecho a embarazarse sin ser despedida, pasear alegremente tu panza como empleada bancaria sin ser enviada al último rincón, como si fuera un hecho vergonzante. Ya ni hablar de las autoridades, no atienden conforme a derecho a las mujeres que acuden a denunciar delitos en su contra o a reclamar el cumplimiento de algún derecho, atropellando el principio constitucional que expresa que las mujeres y hombres somos iguales ante la ley. Es una continua, una diaria violación de los derechos humanos de las mujeres. Y la verdad es que yo como mujer no me cambiaría por nadie; a pesar de todo esto, amo a mi género, disfruto la suavidad de mi piel, me gusta verme frente al espejo desnuda después del baño, en la obra perfecta y sensual que es el cuerpo femenino. Gozo mi aroma, mi ternura y fortaleza. Amo ser madre de una mujer, amo haber llevado, en mi vientre, vida. Por Constanza, por Ukumé, por todas las que vienen y por todas las que somos, deseo que cada día seamos más amigas de las mujeres. El Partido Lírico de la Izquierda Suspirante (PLIS), al que orgullosamente pertenezco, propone simplemente que las organizaciones en defensa de las mujeres desaparezcan. Ese es el enorme anhelo. Un breve parpadeo: ¡Sí, soy vieja! ¿y qué?
PARA EL REY.... DE MI CASA, el único hombre en la casa

Kikka Roja

Lorenzo Meyer

Autoritarismo electoral
Lorenzo Meyer
AGENDA CIUDADANA

La gran cuestión. Como en otras muchas materias, en desarrollo político los mexicanos no tenemos respuesta clara a nuestras grandes interrogantes. ¿Se puede afirmar que, en lo esencial, estamos ya en una situación democrática o aún estamos en camino a esa tierra prometida? ¿Avanzamos, estamos estancados o hemos retrocedido? Se trata de cuestiones que están lejos de ser sólo académicas; revisten una importancia vital para el país y deberían ser determinantes en la conducta que adoptemos cada uno de nosotros como ciudadanos. Si se escuchan opiniones como las vertidas en varios foros por el ex presidente Vicente Fox, resulta que la democracia mexicana es genuina y que se ha robustecido como resultado de la derrota del populismo en la última elección presidencial. Esa posición, con variaciones, la sostienen el partido en el poder, la oposición de derecha (PRI) y todos los que están conformes con el mantenimiento del status quo y que, según las encuestas, son un buen número. Por el contrario, si se atiende a la oposición de izquierda, entonces México aún tiene que hacer un gran esfuerzo para completar este proceso de transición, mismo que en la última elección sufrió un retroceso. Desde esta perspectiva, el país aún no supera la prueba definitiva que le acredite como una democracia política real. Por lo que a elecciones se refiere, esa comprobación requiere de al menos dos condiciones:
a) comicios donde compitan proyectos con diferencias reales, que ofrezcan al ciudadano alternativas en la agenda nacional y
b) un proceso electoral en condiciones de equidad y que arroje resultados creíbles, irrefutables. Desde esta última perspectiva, las elecciones de hace seis años, las del 2000, fueron una disputa entre partidos que ya habían establecido una cooperación sistemática desde 1989 -PRI y PAN- y con proyectos tan similares que no ofrecían una verdadera alternativa. Los comicios del 2006 sí brindaron esa alternativa, pero carecieron de una equidad elemental y terminaron por arrojar resultados no creíbles para una parte importante del electorado.

¿Hasta qué punto vive hoy México en una democracia y de qué tipo? No es posible dar una respuesta clara y objetiva. Sin embargo, y como la cuestión es clave, hay por lo menos que intentar esclarecerla. Algunas consideraciones recientes de un politólogo prestigiado pueden auxiliarnos en tal empresa. Tras examinar el comportamiento de una pluralidad de sistemas políticos, uno de los más reconocidos teóricos latinoamericanos, el profesor argentino con residencia en la Universidad de Notre Dame, Guillermo O'Donnell, concluye que en todas partes esta forma de Gobierno está en crisis pero no en el mismo grado (véase su discurso ante la Internacional Political Science Association de julio del 2006 , publicado en el Journal of Democracy, Vol. 18, N° 1, (enero, 2007). De entrada, nuestro autor acepta que "nunca ha habido algo que pueda llamarse una elección completamente equitativa" pues aún en el mejor de los casos hay candidatos que disponen de algunas ventajas injustas. Sin embargo, lo importante no es la problemática misma, pues ninguna democracia real está libre de defectos, sino qué tan seria es. En un buen número de democracias avanzadas sus problemas no impiden un funcionamiento aceptable del sistema pero en otras menos consolidadas, sí. Para determinar la naturaleza del mal es necesario primero determinar la esencia de este concepto, mismo que carece de una definición clara, universalmente aceptada. Se trata de una noción que siempre ha estado a debate (un contested concept) y que, además, es proteica, es decir, que cambia con su propio desarrollo, pues el transformarse está en su naturaleza. Por estas razones no es posible disponer, al estilo de quienes estudian los fenómenos físicos, de un instrumento objetivo de verificación que permita decidir cuál sí y cuál no es una verdadera democracia. En el mundo real lo que puede y debe hacer cada sociedad, señala O'Donnell, es tratar de alcanzar y mantenerse dentro de ese segmento de países donde el sistema funciona aceptablemente y domina el "ciudadano crítico". Sin embargo, casi toda Latinoamérica y un buen número de los países de la Europa del Este se encuentran en un segundo grupo donde la calidad de este arreglo político es inferior y donde, por ello, domina un tipo de "ciudadano escéptico" que no confía en el acomodo institucional dentro del que vive y tiene una pobre opinión de sus partidos, legisladores y jueces. Finalmente está un tercer tipo de sistemas (¿el tercer mundo democrático?) donde esta forma de gobierno y de competencia política es sólo cascarón sin contenido. En estos "autoritarismos electorales" funcionan únicamente los súbditos, no los ciudadanos.

Autoritarismo electoral. Para el teórico argentino, los procesos históricos muestran que al final son dos los componentes básicos de una democracia moderna, incluida la de baja calidad. Por un lado, que la oposición tenga efectivamente una oportunidad razonable de ganar, y además que las libertades políticas den no sólo la oportunidad de expresarse y asociarse sino de tener acceso a una información no monopolizada. En contraste, en el "autoritarismo electoral", puede haber partidos e incluso una competencia formal, pero tal competencia está sujeta a una regla que desvirtúa por entero la noción de esta forma de gobierno: "Bajo ninguna circunstancia se puede permitir ganar a la oposición"; las libertades están restringidas y la información controlada.

México. En el sistema político del Porfiriato y en el que le sustituyó, -el nacido de la Revolución Mexicana- desde su origen se mostró que detrás de la bella envoltura de las constituciones -las de 1857 y 1917-, había una regla fundamental y que era justamente la enunciada en el párrafo anterior: "Bajo ninguna circunstancia se puede permitir ganar a la oposición". Sin embargo, a raíz de toda la movilización y esfuerzo que hizo una parte de la sociedad mexicana desde hace medio siglo y que desembocó en el triunfo de Fox, se supuso que dos cosas habían ocurrido en México: el surgimiento del ciudadano que podía movilizarse sin temer la represión y la derogación de la regla central del "autoritarismo electoral". Sin embargo, la elección del 2006 y sucesos subsecuentes, en particular la represión en Oaxaca, permiten sospechar que quizá las cosas no han sido así. Entre el 2005 y el 2006 los poderes federales -el Ejecutivo, la mayoría del Legislativo y al menos el jefe del Judicial- decidieron que la oposición real no debía ganar y desaforaron a quien de tiempo atrás era la cabeza viable de la oposición de izquierda. No obstante, una movilización obligó a recular a la coalición desaforadota y el proceso electoral se mantuvo en los términos originales. Sin embargo, nuevamente el Presidente, pero esta vez acompañado de los poderes fácticos -la gran empresa y las grandes cadenas de televisión- y con el auxilio de las autoridades electorales -el Instituto Federal Electoral y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación- avalaron una campaña tan negativa como inequitativa y dieron por buenos los resultados electorales sin aceptar un recuento pese a lo cerrado de la diferencia entre los dos primeros lugares y pese a haberse reconocido explícitamente la influencia que sobre la conducta de los votantes tuvieron al menos un par de ilegalidades: la intervención abierta de la Presidencia y de la gran empresa en favor del candidato de las derechas. El meollo de las declaraciones de Fox en Washington el 12 de febrero -"perdí en el desafuero pero 18 meses más tarde yo tuve la victoria, me desquité en la elección"- es claro: como en 1929, 1940, 1946, 1952 o 1988, en 2006 la oposición podía competir, pero no ganar.

Al lado de este hecho electoral está la conclusión del informe de la Comisión Civil Internacional de Observación por los Derechos Humanos sobre la forma como los gobiernos federal y local -PAN y PRI- enfrentaron la movilización social en Oaxaca: "…los hechos ocurridos en Oaxaca son un eslabón de una estrategia jurídica, policiaca y militar, con componentes psicosociales y comunitarios cuyo objetivo último es lograr el control y amedrentamiento de la población civil en zonas donde se desarrollan procesos de organización ciudadana o movimientos de carácter social no partidista".

En conclusión. El viejo régimen hacía elecciones donde la oposición no tenía posibilidades de ganar y no toleró movimientos sociales independientes. Ambas características están hoy presentes en una situación donde domina el "ciudadano escéptico". ¿México es una democracia de baja calidad o un autoritarismo electoral?

RESUMEN: “Es difícil decidir si México es una democracia sin calidad o se mantiene como un autoritarismo electoral.”

Kikka Roja