- "EN EL CASO DE TABASCO, ANTE LA PRIVATIZACIÓN DE LA SOLIDARIDAD HUMANA, LE DECIMOS A LA ADMINISTRACIÓN ACTUAL, ¡ES LA INFRAESTRUCTURA ESTÚPIDO!"
Si existen implicaciones de carácter penal contra Alfredo Elíaz Ayub, director general de la Comisión Federal de Electricidad, pero sobre todo, de Felipe Calderón, por llevar a cabo el desfogue de la presa Peñitas, sin llevar a cabo las tareas preventivas requeridas (tales como evacuación, establecimiento de albergues temporales, etc.), como lo demuestra el llamado del propio Felipe Calderón a las "fuerzas armadas a dejar lo que están haciendo", para ayudar en las tareas humanitarias de Tabasco, en momentos en que el desastre ya había ocurrido, cuando tal coordinación de acuerdo a un uso competente de los poderes Ejecutivos Federales y locales debió haberse llevado días, semanas y meses con anterioridad, es algo que deberá ser investigado pertinentemente. Ante la lamentable situación que viven nuestros hermanos en el Estado de Tabasco, además, hacemos un llamado a los ciudadanos a estar atentos ante la campaña mediática hipócrita de los bancos y corporaciones trasnacionales de convocar a la solidaridad espontánea de los mexicanos utilizando los privilegios legales, comerciales y técnicos que el Estado Mexicano les otorga; mientras que por otro, la administración actual, es decir, la gerencia de Felipe Calderón Hinojosa -de precisamente éstos mismos intereses- planea hacer llegar los fondos federales contra desastres, a cuenta gotas para los sectores sociales y bajo la doctrina de manipulación de recursos públicos del Partido Acción Nacional denominado "Manzana Azul"; pero muy posiblemente entregando los recursos de reconstrucción a los mismo grupos de intereses creados que lo respaldan, pero más gravemente, sin partir del cuestionamiento justo de abandonar el actual modelo económico impuesto por el Fondo Monetario Internacional, responsable en gran medida de la "daminificación nacional" con o sin eventualidades meteorológicas de por medio.
Mientras la mafia que actualmente detenta el poder, siga viendo a los mexicanos como meros proveedores de servicios turísticos y sexuales, la inversión gubernamental necesaria en el desarrollo de infraestructura de gran envergadura (por ejemplo: presas, canalización de vías fluviales, hidroeléctricas, etc), que actuaría no sólo para prevenir estas catástrofes, sino para garantizar la recuperación social y económica frente a las terribles condiciones de "damnificación nacional" en la que se encuentra la mayoría de los mexicanos, se vuelve imposible. El caso de la denuncia del senador Manlio Fabio Beltrones de las implicaciones de la familia Fox-Sahagún en el caso del accidente de la plataforma petrolera de PEMEX en la sonda de Campeche, así como el desvío de fondos de parte de Manuel Andrade y Roberto Madrazo de fondos de PEMEX para realizar obras de infraestructura y de protección contra inundaciones y para la construcción de vivienda para población que habita en zonas de alto riesgo y que es susceptible de ser afectada por las lluvias son muestras del manejo cínico, irregular, irresponsable e incompentente que se hace del manejo de los recursos públicos para la infraestructura física, al grado de llegar a amenazar la seguridad humana al conjurar las ideologías de "bájale a la calidad, para sacarle la utilidad" y "socialicemos los costos y riesgos y privaticemos la ganancia". Esta situación de manejo patrimonialista de los recursos de la mafia en el poder, queda más burdamente de manifiesto en el manejo poco transparente de la "organizaciones privadas de beneficiencia" quienes supuestamente recolectan fondos privados y públicos para tareas de supuesto carácter social, lleva además el propósito implícito de ir minando ideológicamente en la mayoría de los ciudadanos la idea de la obligatoriedad del Estado, en su papel de benefactor, como lo establece la Constitución, y dejar esas tareas al "libre albedrio" de la "iniciativa privada", donde se observa el sovacamiento de un principio fundamental del mantenimiento de la dignidad humana, como lo es la solidaridad. Tratan bajo este esquema feudal de la "benevolencia del patrón", eliminar el principio de que la solidaridad y la dignidad de la persona, pierden su carácter universal y se vuelven más bien esclavos de una "oferta y demanda" que plantea la disponibilidad del egoísmo del individualismo neoliberal de mercado.
Además de que muchos investigadores ya han puesto de manifiesto su cuestionamiento a estas campaña de mercadológicas de la pretendida "responsabilidad social de las corporaciones" como es llamada, por ejemplo en los casos del "redondeo" y el "Teletón", en el que fondos de los consumidores son usados como mecanismos de evación fiscal (pues lo que recaudan es deducido de impuestos que deberían pagar las empresas), es principalemente su falta de transparencia y pertinencia, como en el sonado caso de Provida y la Lotería Nacial lo que causa las mayores dudas (en este caso se descubrió que la mayor parte de los recursos donados eran usados por estas supuestas "organizaciones de beneficiencia social" en sus supuestos gastos propios de administración muy cuestionables incluso en su justificación fiscal). Más aún, el hecho de que la actual campaña mediática de recaudación de fondos, esté encabezada por los bancos trasnacionales beneficiarios del IPAB (antes llamado Fobaproa) -y nuevos bancos como Walmart)-, habla no sólo de que estos manejos tendenciosos, inmorales, ilegales y poco transparentes no sólo continue (pues buscarán nuevamente esconderse bajo artilugios legaloides com el "secreto bancario"), habla de un grado más de cinismo y corrupción. Precisamente las carencias de infraestructura física en nuestro país, han sido causadas por la política financiera de garantizar el pago del IPAB-Fobaproa a estos mismos bancos, así como el Pidiregas, Rescate Carretero, Deuda Externa, y demás deuda espuria, bajo los esquemas de las Cartas de Intención del FMI, Banco Mundial y el BID.
La verdadera tragedia no proviene de las eventualidades meteorológicas, sino del desastre que han representado el manejo ideológico de la economía, como es el caso de las conocidas "recetas del Fondo Monetario Internacional", como lo prueba el caso del actual Secretario de Hacienda espurio, Agustín Carstens Carstens y su maniobreo con las fracciones parlmentarias de ambas cámaras Legislativas para legalizar las reformas estructurales y el modelo de austeridad financiera social propuesto por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el BID. Ante lo anterior, hacemos un llamado a la ciudadanía a no caer en esas campañas mediáticas hipócritas de las corporaciones que ha causado el desastre actual, sino acudir al llamado de nuestro Presidente Legítimo, Andrés Manuel López Obrador, en estos momentos de calamidad y catástrofe, para que seamos solidarios y apoyemos a nuestros hermanos de Tabasco, en el centro de acopio de alimentos que instaló el Gobierno Legítimo de México, ubicado en la calle de San Luis Potosí número 64, esquina Córdoba, colonia Roma, delegación Cuauhtémoc, CP 06700. La población damnificada de Tabasco necesita: agua embotellada, sardina, atún, fríjol, frutas y verduras enlatadas, leche y chocolate en polvo, café soluble, aceite comestible, azúcar, sal, galletas, alimento envasado para bebé y abrelatas, así como pañales desechables, toallas femeninas, cobertores nuevos y papel higiénico.
Es necesario que asumamos nuestra responsabilidad política en la construcción de una nueva legalidad de carácter ético, en la construcción de la dimensión social de nuestra democracia, para que nos deshagamos a un lado el actual el destructivo sistema de privilegios, y dejemos atrás la crisis económica y social presente que ha causado el neoliberalismo en nuestro país y a nivel mundial. Este es el momento de que actuemos como dignos Representantes del Gobierno Legítimo de México e iniciemos la tarea de la construcción de una nueva República que brinde el Estado de Bienestar que sus ciudadanos más desprotegidos merecen.
Mientras la mafia que actualmente detenta el poder, siga viendo a los mexicanos como meros proveedores de servicios turísticos y sexuales, la inversión gubernamental necesaria en el desarrollo de infraestructura de gran envergadura (por ejemplo: presas, canalización de vías fluviales, hidroeléctricas, etc), que actuaría no sólo para prevenir estas catástrofes, sino para garantizar la recuperación social y económica frente a las terribles condiciones de "damnificación nacional" en la que se encuentra la mayoría de los mexicanos, se vuelve imposible. El caso de la denuncia del senador Manlio Fabio Beltrones de las implicaciones de la familia Fox-Sahagún en el caso del accidente de la plataforma petrolera de PEMEX en la sonda de Campeche, así como el desvío de fondos de parte de Manuel Andrade y Roberto Madrazo de fondos de PEMEX para realizar obras de infraestructura y de protección contra inundaciones y para la construcción de vivienda para población que habita en zonas de alto riesgo y que es susceptible de ser afectada por las lluvias son muestras del manejo cínico, irregular, irresponsable e incompentente que se hace del manejo de los recursos públicos para la infraestructura física, al grado de llegar a amenazar la seguridad humana al conjurar las ideologías de "bájale a la calidad, para sacarle la utilidad" y "socialicemos los costos y riesgos y privaticemos la ganancia". Esta situación de manejo patrimonialista de los recursos de la mafia en el poder, queda más burdamente de manifiesto en el manejo poco transparente de la "organizaciones privadas de beneficiencia" quienes supuestamente recolectan fondos privados y públicos para tareas de supuesto carácter social, lleva además el propósito implícito de ir minando ideológicamente en la mayoría de los ciudadanos la idea de la obligatoriedad del Estado, en su papel de benefactor, como lo establece la Constitución, y dejar esas tareas al "libre albedrio" de la "iniciativa privada", donde se observa el sovacamiento de un principio fundamental del mantenimiento de la dignidad humana, como lo es la solidaridad. Tratan bajo este esquema feudal de la "benevolencia del patrón", eliminar el principio de que la solidaridad y la dignidad de la persona, pierden su carácter universal y se vuelven más bien esclavos de una "oferta y demanda" que plantea la disponibilidad del egoísmo del individualismo neoliberal de mercado.
Además de que muchos investigadores ya han puesto de manifiesto su cuestionamiento a estas campaña de mercadológicas de la pretendida "responsabilidad social de las corporaciones" como es llamada, por ejemplo en los casos del "redondeo" y el "Teletón", en el que fondos de los consumidores son usados como mecanismos de evación fiscal (pues lo que recaudan es deducido de impuestos que deberían pagar las empresas), es principalemente su falta de transparencia y pertinencia, como en el sonado caso de Provida y la Lotería Nacial lo que causa las mayores dudas (en este caso se descubrió que la mayor parte de los recursos donados eran usados por estas supuestas "organizaciones de beneficiencia social" en sus supuestos gastos propios de administración muy cuestionables incluso en su justificación fiscal). Más aún, el hecho de que la actual campaña mediática de recaudación de fondos, esté encabezada por los bancos trasnacionales beneficiarios del IPAB (antes llamado Fobaproa) -y nuevos bancos como Walmart)-, habla no sólo de que estos manejos tendenciosos, inmorales, ilegales y poco transparentes no sólo continue (pues buscarán nuevamente esconderse bajo artilugios legaloides com el "secreto bancario"), habla de un grado más de cinismo y corrupción. Precisamente las carencias de infraestructura física en nuestro país, han sido causadas por la política financiera de garantizar el pago del IPAB-Fobaproa a estos mismos bancos, así como el Pidiregas, Rescate Carretero, Deuda Externa, y demás deuda espuria, bajo los esquemas de las Cartas de Intención del FMI, Banco Mundial y el BID.
La verdadera tragedia no proviene de las eventualidades meteorológicas, sino del desastre que han representado el manejo ideológico de la economía, como es el caso de las conocidas "recetas del Fondo Monetario Internacional", como lo prueba el caso del actual Secretario de Hacienda espurio, Agustín Carstens Carstens y su maniobreo con las fracciones parlmentarias de ambas cámaras Legislativas para legalizar las reformas estructurales y el modelo de austeridad financiera social propuesto por el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el BID. Ante lo anterior, hacemos un llamado a la ciudadanía a no caer en esas campañas mediáticas hipócritas de las corporaciones que ha causado el desastre actual, sino acudir al llamado de nuestro Presidente Legítimo, Andrés Manuel López Obrador, en estos momentos de calamidad y catástrofe, para que seamos solidarios y apoyemos a nuestros hermanos de Tabasco, en el centro de acopio de alimentos que instaló el Gobierno Legítimo de México, ubicado en la calle de San Luis Potosí número 64, esquina Córdoba, colonia Roma, delegación Cuauhtémoc, CP 06700. La población damnificada de Tabasco necesita: agua embotellada, sardina, atún, fríjol, frutas y verduras enlatadas, leche y chocolate en polvo, café soluble, aceite comestible, azúcar, sal, galletas, alimento envasado para bebé y abrelatas, así como pañales desechables, toallas femeninas, cobertores nuevos y papel higiénico.
Es necesario que asumamos nuestra responsabilidad política en la construcción de una nueva legalidad de carácter ético, en la construcción de la dimensión social de nuestra democracia, para que nos deshagamos a un lado el actual el destructivo sistema de privilegios, y dejemos atrás la crisis económica y social presente que ha causado el neoliberalismo en nuestro país y a nivel mundial. Este es el momento de que actuemos como dignos Representantes del Gobierno Legítimo de México e iniciemos la tarea de la construcción de una nueva República que brinde el Estado de Bienestar que sus ciudadanos más desprotegidos merecen.
Liga Nacional de Comités Ciudadanos en Resistencia
¡UNIDOS TODOS, DIVIDOS, NADA!
Responsable de Publicación: Secretaría Técnica. Favor de difundir.
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- Crece el envío de ayuda oficial y civil a Tabasco Gustavo Castillo, Gabriel León y Agustín Salgado, reporteros; Jesús Lastra, Andrés T. Morales, Gerardo Flores, Leopoldo Ramos, Luis A. Boffil, Sergio Ocampo, Saúl Maldonado, Javier Valdez, Carlos Figueroa y Ernesto Martínez, corresponsales. La ayuda proveniente de diversas entidades, instituciones e iniciativa privada comenzó a llegar a Tabasco, así como elementos para colaborar en tareas de rescate y reparto de víveres a los afectados por las inundaciones y la incesante lluvia.