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lunes, 26 de noviembre de 2007

Acusaciones, justificaciones, incriminaciones : Proceso


Monero Rapé Rapé– Análisis
Una extraña coautoría dio a luz, de manera sorpresiva, un igualmente extraño producto: el libro La diferencia. Radiografía de un sexenio, que está empezando a circular. Rubén Aguilar, el inefable vocero e intérprete en los últimos años del presidente Fox, y Jorge Castañeda, el canciller durante los primeros tiempos del sexenio foxista, entremezclan “testimonios, relatos, encuentros, versiones y chismes”, y los unen al resultado de una prolongada serie de entrevistas con el exprimer mandatario para ofrecer un texto, “de carácter temerario”, que puede “revestir un interés real para quienes procuran entender lo que ha sucedido durante los años recientes en la política mexicana”. Como bien dicen los autores, al referirse a Fox hay que “entender lo que la fabricación esconde o deja ver, descifrar lo que la exageración, el embuste o la distorsión encriptan…” De una o de otra manera, por su calidad de excolaboradores cercanos, Aguilar y Castañeda hacen aportaciones valiosas para exhibir las miserias de Fox y su sexenio en un momento singular: cuando el expresidente está bajo el embate informativo, legislativo y judicial. He aquí una reseña del volumen.

Antonio Jáquez/ Proceso
MEXICO, DF, 25 DE NOVIEMBRE /Aparecido intempestivamente, el libro La Diferencia. Radiografía de un sistema, de Rubén Aguilar y Jorge G. Castañeda, revela detalles sobre algunas de las decisiones más importantes del sexenio de Vicente Fox, a partir de entrevistas con este personaje, testimonios de primera mano –incluido el de los autores–, chismes, versiones, documentos, fuentes anónimas… Además, y como no queriendo, el texto ajusta cuentas con algunos foxistas arrepentidos, entre ellos Alfonso Durazo, Juan Francisco Ealy Ortiz, Lino Korrodi y Porfirio Muñoz Ledo, y ubica en episodios clave a personajes como Manlio Fabio Beltrones, Pedro Cerisola, Diego Fernández de Cevallos y Carlos Salinas de Gortari. Nadie, sin embargo, resulta más exhibido que el propio Fox, aunque ese no haya sido el propósito explícito de los autores.

El expresidente, apuntan, “peca tal vez de ingenuidad psicoanalítica. Los pacientes, asentiría Freud, inventan y mienten; pero todo el chiste de la disciplina que produjo consiste justamente en sacar verdad de la mentira, como diría Vargas Llosa: entender lo que la fabricación esconde o deja ver, descifrar lo que la exageración, el embuste o la distorsión encriptan. O parafraseando a Roberto Campos (exministro brasileño): los testimonios de grandes personajes son como los bikinis: lo interesante no es lo que muestran sino lo que esconden”. Al margen de su simpatía por Fox, Aguilar y Castañeda ponen en duda la versión que el expresidente ofrece sobre ciertas decisiones, por ejemplo su supuesto apego a la legalidad en el apoyo a la campaña presidencial de Felipe Calderón: “El hecho de que Fox no haya transferido recursos del gobierno a Calderón, no significa que no lo haya ayudado más que con discursos y apariciones públicas.” Ciertas o no, las historias de Aguilar, Castañeda y el propio Fox arriman más leña a la hoguera en que arden el expresidente y su esposa, Marta Sahagún. Una frase que puede ser epitafio: Vicente Fox “buscó forzar la historia y transformar sus deseos en realidades”. Aguilar y Castañeda, quienes como vocero y canciller, respectivamente, se distinguieron por su comportamiento provocador, se pintan en el libro como blancas palomas… pero amagan a Fox con sacar grabaciones de la entrevista en casos de que intente desmentirlos. En el prólogo se curan en salud, según sus propias palabras, y dicen que a pesar de las diferencias entre ellos “nos une una característica en común: ambos nos abstuvimos de escupir para arriba”.

El libro abarca nueve capítulos, entre ellos La formación del gabinete, Cuba que linda es Cuba, Desafuero y desazón: sacar (le) al Peje), y ¿Gané, ganó o ganamos? El capítulo sobre la formación del gabinete contiene detalles sobre el hecho conocido de que cazadores de talentos (headhunters) entrevistaron a la mayoría de los aspirantes y da a conocer historias inéditas sobre varios de los candidatos: En el caso de Hacienda, cuentan, Fox requería de una persona dura y exigente. No fue fácil. En la terna se contempló a Francisco Gil, José Ángel Gurría y Luis Ernesto Derbez. Gurría de plano fue descartado cuando “surgió una acusación de corrupción que luego se comprobó que era falsa. La hizo Eduardo Fernández, el presidente de la Comisión Bancaria y de Valores. Pidió cita a Fox para hablarle del caso”. Derbez, según Fox, fue cuestionado por varios “sectores del empresariado”, que alegaban que en México ni siquiera se sabía quién era. Fox asegura también que escuchó la opinión de Roberto Hernández, quien trató de influir en el nombramiento de algún secretario “pero que nunca estuvo en el círculo de la toma de decisiones”. En cualquier caso, dicen los autores, Fox accedió a la petición empresarial y solicitó opciones. “De la comunidad empresarial tanto de Monterrey como de la ciudad de México surgió el nombre de Francisco Gil. Entre otros, lo propusieron Lorenzo Zambrano, Lorenzo Servitje, el propio Roberto Hernández y Alfonso Romo”. A su nombramiento se opusieron, inútilmente, Carlos Slim y Ricardo Salinas Pliego. Una de las designaciones más difíciles fue la del secretario de la Defensa. “Para Fox, el Ejército constituía una gran incógnita, carecía de cualquier conocido dentro de las Fuerzas Armadas; sólo había tratado algunos generales cuando fue gobernador”.

Las entrevistas con los candidatos se realizaron en desayunos y comidas en casa de Carlos Rojas Magnon. Él fue quien elaboró las ternas del Ejército y la Marina. Rojas, afirman, tenía relaciones que le facilitaron evaluar “objetivamente” las trayectorias de quienes integraban las ternas. En el caso de la Sedena los seis generales considerados inicialmente fueron Luis Montiel López; Mario Renán Castillo Fernández; Mario Ayón Rodríguez; Delfino Mario Palmerín Cordero; Abraham Campos López y Gerardo Clemente Vega García. Aguilar-Castañeda: “De todos se hizo una averiguación profunda mediante entrevistas con gente que los conocía, pero también observando su situación personal, lo que incluyó el análisis de su forma de vida familiar. De acuerdo con Fox, de los seis casos considerados, uno de los generales, Campos López, fue excluido porque el estudio de campo reveló que existía un desfase entre su nivel de ingreso y su modo de vida; éste era muy superior a lo que le permitirían sus entradas comprobables. Al interior del mismo Ejército, tenía fama de corrupto.”

Cuentan que Rojas consultó con los servicios de inteligencia estadunidenses, ingleses e israelitas para verificar que en la terna, tanto del Ejército como de la Marina, no figurara nadie vinculado, según dichos servicios, con el narcotráfico. Se trataba de la misma vía que siguió Ernesto Zedillo cuando nombró como zar antidrogas al general Jesús Gutiérrez Rebollo, sólo que los estadunidenses lo engañaron, primero palomeándolo, para luego denunciarlo. Al final la decisión debía tomarse entre Palmerín Cordero, “que tenía fama de arrogante y estaba muy ligado al general Enrique Cervantes Aguirre, el secretario saliente, y Vega García, también ligado a Cervantes y reconocido como un teórico militar”. En la entrevista Fox se decidió por él. “Palmerín fue nombrado subsecretario, pero destituido al año bajo sospecha de manejos inadecuados y fue enviado a Londres como agregado militar”. Otra selección polémica fue la de Sari Bermúdez como presidenta del Conaculta. Fox primero pensó en Enrique Krauze, “quien muy pronto hizo saber que no deseaba asumir algún cargo público. Fox mantenía una excelente relación con Krauze, que lo había apoyado con mucha fuerza en la campaña desde el frente de los intelectuales pero también, asegura Fox, desde su visión de la historia. Le daba consejos y le hacía propuestas a partir de una perspectiva histórica”. También se consideró a Lourdes Arizpe y Sabina Berman, recomendadas por Castañeda. “

En esos dos casos Fox sí recibió fuertes presiones de sectores conservadores para no incorporarlas al gabinete. Recuerda en particular que Alfonso Romo, el empresario de Monterrey, manifestó su oposición a Berman y a Arizpe. Ambas le parecían muy liberales y heterodoxas. Arizpe también fue ‘vetada’ por José Sarukhán”. En el mismo capítulo se ocupan de las relaciones de Fox con Zedillo, en particular durante el proceso de entrega-recepción. En ese lapso, que duró cinco meses, ambos sólo sostuvieron dos reuniones y “no hubo un diálogo real, ni tampoco una entrega formal y acordada entre el gobierno saliente y el entrante. De acuerdo con Fox, la entrega recepción de aquel entonces no se compara en nada con la que se hizo en 2006. En la del 2000, no se entregó ningún documento. En la del 2006 se hizo entrega, a lo largo de los cinco meses, de todos los documentos que el presidente electo requirió y se tuvieron todas las reuniones que su equipo solicitó”.

EL CASO DURAZO
En el libro se asegura que Castañeda vinculó a Alfonso Durazo con Fox. Él había buscado contactarse con la campaña por medio de panistas de Sonora. “En esa búsqueda Durazo se acerca a Castañeda, quien organiza el encuentro con Fox. Pedro Cerisola, el coordinador de la campaña, envió un avión a Hermosillo para transportar a Durazo al lugar en donde podía encontrarse con el candidato. Los informes de los panistas de Sonora subrayaban su apoyo a los candidatos del PAN. Mantenía una relación cercana con Manuel Espino, quien aproximó a Durazo con César Leal, panista de Sinaloa que colaboraba en la campaña…” Fox dice que invitó a Durazo al equipo para establecer un puente con el PRI, “en un error de información y apreciación, ya que Durazo era colosista y del colosismo en el PRI ya no quedaba nada. Nunca pensó en la secretaría particular como una instancia política; durante la transición administrativa no habló con Durazo de política y tampoco lo hizo cuando éste ya era su secretario particular. En teoría, su tarea era llevar la agenda y recibir las llamadas que se hacían al Presidente”, es decir un simple secretario. El mismo Fox relata que muchos panistas se opusieron al nombramiento de Durazo, quien hoy es directivo del diario El Universal. En esos días “Rodolfo Elizondo le mandó una nota con una frase de Vaclav Havel que decía: Más vale inexperiencia temporal que sabotaje permanente. Le advertía también de sus lazos con Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa. Marta Sahagún tampoco estaba de acuerdo con su incorporación. Durazo supo ganarse a la gente cercana a Fox y solicitó muy pronto su afiliación al PAN. Dice Fox que no sabe si lo hizo por interés genuino en ser panista o por mera conveniencia política. Según el expresidente, a Durazo lo dominaba una obsesión por ser candidato al gobierno de Sonora. “Y cuando le quedó claro que no podía serlo por el PAN, utilizando los viejos métodos del PRI se desilusionó y entonces reventó”.

EL CASO LINO
Según Fox, siempre tuvo claro que no iba a incorporar a familiares o amigos personales en el gabinete. En ese grupo entraba Lino Korrodi, “quien pidió ser considerado para una secretaría de tema económico, en particular Turismo. Fox asegura que cuando hablo con él para decirle que siguieran siendo amigos, pero que buscara trabajo en otro lado porque él no estaba considerado para el gabinete, Korrodi no lo entendió”. Korrodi no toleró la exclusión y según Fox, terminó por pelearse con todo el mundo; con Fernández de Cevallos y con el PAN. Luego siguió la etapa de las denuncias públicas en los medios y la ruptura con el presidente, “quien hoy sostiene que sabía que Korrodi era una persona conflictiva, ambiciosa e incómoda para integrar un equipo de trabajo. Le había perdido la confianza; pensaba que había el riesgo de que se quisiera aprovechar de un cargo público para hacer dinero”. A partir de esa experiencia y muy al inicio de su mandato envió una carta a todas las secretarías y dependencias del gobierno federal en la que les planteaba que “quedaba estrictamente prohibido atender a cualquier miembro de la familia Fox, de la familia Quesada y también a sus amigos cercanos, subrayando que nunca hicieran caso de alguien que les dijera que venía de parte del Presidente”.

EL CASO PORFIRIO
Según Aguilar y Castañeda, Muñoz Ledo “solicitó de manera insistente que Fox lo hiciera secretario. Forjó una vieja relación –que no amistad– con Fox desde la candidatura de ambos a la gubernatura de Guanajuato en 1991. Muñoz Ledo se lanzó como candidato y al mero final declinó a favor de Fox, posiblemente un poco tarde para pedir tanto. Quiso la Secretaría de Gobernación, la de Relaciones Exteriores y si no, Educación; la que realmente le interesaba era Gobernación. La valoración que Fox hacía de Muñoz Ledo era la de una persona inteligente y calificada, pero al mismo tiempo conflictiva y que no sabía trabajar en equipo: En una palabra, una persona que actúa por su cuenta y provocaría mucho ruido en el gabinete”. Desde Bélgica, Muñoz Ledo siguió insistiendo en que se le incorporara al gabinete; cada vez que se daba una baja en alguna secretaría, Muñoz Ledo hablaba para ser considerado. Al final, Muñoz Ledo pidió encabezar una instancia a cargo de la reforma del Estado. “Como era lógico, Creel se opuso y la idea no prosperó. Tal vez la insensibilidad de Fox indujo el reencuentro de Porfirio con López Obrador, pero vale la pena recordar el lamento de Jorge Castañeda padre: lo único peor que ser subalterno de Porfirio es ser su jefe. Castañeda Álvarez de la Rosa había sido ambos.”

EL NO DESAFUERO
Salinas –junto con otros aliados como Fernández de Cevallos–, también se metió en el intento de desafuero de Andrés Manuel López Obrador. El libro se ocupa ampliamente del asunto y puntualiza los enredos en que se metió Fox, la forma en que se esforzó por liquidar políticamente a su adversario y cómo al final tuvo que echarse para atrás. En el relato destaca el papel que desempeñó el empresario Carlos Ahumada tras la divulgación de los videos que involucraban a colaboradores de Andrés Manuel en presuntos actos de corrupción. Llama la atención la versión de que, después del escándalo, Ahumada huyó a Cuba “por consejo de Rosario Robles y su amigo de años, Lázaro Cárdenas Batel”. Los autores apuntan también la versión de que la disputa entre Ahumada y López Obrador se origina en el cobro del dinero que el empresario prestó para la campaña de Andrés Manuel para la jefatura del gobierno del DF. Según esa versión AMLO rebasó por mucho los topes de gasto, por lo que Rosario, presidenta del PRD, jaló a la dirección nacional del partido la deuda del PRD-DF con las televisoras y las radiodifusoras: Casi 30 millones de dólares, incluidos 12 millones a Televisa. Fue así que Robles acudió a su amigo Ahumada para que le otorgara un “préstamo puente”. Desesperado por el incumplimiento en el pago, Ahumada presionó con los videos… A partir de entonces, dicen Aguilar y Castañeda, “el PRD le debe a Ahumada; El Peje, origen del gasto incurrido, no le debe nada a nadie”.

Además, aseguran, Ahumada había entregado sumas adicionales al PRD, empezando con 30 millones de pesos para la campaña de Lázaro Cárdenas a la gubernatura de Michoacán en el 2001, y a las campañas de Raúl Ojeda para la gubernatura de Tabasco en 2000 y 2001. En total, “según algunas fuentes muy cercanas a Ahumada, transfirió más de 300 millones de pesos al PRD”. Los autores afirman que el único que pagó su deuda fue Cárdenas Batel. La aventura antipeje se condensa en la siguiente frase: “Cuando Fox buscó la cuadratura del círculo y quiso el desafuero, el proceso y la condena, y al mismo tiempo evitar la prisión y la inhabilitación, se derrumbó todo”. En cambio, reconocen, López Obrador movió muy bien sus fichas. “Permitió que se arribara al desafuero. Su defensa, según los colaboradores más cercanos a Fox, fue preparada por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM y su director, Diego Valadés, con la anuencia del rector Juan Ramón de la Fuente, y con el apoyo también del ministro de la Corte Genaro Góngora Pimentel”. En la decisión foxista de echarse para atrás contó también el cambio de parecer del PAN. “Santiago Creel, que según Fox siempre defendía la tesis de no agitar el avispero (…) ya no quería queso sino salir de la ratonera.

En la explicación de Fox, todo se consumó en la visita que le hizo Manuel Espino en San Cristóbal, de parte del PAN, a finales de abril de 2005, en que lo liberó de esta manera: ‘al partido no le interesa que López Obrador sea desaforado y eliminado de la contienda, queremos ganarle con votos’. Esa fue, según Fox, la gota que derramó el vaso”. El domingo 24 de abril Fox convocó al rancho a varios colaboradores (Creel, Ramón Muñoz, Rubén Aguilar, María Amparo Casar y Manuel Espino) “y resolvió rajarse. Instruyó a Cabeza de Vaca para que encontrara un taparrabos jurídico a fin de que la PGR se desistiera de la acción penal contra El Peje.”

FOX O CALDERÓN
El solo título del capítulo referido a la elección del 2006 es provocador: “¿Gané, ganó o ganamos?” Los autores narran que desde los primeros meses de su gobierno “del cambio” Fox contempló un amplio abanico de candidatos de su partido para la elección del 2006. La baraja foxista incluía ocho cartas: Francisco Barrio, Felipe Calderón, Fernando Canales, Alberto Cárdenas, Santiago Creel, Luis Ernesto Derbez, Diego Fernández de Cevallos y Carlos Medina. Al final, como es sabido, a la elección interna del PAN sólo llegaron tres o cuatro; los demás fueron ignorados hasta por sus supuestos simpatizantes, como es el caso notable de Barrio. Según los autores, a la contienda interna “Creel llegó con ventaja respecto a los otros candidatos; lo que le restó votos fue su campaña de televisión dirigida a los ciudadanos en general y no a los militantes y adherentes panistas, que eran los que iban a votar; que se percibiera que había hecho un arreglo con Televisa para estar en los spots a cambio de otorgarles permisos para apuestas; que se le viera como un candidato de nuevo ingreso al partido.” Calderón, en opinión de Fox, arriesgó y por eso ganó. A la distancia, reconoce que la estrategia fue la acertada, y mejor que la de Creel. En el proceso interno, la mayoría de los integrantes del gabinete favorecían a Calderón. A pesar de las simpatías que en su momento Fox pudiera haber manifestado por Creel, “éste nunca contó con el apoyo de los miembros del gabinete”.

Durante el proceso de la elección interna, Fox concluyó que el ganador iba a ser Calderón, versión que según Aguilar y Castañeda carece de verosimilitud. Fox le autorizó a Creel seguir en Gobernación y hacer campaña apenas disimulada. Además Fox consiguió un trato favorable de Televisa a Creel de dos maneras. La primera, como relata Marta, fue su intervención en el 2002 ante Creel para que se resolviera el llamado decretazo y se lo debiera la televisora a Creel y a ella. Y otra al tolerar Fox la expedición de permisos de “casinos” a Televisa por parte de Creel, asunto tan importante para el consorcio que cuando Calderón comenzó a criticar a Creel por haber expedido los permisos, “Bernardo Gómez se comunicó furioso con uno de los principales dirigentes de la campaña para decirle: ‘si sigue Calderón criticando lo de los casinos, los sacamos del aire como a Castañeda’, pensar que todo esto podía suceder sin Fox es difícil de imaginar.” Los autores acusan a Fox de falsa ingenuidad cuando dice que no desvió recursos a la campaña de Calderón y le recuerdan el clásico dicho mexicano: No les pido que me den, sólo que me pongan donde hay. “Fox en cierto sentido puso a Calderón donde había: donde había dinero, consejos, contactos, etc… Calderón no requería los servicios de Marta para entenderse con Televisa, pero sí de sus prebendas a la empresa”.

MARTA Y SUS HIJOS
En la parte final de su libro Castañeda y Aguilar subrayan sus motivos para taparse la boca sobre lo que saben de la “hipotética” corrupción de la familia Fox y el tema de Marta Sahagún. Dicen que hubieran desvirtuado el sentido del libro, “que pretende ser un análisis político de las principales decisiones de sexenio. Además, utilizar la información con la que contábamos proporcionada por las fuentes citadas al principio del texto hubiera significado romper el acuerdo con Fox…”. En cambio los autores no se contienen para exhibir a otros personajes, entre ellos a Juan Francisco Ealy Ortiz, en aquel tiempo presidente y director general de El Universal. Y sueltan: “La posición tan dura que El Universal ha asumido contra Fox y Marta es otro caso.

Hacia finales del gobierno Ealy Ortiz solicitó a la presidencia, a través de Marta, su apoyo para obtener una o más de las siguientes cosas: posesión de una cadena de televisión nacional, de una radio con cobertura nacional, permisos para abrir un banco o una casa de bolsa, y la posibilidad de que se le pudiera hacer una condonación de impuestos. Cada una de las solicitudes debía ser tramitada en su instancia correspondiente; la presidencia ya no tenía posibilidad alguna de concederlas. La reacción virulenta de El Universal en contra de Fox y Marta, por un lado, y el espacio que se ha dado a todas las voces dispuestas a criticarlos y acusarlos, por el otro, se explica tal vez por la decisión de Los Pinos de no hacer nada para que esas peticiones se materializaran.”


Kikka Roja

Elena Poniatowska en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara

  • La vorágine de los libros
  • Prevé que Ebrard, Peña Nieto y Cárdenas Batel buscarán la Presidencia
  • México se merece un gobierno de izquierda en 2012, afirma Poniatowska
  • Durante el plantón de 2006 vimos renacer la solidaridad del 85, asegura
  • Presenta en la FIL su libro Amanecer en el Zócalo
  • La idea un “presidente legítimo” desquicia a los panistas, dice
Ericka Montaño Garfias (Enviada)

Guadalajara; Jal., 25 de noviembre. Elena Poniatowska en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara: “No sé qué va a pasar en 2012. Es muy difícil prever con tanta anticipación porque las circunstancias siempre cambian. Pero se puede decir que los candidatos serán Marcelo Ebrard, Enrique Peña Nieto, Lázaro Cárdenas Batel, se hablaba de Juan Ramón de la Fuente, puede surgir alguna mujer. No sabemos qué pasará, pero sí que México se merece la posibilidad de un gobierno de izquierda.

“No sé ver el futuro ni soy analista política, pero sí puedo decir que ese sería mi deseo.”

La escritora acudió a este encuentro para presentar su libro Amanecer en el Zócalo, un recuento de su experiencia dentro de la resistencia civil en apoyo a Andrés Manuel López Obrador publicado por la editorial Planeta y con el que continúa su quehacer recogiendo los testimonios de los sucesos más importantes en el país, como lo hizo en el 68 y en el 85. “Cientocincuenta mil personas salieron a la calle el 9 de enero de 1994 a enfrentar a Carlos Salinas de Gortari, ante esa presión el ex presidente detuvo la guerra en Chiapas. Un millón de personas pararon el desafuero contra Andrés Manuel López Obrador en 2005. Un millón y medio de personas no lograron detener la elección ilegal, pero surgió un poderoso movimiento que ha cambiado a nuestro país.” A partir de ahí, la autora de La noche de Tlatelolco y La piel del cielo desgranó los hechos que llevaron al triunfo a Felipe Calderón: la guerra sucia de los empresarios con una campaña de anuncios destinados a amedrentar a la población diciéndole que si ganaba el candidato de izquierda perdería sus casas, o la intervención directa del entonces presidente Vicente Fox en el proceso electoral.

“El Consejo Coordinador Empresarial desembolsó más de 136 millones de pesos para satanizar a Andrés Manuel López Obrador comparándolo con (el presidente venezolano Hugo) Chávez, diciendo que México se convertiría en Cuba. La guerra sucia caló en el espíritu de la gente.” Calderón “se impuso por 233 mil 831 votos, obtenidos mediante urnas rellenadas, además de la campaña sucia, que se intensificó bárbaramente durante los 12 días anteriores a las elecciones. Hasta entonces las encuestas favorecían con seis puntos de delantera a AMLO. De triunfar la izquierda mexicana, América Latina habría dado un giro a la izquierda” con Argentina, Venezuela, Brasil, Bolivia, Uruguay y Chile. “Se habría cumplido el sueño de Bolívar de un continente unido y una América Latina que dé empleo a todos sus habitantes para que no se vayan a Estados Unidos”.

Tras las elecciones se formó un movimiento que siguió a López Obrador cuando anunció, en julio de 2006, que “permaneceríamos en el Zócalo y en el Paseo de la Reforma para protestar por el fraude, y aunque no veníamos preparados nos quedamos y se improvisaron tiendas, y Andrés Manuel compartió la suerte de sus seguidores”, recordó la periodista Fue durante el plantón, en el que se realizaron numerosas actividades culturales, cuando Elena revivió la solidaridad de los que menos tienen, la misma que se dio después de los terremotos del 85. Son los más pobres, dijo, los que se desprenden de lo esencial para darlo a los demás, mientras que los ricos, “por agarrados y codos”, se desprenden sólo de lo que ya no les es útil.

Convivir con toda la gente que apoyó a López Obrador durante 50 días “fue un privilegio”.

Hoy, más de un año después, “la sola idea de un ‘presidente legítimo’ saca de quicio a los panistas, ya que actúa como guía, y, aunque lo consideren un caudillo populista, es un barómetro de la política del país”.
LOS PANISTAS, SON LA DERECHA Y LA ULTRADERECHA, ECONOMICA Y RELIGIOSA. MUY VIOLENTOS.
Kikka Roja

ONU : La violencia contra mujeres y niñas : Marchas

  • Naciones Unidas pone en marcha campaña de 16 días para erradicar agresiones
  • México debe fortalecer acciones para evitar violencia contra mujeres: ONU
  • A escala global, una de cada cinco es víctima de violación o de intento de abuso
José Antonio Román

En el Distrito Federal, decenas participaron en la caminata Mil voces de mujeres contra la violencia, organizada por la Dirección de Igualdad y Diversidad Social de la Secretaría de Desarrollo Social Foto: María Luisa Severiano

Para la Organización de Naciones Unidas (ONU), la violencia contra mujeres y niñas significa una grave violación a los derechos humanos y un importante problema de salud pública. Además representa un enorme obstáculo para lograr la igualdad de género y alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio, aseguró el coordinador residente de ésta en México, Arie Hoekman. Al conmemorar el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, con el que se inician 16 días de campaña para erradicar todo tipo de agresiones contra ese sector poblacional, el diplomático admitió que aun cuando México ha logrado avances importantes en la materia, principalmente en la década pasada, es necesario no aflojar el paso en la aplicación correcta de las leyes y de los tratados mundiales firmados.

Dijo que, a escala global, se estima que una de cada cinco mujeres es víctima de violación o de intento de violación. Una de cada tres ha sido golpeada, forzada a tener relaciones sexuales o ha padecido abuso por familiares o conocidos que, en general, no son castigados. Las jóvenes y las adolescentes, particularmente, son vulnerables a la violencia por motivos de género. En todo el planeta, casi 50 por ciento de todos los ataques sexuales son perpetrados contra niñas de 15 años o menos. La agresión mata o discapacita a más mujeres que el cáncer. Por ejemplo, en los países más afectados por la pandemia del VIH/sida la violencia sexual es una de las principales causas de infección entre las mujeres, manifestó Arie Hoekman.

Destacó que en la última década ha habido avances sustantivos en la toma de conciencia sobre la gravedad e implicaciones de la violencia contra mujeres y niñas. En México, como en la mayoría de las naciones, se han aprobado leyes en la materia y se dispone de más información que revela la magnitud del problema. A ello se suman la firma y ratificación de convenciones internacionales, que se han traducido en normas y programas de acción para prevenir y atender la violencia de género, lo cual es positivo, pero es necesario avanzar más en el terreno cultural.
  • Da a conocer ONG que Chihuahua y Jalisco encabezan lista de feminicidios
  • Poner fin a la violencia contra mujeres, exigen manifestantes en cuatro estados
  • En San Cristóbal de las Casas, cientos rechazaron la militarización del estado
De los corresponsales

Este domingo se realizaron marchas en Veracruz, Chiapas, Zacatecas y Guerrero, al conmemorarse el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. El Colectivo Plural de Mujeres de Nuevo León llevó a cabo un acto en Monterrey para dar a conocer a las instituciones públicas y organizaciones no gubernamentales que se encargan de combatir el fenómeno. La dirigente del colectivo, Maricruz Flores, informó que, entre 2000 y 2007, 186 mujeres han sido asesinadas en Nuevo León; en Ciudad Juárez, Chihuahua, de 1993 a 2005, 442, y en Jalisco, en el mismo lapso, 493. En el estado de México han sido contabilizados más de 300 feminicidios desde 2006.Alrededor de 300 profesionistas, legisladoras, lideresas sociales, estudiantes y amas de casa participaron en la marcha Vivir sin violencia es tu derecho, realizada en Jalapa, Veracruz, a la cual se unieron diputados y funcionarios del gobierno estatal, entre ellos el director general de Prevención y Readaptación Social, Cirilo Rincón Aguilar, y el diputado local panista Cirilo Vázquez Parissi. En el puerto de Veracruz, unas 100 personas también se movilizaron.

Unas 200 integrantes del Movimiento Independiente de Mujeres marcharon por San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, en demanda de que cese la violencia en su contra. Además rechazaron la militarización de Chiapas y el país en general. “Luchamos por nuestra autonomía y por el derecho a decidir por nosotras mismas, y también por participar en las instancias de toma de decisiones”, afirmaron las manifestantes en un pronunciamiento. “Ésta es una lucha contra el imperialismo, el neoliberalismo, el neocolonialismo y el patriarcado, y todo sistema que empobrece la vida, los recursos, los ecosistemas y los agentes que los promueven”, señalaron. “Si un país se militariza, como está sucediendo en México, los desplazamientos y el divisionismo de organizaciones y comunidades afectan a la población en general, pero en particular a las mujeres”, indicaron. También hubo una marcha en la capital de Zacatecas, a la cual se esperaba que asistiera la gobernadora Amalia García Medina. La mandataria ofreció acompañar la caminata desde el comienzo, pero únicamente dirigió un discurso al final, en el cual condenó el maltrato físico y sicológico que sufren las mujeres en la entidad y el mundo. La Asamblea Estatal de Mujeres de Guerrero, encabezada por la diputada local perredista Aurora Martha García Martínez, marchó por Chilpancingo, donde exigió a la Procuraduría General de Justicia del estado “que atienda este grave problema que afecta a nuestro estado; la principal y más grave violencia contra el sexo femenino es la que ocurre en el interior de la familia”.

(David Carrizales, Andrés T. Morales, Elio Henríquez, Gerardo Flores y Sergio Ocampo)

Kikka Roja

El gobierno, corresponsable de la obesidad entre los mexicanos

  • Al año, niños gastan $19 mil millones en chatarra: INN
  • El gobierno, corresponsable de la obesidad entre los mexicanos
Angélica Enciso L.

La epidemia de obesidad que afecta a siete de cada 10 mexicanos no es únicamente resultado del cambio de hábitos alimentarios –proceso que ha llevado a que el consumo de frutas y verduras haya caído 30 por ciento y al aumento de 60 por ciento en el consumo de los refrescos en los pasados 14 años–, también es producto de la ausencia del gobierno federal en la materia, ya que no sólo ignora su responsabilidad en este terreno, sino que también propicia que se incumpla la legislación correspondiente. Asimismo, en gran parte, las escuelas son responsables de esta situación, señalaron ayer expertos, los cuales advirtieron que la obesidad, más que de actitudes individuales, es consecuencia de un “ambiente obesigénico”, en el que predomina la publicidad engañosa de alimentos chatarra, la escasez de agua potable –que propicia el consumo de bebidas gaseosas– y la “falta absoluta de educación y orientación nutricional entre la población”.

En conferencia de prensa, Abelardo Ávila, investigador del Instituto Nacional de la Nutrición Salvador Zubirán (INN) señaló que los más vulnerables a esta situación son los niños (uno de cada cuatro niños es obeso), quienes anualmente gastan en las escuelas –en el recreo o al salir de clases– alrededor de 19 mil millones de pesos en dulces y frituras con altos contenidos de grasas y azúcares. Datos de la organización El Poder del Consumidor indican que, al año, los menores ven alrededor de 12 mil 700 anuncios de comida chatarra en televisión. pero ninguno con orientación nutricional.

Sostuvo que en los pasados 20 años, la obesidad ha crecido “de manera escalofriante” en todas las capas sociales”, y agregó que cuando un niño es desnutrido desde el nacimiento hasta los dos años de edad, en la adultez se vuelve obeso y es más vulnerable a padecer diabetes, hipertensión e infartos. Las anteriores son males que generalmente se derivan de la obesidad. Actualmente hay 10 millones de personas con diabetes, mal que crece 3 por ciento al año, cuyos costos directos e indirectos ascienden a 23 mil millones de pesos. Afuera y adentro de sus instalaciones, las escuelas se han convertido en sitios con una amplia oferta de alimentos con alta densidad energética y bebidas azucaradas. Han desaparecido los bebederos de agua, y “en vez de proporcionar educación nutricional”, las escuelas fomentan el consumo de alimentos chatarra, indica el estudio Ambiente obesigénico.

Por su parte, Alejandro Calvillo, director de la organización El Poder del Consumidor, dijo que en las dos anteriores décadas ha cambiado la nutrición de la población, aspecto en el cual el Estado tiene la responsabilidad de resguardar el derecho a la salud, establecido en el artículo cuarto constitucional. Agregó que en, los hechos, la educación nutricional ha quedado en manos de las empresas productoras de alimentos procesados, las cuales han cabildeado en el Congreso de la Unión para evitar que se establezca alguna legislación que las regule o a que deban especificar los contenidos de sus productos en etiquetas. “El Estado ha caído en el juego impuesto por las empresas al decir que no hay alimentos buenos y malos, sino dietas adecuadas y no adecuadas”, afirmó. Ello, agregó, debe “ser remplazado por criterios de salud e interés público, pues debe imperar la diferenciación entre los alimentos que son recomendables para consumo habitual y aquellos que sólo deben consumirse de manera esporádica”, dijo.


Kikka Roja