- - . KIKKA: 08/04/09

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martes, 4 de agosto de 2009

¿Qué es el dengue y cómo prevenirlo?

Entérate ¿Qué es el dengue y cómo prevenirlo?
Conoce los síntomas de la enfermedad, el agente transmisor y dónde se reproduce, así como las medidas preventivas

Entérate ¿Qué es el dengue y cómo prevenirlo?
ATACA. La limpieza es el arma contra el mosquito transmisor. Tira todos los recipientes que contengan agua sucia y utiliza insecticidas aprobados por las autoridades sanitarias

Redacción
El Universal
Ciudad de México Martes 04 de agosto de 2009
00:03 El dengue es una enfermedad aguda, producida por un virus que se transmite a través del mosquito Aedes aegypti infectado.

Generalmente es de corta duración y el paciente no tiene complicaciones (dengue clásico); sin embargo, puede desarrollarse una forma grave de enfermedad conocida como dengue hemorrágico.

El dengue clásico tiene los siguientes síntomas:

* Fiebre
* Dolor de cabeza
* Dolor muscular
* Náuseas
* Vómito
* Dlor detrás de los ojos
* Exantema (ronchas o salpullido) en cuello y tórax principalmente.

En cambio el dengue hemorrágico surge cuando el clásico se complica y se caracteriza por:

* Disminución de líquidos en la sangre
* Moretones
* Sangrados en cualquier parte del cuerpo.



Duración del contagio

Generalmente es una enfermedad autolimitada, ésto quiere decir que se cura sola. Lo importante son los cuidados que se deben tener para el paciente en la fase de enfermedad, por lo que acudir al médico al presentar los síntomas es vital para no sufrir complicaciones.

El periodo de incubación del dengue es de 4 a 7 días a partir del contacto con el virus, la enfermedad dura hasta 15 días. El contagio sólo se produce por la picadura de un mosco infectado. No se transmite de persona a persona.

El agente transmisor

El mosquito transmisor se reproduce en lugares con clima cálido con una altitud por debajo de los mil 200 metros sobre el nivel del mar, aunque se ha registrado en alturas alrededor de los 2 mil 400. Recientemente se han presentado casos en la huasteca de Hidalgo y en el estado de México.

El Aedes aegypti utiliza recipientes artificiales que se encuentran en exteriores de las viviendas como son: botes, latas, llantas y dentro de las viviendas; es muy común encontrar larvas en floreros y plantas acuáticas, así como en los lugares donde se almacena agua.

Prevención

Las mejores medidas para atacar al insecto es la limpieza y la desinfección. En la salud pública se utilizan diversos insecticidas aprobados por el CICLOPLAFEST, en particular la Secretaría de Salud, los que autoriza son de uso exclusivo como son: Larvicidas (Temephos en grano de arena al 1% o en cápsulas al 5%, Temephos líquido al 50%). Para el control de adultos (Permetrina, Esbiol y Butóxido de Piperonilo).

El agua con Temephos puede usarse sin peligro para beber y lavar por su baja toxicidad, siempre y cuando se utilice en la dosis adecuada.

El efecto de este larvicida dura en promedio 60 días para mantener la eficacia del producto, debido al constante uso del agua doméstica.


Fuente: Secretaría de Salud
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DENGUE: SINTOMAS: Mexico Edomex

Alerta en el Edomex por casos de dengue
Exhortan a pobladores a acudir a centros de salud ante síntomas
Rebeca Jiménez Corresponsal
El Universal Lunes 03 de agosto de 2009
tita.jimenez@eluniversal.com.mx

TOLUCA, Méx.— El director general del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM), Gabriel O’Shea Cuevas, informó que se encuentran en alerta 26 municipios mexiquenses por dengue, enfermedad que es transmitida por piquetes de un mosco tropical y que afecta especialmente a las regiones de Valle de Bravo, Tejupilco y Tenancingo.

Pese a que enfermedades como la influenza tienen un mayor impacto mediático entre la sociedad, existen otras como el dengue que también cobran gran importancia, y cuyos alcances no son menores, sobre todo cuando no se llevan a cabo medidas preventivas oportunas, dijo O’Shea Cuevas, quien es también subsecretario de Salud en la entidad.

De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada 20 minutos muere en el mundo una persona a causa del dengue. Al año se registraban 21 mil personas afectadas, de acuerdo al reporte de 2004, y para el cierre de 2008 la cifra se elevó a 39 mil muertos por causa de esta enfermedad.

Riesgo en zonas tropicales

El dengue no afecta a poblaciones que se ubican a más de 2 mil metros de altitud, como los municipios del valle de México, pero está presente en todas las zonas tropicales y subtropicales, es decir en los lugares más cálidos del país y del estado de México.

En México, la mayor parte del país está en zona de riesgo y en el caso del estado de México son 26 los municipios que viven en constante peligro por el dengue, los cuales se localizan específicamente dentro de las jurisdicciones sanitarias de Tejupilco, Tenancingo y Valle de Bravo, es decir los municipios colindantes con Guerrero, donde se registran las temperaturas más elevadas.

Por ello, el funcionario exhortó a la población de climas tropicales y subtropicales a mantener limpias las áreas verdes de jardines, dejarlas libres de maleza y hierba o basura, así como tener estricto cuidado con el almacenamiento de agua para no propiciar lugares óptimos para la estancia del mosco Aedes aegypti, el cual se caracterizan por tener bandas blancas o patrones de escamas en sus patas y tórax; este mosco prolifera en agua de lluvia estancada en cacharros.

O’Shea explicó que el dengue es una enfermedad infecciosa causada por un virus, y que es imposible el contagio directo entre humanos; la única manera de que una persona se contagie de esta enfermedad es a través de la picadura de ese mosco.

Alerta ante síntomas

Informó que hay dos tipos de dengue: el clásico, que se caracteriza por causar fiebre, fuertes dolores de cabeza, musculares, de articulaciones y huesos, dolor detrás de los ojos, y en algunos casos náuseas, vómito y manchas rojizas en la piel.

La enfermedad puede durar hasta 15 días y tiene la capacidad de complicarse y llegar a causar el conocido como dengue hemorrágico. En esta fase, además de los síntomas anteriores, se presentan sangrados de nariz, boca o gastrointestinales, capaces de causar la muerte del enfermo.

Por ello, advirtió el funcionario, en caso de que una persona manifieste estos síntomas debe acudir inmediatamente al Centro de Salud o unidad de atención médica más cercana, advirtió que bajo ninguna circunstancia se debe automedicar, ya que existen sustancias que pueden complicar la enfermedad y causar incluso la muerte.

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AMLO segunda gira por Oaxaca: López Obrador Recorrerá 37 municipios con sistemas de usos y costumbres

Recorrerá 37 municipios con sistemas de usos y costumbres
Inicia hoy AMLO segunda gira por Oaxaca
De la Redacción

Andrés Manuel López Obrador iniciará, a partir de hoy y hasta el domingo próximo, su segunda gira por municipios de Oaxaca con regímenes de usos y costumbre, donde a un año de que se realice la elección de gobernador hará un llamado a instalar un gobierno que combata la codicia y la corrupción, y distribuya con justicia las riquezas del estado.

En un comunicado, la oficina del ex candidato presidencial opositor refirió que el exhorto también será a seguir luchando para derrotar a la oligarquía en el terreno político, de manera pacífica, y con ello hacer valer la democracia en la entidad que gobierna el PRI.

También refirió que en sus recorridos, López Obrador escuchará de viva voz las demandas y quejas de las habitantes que han vivido, por mucho tiempo, en la pobreza, la marginación y sobre todo en el olvido de las autoridades estatales.

De acuerdo con el itinerario de esta gira, López Obrador estará hoy en San Sebastián Nicananduta, San Antonio Monteverde, San Pedro Mártir Tucuxaco, San Martín Huamelulpan, San Juan Ñumi, Santa María del Rosario y Santiago Nundichi.

Mientras, el 5 de agosto visitará Santa Catarina Ticua, San Pedro Molinos, Santa María Yosoyua, San Mateo Peñasco, San Agustín Tlacotepec, Magdalena Peñasco y San Cristóbal Amoltepec.

Al siguiente día acudirá a San Pablo Tijaltepec, Santa Cruz Tacahua, Santa María Yolotepec, Santo Domingo Ixcatlán, Santiago Yosondúa, San Miguel El Grande y San Antonio Sinicahua.

El viernes 7 de agosto se trasladará a Santa Cruz Itundujia, San Andrés Cabecera Nueva, Santa Lucía Yosonotú, San Esteban Atatlahuaca y Santa Cruz Nundaco.

El sábado 8 de agosto recorrerá San Juan Teita, Santa María Tataltepec, San Bartolomé Yucuañe, San Miguel Achiutla, San Juan Achiutla, Santa Catarina Tayata y Santa Cruz Tayata.

Por último, el domingo López Obrador sostendrá reuniones con los habitantes de Santiago Nuyoo, Santa María Yucuiti, Santo Tomás Ocotepec y San Martín Itunyoso.

Asimismo, el comunicado refiere que el ex candidato presidencial insistirá en que México es uno de los países con mayor desigualdad económica y social, y que la crisis económica se agravó porque la oligarquía decidió imponer a Felipe Calderón en la Presidencia de la República para impedir un verdadero cambio en la vida pública del país y en la forma de hacer política.

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Anular la elección intermedia: José Antonio Crespo

03-Ago-2009
Horizonte político
José A. Crespo
Anular la elección intermedia

Hace tiempo que pienso que la elección federal intermedia genera más costos que beneficios a nuestro sistema político. Son más las desventajas que el provecho que de ello obtiene la sociedad en su conjunto. No vaya a pensarse que esta propuesta responde al poco entusiasmo por los resultados del 5 de julio pasado que, nos gusten o no, son un espejo de lo que la sociedad piensa en la actual coyuntura: un bien ganado castigo al PAN y al PRD por sus divisiones e incumplimiento de sus compromisos históricos; un comprensible alejamiento de amplios sectores de la sociedad respecto del sistema de partidos; un indicio de que el aparato electoral priista sigue siendo vigoroso, y que la manipulación publicitaria, debidamente respaldada por los consorcios mediáticos, puede arrojar estupendos resultados, según lo demuestra el éxito del oportunista y rapaz Partido Verde.

Para confirmar que mi recomendación de “anular” los comicios intermedios no es producto de los resultados del reciente proceso electoral, reproduzco algunas razones para ello, vertidas en esta columna el 15 de octubre del año pasado. Anoté entonces que: 1) Al no haber reelección consecutiva de diputados, se decía, “tres años de encargo resultan insuficientes para lograr un desempeño satisfactorio (la gran mayoría de diputados, lo son por primera y a veces única— ocasión). Lo mismo ocurre con los senadores, pero éstos al menos disponen de seis años, lo que permite cierto aprendizaje parlamentario. En tres años, los diputados primerizos apenas empiezan a adquirir un mínimo de habilidad legislativa cuando ya tienen que pensar en lo que harán los siguientes años”. Eso no implica que se abandone el proyecto para reinstaurar la reelección consecutiva de legisladores, mecanismo esencial de la dinámica democrática (todas lo tienen, menos dos).

2) Otra razón contra la elección intermedia, decíamos entonces, es que ésta “no sólo interrumpe el aprendizaje parlamentario de los diputados; también entorpece la vida legislativa de la nación. El calendario de nuestro sistema político, desde que el Congreso asumió gradualmente mayor autonomía, provoca que el periodo donde hay más probabilidad para realizar cambios legales se ubique en los dos primeros años de cada gobierno. En el tercero prácticamente todo se centra en la elección intermedia”. Así ocurrió también esta vez, y si bien el proceso legislativo no se paralizó del todo, sí se vio entorpecido por los pleitos y las descalificaciones de los partidos. El PAN presionaba al PRI de aprobar la ley de seguridad en sus términos, al afirmar que lo contrario indicaría su complicidad con el crimen organizado. Torpe táctica que costó cara a su promotor. 3) Veíamos también la inconveniencia de los comicios intermedios por la tendencia a que el partido en el gobierno (cualquiera que lo sea) reduzca su presencia en la Cámara baja, debilite aún más al gobierno y reduzca su margen de maniobra. (Por lo cual) es posible “pasar de un gobierno unificado a otro dividido, o bien de uno dividido a otro minoritario (donde el partido que controla el Ejecutivo ni siquiera tenga la minoría más grande en la Cámara baja). Al menos así ha ocurrido desde que hay plena competitividad electoral: en 1997, el PRI obtuvo 11 puntos menos que en la elección presidencial previa. Tuvimos por primera vez en décadas un gobierno dividido. Y, en 2003, el PAN pasó de 42 a 30% de diputados. Lo cual se tradujo en un gobierno más débil, con menos posibilidades para impulsar su programa”. Ahora el PAN queda con sólo 143 legisladores y pierde el gobierno margen de maniobra, algo que en términos de gobernabilidad no es lo más adecuado. Es uno de los peores escenarios para un régimen presidencialista como es el nuestro. 4) La abstención suele ser mayor en los comicios intermedios, no sólo en México, sino en otros sistemas similares (en Estados Unidos la abstención ha llegado a alcanzar 65% en elecciones intermedias). Doce puntos menos que en 2006. En los estados donde se eligió gobernador, la participación fue 15% superior que en el resto.

Por todo lo cual, la propuesta es igualar el mandato de los diputados al de los senadores (entre unos y otros no hay en realidad grandes diferencias de edad, trayectoria y experiencia) y que todos sean electos al mismo tiempo que el presidente, lo cual genera el efecto de arrastre del ganador sobre su partido y eleva sus posibilidades de contar con mayor respaldo en el Congreso, mismo que no se perderá a la mitad del mandato presidencial, como suele ocurrir. Con todo, al explorar esta alternativa con expertos en diseño institucional de América Latina como Daniel Zovatto (de IDEA) y Gabriel Negretto (del CIDE) apuntan que seis años sin recambio son muchos; que lo ideal sería reducir el mandato a cuatro, con una sola reelección presidencial. Teóricamente sí, pero dado que el pétreo candado histórico que tenemos respecto de la reelección presidencial y y coincidiendo en que seis años son muchos (con recambio o sin él en la Cámara baja), la propuesta complementaria sería reducir el periodo de presidente, diputados y senadores a cinco años. Eso supondría también, desde luego, replantear el enorme tamaño y presupuesto del IFE, que no se justificaría no se justifica hoy mismo si su participación fuese una vez cada cinco años. O bien el IFE debiera estar encargado también de organizar comicios de los estados (los institutos estatales han resultado normalmente más deficientes, como ahora pudimos constatar una vez más) o bien su estructura permanente tendría que reducirse en forma significativa, según el modelo prevaleciente en el resto del mundo. Me parece que eliminando los comicios intermedios todos saldríamos ganando: los partidos, el gobierno, los ciudadanos. En suma, se elevarían las probabilidades de gobernabilidad y las de fluidez legislativa.

Hace tiempo que pienso que la elección federal intermedia genera más costos que beneficios a nuestro sistema político.

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PRD: refundación y purga: Miguel Ángel Granados Chapa

PLAZA PÚBLICA
PRD: refundación y purga
Miguel Ángel Granados Chapa
4 Ago. 09

Como ocurrió de modo recurrente en las viejas formaciones de la izquierda, en el PRD comenzó a practicarse una purga. Cerca de 3 mil de sus miembros (2 mil 919 exactamente) causarán baja por haber participado como candidatos de otros partidos en los comicios de hace un mes, así en los estados donde hubo elecciones locales como en la renovación de la legislatura federal. Se trata de un procedimiento automático (así lo prevén los estatutos), que no requiere decisión expresa de órgano alguno, a diferencia de la expulsión de otros militantes que ha sido solicitada por miembros de Nueva Izquierda. El principal de ellos es Andrés Manuel López Obrador, a quien se acusa de dañar al perredismo (que cayó a su nivel más bajo de votación el 5 de julio desde 1991) por haber hecho propaganda a favor de otros partidos, el del Trabajo y Convergencia.

El Cuarto Pleno Ordinario del Séptimo Consejo Nacional (nomenclatura que viene también de las tradiciones burocráticas de la izquierda) del partido del sol azteca concluyó en Morelia sin haber resuelto las diferencias de fondo entre sus principales corrientes. Es verdad que se anunció para diciembre la realización de un congreso que refundaría el partido, pero ni siquiera fue posible confeccionar por entero la convocatoria pues no hubo acuerdo sobre los procedimientos para llegar a acuerdos. Las agrupaciones de la minoría pretenden que el congreso adopte decisiones por mayoría calificada, a fin de impedir el dominio previamente construido de una corriente, mientras que ésta consiguió aplazar para después el estudio de ese procedimiento, del que depende el carácter del PRD tras el congreso refundacional. O sea que esa reunión invernal no hará más que prolongar el conflicto interno de ese partido, al parecer irresoluble.

Inmediatamente después de las elecciones de julio las tendencias encontradas pretendieron realizar su propio ajuste de cuentas. Los adversarios de Jesús Ortega, a quien imputan ilegitimidad por haber llegado a la presidencia del partido por una decisión ajena a él, una sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, demandaron su renuncia. La de Germán Martínez en Acción Nacional reforzó la exigencia de que Ortega pagara de modo semejante el análogo fracaso en la conducción del proceso electoral. En sentido contrario, Nueva Izquierda, la corriente dominante, planteó la expulsión de López Obrador y sus seguidores, a cuya deserción se atribuyó el desastre electoral. En un esbozo de acuerdo los dirigentes perredistas convinieron en no atender ninguna de esas posiciones extremas. Pero la reunión del Consejo Nacional, celebrada en Morelia este fin de semana, dio pasos que recrudecen la pugna interna.

Por una parte, Ortega fue confirmado en su presidencia y por otra se avanzó en la purga de sus adversarios. Se dibujó a ese respecto un boceto de acuerdo: puesto que López Obrador no fue candidato, sino promotor de candidaturas, no lo alcanzaría la expulsión automática, y quienes la padecieran podrían revertirla sin dificultad alguna con sólo solicitar su reinscripción en el padrón del que serían borrados, que en eso consistiría su exclusión.

Pero un asomo de división en Nueva Izquierda dejó viva la impugnación al ex candidato presidencial. Legisladores y militantes de esa corriente en el Distrito Federal presentaron ante la Comisión de Garantías la demanda de expulsión de López Obrador, Clara Brugada, Marcelo Ebrard y Alejandra Barrales, elenco que revela el rencoroso origen de la solicitud. Se trata de la reacción formal del grupo capitalino de la corriente de Los Chuchos, directamente agraviado por la elección delegacional en Iztapalapa (donde tan exitosa fue la estrategia de López Obrador que alcanzó para dar triunfos no sólo al delegado que no lo será sino a candidatos a diputados locales y federales que en otra circunstancia difícilmente hubieran podido convertirse en legisladores).

La pretensión de echar del partido a López Obrador es encabezada por el senador René Arce, cuyo dominio en aquella delegación quedó resquebrajado por la elección de Brugada como candidata perredista (por lo que se vio beneficiado por la decisión judicial de eliminarla de la contienda) y luego severamente roto por la contundente victoria del PT, de su candidato Rafael Acosta (Juanito), de refilón por la propia Brugada y, en último término, por el propio López Obrador, que en esta demarcación probó que no tiene rival en la movilización política conseguida por su activismo.

La demanda de Arce no es compartida por Ortega, lo que ha iniciado una escisión cuyos alcances no se aprecian todavía pero que puede alterar los frágiles acomodos vigentes hoy en el PRD, y que se pondrán a prueba en el congreso de refundación. La unidad interna de Nueva Izquierda será igualmente sometida a un duro esfuerzo cuando se elijan dirigentes de los grupos parlamentarios en la Cámara de Diputados y en la Asamblea Legislativa. De esas decisiones dependerá no sólo la actuación de esas bancadas sino en amplia medida también el futuro del partido.

Expulsar a López Obrador sería el suicidio político de quienes lo lograran. Se quedarían con una estructura hueca, eso sí, bien financiada, pero aun con esa prosperidad sujeta a término, pues el seguro decaimiento de su votación lo haría paulatina pero inexorablemente un partido marginal. En cambio, el ex jefe de Gobierno capitalino convertiría su despido en coyuntura favorable para su proyecto político propio.


Cajón de Sastre


Virginia Bello Méndez concluyó su tarea como directora de Radio Educación, iniciada en febrero de 2007 y enfocada -así lo dice el comunicado oficial sobre su renuncia- "a fortalecer el carácter de servicio público de la emisora, además de construir una plataforma de contenidos multimedia para la educación y la cultura, preservando el espíritu crítico y plural que caracteriza a la emisora". La sustituye Antonio Tenorio Muñoz Cota, nacido en 1966, sociólogo graduado en la UNAM y maestro en literatura por la UIA, de cuyo Departamento de Letras fue director. Es un activo narrador y crítico, autor de las novelas Más breve que una vida y El permanente estado de las cosas; de los cuentarios No invoques mi nombre en vano y Entre polvo y ceniza, y del ensayo sobre Milan Kundera La sabiduría de lo incierto.


miguelangel@granadoschapa.com
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Percepción de desprecio (maltrato institucional los niños de México en peligro)

Percepción de desprecio
lajornada.

En horas del mediodía del sábado de la semana pasada, unos 60 menores, integrantes de la Orquesta Sinfónica Infantil y Juvenil de México, procedentes de diversos puntos del país, sufrieron daños oculares y quemaduras cutáneas debido al intenso sol, combinado con la potente iluminación artificial que debieron padecer durante una presentación fuera de programa en el patio de la Secretaría de Educación Pública, a donde fueron llevados para que interpretaran, ante el titular de esa dependencia, Alonso Lujambio, diversas piezas. Los pequeños músicos no fueron atendidos sino horas más tarde, en un nosocomio especializado, en donde les informaron que las quemaduras oculares desaparecerían en unos días, y luego fueron concentrados en un hotel, en donde padecieron ceguera temporal y dolores por las quemaduras en la piel.

El imperdonable descuido y el maltrato institucional hacia los menores no parecen ser, por desgracia, hechos aislados. Cabe recordar que hace poco más de un año, a finales de mayo de 2008, una veintena de niños de primaria y secundaria se desmayaron por insolación combinada con hambre, durante una ceremonia cívica presidida por el entonces secretario de Gobernación, el extinto Juan Camilo Mouriño, en el patio central del Palacio de Cobián.

Mucho más trágica resultó la indiferencia y el desdén de los gobernantes en el caso de la guardería ABC, de Hermosillo, Sonora, donde 49 niños y niñas han muerto hasta ahora por quemaduras y asfixiados durante un incendio que, a dos meses, sigue sin ser plenamente esclarecido, y cuyos responsables institucionales y empresariales parecen haber gozado, desde entonces, de una lentitud en la procuración de justicia que se parece mucho al encubrimiento.

En los dos primeros casos mencionados, y en contraste con discursos oficiales que hablaban de la pertinencia de proteger a los niños del país y de apoyar y estimular su desarrollo físico e intelectual, los menores fueron colocados en un entorno inclemente y en un horario a todas luces inadecuado, acaso para acomodarlos a los huecos de la agenda de altos funcionarios, o bien utilizados como meros elementos escenográficos para rituales burocráticos. En el tercero se evidenció el espíritu mercantilista del programa de guarderías del Instituto Mexicano del Seguro Social, en el cual el bienestar y la seguridad física de los pequeños resultan relegados ante el afán de procurar oportunidades de negocio para los allegados al poder y sus familiares.

Resulta inevitable, a la vista de esos episodios exasperantes que refieren una suerte de maltrato infantil institucionalizado, percibir un desprecio hacia la población en general por parte del actual grupo gobernante, percepción que se fortalece si se recuerdan las historias de desdén, maltrato hospitalario y negación de atención que, durante la emergencia sanitaria de abril y mayo pasados, sufrieron pacientes que se presentaron a los hospitales del sector salud en demanda de tratamiento para la influenza recién surgida. La indiferencia se confirma si se realiza un rápido repaso de la indolencia, la tardanza y la insuficiencia con que ha actuado el gobierno federal ante la crisis económica mundial que, precisamente por eso, adquirió, en nuestro país, proporciones y profundidad mucho más graves que en otras naciones.

La irresponsabilidad y la frivolidad con que fueron tratados los jóvenes integrantes de la orquesta sinfónica el sábado pasado, constituyen conductas inaceptables y sus consecuencias no deben ser minimizadas en virtud del hecho, ciertamente afortunado, de que los daños físicos sufridos por los menores no hayan tenido, al parecer, consecuencias mayores. Por el contrario, si no se desea confirmar la percepción social arriba mencionada, debe ofrecerse a la sociedad una explicación puntual sobre lo ocurrido y deslindar las responsabilidades que correspondan entre los funcionarios que organizaron un acto tan desatinado.
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Educación comparada: Axel Didriksson

Educación comparada
Axel Didriksson
04-Ago-2009
Hay niños que no tienen oportunidad de seguir adelante con sus estudios, debido a la manipulada organización del sistema educativo.

Ubicar nuestro sistema educativo en los indicadores de comparación internacional, que vayan más allá de la retórica gastada de los políticos de la derecha en el poder, nos ayuda a reflexionar sobre la pobreza de los esfuerzos que se llevan a cabo (a costa de tantos y tantos ciudadanos), pero también para sopesar uno de los fracasos que más nos conmueven: el desperdicio de recursos, de talentos, de jóvenes que están al borde del desempleo o son parte de los millones de pobres que se encuentran dentro de los más agudos índices de marginación, por falta de una educación pertinente, y ello sin que nadie se inmute.

De acuerdo con una reciente publicación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE, 2009), mientras que en la gran mayoría de los países miembros de este organismo, la mayor parte de sus estudiantes concluyen exitosamente su educación básica, México es uno de los que presentan los más altos niveles de expulsión o de desescolarización. Es decir, niños y niñas de temprana edad que no tienen la más mínima oportunidad para seguir adelante con sus estudios debido a la pésima y manipulada organización del sistema educativo. En matemáticas ocupamos un glorioso último lugar en logros educativos, así como en aptitudes para la ciencia y la lectura.

No sólo millones de niños y niñas se quedan sin educación básica, sino que tampoco pueden contar con las herramientas modernas del aprendizaje libre, por la vía de alcanzar un aprendizaje abierto mediante el instrumento moderno que está sustituyendo al libro: la computadora. Nada, en México, a millones de estudiantes les está negado el uso de los mecanismos modernos de la computación. Aún más, de acuerdo con la fuente citada, está entre los países que presentan tendencias de disminución de la relación de número de estudiantes por computadora.

El desperdicio de recursos (20 mil dólares al año, por el pago de estudiantes que desertan) nos convierte en una de las naciones que más gasta en educación, pero menos eficacia tiene en mantenerlos dentro del sistema. Por ello, cuando los indicadores internacionales dan cuenta de la evaluación del desempeño de los sistemas, desde los resultados del nivel secundario y de los superiores, México siempre se localiza por debajo de todos. Por ejemplo, nos encontramos en el último lugar, junto con Turquía, en la oferta educativa de estudiantes del nivel medio de educación (43% del grupo de edad), así como en la relación de personas con niveles de educación secundaria con capacidad para encontrar trabajo y, también, entre los últimos lugares de los países que pueden ofrecer una buena educación superior para los estudiantes que han podido sortear los vericuetos de las pruebas de años y años de estudio. Además, en los últimos lugares en lo relativo al apoyo que se da a los estudiantes para continuar con sus estudios. Al nivel de las posibilidades de que los adultos puedan contar con facilidades de estudio, México está por los suelos, pues son como un sector de desecho educativo. Estamos en el último lugar en cobertura y capacidad para retener talentos, hacer florecer capacidades científicas, culturales y artísticas. Magníficos resultados los de estos gobiernos.

Desde luego, la sociedad también se organiza por encima de la podredumbre de las políticas educativas. Afortunadamente, aún contamos con instituciones educativas y culturales que dignifican al país y se encargan de promover una educación distinta.

didrik@servidor.unam.mx
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El racismo mexicano (II) : Agustín Basave

El racismo mexicano (II)
Agustín Basave
27-Jul-2009
México es un país habitado por una mayoría mestiza. En el mestizaje cultural reside el germen de nuestra identidad y nuestra grandeza, aunque les pese a algunos multiculturalistas. Es autodenigrante que nuestra televisión y nuestros referentes sociales privilegien, a veces más que los europeos o los estadunidenses, arquetipos de minorías.


En México el criollo es rico y el indomestizo es pobre. Si observamos nuestra pirámide social podemos apreciar la correlación: el vértice lo monopolizan los mexicanos de raza blanca, cuyo número disminuye conforme baja el ingreso en la misma proporción en que aumenta, hasta colmar la base, el de los mexicanos morenos. Quien niega esta realidad aduciendo la dificultad de distinguir unos de otros se engaña a sí mismo. Es evidente que en las élites partidistas, empresariales y hasta sindicales predomina el criollaje. El fenómeno es un poco menos obvio en la jerarquía eclesiástica y, sobre todo, en la cúpula militar, porque afortunadamente nuestras Fuerzas Armadas no tienen la raigambre aristocrática de otros ejércitos latinoamericanos. Pero aun en esas dos instituciones las excepciones confirman la regla. Aunque nos moleste aceptarlo, aunque consideremos políticamente incorrecto decirlo, en México hay racismo.

Ahora bien, denunciarlo presupone demostrar que aquí la pigmentación cutánea y la fisonomía inciden en el ascenso social. Y es que habrá quien argumente que las causas de la segregación mexicana son meramente históricas, que desde 1521 los españoles acapararon la riqueza y marginaron a los indios y que la dinámica de dominación y explotación arrojó a los mestizos del lado de los perdedores y perpetuó la división étnico económica. El argumento es endeble, sin embargo, porque lo que distingue a una sociedad de clases de una estructura de castas es precisamente la capilaridad. En cualquier país capitalista es difícil que una persona nazca pobre y muera rica, pero la dificultad es menor si no hay barreras de discriminación racial que desnivelen más la cancha de las oportunidades. Y yo creo que es evidente que en México los indomestizos, por el solo hecho de serlo, tienen una desventaja que los criollos sólo experimentamos las pocas veces que nos toca padecer la otra cara de la moneda racista.

Podría decirse que algo similar ocurre en Estados Unidos y en Europa, y es verdad. La diferencia es que allá, además de pobres negros, asiáticos o latinos, hay muchos pobres blancos; de hecho hay ocasiones en que la única forma de distinguir en un restaurante caro a un mesero de un comensal es la ropa que uno y otro traen puesta. Aquí no. Cuéntense en los comederos elegantes de México los clientes mestizos y los empleados criollos, o cuéntense en los barrios proletarios a los vecinos criollos y en las colonias de lujo a los residentes mestizos. Sobran dedos de la mano. Y el ejercicio puede realizarse en cualquier ciudad del país, porque la migración ha borrado la supuesta diferencia entre el México conquistado del sur y el México colonizado de norte.

Entre muchos mexicanos la palabra “indio” sigue siendo un insulto, sinónimo de hombre incivilizado o tonto. Las etimologías del vocablo “naco” están asociadas al mundo prehispánico. Y en la sexualidad, nuestros paradigmas estéticos son mediterráneos o nórdicos, no mestizoamericanos. Cuando la soberbia ignara lleva a decir que una mujer “tiene tipo corriente” o “parece sirvienta” quiere decirse que posee facciones indígenas, y si se califica a un hombre como “distinguido” es porque tiene rasgos norteamericanos o europeos. Peor aún, en la advertencia a quienes buscan ciertos empleos —“se requiere buena presentación”— el mensaje implícito es que a mayor aspecto caucásico mayores probabilidades de obtener el trabajo. Y qué decir de aquellos letreros de “nos reservamos el derecho de admisión” que se despliegan en centros nocturnos; pregúntese en corto a quienes aplican el filtro si el color de tez de los candidatos a entrar influye o no en su criterio.

Conste que hablo de un mal de muchos. He aquí lo más grave de nuestro racismo: ya no sólo se incuba sólo en la minoría criolla sino incluso dentro de la mismísima mayoría mestiza, lo cual explica nuestro complejo de inferioridad. Que un criollo celebre a un inmigrante por su blancura y no por sus cualidades aduciendo que “hay que mejorar la raza” es una señal de imbecilidad, pero que lo haga un mestizo es un síntoma de degradación social. Y eso sucede con mayor o menor disimulo. Se trata de una interpretación de la realidad que se ha popularizado: aunque la historia oficial exalta al indio muerto por el esplendor de sus civilizaciones, las reglas del social-climbing vilipendian al indio vivo por su miseria. Se ha inculcado así en algunos mestizos una pulsión aspiracional que los hace soñar no sólo con ganar más dinero sino también con blanquear su descendencia, como algunos orientales anhelan operarse sus ojos rasgados para parecer occidentales. Si eso no es un instinto autodestructivo, no sé qué sea.

México es un país habitado por una mayoría mestiza. En el mestizaje cultural reside el germen de nuestra identidad y de nuestra grandeza, aunque les pese a algunos multiculturalistas. Es autodenigrante que nuestra televisión y nuestros referentes sociales privilegien, a veces más que los europeos o los norteamericanos, arquetipos de minorías, y es absurdo que haya quien piense que la población criolla es más bella o inteligente que la indomestiza. Hace más de medio siglo se superaron las falacias de que la raza es la variable que determina el progreso humano y de que hay grupos raciales superiores e inferiores. Mientras persistan entre nosotros esos prejuicios y nos empeñemos en mantenerlos como el secreto mejor guardado vamos a alentar el suicidio nacional. La solución es resolver nuestra crisis identitaria y cimentar la autoestima de nuestro pueblo mediante la educación, la formal y la informal. Sólo así podremos acabar de una vez por todas con el racismo mexicano.

abasave@prodigy.net.mx
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Calderón o las trampas de la fe: Agustín Basave

Calderón o las trampas de la fe
Agustín Basave
03-Ago-2009
El PAN se debate hoy entre reeditar esta regla no escrita del PRI o redimirla. El presidente Felipe Calderón desea un partido incondicional y un dirigente a modo, mientras que un conjunto de disidentes quiere que la Presidencia saque las manos de la elección interna. Hay exageración de los dos lados, pero en el deseo presidencial existe además un equívoco.

La larguísima permanencia del PRI en la Presidencia de la República distorsionó muchas cosas. Prácticas del Primer Mundo se desvirtuaron en México, al punto de ser consideradas antidemocráticas. Lo que llamamos mayoriteo, por ejemplo, es normal en los parlamentos europeos: los legisladores del partido gobernante imponen sistemáticamente su mayoría a favor de las iniciativas del primer ministro. Claro, allá hay alternancia y la fracción parlamentaria del gobierno elabora o vota previamente los proyectos de ley, y acá no había nada de eso. Pero quizá la mayor distorsión fue provocada por la prerrogativa metaestatutaria que tenían los presidentes priistas de nombrar a los líderes de su partido. Aunque algo parecido ocurre también en las democracias occidentales, allá no hay la discrecionalidad que existía acá sino un acotamiento a los mandatarios que se aplica en forma inversamente proporcional al éxito de su mandato.

El PAN se debate hoy entre reeditar esta regla no escrita del PRI o redimirla. El presidente Felipe Calderón desea un partido incondicional y un dirigente a modo, mientras que un conjunto de disidentes quieren que la Presidencia saque las manos de la elección interna. Hay exageración de los dos lados, pero en el deseo presidencial existe además un equívoco. Y es que el Presidente tiene razón en esperar el apoyo de los panistas pero no la tiene, ni ética ni pragmáticamente, en adoptar una postura que podría convertir al PAN en un apéndice del gobierno. En el ámbito de la eticidad el desbarro es obvio y para apreciarlo basta evocar el razonamiento que llevó al propio Calderón a advertir el riesgo de ganar el poder perdiendo al partido. Y en el terreno del pragmatismo el yerro nace de una imitación extralógica: el PRI funcionó bien como un instrumento de la Presidencia porque el control interno era mayor y la competencia externa era menor. En la nueva correlación de fuerzas, sin embargo, la sumisión total del PAN al gobierno perjudicaría a ambos.

La crítica de los rebeldes panistas es certera. Si bien no es justo ni realista pedir que el Presidente quede al margen de la decisión sobre el nuevo dirigente de su partido, tampoco puede negarse que el registro de su ex secretario particular representa un exceso presidencial por acción y por omisión. En Europa, un premier exitoso ya no digamos un jefe de gobierno con una contundente derrota electoral a cuestas tendría dificultades para poner a una persona con semejante trayectoria en la dirigencia de su partido. Más difícil debería serlo en un régimen presidencial. Y es que en buena praxis democrática, el papel del partido de un jefe de Estado y de gobierno es secundarlo pero también administrarle los primeros auxilios en caso de un ataque de la locura del poder. Ha de tener siempre listo el antídoto contra posibles desvaríos, lo que implica que su respaldo termine donde empieza ese trastorno que podría denominarse “presunta omnipotencia contrariada por impotencia real” y que suele provocar graves daños al país. No se trata de que se erija en oposición sino de que impida que Calígula haga cónsul a su caballo, si se me permite la caricaturización, que no analogía.

Obviamente, Felipe Calderón no es el emperador romano, su ex secretario no es Incitatus y la idea de hacerlo dirigente del PAN no llega a locura. Pero frente a la actual crisis socioeconómica y la precariedad política de la administración calderonista, alimentar la inconformidad de una corriente tradicionalista subterránea y granjearse la enemistad de varios notables de su partido —así el grupo sea por ahora minoritario— es un desacierto y una imprudencia. La única explicación que encuentro emana del personaje contradictorio en que se ha convertido Calderón. Pese a haberse educado en un panismo acendrado y a haber profesado un antipriismo radical, desde que se acercó al poder parece haber encontrado muy apetecibles algunos de los viejos usos y costumbres del PRI. Me refiero específicamente a cuatro de ellos: requisición de apoyos electorales inconfesables, preponderancia de la lealtad y la valentía sobre los demás valores, prohibición del protagonismo del gabinete y control presidencial del partido. De insistir en no negociar con el panismo al grado que su debilitamiento político aconseja, este último afán podría meterlo a él o meternos a todos en problemas. Si sus correligionarios no lo contrapesan, la amenaza de ingobernabilidad y la lucha por la sucesión presidencial podrían empujarlo a ir más allá y recrear el esquema del partido de Estado, lo cual sería un terrible retroceso para México. Por eso me preocupa el desenlace de lo que a mi juicio es una batalla en su fuero interno entre su remordimiento de conciencia y su cada vez más taimada desconfianza, que podría llevarlo a reivindicarse o a cometer un desatino en el umbral de un escenario aciago.

Se vienen tres años endemoniadamente complicados para el país. El presidente Felipe Calderón necesita un partido encabezado por alguien que concite unidad y no división, que lo defienda pero que también pueda confrontarlo si las presiones de la adversidad lo inclinan a hacer una tontería, que en suma tenga el peso propio y la sensatez suficientes para sublimar su fidelidad. En política, la fe sin reciprocidad es un despeñadero. Un jefe que en circunstancias desventajosas exige la incondicionalidad de todos mientras desconfía de todos se asoma al abismo. El buen líder no confunde viabilidad con deseabilidad ni arriesga su liderazgo desdeñando a los hijos desobedientes. El buen estadista es capaz de recapacitar, volcar su carga de conciencia sobre su propia infidelidad y enderezar el rumbo de la historia.

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