- - . KIKKA: 10/11/09

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domingo, 11 de octubre de 2009

Carne (II Y ÚLTIMA: Jorge Moch: caricatura


Jorge Moch
tumbaburros@yahoo.com
Carne (II Y ÚLTIMA
1.- CARNE: PRIMERA de 2

¿Dónde radica esa eterna fascinación del mexicano –y en fechas recientes, también de la mexicana– con el vello púbico –hoy con la pornográfica moda de su depilatoria ausencia– y lo que éste oculta o proyecta? ¿Dónde encuentra su origen, por ejemplo, la actitud de tres pelafustanes que en una esquina devoran con la mirada a cuanta mujer les pase cerca, pero si cada uno estuviera allí mismo, solo, quizá bajaría la mirada, amilanado, evidenciando vergüenza, indefensión sicológica, inferioridad de carácter? ¿En qué se sustenta esa costumbre, pináculo de la sandez, de bisbisear obscenidades a las mujeres, ya que la galantería de piropear con decoro se agostó en las películas de Cantinflas? Pues dónde más sino en la moralina enfermiza, en el escándalo mórbido. En usos y costumbres atávicos, idiotas, torcidos y machistas, muchos de los cuales se inoculan des de los medios masivos, como en la televisión. En la televisión abierta, en las telenovelas que idiotizan a millones, en el discurso de moralinas de utilería de Televisa y tv Azteca, en la sugerencia velada pero continua, de la genitalidad o la erotización, por ejemplo, de cualquier baile a cuadro, pero el discurso de conductores de noticieros antiaborto, o contrarios, por ejemplo, al matrimonio entre homosexuales, radica buena parte de nuestra hipocresía como sociedad.

El sexo como tópico de familia sigue siendo la zapa más profunda, donde la brecha generacional hace ángulo agudo: tengo un amigo de mi misma edad, cuarenta y tres años, que es celosísimo guardián de la impoluta inocencia de sus hijas adolescentes. El tema del sexo es espinoso, difícil y poco socorrido. Mi amigo llega a extremos de censura y escondrijo propios de secretario panista de Estado. Piensa, mi amigo, que a mayor información, mayor posibilidad de libertinajes de ésos que luego desembocan en un llorón amasijo de pañales y chambritas que pide a berridos de comer cada tres o cuatro horas. Rápido olvidó mi amigo que él y su ex mujer se embarazaron precisamente a la salida de la adolescencia y por falta de, adivinas adivinador, información objetiva, fría y razonada a la luz del sentido común y no de los nuevos viejos fundamentalismos. El “qué dirán” sigue siendo, en buena parte de la gran familia mexi cana, el argumento que subyace en la manera en que las jovencitas y los mancebos mexicanos van tramando el tejido de sus relaciones interpersonales.

A riesgo de recibir reproches por vulgaridad y barraganería, es fácil demostrar que aunque de ordinario pretendemos mirar disimuladamente al otro lado, las nalgas, las entrepiernas y en general los rincones ocultos de la anatomía nos obsesionan, al grado de que nuestro idioma obsequia un largo rosario de sustantivos que van desde la exquisitez o la socarronería figurativas hasta el más pueril o el más adocenado de los excesos. Los recursos de nuestra lengua (la lengua misma suele ser probóscide de apreciada sensualidad) para nombrar los genitales de ambos géneros son abundantes –me gusta imaginar aquí un árbol de mango, perfeccionando amarillas y jugosas redondeces en el ardiente sol de junio, palabras como frutos tentadores, perfumados, prohibidos–, y surge una de las paradojas de las culturas española y amerindia que acrisoladas decantaron una idiosincrasia sexualmente represora por reprimida, mojigata y profundamente hipócrita. Véase (aquí más bien léase) si no, al pene, campeón indiscutible de cacofónicas sinonimias, pilar indiscutible de nuestras falocracias y al que también se le llama pito, verga, polla, picha, cipote, macana, chile, tranca, calabrote, corneta, ariete, longaniza, falo, flauta, badajo, palo, vara, gallo, guajolote, pinga, pirinola, pizarrín, camote, reata, alambre, zanahoria, salsifí, pipí, pepino, chorizo, morronga, culebra, tranca, pájaro, esta ca, guayabo, mástil, gendarme, miembro, pelón o pelona, misil, pistola y un sinnúmero de analogías de cilíndrica morfología, mientras que la vagina recibe atenciones más bien breves y nombres como monito, cuca, pepa, almeja, coño, chocho, panocha, chichi, chumino, chango y algunas otras sabrosuras prosódicas. En la geografía anatómica de mujeres y hombres, la lejanía del ecuador es directamen te proporcional a la sobriedad de los nombres. Un poco más al norte, los senos también se llaman tetas, bubis, chichis, teclas, melones o toronjas, mientras que las orejas serán sencillamente orejas y los pies habrán de contentarse con un nombre y cinco dedos cada uno en tanto Doña Evolución no dicte otra cosa.

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Control 'uber alles': Luis Rubio ECONOMIA POLITICA: LOS QUE HABLABAN MAL DE AMLO AHORA HABLAN MAL DE FECAL

Control 'uber alles'
Luis Rubio
11 Oct. 09

Imaginemos un espacio en el que todo mundo desconfía de los demás, en el que cada quien está dispuesto a logar su objetivo a cualquier precio y en el que abusar y asaltar al vecino son prácticas no sólo frecuentes, sino que gozan de plena legitimidad. Suena excesivo y un tanto absurdo, pero ésa es la lógica que caracteriza a nuestro sistema fiscal y, de hecho, a buena parte de la conducción de nuestra economía. Pero no sólo de la economía.

El gobierno no confía en el ciudadano, el ciudadano desconfía del gobierno y todos nos creemos muy inteligentes cuando comprobamos que el otro está equivocado. La desconfianza es tan generalizada que no bastan los semáforos para que se regule el tráfico, sino que las autoridades nos imponen topes cada vez más elevados para obligar al cumplimiento de los semáforos. Con tanta desconfianza es imposible que las cosas funcionen porque todo mundo vive pensando en cómo protegerse, qué camino, por turbio que sea, es necesario tomar para logar la sobrevivencia y, en algunos casos, el éxito.

El tema fiscal es particularmente hiriente porque la desconfianza tiene consecuencias monumentales. El viejo vicio del sistema político -la búsqueda permanente de control- nunca desapareció del ámbito de la conducción económica, especialmente la fiscal. Lo que en el mundo político desapareció, o se atenuó, como resultado de la derrota del PRI en 2000, sigue vivo en Hacienda no por mala fe, sino porque ésa es la naturaleza del animal. El ánimo de control es resultado de la desconfianza y ésta es un obstáculo al crecimiento económico.

Se habla mucho de la necesidad de una reforma fiscal y, a lo largo de esta década, ha habido varios intentos por modificar el régimen de impuestos con el objetivo de asegurar una mayor recaudación con una mejor distribución de la carga impositiva. Ninguna de esas reformas ha prosperado, en parte porque los miembros del poder legislativo han tenido una excesiva concentración de miras en el corto plazo, pero sobre todo porque no existe una comprensión cabal de las consecuencias del régimen fiscal sobre el crecimiento económico. El hecho de que las propuestas de reforma vengan siempre asociadas a todavía más elementos de control y regulación no hace sino disuadir incluso a quienes apoyan y comparten la necesidad de una reforma amplia en este ámbito. Paradójicamente, mientras más controles hay mayor es la evasión.

La primera cuestión que debería ser atendida es quién paga y cuánto cuesta cumplir con las obligaciones fiscales. Si se siguiera una óptica de esta naturaleza, el énfasis estaría en cómo disminuir los costos del cumplimiento para incentivar la regularización o formalización de quienes hoy se encuentran en la economía informal.

En vez de enfocar el asunto de esta manera las autoridades fiscales son tan desconfiadas de la ciudadanía que todo el énfasis se concentra en la imposición de regulaciones y misceláneas cuyo propósito es el control, no el desarrollo económico. Esta forma de concebir los temas fiscales desincentiva la creación de negocios formales, reduce el ámbito de la formalidad y sobrecarga a quienes cumplen cabalmente sus obligaciones y satisfacen todos los requisitos y procedimientos. Al mismo tiempo, eso facilita que las empresas más grandes, que sí tienen los recursos para defenderse, se concentren en extraer rentas en lugar de elevar la productividad. La suma de este círculo vicioso es que se crean cada vez menos empresas formales, se contrae la base de causantes y se incentiva el uso del terrorismo fiscal. La economía acaba siendo extraordinariamente ineficiente, demasiados recursos se dedican a la elusión fiscal y el crecimiento económico bien gracias.

La lógica beligerante de la desconfianza prácticamente obliga a las personas y empresas a evadir impuestos y vivir en la informalidad. En lugar de emplear los recursos disponibles para crear riqueza para hoy y para el futuro, el gobierno dedica los recursos existentes para compensar a los grupos que son políticamente relevantes para mantener el statu quo. El círculo vicioso se cierra cuando los criterios políticos y clientelares empatan los fiscales porque así se asegura que nada cambie.

La desconfianza que reina en el gobierno respecto a las empresas y la ciudadanía en general es empatada con el desprecio de las personas y las empresas, pero por razones distintas. Cada que el gobierno impone una regulación, la ciudadanía busca una manera de darle la vuelta. No importa cuántas circulares o misceláneas produzca la SHCP, siempre habrá una mente creativa dedicada a evitar caer en las garras del fisco. En el camino se dispendian inmensos recursos en estrategias improductivas que podrían ser empleados para crear riqueza, empleos y mayor competitividad.

Los países que funcionan mejor tienden a tener regímenes fiscales muy distintos al nuestro: se concentran en una combinación de impuestos generales al consumo (el IVA) con un impuesto al ingreso típicamente con una sola tasa (baja) y mínimas deducciones. Este enfoque le simplifica la vida al causante e incentiva la formalización. Con un esquema más simple como éste, los políticos pueden envalentonarse para universalizar el IVA porque los beneficios para la población se tornan tangibles y evidentes.

En lugar de esto, lo que se discute en el Congreso es exactamente lo contrario: aumentos de tasas, más impuestos, nuevas regulaciones y una todavía mayor complejidad. La lógica recaudatoria que anima el proyecto bajo discusión choca con la urgencia de incentivar el crecimiento económico. De esta forma, a menos que el objetivo sea, explícitamente, el crecimiento del gobierno, toda la discusión está viciada y no va a contribuir a resolver el problema en el que estamos metidos.

El contexto en el que se presenta el proyecto fiscal es todavía más pernicioso: tenemos empresas en problemas por la situación económica y el planteamiento fiscal se reduce a cobrarle más a quienes requieren oxígeno con urgencia. ¿Cómo se espera que eso contribuya a que haya más inversión, condición que, uno supondría, es necesaria para que crezca la actividad económica?

La obsesión por el equilibrio macroeconómico está plenamente justificada y es condición sine qua non para el mantenimiento de la estabilidad económica. Sin embargo, las finanzas públicas no pueden ser vistas como un objetivo en sí mismo. Las finanzas públicas son un instrumento para promover el desarrollo y el que estén en equilibrio es el efecto de una gestión exitosa. Dedicarse al equilibrio como objetivo único no hace sino aniquilar la economía y, cuando eso pasa, las finanzas y el gobierno dejan de ser relevantes.


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El Plan Marshall mexicano: Juan E. Pardinas

El Plan Marshall mexicano
Juan E. Pardinas
11 Oct. 09

En junio de 1947, el secretario de Estado norteamericano, George Marshall, anunció en un discurso, en la Universidad de Harvard, un plan de apoyo para reconstruir Europa después de la Segunda Guerra Mundial. Marshall anunció que la ayuda financiera no era para un país en específico sino para combatir "el hambre, la pobreza, la desesperación y el caos". A pesar de que en aquellos años Harry Truman era Presidente, el plan fue bautizado con el apellido del diplomático más prominente de Estados Unidos. El mandatario temía que de haberse llamado el "Plan Truman", el proyecto no hubiera sobrevivido a la oposición republicana en el Congreso. Después de varios recortes y forcejeos con el Capitolio, finalmente Truman firmó el Plan en abril de 1948. A partir de ese año y hasta 1951, Reino Unido, Francia, Alemania y otros 14 países europeos recibieron un total de 13 mil millones de dólares de aquellos años. Durante sus cuatro años en operación, el Plan Marshall (PM) puso la semilla para que un continente devastado se transformara en una tierra de promesa y prosperidad.

A partir de entonces, el PM se convirtió en un sinónimo de proyectos exitosos para financiar el crecimiento económico. Cualquier país en vías de desarrollo soñaría con tener una generosa bolsa de recursos para financiar infraestructura, capital humano y estimular el cambio tecnológico. México ya tuvo propio su PM. No fueron los contribuyentes gringos, sino una bendición de la naturaleza quien puso los recursos en nuestras manos. En los años sesenta, el pescador campechano Rudesindo Cantarell reportó al personal de Pemex que había una mancha de chapopote en la región de la sonda de Campeche. El yacimiento de hidrocarburos, bautizado con el nombre de su descubridor, transformó a México en uno de los principales países productores de petróleo. La riqueza de nuestro subsuelo acabó en las arcas de los erarios públicos de los tres niveles de gobierno.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) realizó una comparación de los recursos del PM y los fondos transferidos a estados y municipios mexicanos. El primer paso fue traer los 13 mil millones de dólares del PM a precios actuales. La Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos ofrece en internet una calculadora de inflación basada en el Índice de Precios al Consumidor. De acuerdo a esta fuente, un dólar de 1948 tiene un valor de 8.96 dólares del 2009. Dos operaciones aritméticas después, el IMCO transformó el dinero del PM a pesos actuales: 1.6 millones de millones de pesos. La suma de todas las transferencias a las entidades de la República, entre 2006 y 2008, sumaron 2.4 millones de millones de pesos. Nuestros gobernadores y alcaldes gastaron en tres años, 33 por ciento más dinero del plan de ayuda para reconstruir Europa.

Nos gastamos más fondos que el Plan Marshall y explotamos el yacimiento de Cantarell hasta el borde del agotamiento. ¿Dónde están los nuevos aeropuertos y los trenes de alta de velocidad? ¿En qué estados se construyeron las universidades para la producción de alta tecnología? ¿Cuándo se inauguran las fábricas de vacunas, las plantas de tratamiento de agua y los centros de investigación para energías renovables? ¿En qué cuentas de banco se encuentran los fondos para respaldar las jubilaciones de cientos de miles de trabajadores del IMSS, el ISSSTE, Pemex, CFE y LyFC? ¿Qué acaso se pagaron por completo todas las deudas y compromisos financieros del gobierno federal? Basta de sarcasmos.

El Plan Marshall no nos alcanzó ni para ponerle baños a todas las escuelas públicas del país. De acuerdo a información de la SEP, 6 mil planteles escolares no tienen instalaciones sanitarias dignas de ese nombre. ¿En qué se gastaron esas montañas de dinero? ¿A dónde se fue esa lana propiedad de los mexicanos? Eso no lo sabemos. Lo único claro es que todavía quieren más. ¿Adivina quién lo va a pagar?
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El Nobel de Obama disloca a Netanyahu: Alfredo Jalife-Rahme

Bajo la Lupa

El Nobel de Obama disloca a Netanyahu
Alfredo Jalife-Rahme
Foto
El premier israelí, Benjamin Netanyahu, durante una reunión con su gabinete, a principios de mes en JerusalénFoto Reuters


Ya hemos abundado sobre el síndrome de personalidad múltiple de Obama, quien exhibe un lado muy atractivo: su visión (muy utópica, pero loable) de un mundo libre de armas nucleares, al unísono de otros rasgos negativos que le impiden a cualquier presidente de Estados Unidos –a riesgo de ser asesinado (física o mediáticamente)– liberarse de los grilletes del omnipotente complejo militar industrial y de los intereses inexpugnables de la banca israelí-anglosajona.

El merecido, a nuestro juicio, Premio Nobel de la Paz a Obama fue otorgado a uno de los pocos estadistas en el mundo que abogan por la desnuclearización global, lo que ha exasperado a los superhalcones de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel.

Nada extrañamente, los poderosos multimedia controlados por la banca israelí-anglosajona y el triple complejo militar-industrial de Estados Unidos, Gran Bretaña e Israel, se le han ido a la yugular a Obama por la obtención de su galardón que catalogan desde absurdo hasta de una broma por carecer de logros tangibles.

Curiosamente, los propietarios generacionales de los mismos multimedia israelí-anglosajones nunca protestaron en forma tan histérica los premios Nobel de la Paz otorgados a las palomas de sus jaulas repletas de etnocidas y asesinos en serie: Henry Kissinger, Menachem Beguin, Shimon Peres (padre de la bomba atómica israelí), etcétera.

La prensa británica se volcó furibundamente contra Obama. Michael Binyon, de The Times (9/10/09) –propiedad del superhalcón Rupert Greenberg, alias Murdoch, además de dueño del tóxico Fox News e íntimo del premier israelí Bibi Netanyahu–, expectoró que la absurda decisión sobre Obama convirtió en una burla (sic) al Premio Nobel de la Paz y fustigó al comité noruego de confundir esperanza con logros. ¿No valdrá la pena, de vez en cuando, premiar la esperanza, en momentos tan aciagos para el género humano, producto de las políticas nihilistas de la banca israelí-anglosajona?

Desconsolado, Glenn Kessler muestra el peine: un ataque contra Irán puede (sic) ser del interés de Estados Unidos. Pero, ¿es algo que autorizaría un galardonado con el Premio Nobel de la Paz? (The Washington Post, 9/10/09). ¡Pues no! ¿No vale el Nobel ese simple acto de control antibélico?

¿En qué radica el interés nacional de Estados Unidos de librar una guerra contra Irán, la cual solamente favorece los intereses unilaterales de Israel?

Un poco más sereno, Peter Beaumont, de The Guardian (9/10/09), comenta que la realidad (sic) es que el premio parece (sic) haber sido conferido a Barack Obama por lo que no es. Por no ser George W. Bush. O mejor dicho, por ser menos parecido al anterior presidente. ¿No es, acaso, razón suficiente para un Nobel de la Paz?

Tanto en mi comentario radiofónico quincenal en la UDG (los viernes a las 14.15 horas) con la muy pulcra Josefina Real como en Noticias de PCTV, con la solvente conductora Elisa Alanís, intenté demostrar, sin ocultar mi júbilo, las tres concreciones que, a mi muy humilde entender, hacen más que meritorio el galardón a Obama en tan sólo nueve meses de gestión: 1. el abandono del escudo misilístico antibalístico bushiano en el marco de la perezagruzka (reactivación, ver Bajo la Lupa, 11/3/09); 2. el esbozo de arreglo nuclear en Ginebra entre Estados Unidos e Irán (ver Bajo la Lupa, 7/10/09) que retrocede un paso atrás la guerra anunciada contra la antigua Persia, en el contexto de la visión de Obama de su mundo libre de armas nucleares, y 3. la atmósfera de ambientación mundial netamente antibushiana, es decir, la guerra permanente que Obama intenta desmontar desde la desnuclearización global, pasando por la reconciliación con el mundo islámico, en general, y con Irán, en particular (v. gr. su célebre discurso en El Cairo y las negociaciones directas de Washington con Teherán en Ginebra), hasta el intento de solución del nudo gordiano del conflicto árabe-israelí que pasa ineluctablemente por la creación de un Estado palestino.

Cualquiera de estas concreciones, por sí solas, ameritan el Nobel, ya no se diga cualquiera de los componentes de la nueva atmósfera de ambientación política de distensión y deshielo susceptibles de lubricar acuerdos constructivos que hagan un poco más seguro nuestro planeta zaherido.

El Nobel a Obama disloca a Bibi Netanyahu y su proyectada guerra contra Irán, detrás de quien se resguardan los superhalcones de Estados Unidos y Gran Bretaña (con su caricatura española José María Aznar López): Baby Bush, Dick Cheney, Tony Blair, los neoconservadores straussianos y el siniestro Comité del Peligro Presente (Committee on The Present Danger).

Aun la prensa israelí teme el carácter paranoide de Bibi Netanyahu de gatillo fácil (ver Bajo la Lupa, 12/7/09), de quien no se puede soslayar su notable participación en la elaboración del infame reporte Clean break (algo así como una limpieza conceptual) de 1996, de subtítulo Una nueva estrategia para asegurar el reino (¡supersic!), que selló la santa alianza de los neoconservadores straussianos incrustados en el Pentágono (v. gr. Richard Perle) y el neosionismo enarbolado por Netanyahu.

El Nobel de la Paz a Obama brinda la oportunidad a Estados Unidos de deslindarse del Clean break de la dupla superbélica de Perle-Netanyahu.

Conclusión: con el Premio Nobel de la Paz otorgado muy merecidamente a Obama, retrocede un paso la guerra anunciada contra Irán (ver Bajo la Lupa, 7/10/09): objetivo que busca desesperadamente el rijoso Netanyahu, a quien se le debería acreditar, si existiera, el Premio Nobel de la Guerra Permanente.

Curiosamente, los superhalcones de Estados Unidos están compuestos por civiles (cuya apabullante mayoría evitó el servicio militar y que en Estados Unidos llaman chicken-hawks, es decir, la mezcla teratológica en una sola persona de rasgos de polluelo y halcón): primordialmente los neoconservadores straussianos, los verdaderos controladores del bushismo superbélico, ya que los militares son más prudentes en abrir la caja de pandora del estrecho de Ormuz que dispararía el precio del petróleo a la estratósfera, cuando apenas se inicia la recesión global.

Lo peor radica en que la desacreditada cosmogonía militarista bushiana perdió cinco guerras consecutivas que aceleraron la decadencia de Estados Unidos –Irak, Afganistán (con o sin Obama era irrecuperable para cualquiera que sepa un mínimo de historia sobre el cementerio de los imperios), Líbano sur, Georgia y Gaza (estas tres últimas con su aliado israelí)–, sin contar su legado cataclísmico en las finanzas y la economía globales y su crisis multidimensional: energética, alimentaria, climática y civilizatoria.

Con el simple hecho de desmarcarse de Baby Bush, ya no se diga de contrastarlo en sus actos bélicos y nihilistas, sobran y bastan razones para otorgarle a Obama todos los premios Nobel de la Paz habidos y por haber.
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Las campanas están doblando por el dólar: Fidel Castro Ruz

Las campanas están doblando por el dólar
Fidel Castro Ruz
El imperio dominó al mundo más por la economía y la mentira que por la fuerza. Había obtenido el privilegio de imprimir las divisas convertibles al finalizar la Segunda Guerra Mundial, monopolizaba el arma nuclear, disponía de casi todo el oro del mundo y era el único productor en gran escala de equipos productivos, bienes de consumo, alimentos y servicios a nivel mundial. Tenía, sin embargo, un límite a la impresión de papel moneda: el respaldo en oro, al precio constante de 35 dólares la onza troy. Así ocurrió durante más de 25 años, hasta que el 15 de agosto de 1971 mediante una orden presidencial de Richard Nixon, Estados Unidos rompió unilateralmente ese compromiso internacional estafando al mundo. No me cansaré de repetirlo. De esa forma lanzó sobre la economía mundial sus gastos del rearme y aventuras bélicas, en especial la guerra de Viet Nam que, según cálculos conservadores, costó no menos de 200 mil millones de dólares y la vida de más de 45 mil jóvenes norteamericanos.

Sobre ese pequeño país del Tercer Mundo fueron lanzadas más bombas que las utilizadas en la última guerra mundial. Millones de personas murieron o fueron mutiladas. Al suspender la conversión, el dólar pasó a ser una divisa que podía imprimirse a voluntad del Gobierno norteamericano sin el respaldo de un valor constante.

Los bonos y billetes de la Tesorería continuaron circulando como divisas convertibles; las reservas de los Estados continuaron nutriéndose de esos billetes que, por un lado, servían para adquirir materias primas, propiedades, bienes y servicios de cualquier parte del mundo y, por otro, privilegiaban las exportaciones de Estados Unidos frente a las demás economías del planeta. Los políticos y académicos mencionan una y otra vez el costo real de aquella guerra genocida, admirablemente descrita en la película de Oliver Stone. Las personas tienden a realizar cálculos como si los millones fuesen iguales. No suelen percatarse de que los millones de dólares de 1971 no son iguales a los millones del 2009.

Un millón de dólares hoy, cuando el oro -un metal cuyo valor ha sido el más estable a lo largo de siglos- tiene un precio que sobrepasa los mil dólares la onza troy, vale alrededor de 30 veces lo que valía cuando Nixon suspendió la conversión. Doscientos mil millones en 1971, equivalen a 6 millones de millones de dólares en el 2009. Si no se tiene en cuenta esto, las nuevas generaciones no tendrán una idea de la barbarie imperialista.

De igual modo, cuando se habla de los 20 mil millones invertidos en Europa al finalizar la Segunda Guerra Mundial -en virtud del Plan Marshall para reconstruir y controlar la economía de las principales potencias europeas, que poseían la fuerza de trabajo y la cultura técnica necesaria para el rápido desarrollo de la producción y los servicios- las personas suelen ignorar que el valor real de lo invertido entonces por el imperio equivale al valor internacional actual de 600 mil millones de dólares. No advierten que 20 mil millones apenas alcanzarían hoy para construir tres grandes refinerías de petróleo, capaces de suministrar 800 mil barriles diarios de gasolina, además de otros derivados del petróleo.

Las sociedades de consumo, el despilfarro absurdo y caprichoso de energía y de recursos naturales que hoy amenazan la supervivencia de la especie, no serían explicables en tan breve período histórico si no se conoce la forma irresponsable en que el capitalismo desarrollado, en su fase superior, ha regido los destinos del mundo.

Tan asombroso despilfarro explica por qué los dos países más industrializados del mundo, Estados Unidos y Japón, están endeudados en aproximadamente 20 millones de millones de dólares.

Desde luego que la economía de Estados Unidos se aproxima a un Producto Interno Bruto anual de 15 millones de millones de dólares. Las crisis del capitalismo son cíclicas, como lo demuestra irrebatiblemente la historia del sistema, pero esta vez se trata de algo más: una crisis estructural, como explicaba el Ministro de Planificación y Desarrollo de Venezuela, el profesor Jorge Giordani a Walter Martínez en su programa por Telesur en la noche de ayer.

Los despachos cablegráficos divulgados hoy, viernes 9 de octubre, añaden datos que son irrebatibles. Un despacho de AFP procedente de Washington precisa que el déficit presupuestal de Estados Unidos, en el año fiscal 2009, se eleva a 1,4 millones de millones de dólares, el 9,9% del PIB, algo nunca visto desde 1945, al finalizar la Guerra Mundial, añade.

El déficit en el año 2007 había sido ya un tercio de esa cifra. Se esperan elevadas sumas de carácter deficitario los años 2010, 2011 y 2012. Ese enorme déficit está dictado, fundamentalmente, por el Congreso y el Gobierno de Estados Unidos para salvar los grandes bancos de ese país, impedir que el desempleo se eleve por encima del 10% y sacar a Estados Unidos de la recesión. Es lógico que si inundan la nación de dólares, las grandes cadenas comerciales venderán más mercancías, las industrias incrementarán la producción, menos ciudadanos perderán sus viviendas, la marea del desempleo dejará de crecer, y las acciones de Wall Street elevarán su valor. Fue la forma clásica de resolver la crisis. Sin embargo, el mundo no volverá ya a ser el mismo. Paul Krugman, prestigioso Premio Nobel de Economía, acaba de afirmar que el comercio internacional ha sufrido su mayor caída, peor todavía que la de la Gran Depresión y expresó dudas sobre la pronta recuperación.

No se puede inundar también el mundo de dólares y pensar que esos papeles sin respaldo en oro mantendrán su valor. Otras economías, hoy más sólidas, han surgido. El dólar dejó de ser ya la reserva en divisas de todos los Estados, más bien sus poseedores desean apartarse de él, aunque evitando en lo posible que se devalúe antes de que puedan desprenderse de ellos.

El euro de la Unión Europea, el yuan chino, el franco suizo, el yen japonés -a pesar de las deudas de ese país-, hasta la libra esterlina, junto a otras divisas, pasaron a ocupar el lugar del dólar en el comercio internacional. El oro metálico vuelve a convertirse en importante moneda de reserva internacional.

No se trata de una opinión personal caprichosa, ni deseo calumniar esa moneda.

Otro Premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, expresó, según despacho cablegráfico: ”‘lo más probable es que el billete verde siga de capa caída. Los políticos no deciden los tipos de cambio y los discursos tampoco lo hacen’. Esto lo declaró el 6 de octubre en la Asamblea Anual Conjunta del FMI y el Banco Mundial que se celebró en Estambul”. En esa ciudad se pudo apreciar una violenta represión. El evento fue saludado con vidrieras comerciales rotas e incendios producidos por cocteles molotov.

Otras noticias hablaban de que los países europeos temían el efecto negativo de la debilidad del dólar frente al euro y sus consecuencias sobre las exportaciones europeas. El Secretario del Tesoro de Estados Unidos declaró que a su país le interesaba un dólar fuerte. Stiglitz se burló de la declaración oficial y expresó según EFE, que en el caso de Estados Unidos el dinero se ha derrochado y la causa ha sido el rescate multimillonario de los bancos y sufragar guerras como Afganistán. Según la agencia, el Premio Nobel insistió en que en vez de invertir 700 mil millones en ayuda a los banqueros, EE.UU pudo haber destinado parte de ese dinero a ayudar a los países en desarrollo, lo que a su vez habría estimulado la demanda global.

Robert Zoellick, presidente del Banco Mundial, dio la voz de alarma días antes, y advirtió que el dólar no podía mantener indefinidamente su status como divisa de reserva.

Un eminente profesor de Economía de la Universidad de Harvard, Kenneth Rogoff, afirmó que la próxima gran crisis financiera será la de los déficit públicos.

El Banco Mundial declaró que el Fondo Monetario Internacional (FMI) mostró que los bancos centrales del mundo acumularon menos dólares durante el segundo semestre del 2009 que en ningún otro momento durante los últimos 10 años e incrementaron su tenencia de euros.

El propio 6 de octubre, la AFP publicó que el oro alcanzó la cifra récord de 1 045 dólares la onza, impulsado por el debilitamiento del dólar y el temor a la inflación.

El diario Independent, de Londres, publicó que un grupo de países petroleros estudiaban reemplazar el dólar en las transacciones comerciales por una cesta de divisas que incluirán el yen, el yuan, el euro, el oro y una futura moneda común.

La noticia filtrada o deducida con impresionante lógica fue desmentida por algunos de los países presuntamente interesados en esa medida de protección. No desean que colapse, pero tampoco seguir acumulando una moneda que ha perdido 30 veces su valor en menos de tres décadas.

No puedo dejar de consignar un despacho de la agencia EFE, la cual no puede ser acusada de antiimperialista y que en las actuales circunstancias transmite opiniones de especial interés:

Expertos de economía y finanzas coincidieron hoy en Nueva York en afirmar que la peor crisis desde la Gran Depresión ha llevado a ese país a jugar un papel menos significativo en la economía mundial.

“‘La recesión ha hecho que el mundo haya cambiado la forma en que se mira a EE.UU. Ahora nuestro país es menos significativo que antes y eso es algo que debemos reconocer’, afirmó David Rubenstein, presidente y fundador de Carlyle Group, la mayor firma de capital de riesgo del mundo, en su intervención en el World Business Forum.”

“‘El mundo financiero va a estar menos centrado en EE.UU. (…) Nueva York no va a ser nunca más la capital financiera mundial y ese papel se repartirá con Londres, Shanghai, Dubai, Sao Paulo y otras ciudades’, aseveró.”

“…desgranó los problemas a los que se enfrentará EE.UU. cuando salga de ‘una gran recesión’ de la que aún quedan ‘un par de meses por delante’.”

“…’el enorme endeudamiento’ público, la inflación, el desempleo, la pérdida de valor del dólar como divisa de reserva, los precios de la energía…”

El Gobierno debe disminuir el gasto público para enfrentar el problema de la deuda y hacer algo que gusta poco: subir los impuestos.

“El economista de la Universidad de Columbia y asesor especial de la ONU, Jeffrey Sachs, coincidió con Rubenstein en que el predominio económico y financiero de EE.UU ’se está apagando’.”

“Hemos dejado un sistema centrado en EE.UU. por uno ‘multilateral’…”

“…’veinte años de irresponsabilidad por parte primero de la administración de Bill Clinton y luego de la de George W. Bush’, cedieron a las presiones de Wall Street…”

“…’los bancos negociaban con ‘activos tóxicos’ para conseguir dinero fácil’, explicó Sachs.”

“‘Lo importante ahora es reconocer el desafío sin precedentes que supone lograr un desarrollo económico sostenible y consecuente con las reglas básicas físicas y biológicas de este planeta’…”

Por otro lado, las noticias que llegaban directamente de nuestra delegación en Bangkok, capital de Tailandia, no eran en absoluto alentadoras:

“Lo esencial que se discute -informó textualmente nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores- es la ratificación o no del concepto responsabilidades comunes pero diferenciadas entre los países industrializados y las llamadas economías emergentes, básicamente China, Brasil, India y Sudáfrica, y los países subdesarrollados.

“China, Brasil, India, Sudáfrica, Egipto, Bangladesh, Pakistán y el ALBA son los más activos. En general el Grupo de los 77, en su mayoría, se mantienen en posiciones firmes y correctas.

“Las cifras de reducción de emisiones de carbono que se están negociando no se corresponden con las que se calculan por los científicos para mantener el aumento de la temperatura a un nivel inferior a 2 grados Celsius, 25-40%. En este momento, la negociación se mueve en torno a una reducción del 11-18%.

Estados Unidos no está haciendo ningún esfuerzo real. Sólo están aceptando un 4% de reducción con respecto al año 1990.

En horas de la mañana de hoy viernes 9, el mundo se despertó con la noticia de que el Obama bueno del enigma, explicado por el Presidente Bolivariano Hugo Chávez en las Naciones Unidas, recibió el Premio Nobel de la Paz. No siempre comparto las posiciones de esa institución, pero me veo obligado a reconocer que en estos instantes fue, a mi juicio, una medida positiva. Compensa el revés que sufrió Obama en Copenhague al ser designada Río de Janeiro y no Chicago como la sede de las Olimpiadas del 2016, lo cual provocó airados ataques de sus adversarios de extrema derecha.

Muchos opinarán que no se ha ganado todavía el derecho a recibir tal distinción. Deseamos ver en la decisión, más que un premio al Presidente de Estados Unidos, una crítica a la política genocida que han seguido no pocos presidentes de ese país, los cuales condujeron el mundo a la encrucijada donde hoy se encuentra; una exhortación a la paz y la búsqueda de soluciones que conduzcan a la supervivencia de la especie.

Octubre 9 de 2009

6 y 11 p.m.
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Fuerza e ilegalidad: actitud ilegal y golpeadora del secretario de Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón

Fuerza e ilegalidad
lajornada
Mal andan las cosas en Los Pinos para que hayan decidido, al más viejo estilo priísta, escenificar un bochornoso sabadazo, asaltando con miles de agentes de la Policía Federal las principales estaciones y subestaciones de Luz y Fuerza del Centro. Con esa medida, el Ejecutivo federal da una muestra cabal de su talante dialogador y asume íntegramente la actitud ilegal y golpeadora del secretario de Trabajo y Previsión Social, Javier Lozano Alarcón.

Más de una hora después del asalto, la Secretaría de Gobernación anunció la liquidación de Luz y Fuerza del Centro. Así de sencillo.

Más allá de lo que pueda suceder en las próximas horas con el servicio que da Luz y Fuerza del Centro –los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) fueron desalojados de sus puestos de operación–, el asalto de los federales que comanda el hombre fuerte del país, Genaro García Luna, culmina una semana de avalancha mediática que buscaba, precisamente, legitimar un acto ilegal a todas luces.

Se trataba de hacer ver ante la ciudadanía que los trabajadores del SME son una bola de corruptos y privilegiados que someten a la población a un mal servicio y a unos cobros desorbitados. Ciertamente el servicio no es lo bueno que debiera, pero eso obedece fundamentalmente a cuestiones que pasan por la decisión oficial de empobrecer Luz y Fuerza por la vía de dejar en ceros las inversiones. También es verdad que los recibos están, en la mayoría de los casos, fuera de la razón, pero ello no se debe a los electricistas, sino a quienes dirigen la paraestatal.

A la tarea se dedicaron con entusiasmo sin límites leedores de noticias, columnistas y, en general, casi todos los llamados líderes de opinión de prensa, radio-televisión y escrita, personas que en situaciones como ésta asumen una línea informativa sospechosamente coincidente.

Servida la mesa, Felipe Calderón decidió ampliar su guerra al narco abriendo un nuevo frente: los sindicatos rijosos, los que no se pliegan a las necesidades de Los Pinos serán sometidos por las heroicas tropas del general sin estrellas, García Luna.

El mensaje es claro: para los sindicatos cuyos líderes son ejemplo de corrupción sin límites, pero pactan lo mismo con el PRI que con el PAN, la mano tendida y generosa. Para las Gordillo y los Romero Deschamps, reconocimientos a granel por sus servicios a la patria: para los demás, plomo y cárcel.

El jueves pasado, en el contexto de una pacífica y multitudinaria manifestación en defensa de Luz y Fuerza y del SME, los líderes del sindicato fueron recibidos en Los Pinos por Luis Felipe Bravo Mena, secretario particular de Calderón. Se abrió ahí un compás de espera mutuamente acordado. Todo resultó ser una gran mentira: la decisión ya estaba tomada antes de que los dirigentes del SME entraran en Los Pinos.

Este sabadazo, que coincide además con el jolgorio popular por el pase del Tri al Mundial de Sudáfrica, despeja cualquier duda sobre hasta dónde está dispuesto a llegar el Ejecutivo con quienes enfrentan sus políticas. Si no es por la buenas, será por las malas. Tal es el mensaje que a partir de hoy locutores y plumíferos del oficialismo machacarán en sus espacios.

Este sábado 10 de octubre pasará a la historia como el día en el que un gobierno de derecha encabezado por Acción Nacional se brincó la autonomía sindical y, de ese modo, dijo al país entero que quien no comulga con sus ideas será combatido con la fuerza de su estado.
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Liquidan a Luz y Fuerza del Centro: SME: militares y policías federales ocuparon anoche las instalaciones

  • La medida, por su comprobada ineficiencia operativa y financiera, dice el Ejecutivo
  • Decreta Calderón la extinción de Luz y Fuerza; es inconstitucional: SME
  • No indica qué instancia asumirá sus funciones
  • Ofrece pleno respeto a los derechos laborales
Foto
Elementos de la Policía Federal y del Ejército Mexicano ocuparon anoche las instalaciones de la empresa Luz y Fuerza del CentroFoto Alfredo Domínguez
Fabiola Martínez, Gustavo Castillo y Agustín Salgado

Casi a la medianoche –una hora después de que militares y policías federales ocuparon las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro (LFC)–, el gobierno publicó en una edición extraordinaria del Diario Oficial de la Federación un decreto firmado por el presidente Felipe Calderón en el que se determina la extinción de ese organismo descentralizado.

El argumento nodal para la liquidación es que, por su comprobada ineficiencia operativa y financiera, representa un costo tan elevado que ya no resulta conveniente para la economía nacional ni para el interés público. En el decreto no se determina qué instancia asumirá las funciones de LFC y dispone expresamente que se respetarán los derechos laborales de los trabajadores, por lo que las indemnizaciones correspondientes se cubrirán tomando en consideración lo dispuesto en la Ley Federal del Trabajo y en el contrato colectivo. Agrega que se garantizará el pago de las jubilaciones.

Señala también que la Ley Federal para la Administración y Enajenación de Bienes del Sector Público confiere al Servicio de Administración y Enajenación de Bienes la atribución de liquidar a los organismos descentralizados de la administración pública, por lo que esa instancia nombrará depositarios, liquidadores, interventores o administradores para el cumplimiento del proceso.

La compañía conservará su personalidad jurídica única y exclusivamente para realizar dicho proceso.

Desde hace semanas comenzó a correr la especie de que LFC sería liquidada. La dirigencia del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) alertó sobre esa posibilidad cuando desde la Secretaría del Trabajo y Previsión Social comenzó a filtrarse información acerca de que se negaría la toma de nota al comité que encabeza Martín Esparza, lo cual ocurrió el pasado lunes, a pesar de que el litigio no se ha resuelto en la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje.

Los trabajadores afirmaron que atrás de la negativa y de los señalamientos que descalificaban su proceso electoral –realizado del 16 al 26 de junio pasados– estaba la intención de acabar con la empresa y con el sindicato, que agrupa a más de 41 mil activos y 25 mil jubilados.

Finalmente, la decisión dada a conocer anoche tomó casi por sorpresa a dirigentes y trabajadores del SME, quienes habían señalado que esperarían el lunes la respuesta de Los Pinos, donde el jueves pasado, luego de una multitudinaria marcha en protesta por la negativa a la toma de nota, el secretario particular de Calderón, Luis Felipe Bravo Mena, recibió a Martín Esparza y otros miembros del comité y escuchó sus demandas.

En el decreto dado a conocer por la Secretaría de Gobernación, se enumeran en tres incisos las razones para el cierre: primero, se estima que el porcentaje de pérdidas totales de energía de LFC es excesivo y superior casi tres veces al de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y dice que casi ninguna empresa del mundo reporta esas pérdidas. A junio de 2009, LFC perdió 30.6 por ciento de energía, mientras la CFE perdió 10.9.

Segundo, asegura que en 2008, LFC perdió 32.5 por ciento de la energía que compra y genera para vender. El valor estimado de esas pérdidas totales ascendió a casi 25 mil millones de pesos, lo que representa 52 por ciento de ventas del organismo, y en tercero añade que, en el mejor de los casos, los costos unitarios de las obras que ejecuta LFC son 176 por ciento superiores respecto de los costos de la CFE.

En la exposición de motivos el presidente Calderón sostiene que, desde su creación, el organismo no ha cesado de recibir transferencias presupuestarias cuantiosas, las cuales, lejos de disminuir, se han incrementado en años recientes.

De 2001 a 2008 tales transferencias se incrementaron más de 200 por ciento, y para el presente ejercicio serán del orden de 41 mil 945 millones; de continuar el mismo comportamiento, se estima que podrían alcanzar 300 mil millones de pesos durante la presente administración. Se asegura que los costos de LFC casi duplican sus ingresos por ventas.

De 2003 a 2008 registró ventas por 235 mil 738 millones de pesos, mientras sus costos fueron de 433 mil 290 millones (incluyendo la energía comprada a la CFE); el organismo registra un pasivo laboral de 240 mil millones de pesos, de los cuales solamente 80 mil millones corresponden a trabajadores en activo y 160 mil millones a personal jubilado.

Se insiste en que sus resultados son notablemente inferiores respecto de empresas u organismos que prestan el mismo servicio a escala internacional, incluso a los que ha reportado la CFE. Señala que el pasado 28 de septiembre la Secretaría de Energía propuso la desincorporación por extinción de LFC y que el lunes 5 la Comisión Intersecretarial de Gasto Público, Financiamiento y Desincorporación emitió un dictamen favorable a dicha propuesta.

El decreto tiene siete artículos y tres transitorios, en los que el Presidente dispone que para el proceso de liquidación el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes por sí o por conducto de terceros intervendrá de inmediato para tomar el control y disponer de todo tipo de bienes, derechos, activos, juicios, obligaciones, pasivos, contratos, convenios y recursos, así como para acreditar la extinción de los órganos de dirección, unidades administrativas y demás instancias de funcionamiento. Corresponderá a la Secretaría de Energía sentar las bases para llevar a cabo la liquidación. Gobernación velará en todo momento por el respeto al orden constitucional y a las instituciones oficiales.

Las secretarías de Hacienda, de Energía y del Trabajo se coordinarán a efecto de que las indemnizaciones a los empleados sean pagadas en el menor tiempo posible, y las dos primeras se encargarán de que el liquidador reciba los recursos necesarios.

Además del presidente Calderón firman el decreto 10 secretarios de Estado: Fernando Gómez Mont (Gobernación); Agustín Carstens (Hacienda); Georgina Kessel (Energía); Ernesto Cordero (Sedeso); Gerardo Ruiz (Economía); Juan Molinar (Comunicaciones); Javier Lozano (Trabajo); Salvador Vega (Función Pública); Juan Elvira Quesada (Semarnat), y Francisco Mayorga (Sagarpa).

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Liquidan a Luz y Fuerza del Centro
sme
Aspecto de la toma de las instalaciones de LyFC.


A pesar de la extinción, el organismo conservará su personalidad jurídica exclusivamente para el proceso de liquidación

REFORMA / Redacción

Ciudad de México (11 octubre 2009).- El Presidente Felipe Calderón emitió esta noche el decreto de liquidación de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LyFC).






El documento, que fue publicado en el Diario Oficial de la Federación, advierte que la empresa será liquidada y que el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) tomará bajo su cargo los bienes de la misma, con la finalidad de que se siga otorgando el servicio público de energía eléctrica en el Centro del País.

"La comprobada ineficiencia operativa y financiera del organismo descentralizado en cuestión, permite llegar a la conclusión de que, siguiendo el principio de ejercicio eficiente del gasto público, Luz y Fuerza del Centro debe extinguirse; ello fundado en que su funcionamiento ya no resulta conveniente desde el punto de vista de la economía nacional y del interés público por las razones que ya se han manifestado", indica.

A pesar de la extinción, el organismo conservará su personalidad jurídica exclusivamente para el proceso de liquidación, a efecto de que se cumplan las obligaciones a cargo del organismo frente a terceros.

En medio del conflicto con el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), el artículo cuarto del decreto establece que se respetarán los derechos laborales de los trabajadores y las indemnizaciones correspondientes se harán conforme a lo dispuesto por el Contrato Colectivo de Trabajo, la Ley Federal del Trabajo.

"Las secretarías de Hacienda y Crédito Público, de Energía y del Trabajo y Previsión Social se coordinarán en el ámbito de sus respectivas competencias con el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes, a efecto de que las indemnizaciones señaladas en el párrafo anterior sean pagadas en el menor tiempo posible, conforme a las disposiciones aplicables", señala.

También se establece que el Gobierno Federal garantizará el pago de las jubilaciones otorgadas a los trabajadores.

Para justificar la liquidación, el Ejecutivo explica en el decreto que además de ineficiente, la Compañía resultaba muy cara.

Según el informe, el organismo no ha cesado de recibir transferencias presupuestarias cuantiosas, las cuales, lejos de disminuir, se han visto incrementadas en los últimos años.

"Basta señalar que del 2001 al 2008, tales transferencias se incrementaron en más de 200 por ciento y que para el presente ejercicio dichas transferencias serán del orden de 41 mil 945 millones de pesos.

"De continuar el mismo comportamiento, se estima que podrían alcanzar un total de 300 mil millones de pesos durante la presente administración", se indica.

De acuerdo con el titular del Ejecutivo, los costos de Luz y Fuerza del Centro casi duplican a sus ingresos por ventas, ya que entre 2003 y 2008 registró ingresos por ventas de 235 mil 738 millones de pesos, mientras que sus costos fueron de 433 mil 290 millones de pesos, lo que incluye la energía comprada a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

Se detalla, además, que el organismo registra un pasivo laboral de 240 mil millones de pesos, de los cuales solamente 80 mil millones corresponden a trabajadores en activo y 160 mil millones al personal jubilado.

En los considerandos, el Presidente también describe la ineficiencia de la empresa que –asegura- reporta resultados notablemente inferiores respecto de otros organismos que prestan el mismo servicio a nivel internacional o de la propia CFE.

Según los argumentos, el porcentaje de pérdidas totales de energía de LyFC es excesivo y superior en casi tres veces al que presenta la Comisión Federal de Electricidad.

"Que a diciembre de 2008, Luz y Fuerza del Centro no atendió diversas solicitudes de prestación de servicio que, en su conjunto, representan el doble de la demanda en Acapulco.

"La falta o insuficiencia de suministro de energía eléctrica es un factor importante que puede inhibir la decisión para realizar inversiones por lo que esta situación no es sostenible", señala.
Hora de publicación: 00:37 hrs.


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