Los motivos de Ana Rosa y su renuncia al blanquiazul
Por Fátima Monterrosafatima@eme-equis.com.mx
La complexión física de Ana Rosa Payán no la hace ver peligrosa, pero su trayectoria la convierte en una verdadera bomba política para la estructura del Partido Acción Nacional. Es una mujer discreta, menuda, ensimismada, pero explosiva. Y no dudó en despojarse de la trayectoria del partido que la vio nacer políticamente hace 23 años para seguir por otra vía su pelea por la gubernatura de Yucatán. Ya sin el ropaje blanquiazul, lanza su principal advertencia y dice a partir de ahora que su prioridad será arrebatar al PAN cada uno de los votos que sembró y que lo llevaron al poder en Yucatán. La advertencia de Ana Rosa Payán tiene sustento y un real peso electoral en Yucatán. Sin duda es la mujer que más votos ha proporcionado a su partido durante sus participaciones electorales en la península. Ella ganó en las urnas en dos ocasiones la alcaldía de Mérida, convirtiéndose en la primera mujer y segunda militante del PAN en gobernar la capital del estado en 1990. La que en el espectro político representa 50 por ciento del padrón electoral de Yucatán. La carrera de Ana Rosa Payán ha sido prolífica a lo largo de su militancia de 23 años en las filas del PAN, ya que, además, obtuvo una diputación federal y una senaduría a través del voto ciudadano en las urnas. En la tarde-noche del pasado 16 de enero, Ana Rosa Payán llegó acompañada de su asistente a la sede nacional del PAN en el Distrito Federal. Confiaba en que “su amigo” Manuel Espino hiciera eco de sus reclamos sobre las irregularidades que, afirma, cometió el gobernador Patricio Patrón Laviada para favorecer a Xavier Abreu, quien se desempeñó como operador de campaña del ahora presidente Felipe Calderón.
La panista acuso a Patrón Laviada ante el Comité Directivo Nacional de haber utilizado recursos públicos y la estructura gubernamental para apoyar a su ex funcionario en la contienda interna celebrada el 17 de diciembre pasado. Ensimismada como siempre, Ana Rosa Payán cavilaba ya una decisión, mientras esperaba el veredicto final que tomarían los dirigentes del partido. Finalmente la dirigencia nacional, con 21 votos a favor y 17 en contra, optó por avalar el proceso interno y declaró improcedentes los recursos de inconformidad presentados por la precandidata, quien pretendía anular la elección. “Amo al PAN y me preocupa mucho su futuro. Siempre quise un PAN sólido, ajeno a la corrupción. Pero desafortunadamente hoy hay un PAN incapaz de reconocer errores y debilidades de muchos de sus dirigentes y funcionarios”, reflexiona tras conocer el veredicto de la cúpula panista que desechó sus alegatos. Formada bajo la educación católica creía férreamente en los principios de lealtad del PAN; pero algo, para ella, había cambiado ya. La decisión estaba tomada: Abandonaría las filas del PAN para buscar la candidatura por otro partido político y participar en los comicios del 20 de mayo. Y por eso, ni las súplicas de Cecilia Romero de que no abandonara el partido la frenaron. “No tengo cabida en un partido tan distante hoy de mis ideales”, le respondería a Cecilia Romero. Esta diminuta mujer de 55 años de edad es incapaz de contravenir la moral católica o desafiar el poder divino, pero no tiene empacho en enfrentar al poder terrenal encarnado ahora en los actuales dirigentes de su ex partido. Ella tenía ya su propio veredicto y ha encontrado al culpable de la pérdida del valor intrínseco de su partido y apunta hacia la residencia oficial de Los Pinos.
Asegura que desde ahí se dio “línea para impedir que se limpiara el proceso interno”. Aunque no acusa directamente a Felipe Calderón, asegura que “funcionarios de la Presidencia dieron la orden de que el Comité Ejecutivo Nacional del PAN desechara la impugnación y ratificara la elección”. “No tengo elementos para suponer que el presidente Felipe Calderón haya metido las manos, pero sí sé de altos funcionarios y del gobernador Patricio Patrón, que maniobraron para avalar la candidatura de Xavier Abreu”. Para Ana Rosa Payán no hay duda: si su paisano e ideólogo del PAN, Carlos Castillo Peraza viviera, nunca hubiera regresado al partido al que renunció en 1998.
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La ex directora general del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de la administración de Vicente Fox, analiza la crisis que enfrenta el PAN. “Hay un PAN que se empeña en seguir el camino de la figura del PRI, un gobierno que tanto daño hizo en el pasado a México y a sus instituciones. “Ese es un problema serio en el partido y mi salida es una llamada de atención para que corrija su rumbo. “El principal error fue descuidar las estructuras del partido y permitir el desaseo en la elección de los candidatos, porque no es únicamente la gente nueva la que esta ocasionando problemas al PAN, sino también los viejos militantes. “El tema aquí es ver hacia dónde va a parar esta situación, porque desde su fundación hemos luchado contra la intromisión de los gobiernos y las instancias del partido que incurren en actos que pueden considerarse ilícitos y eso ocurre en Yucatán y en otras partes del país”.
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Cobijada desde un Frente Amplio Ciudadano que pretende integrar con el PRD, PT, Convergencia, PVEM, Alternativa, Nueva Alianza y el Partido Alianza por Yucatán, dice que dará la batalla para impedir que el PAN retenga la gubernatura. Cuando se le pregunta si no sería una incongruencia que por su formación en la derecha ahora pretenda abanderar a partidos de izquierda que apoyan el uso del condón y el aborto, sólo responde: “No podría apoyar a un candidato que llegó a través de un proceso tan viciado, donde imperaron la presión, la amenaza y la dádiva”. Pareciera que para Ana Rosa Payán el PAN ya quedó en el pasado, lo importante ahora es vivir el presente y aprovechar la popularidad que tiene en la capital yucateca. “Combatí la corrupción y los desmanes del PRI en su momento, tampoco podría permanecer en el PAN como cómplice silenciosa de lo que están haciendo ahora”. Se dice sorprendida de que algunos líderes del PAN vean como una cosa normal que los candidatos compren y coaccionen votos con despensas y programas gubernamentales. “Eso es una forma de corrupción”.
–¿Qué paso con Manuel Espino?, ¿se le está saliendo el partido de las manos?
–Espino no es plenipotenciario y de ninguna manera es la única persona que puede. Hoy en el PAN somos más, digo ¡son más de 300 mil los militantes!, evidentemente cada autoridad tiene su propia autonomía. Para esta mujer que militó la mitad de su vida en las filas del PAN, es difícil marcar distancia. “Somos un partido nacional, pero cada estado tiene su propia autonomía; incluso diría que cada autoridad es responsable del camino que sigue el partido en su territorio y que el presidente nacional es una especie de rector u orquestador. No puede ir a apagar todos los fuegos ni él ni nadie, aquí hay que responsabilizar a cada comité municipal, a cada comité estatal para que vean lo que pasa en su territorio”.
–¿No cree que Espino tiene un poco de culpa?
–Por supuesto que sí; él es el responsable de todo el partido a nivel nacional, pero así como es responsable de todo el partido, cada entidad, cada municipio también tiene gente responsable.
–¿Nunca habían enfrentado esta situación?
–A la gravedad de matar a alguien así como es el caso de Guerrero, definitivamente no. Me parece extraño, evidentemente, hasta no esclarecer esta situación no podemos calificar que esto sea un móvil político partidista, que alguien se muera por una curul. Nunca lo había oído en mi vida.
–¿Cómo ve la situación en Aguascalientes?
–Hay un problema de falta de entendimiento y una intromisión no sé si del partido al gobierno o del gobierno hacia al partido; sé que hay conflictos pero no conozco a fondo el asunto.
–¿No cree que parte del conflicto que hay en el PAN se deba al distanciamiento entre Manuel Espino y el presidente Calderón?
–No. Creo que eso no tiene nada que ver. Una relación entre dos personas no puede afectar la situación que estamos viviendo en todo el país.
Ana Rosa Payán, rechaza que haya habido un rompimiento con Manuel Espino por no haberla apoyado para obtener la candidatura del PAN.
–Esa es una confusión que debemos también aclarar. El dirigente de un partido no tiene por qué inclinarse por ningún candidato; mal hubiera hecho Espino si lo hubiera hecho, como tampoco Felipe Calderón debería de inclinarse por ningún candidato. Estamos repitiendo esquemas que en el pasado rechazamos; entonces yo no esperaba el apoyo y nunca lo pedí porque sería muy incongruente con lo que ahora estoy reclamando.
–¿Hasta dónde es capaz de llegar Ana Rosa Payán?
–Hasta donde los ciudadanos quieran; por lo pronto voy a reposar un poco el espíritu, acomodar las ideas y organizar a los ciudadanos para que enfrentemos la siguiente batalla.
Al cuestionarla sobre la actuación del gobernador Patricio Patrón, cambia su temperamento y se concreta a responder:
“¡Pienso muy mal de él…!”
Hace dos años el gobernador y la entonces alcalde de Mérida tuvieron un enfrentamiento verbal en las puertas del Palacio Municipal. Payán reclamó a Patrón Laviada los recursos que había enviado la federación a través del ramo 33 al municipio de Mérida.
–Vamos a arreglar la situación –le propuso la alcalde en un acto público.
–No hay nada que arreglar, mejor arregla los baches de tu ciudad –respondió el mandatario.
Encolerizada, Payán balbuceó: “Hijo de tu chingada madre”. Desde ese instante, la distancia entre Patrón y Payán fue insalvable. Una confrontación que volverá a repetirse en mayo próximo, cuando haya elecciones en Yucatán.
La panista acuso a Patrón Laviada ante el Comité Directivo Nacional de haber utilizado recursos públicos y la estructura gubernamental para apoyar a su ex funcionario en la contienda interna celebrada el 17 de diciembre pasado. Ensimismada como siempre, Ana Rosa Payán cavilaba ya una decisión, mientras esperaba el veredicto final que tomarían los dirigentes del partido. Finalmente la dirigencia nacional, con 21 votos a favor y 17 en contra, optó por avalar el proceso interno y declaró improcedentes los recursos de inconformidad presentados por la precandidata, quien pretendía anular la elección. “Amo al PAN y me preocupa mucho su futuro. Siempre quise un PAN sólido, ajeno a la corrupción. Pero desafortunadamente hoy hay un PAN incapaz de reconocer errores y debilidades de muchos de sus dirigentes y funcionarios”, reflexiona tras conocer el veredicto de la cúpula panista que desechó sus alegatos. Formada bajo la educación católica creía férreamente en los principios de lealtad del PAN; pero algo, para ella, había cambiado ya. La decisión estaba tomada: Abandonaría las filas del PAN para buscar la candidatura por otro partido político y participar en los comicios del 20 de mayo. Y por eso, ni las súplicas de Cecilia Romero de que no abandonara el partido la frenaron. “No tengo cabida en un partido tan distante hoy de mis ideales”, le respondería a Cecilia Romero. Esta diminuta mujer de 55 años de edad es incapaz de contravenir la moral católica o desafiar el poder divino, pero no tiene empacho en enfrentar al poder terrenal encarnado ahora en los actuales dirigentes de su ex partido. Ella tenía ya su propio veredicto y ha encontrado al culpable de la pérdida del valor intrínseco de su partido y apunta hacia la residencia oficial de Los Pinos.
Asegura que desde ahí se dio “línea para impedir que se limpiara el proceso interno”. Aunque no acusa directamente a Felipe Calderón, asegura que “funcionarios de la Presidencia dieron la orden de que el Comité Ejecutivo Nacional del PAN desechara la impugnación y ratificara la elección”. “No tengo elementos para suponer que el presidente Felipe Calderón haya metido las manos, pero sí sé de altos funcionarios y del gobernador Patricio Patrón, que maniobraron para avalar la candidatura de Xavier Abreu”. Para Ana Rosa Payán no hay duda: si su paisano e ideólogo del PAN, Carlos Castillo Peraza viviera, nunca hubiera regresado al partido al que renunció en 1998.
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La ex directora general del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de la administración de Vicente Fox, analiza la crisis que enfrenta el PAN. “Hay un PAN que se empeña en seguir el camino de la figura del PRI, un gobierno que tanto daño hizo en el pasado a México y a sus instituciones. “Ese es un problema serio en el partido y mi salida es una llamada de atención para que corrija su rumbo. “El principal error fue descuidar las estructuras del partido y permitir el desaseo en la elección de los candidatos, porque no es únicamente la gente nueva la que esta ocasionando problemas al PAN, sino también los viejos militantes. “El tema aquí es ver hacia dónde va a parar esta situación, porque desde su fundación hemos luchado contra la intromisión de los gobiernos y las instancias del partido que incurren en actos que pueden considerarse ilícitos y eso ocurre en Yucatán y en otras partes del país”.
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Cobijada desde un Frente Amplio Ciudadano que pretende integrar con el PRD, PT, Convergencia, PVEM, Alternativa, Nueva Alianza y el Partido Alianza por Yucatán, dice que dará la batalla para impedir que el PAN retenga la gubernatura. Cuando se le pregunta si no sería una incongruencia que por su formación en la derecha ahora pretenda abanderar a partidos de izquierda que apoyan el uso del condón y el aborto, sólo responde: “No podría apoyar a un candidato que llegó a través de un proceso tan viciado, donde imperaron la presión, la amenaza y la dádiva”. Pareciera que para Ana Rosa Payán el PAN ya quedó en el pasado, lo importante ahora es vivir el presente y aprovechar la popularidad que tiene en la capital yucateca. “Combatí la corrupción y los desmanes del PRI en su momento, tampoco podría permanecer en el PAN como cómplice silenciosa de lo que están haciendo ahora”. Se dice sorprendida de que algunos líderes del PAN vean como una cosa normal que los candidatos compren y coaccionen votos con despensas y programas gubernamentales. “Eso es una forma de corrupción”.
–¿Qué paso con Manuel Espino?, ¿se le está saliendo el partido de las manos?
–Espino no es plenipotenciario y de ninguna manera es la única persona que puede. Hoy en el PAN somos más, digo ¡son más de 300 mil los militantes!, evidentemente cada autoridad tiene su propia autonomía. Para esta mujer que militó la mitad de su vida en las filas del PAN, es difícil marcar distancia. “Somos un partido nacional, pero cada estado tiene su propia autonomía; incluso diría que cada autoridad es responsable del camino que sigue el partido en su territorio y que el presidente nacional es una especie de rector u orquestador. No puede ir a apagar todos los fuegos ni él ni nadie, aquí hay que responsabilizar a cada comité municipal, a cada comité estatal para que vean lo que pasa en su territorio”.
–¿No cree que Espino tiene un poco de culpa?
–Por supuesto que sí; él es el responsable de todo el partido a nivel nacional, pero así como es responsable de todo el partido, cada entidad, cada municipio también tiene gente responsable.
–¿Nunca habían enfrentado esta situación?
–A la gravedad de matar a alguien así como es el caso de Guerrero, definitivamente no. Me parece extraño, evidentemente, hasta no esclarecer esta situación no podemos calificar que esto sea un móvil político partidista, que alguien se muera por una curul. Nunca lo había oído en mi vida.
–¿Cómo ve la situación en Aguascalientes?
–Hay un problema de falta de entendimiento y una intromisión no sé si del partido al gobierno o del gobierno hacia al partido; sé que hay conflictos pero no conozco a fondo el asunto.
–¿No cree que parte del conflicto que hay en el PAN se deba al distanciamiento entre Manuel Espino y el presidente Calderón?
–No. Creo que eso no tiene nada que ver. Una relación entre dos personas no puede afectar la situación que estamos viviendo en todo el país.
Ana Rosa Payán, rechaza que haya habido un rompimiento con Manuel Espino por no haberla apoyado para obtener la candidatura del PAN.
–Esa es una confusión que debemos también aclarar. El dirigente de un partido no tiene por qué inclinarse por ningún candidato; mal hubiera hecho Espino si lo hubiera hecho, como tampoco Felipe Calderón debería de inclinarse por ningún candidato. Estamos repitiendo esquemas que en el pasado rechazamos; entonces yo no esperaba el apoyo y nunca lo pedí porque sería muy incongruente con lo que ahora estoy reclamando.
–¿Hasta dónde es capaz de llegar Ana Rosa Payán?
–Hasta donde los ciudadanos quieran; por lo pronto voy a reposar un poco el espíritu, acomodar las ideas y organizar a los ciudadanos para que enfrentemos la siguiente batalla.
Al cuestionarla sobre la actuación del gobernador Patricio Patrón, cambia su temperamento y se concreta a responder:
“¡Pienso muy mal de él…!”
Hace dos años el gobernador y la entonces alcalde de Mérida tuvieron un enfrentamiento verbal en las puertas del Palacio Municipal. Payán reclamó a Patrón Laviada los recursos que había enviado la federación a través del ramo 33 al municipio de Mérida.
–Vamos a arreglar la situación –le propuso la alcalde en un acto público.
–No hay nada que arreglar, mejor arregla los baches de tu ciudad –respondió el mandatario.
Encolerizada, Payán balbuceó: “Hijo de tu chingada madre”. Desde ese instante, la distancia entre Patrón y Payán fue insalvable. Una confrontación que volverá a repetirse en mayo próximo, cuando haya elecciones en Yucatán.
Kikka Roja
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