Desde la playa
Guadalupe Loaeza
Querida familia: Les escribo desde la playa, mientras tomo un delicioso coco (de Lázaro Cárdenas que me costó 20 pesos), bajo una sombrilla roja y una palmera (medio borrachita por el poco Sol que hay). Sí, familia, estoy en la playa feliz de la vida. Desde aquí veo a Óscar, mi novio que está construyendo castillos en la arena con unos niños. ¿Se acuerdan que les dije por teléfono que no tenía dinero para salir y que me quedaría en el Distrito Federal? Nunca me imaginé que sin poner un pie fuera de la ciudad, terminaría en la playa. Además de no haber tenido que gastar ni un solo centavo en la caseta de Acapulco que cuesta 520 pesos y en la gasolina, me queda súper cerca de la casa. Con decirles que vine a pie. Déjenme y les cuento... Esta playa, totalmente gratuita, está en la Villa Olímpica. ¡Sí, aquí en el DF! Ésta es la primera de cuatro que van a inaugurarse en la Semana Santa, además de las de Bosque Aragón, otra en el Deportivo Olímpico 14 de diciembre (por donde vive mi tía Carmelita) y en el Deportivo Reynosa. Como cualquier playa, ésta también tiene su arena finita, finita toda blanca y suavecita; tiene sus palmeras con cocos, camastros, sombrillas, juegos para niños, chapoteaderos y hasta tres albercas portátiles. Yo digo que ésta es como de lujo, porque además de tener su área para asolearse, cuenta con canchas de volibol y futbol, una zona para go-karts (que rentó la Delegación Tlalpan) y pantallotas donde pasan películas que tienen que ver con el mar... (...la vida es más sabrosa en el mar todo es felicidad... como dice la canción que le gusta cantar a mi papá).
En los talleres de manualidades, los niños pintan puros motivos del mar, en pedazos de cristal o en unas playeras blancas. Hay un taller donde pueden adornar portarretratos para que cuando les tomen una foto, con fondo de la playa, la pongan allí. Las niñas se disfrazan de hawaianas y los niños de piratas. No me lo van a creer, pero esta playa tiene además un bosquecillo en donde están dos ponys para pasear a los niños y unos aparatos especiales que se llaman "aspersores" que son de agua para crear un ambiente de brisa... Si Agustín Lara viviera escribiría una canción que dijera: "Acuérdate de la Villa Olímpica, María bonita, María del alma... acuérdate cómo con tus manitas, las estrellitas, las enjuagabas... (no sé si va así...). Lo que me llamó mucho la atención y que está cerca de los baños, fueron las cinco mesas de pingpong, las ocho de ajedrez, las seis de dominó y las cuatro de lotería. Neta, pensaron en todo. No les digo, es una playa a todo lujo... Nosotros llegamos desde muy tempranito (abren a las 8:00 de la mañana), para agarrar los mejores camastros. Ahorita que son cerca de las 12:00 del mediodía, está llenísima de gente, de familias, de niños, papás (hay unos que tienen unas panzas impresionantes) y hasta abuelitas. Todos se ven felices. La verdad es que Marcelo (Ebrard, jefe de Gobierno) se apuntó un 10 inaugurando estas playas, pensando en todos nosotros, los que no tenemos lana para salir de vacaciones. Creo que las cuatro playas artificiales no salieron tan caras, algo así como 2 millones de pesos y que fue bien fácil adaptarlas pues ya que se contaba con la infraestructura (sic). Óscar me dijo que trajeron 170 toneladas de arena y que es una arena que se llama sílica y que viene de minas que están muy cerca de la ciudad. Esta arena no contiene elementos tóxicos, ni tiene metales.
Está tan bonita que parece que se la trajeron de las playas de Veracruz. Déjenme decirles que estas playas también existen en Tokio, en París están a las orillas del río Sena, donde van un chorro de turistas. Ayer por la noche, Óscar se metió en el internet y vio que también había playas artificiales en Roma, Italia, cerca del río Tíber con vista a la Basílica de San Pedro. Ésta seguro le encantaría a mi mamá... También hay en Berlín, Alemania y en Madrid, España. Lo que no me gusta es que el agua de la alberca ya está sucia, se ensucia muy rápido, aunque Marcelo prometió en la inauguración que unos señores van a venir a lavarla constantemente. Tampoco me gusta ver tantos gordos y gordas. Hay familias enteras de gordos: bebés gordos, niños gordos, papás gordos y mamás muy gordas. Con razón en la tele se habla tanto del problema de obesidad. (Ojo mamá... ¿sigues a dieta?). Estas familias de gordos son los que más comen. Se traen paquetes de pan Bimbo, su mayonesa y torres de jamón y después se hacen unos sándwiches gigantescos. Claro, no faltan los refrescos que son lo que más engorda. Lo que sí me gusta es que en estas playas no se va a permitir ni alcohol ni venta de cervezas. Eso es buen punto, porque se ¿imaginan la cantidad de borrachos tirando a todo el mundo en la alberca...? Lo más chiro de todo es la música y el show. Quién pompó, quién pompó... se escuchaba Chicoché; y los Joao con su clásico de Vamos a la playa, oh, oh, oh. Pero antes hubo un grupo de son jarocho, padrísimo. Los que se pusieron zancos y se disfrazaron de arlequín fueron los marineros del Puerto y el grupo Smiling brothers... ¿Qué creen? Creo que está lloviendo. Híjole, qué mala suerte.
Me voy a ir al salón de juegos para que no se moje mi carta. Óscar está platicando con unos señores, seguramente les está contando todo lo que vio por internet de las playas artificiales de otras partes del mundo. Espero que vuelva a salir el Sol, porque me puse un chorro de aceite para quemarme... Ya le avisé a Óscar que estoy en el salón de juegos para que me vaya a buscar y después irnos a comer. (Dicen que aquí venden un ceviche delicioso que cuesta 40 pesos y unos cocteles de camarón pulpo u ostión, para chuparse los dedos). Óscar y yo tuvimos suerte, porque vimos todo lo de la inauguración de la playa de la Villa Olímpica. Antes de que llegara Marcelo, nos distribuyeron unos brazaletes de colores para organizar mejor a tanta gente. Marcelo y su esposa se veían felices. Todo el mundo les decía: gracias, gracias, gracias. Óscar y yo también se los agradecimos. Los recibieron con todo y flores y el grupo de Las Sirenitas de Tlalpan, formado por seis niñas hicieron una demostración de nado al ritmo de la música de Chayanne. Estuvo muy bonito. Después de cortar el listón, Marcelo se quitó los zapatos para caminar por la arena. (Aunque él es muy guapo, no me gustan sus anteojos). Después se subió a un go-kart y hasta paseó con un pony. La verdad es que fue una inauguración de lo más chida... del mundo... Bueno, familia de mi vida y de mis amores, los dejo porque ya salió el Sol y quiero aprovechar sus rayos para quemarme y ponerme bien guapa... Les mando la foto que me tomo Óscar, en donde se aprecia toda la playa. Tienen que venir. Estoy segura de que no hay una playa como ésta allá en San Luis. Óscar les manda saludos. Los quiere y extraña mucho, Mónica.
Querida familia: Les escribo desde la playa, mientras tomo un delicioso coco (de Lázaro Cárdenas que me costó 20 pesos), bajo una sombrilla roja y una palmera (medio borrachita por el poco Sol que hay). Sí, familia, estoy en la playa feliz de la vida. Desde aquí veo a Óscar, mi novio que está construyendo castillos en la arena con unos niños. ¿Se acuerdan que les dije por teléfono que no tenía dinero para salir y que me quedaría en el Distrito Federal? Nunca me imaginé que sin poner un pie fuera de la ciudad, terminaría en la playa. Además de no haber tenido que gastar ni un solo centavo en la caseta de Acapulco que cuesta 520 pesos y en la gasolina, me queda súper cerca de la casa. Con decirles que vine a pie. Déjenme y les cuento... Esta playa, totalmente gratuita, está en la Villa Olímpica. ¡Sí, aquí en el DF! Ésta es la primera de cuatro que van a inaugurarse en la Semana Santa, además de las de Bosque Aragón, otra en el Deportivo Olímpico 14 de diciembre (por donde vive mi tía Carmelita) y en el Deportivo Reynosa. Como cualquier playa, ésta también tiene su arena finita, finita toda blanca y suavecita; tiene sus palmeras con cocos, camastros, sombrillas, juegos para niños, chapoteaderos y hasta tres albercas portátiles. Yo digo que ésta es como de lujo, porque además de tener su área para asolearse, cuenta con canchas de volibol y futbol, una zona para go-karts (que rentó la Delegación Tlalpan) y pantallotas donde pasan películas que tienen que ver con el mar... (...la vida es más sabrosa en el mar todo es felicidad... como dice la canción que le gusta cantar a mi papá).
En los talleres de manualidades, los niños pintan puros motivos del mar, en pedazos de cristal o en unas playeras blancas. Hay un taller donde pueden adornar portarretratos para que cuando les tomen una foto, con fondo de la playa, la pongan allí. Las niñas se disfrazan de hawaianas y los niños de piratas. No me lo van a creer, pero esta playa tiene además un bosquecillo en donde están dos ponys para pasear a los niños y unos aparatos especiales que se llaman "aspersores" que son de agua para crear un ambiente de brisa... Si Agustín Lara viviera escribiría una canción que dijera: "Acuérdate de la Villa Olímpica, María bonita, María del alma... acuérdate cómo con tus manitas, las estrellitas, las enjuagabas... (no sé si va así...). Lo que me llamó mucho la atención y que está cerca de los baños, fueron las cinco mesas de pingpong, las ocho de ajedrez, las seis de dominó y las cuatro de lotería. Neta, pensaron en todo. No les digo, es una playa a todo lujo... Nosotros llegamos desde muy tempranito (abren a las 8:00 de la mañana), para agarrar los mejores camastros. Ahorita que son cerca de las 12:00 del mediodía, está llenísima de gente, de familias, de niños, papás (hay unos que tienen unas panzas impresionantes) y hasta abuelitas. Todos se ven felices. La verdad es que Marcelo (Ebrard, jefe de Gobierno) se apuntó un 10 inaugurando estas playas, pensando en todos nosotros, los que no tenemos lana para salir de vacaciones. Creo que las cuatro playas artificiales no salieron tan caras, algo así como 2 millones de pesos y que fue bien fácil adaptarlas pues ya que se contaba con la infraestructura (sic). Óscar me dijo que trajeron 170 toneladas de arena y que es una arena que se llama sílica y que viene de minas que están muy cerca de la ciudad. Esta arena no contiene elementos tóxicos, ni tiene metales.
Está tan bonita que parece que se la trajeron de las playas de Veracruz. Déjenme decirles que estas playas también existen en Tokio, en París están a las orillas del río Sena, donde van un chorro de turistas. Ayer por la noche, Óscar se metió en el internet y vio que también había playas artificiales en Roma, Italia, cerca del río Tíber con vista a la Basílica de San Pedro. Ésta seguro le encantaría a mi mamá... También hay en Berlín, Alemania y en Madrid, España. Lo que no me gusta es que el agua de la alberca ya está sucia, se ensucia muy rápido, aunque Marcelo prometió en la inauguración que unos señores van a venir a lavarla constantemente. Tampoco me gusta ver tantos gordos y gordas. Hay familias enteras de gordos: bebés gordos, niños gordos, papás gordos y mamás muy gordas. Con razón en la tele se habla tanto del problema de obesidad. (Ojo mamá... ¿sigues a dieta?). Estas familias de gordos son los que más comen. Se traen paquetes de pan Bimbo, su mayonesa y torres de jamón y después se hacen unos sándwiches gigantescos. Claro, no faltan los refrescos que son lo que más engorda. Lo que sí me gusta es que en estas playas no se va a permitir ni alcohol ni venta de cervezas. Eso es buen punto, porque se ¿imaginan la cantidad de borrachos tirando a todo el mundo en la alberca...? Lo más chiro de todo es la música y el show. Quién pompó, quién pompó... se escuchaba Chicoché; y los Joao con su clásico de Vamos a la playa, oh, oh, oh. Pero antes hubo un grupo de son jarocho, padrísimo. Los que se pusieron zancos y se disfrazaron de arlequín fueron los marineros del Puerto y el grupo Smiling brothers... ¿Qué creen? Creo que está lloviendo. Híjole, qué mala suerte.
Me voy a ir al salón de juegos para que no se moje mi carta. Óscar está platicando con unos señores, seguramente les está contando todo lo que vio por internet de las playas artificiales de otras partes del mundo. Espero que vuelva a salir el Sol, porque me puse un chorro de aceite para quemarme... Ya le avisé a Óscar que estoy en el salón de juegos para que me vaya a buscar y después irnos a comer. (Dicen que aquí venden un ceviche delicioso que cuesta 40 pesos y unos cocteles de camarón pulpo u ostión, para chuparse los dedos). Óscar y yo tuvimos suerte, porque vimos todo lo de la inauguración de la playa de la Villa Olímpica. Antes de que llegara Marcelo, nos distribuyeron unos brazaletes de colores para organizar mejor a tanta gente. Marcelo y su esposa se veían felices. Todo el mundo les decía: gracias, gracias, gracias. Óscar y yo también se los agradecimos. Los recibieron con todo y flores y el grupo de Las Sirenitas de Tlalpan, formado por seis niñas hicieron una demostración de nado al ritmo de la música de Chayanne. Estuvo muy bonito. Después de cortar el listón, Marcelo se quitó los zapatos para caminar por la arena. (Aunque él es muy guapo, no me gustan sus anteojos). Después se subió a un go-kart y hasta paseó con un pony. La verdad es que fue una inauguración de lo más chida... del mundo... Bueno, familia de mi vida y de mis amores, los dejo porque ya salió el Sol y quiero aprovechar sus rayos para quemarme y ponerme bien guapa... Les mando la foto que me tomo Óscar, en donde se aprecia toda la playa. Tienen que venir. Estoy segura de que no hay una playa como ésta allá en San Luis. Óscar les manda saludos. Los quiere y extraña mucho, Mónica.
Kikka Roja
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