La prolongación del mandato de Elba Esther Gordillo, aparentemente hasta el año 2012, es su manera de mostrar que "seguirá manteniendo el control" del sindicato magisterial, a pesar de sus diferencias con la Secretaría de Educación Pública (SEP), pues lo que busca la ex priísta ya no es siquiera un "cogobierno" con esa dependencia, sino ser su "cacique", afirmó la especialista en enseñanza Etelvina Sandoval Flores. Pese a que tiene bajo su control a su yerno Fernando González Sánchez en la Subsecretaría de Educación Básica, a la Administración Federal de Servicios Educativos para el Distrito Federal, a directores generales y a buena parte de mandos en la estructura de la SEP, Gordillo "siente que todavía tiene muchísimas cosas más que cobrar a Felipe Calderón por todo el apoyo que le dio para su triunfo, esto último, claro, entre comillas", añadió. En entrevista, la profesora e investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional expresó: "de ese tamaño son las deudas" y también la grave situación que los miembros de la comunidad académica deben aguantar, porque lo que hace Gordillo no podría ser posible en otros países. Aquí es posible señalar, criticar y decir, pero no hay respuestas porque la realidad es que para estos grupos la enseñanza no es el centro del problema, sino una arena política.
El subsecretario González Sánchez "no conoce el tema educativo"
En ese sentido, la experta en formación de profesores expresó que cargos como el del yerno de Gordillo son únicamente signo de lo anterior, pues "él no conoce nada sobre el tema educativo. El cobra como funcionario de la SEP, pero para representar al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)". De hecho, indicó, cuando González Sánchez estuvo en la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación no hizo nada más que continuar con los programas que ya estaban en marcha, y si funcionaban era por el personal que realizaba el trabajo operativo. Al igual que la subsecretaría, el cargo anterior le fue dado "políticamente, para abrir un espacio al SNTE, porque en ese tiempo se dedicó a trabajar para el partido Nueva Alianza". Además, abundó, "habría que plantearse si Elba Esther Gordillo sabe algo de educación y si le interesa". Por otra parte, "desafortunadamente se han tenido muchos titulares en la Secretaría de Educación Pública que no conocen el sector, porque se trata de un puesto más político y menos académico. El anterior secretario, Reyes Tamez Guerra -a quien Gordillo no descalificó-, no sabía mucho del tema y fue una persona muy omisa".
Lo que busca la presidenta del SNTE con ser la "única interlocutora válida e imponer lo que se debe hacer en el sector es fortalecerse, a su partido, Nueva Alianza, y al sindicato. Así pretende incrementar su cacicazgo, aunque en el interior del sindicato también hay contradicciones. Ya no le preocupa controlar a los maestros, ahora le basta con reunir a los dirigentes que se someten, aunque no todos están totalmente de acuerdo".
El subsecretario González Sánchez "no conoce el tema educativo"
En ese sentido, la experta en formación de profesores expresó que cargos como el del yerno de Gordillo son únicamente signo de lo anterior, pues "él no conoce nada sobre el tema educativo. El cobra como funcionario de la SEP, pero para representar al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE)". De hecho, indicó, cuando González Sánchez estuvo en la Dirección General de Educación Superior para Profesionales de la Educación no hizo nada más que continuar con los programas que ya estaban en marcha, y si funcionaban era por el personal que realizaba el trabajo operativo. Al igual que la subsecretaría, el cargo anterior le fue dado "políticamente, para abrir un espacio al SNTE, porque en ese tiempo se dedicó a trabajar para el partido Nueva Alianza". Además, abundó, "habría que plantearse si Elba Esther Gordillo sabe algo de educación y si le interesa". Por otra parte, "desafortunadamente se han tenido muchos titulares en la Secretaría de Educación Pública que no conocen el sector, porque se trata de un puesto más político y menos académico. El anterior secretario, Reyes Tamez Guerra -a quien Gordillo no descalificó-, no sabía mucho del tema y fue una persona muy omisa".
Lo que busca la presidenta del SNTE con ser la "única interlocutora válida e imponer lo que se debe hacer en el sector es fortalecerse, a su partido, Nueva Alianza, y al sindicato. Así pretende incrementar su cacicazgo, aunque en el interior del sindicato también hay contradicciones. Ya no le preocupa controlar a los maestros, ahora le basta con reunir a los dirigentes que se someten, aunque no todos están totalmente de acuerdo".
Kikka Roja
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