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viernes, 20 de julio de 2007

Guadalupe Loaeza

Mexica

Guadalupe Loaeza
La historia tal vez no se repita pero los patrones sí. ¿Estamos asistiendo realmente a un choque de civilizaciones?, ¿cómo puede buscarse el diálogo intercultural?
La conquista de México por el imperio español está en el corazón d el nuevo libro de Norman Spinrad, Mexica, de Ediciones B ( el cual se encuentra entre los más vendidos). ¿Por qué, estimado lector, asumiendo que algún día vuestra merced pueda existir, estoy escribiendo otra historia más acerca de la heroica conquista de la Nueva España que realizó Hernando Cortés en nombre d el Rey y de la Cruz ? Se pregunta, el poeta Álvaro de Sevilla, el narrador ficticio de la obra en la primera página d el libro. Y nosotros nos preguntamos, ¿por qué Norman Spinrad autor de más de 30 nov el as, dos antologías y cuatro colecciones de libros de cuentos, más conocido, como todos sabemos, como un escritor de ciencia ficción, asociado habitualmente a la Nueva Ola y habiendo sido presidente de la Asociación de escritores de ciencia ficción y fantasía de Estados Unidos en dos ocasiones, con pinta de neohippie quien, además de escribir, canta en un grupo de música techno, autor de guiones para t el evisión y periodista, eventualmente, cambió totalmente de género para internarse en la nov el a histórica o mejor dicho en la ficción histórica?

El choque de dos civilizaciones, como fue el caso de la Conquista , equivale, según la óptica de Norman a “un primer encuentro” de ciencia ficción. El encuentro que se dio entre el imperio de los aztecas y los conquistadores españoles fue tan ajeno y extraño como si unos “extraterrestres” aterrizaran en algún lugar de nuestro planeta. Con excepción, tal vez, de algunas vacilantes y ambiguas incursiones de los vikingos las civilizaciones de Eurasia y América durante miles de años no sabían de la existencia de unos y otros. Para Norman estos choques de civilizaciones son motivo de gran fascinación y curiosidad. Historias de primeros encuentros como la conquista de México, diría Norman, es lo que conecta de una manera muy fuerte este tipo de historia ficción a la ciencia ficción. Cuando dos civilizaciones con diferentes niv el es de desarrollo tecnológico y militar, con r el igiones diferentes, con diferentes creencias y visiones sobre el mundo se confrontan, un choque de civilizaciones es inevitable. Asimismo es inevitable una guerra de exterminación o de sobrevivencia. De eso trata La Conquista de México narrada por Álvaro de Sevilla.

¿Era de verdad abrumadora la superioridad de los españoles que les permitió dominar una región habitada por millones de seres aparentemente inferiores, incapaces y tecnológicamente retrasados para resistir a 500 europeos blancos, astutos y superiores tanto int el ectual como tecnológicamente? He aquí una de las falsas verdades que se propagaron por dos razones aparentemente contradictorias, la primera, porque en el siglo XIX se asumía que los europeos eran genéticamente superiores e invencibles (ésta era la época máxima d el imperialismo europeo). Y la segunda, se creó en México y se reforzó después de la Revolución. El caso es que crearon una mentalidad de víctima. ¿Quién es el culpable?, ¿los mexicanos o la Conquista ? Hay que decir que aparecieron muchas teorías racistas, especialmente, en el siglo XIX: “Pobres ‘indios’ cómo podrían contra esos europeos”. Me temo que es el punto de vista d el autor: “los europeos eran tan avanzados que parecían extraterrestres”. Pensamos que la realidad es mucho más sutil. Como ya se ha dicho: “ La Conquista la hicieron los indígenas y la Independencia los españoles”. Cortés y sus camaradas no tenían, necesariamente, toda la iniciativa, simplemente supieron sobrevivir la avalancha que desataron. Tenochtitlán cayó gracias a los miles de indígenas que se unieron en una especie de guerra de independencia en contra d el imperio opresor y detestado de los aztecas. Y así lo veían el los. Pensamos que la ventaja psicológica y tecnológica de los españoles ha sido tremendamente exagerada. ¿Pensaban de verdad que eran dioses? Después de haber convivido con el los, de haberlos visto comportarse como cualquier ser humano, les quedó muy claro de que no eran precisamente dioses, ni mucho menos, extraterrestres.

Según Norman Spinrad, Mexica es la verdadera historia de la muerte d el gran imperio de los aztecas y el nacimiento de una gran nación llamada México después de un choque de civilizaciones radicalmente diferentes. Se trató de una guerra de ejércitos, una guerra de r el igiones, de una guerra de liberación y la primera guerra de medios que se ha visto en el mundo. Históricamente es verdad que Hernán Cortés desembarcó en la costa de lo que ahora es México en 1519, con más o menos 500 soldados, una veintena de caballos y en dos años esta fuerza, como todos sabemos, conquistó el enorme imperio de los aztecas así como el igualmente enorme ejército d el emperador Moctezuma. Ficción es el personaje Álvaro de Sevilla, un judío secreto fugitivo de la Inquisición , confidente de Hernán Cortés y amigo de Bernal Díaz. Utilizar a un narrador judío se explica por ser una voz fuera de la cultura española así como de la mexica pero versado en ambas. Se trata de un narrador int el igente, con conocimientos sofisticados de historia y filosofía.

De acuerdo con lo escrito por Cortés en una de sus cartas, “Después de Dios, le debemos la conquista de la Nueva España a Doña Marina”, Norman Spinrad, a través de su narrador, le da todo el crédito por su importante participación en la Conquista. Malinal , cuyo nombre después cambió al de Marina fue, en efecto la lengua de Cortés, su indispensable intérprete y persona de confianza, su consejera, su amante, llegó a ser conocida como la mujer d el capitán. La asociación de Cortés con Marina fue, en efecto, muy estrecha. Según el autor, tuvieron muchos hijos.

¿Cuenta Mexica una historia de triunfo o una tragedia?

Los victoriosos escriben la historia y la conquista de México está escrita como el triunfo de la civilización europea y de la cristiandad sobre la barbarie pagana, de Cortés sobre Moctezuma y de la Nueva España sobre el imperio Azteca. Así fue. Hernán Cortés se convirtió en héroe. Moctezuma perdió un imperio que pudo haber sido salvado por sus fuerzas militares que eran superiores y los dioses en los que creía fueron destrozados. Según el autor, el triunfo de Cortés y La Malinche fue la tragedia de Moctezuma.

La historia tal vez no se repita pero los patrones sí. Hoy por hoy, ¿estamos asistiendo realmente a un choque de civilizaciones?, ¿cómo puede buscarse el diálogo intercultural? Quizá con palabras como las que dijera el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, al recibir, el lunes de manos d el rector, Juan Ramón de Fuente, el galardón Isidro Fab el a, y quien resaltara dos momentos en la r el ación y la historia de su país con México y América Latina, lanzando un “compromiso de lealtad” con ambos al afirmar que en “ el umbral d el Bicentenario de la Independencia de México y de otros países latinoamericanos, el gobierno de España quiere estar con humildad al lado de todos estos países” en los festejos.

¿Cuánta humildad habrán tenido realmente los conquistadores españoles con los aztecas?

Correo el ectrónico: gloaeza@yahoo.com


Kikka Roja

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