- - . KIKKA: 02/24/07

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sábado, 24 de febrero de 2007

Asamblea dominical Resistencia Creativa

Hola amigos, les enviamos la invitación a la Asamblea este domingo 25 de Febrero.

La Resistencia Creativa invita a su asamblea dominical

25 de febrero de 2007
Hemiciclo a Juárez
11:00 a.m.


En esta ocasión habrá una sorpresa, no puedes perder la oportunidad de participar en ella, además vamos a dar inicio a los trabajos preparativos rumbo a la 2a. Asamblea de la Convención Nacional Democrática.

¡Unidos hacia la 2a. Asamblea de la Convención Nacional Democrática!
y no olviden visitar nuestro blog: http://resistenciacreativadf.blogspot.com


Saludos.
Resistencia Creativa


Kikka Roja

Leemos y disfrutamos Proceso...

J. Jesús Esquivel
En su debut como conferencistas internacionales, el expresidente Vicente Fox y su esposa Marta Sahagún respondieron a dos voces las preguntas previamente ensayadas con la periodista Meryl Comer y aprovecharon para presumir los grandes logros que según ellos alcanzaron en su sexenio, entre ellos la derrota de López Obrador. Los problemas empezaron cuando se invitó al público a participar: entre los asistentes había, horror, un par de periodistas...

WASHINGTON.- “Te dije, Meryl, te dije. Te dije que iba a venir la prensa, te dije que iban a estar Proceso y (el diario) Reforma”, reclamó Vicente Fox a la periodista estadunidense Meryl Comer el pasado 12 de febrero, cuando el expresidente de México debutó como conferencista sobre temas internacionales. “Pues es que aquí es Washington”, le respondió Comer, y provocó aplausos y risas del público reunido en la Sala de Conciertos del Centro Kennedy para las Artes para escuchar la ponencia de Fox y Marta Sahagún, titulada Supervisando el panorama geopolítico y organizada por la American Society of Association Executives (ASAE) y el Centro para la Asociación de Liderazgo (CAL), como parte de la Serie de Oradores Distinguidos. Fox tenía motivos para inconformarse: una de las cláusulas de su contrato marca como condición irrevocable que no se invitara a la prensa, según reveló a Proceso Chris Wood, el director de la Serie Oradores Distinguidos y encargado de comercializar la conferencia. Pero ni el expresidente ni los organizadores pudieron evitar que corresponsales de medios mexicanos en Washington compraran su boleto para entrar al Centro Kennedy y formaran parte del público. Así fue como los reporteros pudieron tomar nota de las declaraciones de Fox y de su esposa en la conferencia, que tuvo el formato de una entrevista conducida por Comer, y al final de la cual se invitó a los asistentes a hacerles preguntas a los conferenciantes.

Fox habló con mucha soltura. Primero se proyectó en una pantalla gigante un video de siete minutos cuya primera escena fue el beso que el exmandatario le dio a su esposa en el Vaticano, durante la vista de Estado que hizo al Papa Juan Pablo II. La siguieron otros aspectos del sexenio foxista: discursos ante el Congreso mexicano, giras y entrega de obras públicas. Se intercalaban imágenes correspondientes a la campaña presidencial del año 2000, cuando el candidato panista prometió: “Cambiaré a México”. Cuando la entrevistadora le pidió a Marta Sahagún que dijera cómo sería recordado el sexenio de su marido en la historia nacional, ella respondió: “Es (sic) un gran presidente, es un gran hombre; un hombre honesto”.

Hablando de democracia

Vicente Fox de traje azul marino, camisa blanca y corbata azul a rayas; y Marta Sahagún con traje sastre negro, se sentaron en amplios sillones frente al escenario de la sala de conciertos del Centro Kennedy, y Meryl Comer comenzó a preguntar. Por las respuestas que daba Fox, más que Sahagún, daba la impresión de que el expresidente no entendía o que utilizaba su turno para decir lo que quería, como los logros de su sexenio. “¿Cómo afectó su relación personal con el presidente Bush el hecho de que México tuviera diferencias con Estados Unidos en el Consejo de Seguridad (de la ONU) por oponerse a la invasión a Irak?”, interrogó Comer a Fox. “En nada”, contestó el exmandatario, y se siguió de frente: eso demostraba el tipo de relación que tenía con George W. Bush desde que éste era gobernador de Texas. También subrayó que él no está de acuerdo con la política del presidente de Estados Unidos en Irak. Y luego de una pausa soltó: “Tengo una pequeña anécdota qué contar. Tenía mi propio problema con el alcalde de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador. Dieciocho meses antes de las elecciones (presidenciales de 2006) él violó la ley, decidió construir un camino en una propiedad privada para poder llegar a un hospital que se construía en la parte de atrás (sic). Pero no tuvo el cuidado de respetar la ley ni de seguir los procedimientos adecuados para construir ese camino; violó la ley. “Hubo un juicio político (de desafuero) sobre su posición y se cumplió la orden que emitió un juez en este sentido. Yo tenía un dilema: por un lado la violación de la ley y respetar la orden del juez, u honrar el reclamo de López Obrador, quien quería mantener sus derechos en el proceso electoral y su candidatura presidencial; lo que respetamos.

“Fue una decisión difícil, y perdí: el tuvo hasta 80% del respaldo de la gente para que se respetara su derecho a participar como candidato a la Presidencia, aun con el hecho de que él violó la ley. Retiramos el juicio político y pagué los costos, y pagué el costo por haberlo hecho. Pero 18 meses después yo obtuve mi victoria”, subrayó Fox con una amplia sonrisa y frotándose las manos, lo que causó risas del auditorio. “El día de la elección ganó el candidato de mi partido. Algunas veces tienes que tomar decisiones difíciles, políticamente hablando, siempre vas a tener problemas; pero tienes que optar por la mejor y la más acertada solución”, remató Fox. Parecía seguro de que no había reporteros entre los asistentes, ese fue el acuerdo con los organizadores. Sin embargo, cuando Comer agotó las preguntas que había escrito y ensayado con los dos “oradores distinguidos”, invitó al público a participar y comenzaron los problemas. “¿No cree que su imagen ante los mexicanos se deteriora por el hecho de que usted con frecuencia confunde el nombre y nacionalidad de escritores latinoamericanos y les asigna premios que no han ganado? ¿Y por qué le mintió a los mexicanos al asegurar que estaba a punto de lograr un acuerdo migratorio con Estados Unidos, cuando no era cierto y, al contrario, el presidente Bush apoyaba sólo medidas radicales contra los inmigrantes, que concluyeron en la ley que autorizó la construcción de un muro en la frontera?”, cuestionó a Fox, identificándose, el corresponsal de Proceso.

La molestia del expresidente y de su esposa fue tan evidente que Comer quiso intervenir, pero en ese momento Fox se dirigió al público: “(Proceso) es una revista muy fuerte de oposición en México”. A su izquierda, Sahagún decía que sí con la cabeza. “Es una revista agresiva de una manera muy personal contra Marta y contra mi persona –prosiguió el expresidente–. Leemos y disfrutamos Proceso. Y cometí ese tipo de cosas (confundir los nombres de los escritores) para llamar su atención”, dijo. Luego afirmó que, en efecto, estuvo a punto de concretar un acuerdo migratorio con el gobierno de Bush. En seguida Meryl Comer quiso pasar a otra intervención del público, pero Fox la interrumpió: “Marta también quiere contestar a la pregunta”. Y entonces Marta Sahagún, ignorando el primer tema planteado por el reportero, aventuró que algún día en Estados Unidos habrá un reconocimiento a la contribución de los migrantes mexicanos. Después de unas cuantas intervenciones de los asistentes, el corresponsal del diario Reforma le preguntó a Fox si no conocía la “regla de oro” no escrita, de que en México los expresidentes se quedan callados cuando dejan el poder. “¿Quién te dijo que había una regla?”, replicó Fox, y acotó que ese tipo de normas eran el legado de un México no democrático. Las declaraciones de Fox en Washington fueron recogidas por la agencia oficial Notimex y transmitidas a sus clientes, en su mayoría medios impresos del país. Sin embargo, el despacho –reproducido tal cual por diarios como Milenio– omitió las palabras de Fox sobre López Obrador, aparentemente por instrucciones superiores. La omisión de Notimex fue cuestionada en el Senado el jueves 15: el Partido Verde Ecologista de México le reprochó a la agencia su “sesgado” manejo de información y propuso exhortar a sus directivos a que “en lo sucesivo se conduzcan conforme a los principios de veracidad, imparcialidad, objetividad, pluralidad, equidad y responsabilidad”.

Una plaza difícil

En su debut como oradores, la pareja expresidencial no logró atraer a la clase política e intelectual de Washington, como sí lo hicieron otros ponentes de la misma Serie: Al Gore y su esposa Tipper, por ejemplo. La mayoría de quienes escucharon a Fox y a Sahagún eran estudiantes y miembros de institutos políticos de derecha relacionados con el Partido Republicano. Pero sí asistió una “personalidad” y la conductora lo presentó: Carlos de Icaza –en ese momento aún embajador de México en Estados Unidos– y su esposa Luisa, a quienes por cierto Comer presentó como “el embajador Isunza y su esposa, la señora de Isunza”. El encargado del ciclo de conferencias, Chris Wood, informó a Proceso: “Asistieron unas mil 400 personas solamente... Tuvimos que reducir mucho el precio de los boletos”. La ASAE comenzó a promover al expresidente de México y a su esposa desde el 14 de septiembre de 2006, pensando que conseguirían un éxito de taquilla. Los boletos más caros costaban 565 dólares y los más baratos 175, pero ante la raquítica demanda, a un mes de la conferencia los organizadores pusieron en “oferta” las entradas al Centro Kennedy: las más caras bajaron a 175 dólares y las más baratas a 85. Más aún: dos días antes del debut de la pareja, la ASAE y el CAL remataron los boletos y el más caro se vendió a 55 dólares. Ni así se llenó la sala de conciertos.

“Hay un rumor de que le pagaron 100 mil dólares al expresidente de México y 25 mil dólares a su esposa, además de costearles el viaje a Estados Unidos en avión privado, hospedarlos en hoteles de lujo y transportarlos en limusina”, planteó el corresponsal de Proceso a una funcionaria de la oficina de mercadotecnia de la agencia The Harry Walker, con sede en Nueva York, que contrató a Fox y a su esposa. La funcionaria de agencia, que incluye en su lista de representados a Bill Clinton, Al Gore, Bono y Rudy Giuliani, entre otros, solicita que no se difunda su nombre y responde tajante: “Es una mentira, es una cantidad exagerada. No puedo revelar la cantidad porque es un acuerdo de la cláusula de confidencialidad, pero sí te puedo decir que lo que perciben él y su esposa está muy lejos de los 100 mil dólares.” E informa: “Fox y su esposa llegaron de México a Washington en el vuelo directo de la aerolínea United, y se fueron a Florida en el vuelo de USairways; y se hospedaron en una suite del hotel Mandarin”. A diferencia de Fox y Sahagún, otras figuras del mundo político que hablan en los prestigiados foros de la capital estadunidense y de otras ciudades ganan cientos de miles de dólares por un solo discurso. De acuerdo con sus declaraciones fiscales, el expresidente Clinton cobra entre 100 mil y 325 mil dólares por ponencia. La misma tarifa aplican el exvicepresidente Gore, Guiliani, George H. W. Bush, padre del actual presidente de Estados Unidos, y el cantante Bono, del grupo de rock U2. Entre las figuras políticas estadunidenses que cobran más barato –un mínimo de 20 mil dólares y 30 mil dólares como máximo– están Geraldine Ferraro, quien perdiera la elección para la vicepresidencia, y Dan Quayle, el exvicepresidente que no supo deletrear la palabra potato (papa, en castellano).

Proceso No. 01581, 18 febrero 2007, pág 12.


Kikka Roja

Gente de Minera México en Fundación Vamos México

Fox-Pasta de Conchos, negligencia criminal

jenaro villamil México, D.F., 20 de febrero (apro).-

“Yo pensaba que Vicente Fox era un delincuente electoral, ahora me doy cuenta que es un vulgar delincuente”, confió a Proceso, Javier González Garza, coordinador del PRD en la Cámara de Diputados. Unos minutos antes, los representantes del Frente Amplio Democrático habían anunciado en el Senado que presentarán una denuncia de hechos ante la Procuraduría General de la República por la confesión abierta del exmandatario en la que asume su abierta participación en el proceso electoral del 2006 para “desquitarse” de Andrés Manuel López Obrador. Dos días antes, el gobernador priista de Coahuila, Humberto Moreira, declaró con todas sus letras que el expresidente lo presionó para responsabilizar a “inocentes” de los terribles sucesos ocurridos hace un año exactamente en la mina Pasta de Conchos. Por lo menos, la negligencia criminal de las autoridades de la Secretaría del Trabajo y de la propia empresa, perteneciente al Grupo Minero México, de Germán Larrea, provocó la muerte de 65 trabajadores. Ahora, las declaraciones de Moreira, más las dos denuncias que tanto el PRI como el PRD plantean aprobar en el Congreso para que la PGR investigue al expresidente Vicente Fox perfilan un auténtico escándalo político transexenal.

Las cosas no están fáciles para el exmandatario, pero mucho menos para su sucesor Felipe Calderón y menos para Eduardo Medina Mora, actual procurador general de la República, que también formó parte del gabinete anterior como titular de la Secretaría de Seguridad Pública. En el caso de Pasta de Conchos no ha sido sólo el gobernador Moreira el que ha encabezado las denuncias. El obispo Raúl Vera ha demostrado una valentía inusual entre los jerarcas actuales de la Iglesia católica denunciando la actuación de la empresa minera, y las omisiones y complicidades de las autoridades federales. Algunos legisladores del PAN han tratado de responder al nuevo escándalo acusando a Moreira de querer “medrar” con la tragedia de los familiares y reorientar la atención hacia Napoleón Gómez Urrutia, el desacreditado líder sindical de los mineros que, si bien tiene fama de corrupto, por lo menos no ha podido ser responsabilizado directamente de los sucesos en Pasta de Conchos.

El exsecretario de Gobernación, Santiago Creel, actual coordinador de los senadores de Acción Nacional, advirtió que si Moreira no aprueba sus dichos puede ser sujeto a juicio político. Su excontrincante en la gubernatura de Coahuila y actual presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Jorge Zermeño, también acusó de mentiroso a Moreira y le reprochó que no hubiera denunciado antes. Sin embargo, la airada reacción de los panistas y el sospechoso silencio de la PGR no podrán evitar que los dichos y los hechos de Vicente Fox se transformen en el peor pasivo político para la actual administración de Felipe Calderón. El caso de Pasta de Conchos se trata de la peor tragedia ocurrida en los últimos 25 años en México en el ámbito laboral y amenaza con convertirse en un boomerang político-judicial. La propia Procuraduría estatal ha definido el caso como “homicidio culposo” y señaló 4 líneas de investigación que tienden a responsabilizar tanto al Grupo México como las autoridades de la Secretaría del Trabajo:
--La falta de ventilación en la mina que permitió la acumulación de gas que se desprende en la explotación del carbón.
--La falta de polvo inerte. Contra la norma internacional, sólo 47 por ciento de los tramos de avance de la mina estaba polveado.
--La ausencia de metanómetros, aparatos que permiten detectar la concentración de gas metano en el aire.
--Las omisiones, negligencias, falta de atención y responsabilidad de la
Secretaría del Trabajo que no cumplió con su deber jurídico de realizar inspecciones y tomar las medidas necesarias.
A estos hechos que conforman el delito de homicidio culposo, se le suma el cada vez más acreditado conflicto de intereses que involucra a los propietarios de Minera México con el gobierno de Vicente Fox. Una amplia investigación realizada por el Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal), organismo vinculado a la Compañía de Jesús, acreditó que los sucesos en la mina de Coahuila fueron la culminación de un sexenio donde se sumaron violaciones a los derechos humanos laborales contra diferentes grupos mineros, tanto en Pasta de Conchos como en Lázaro Cárdenas, Michoacán, y la mina sonorense de La Caridad, en Nacozari. Por si fuera poco, el Cereal acreditó que directivos del Grupo México, de Germán Larrea, fueron, al mismo tiempo, comisarios de la Fundación Vamos México, presidida por la otra mitad de la expareja presidencial foxista, Marta Sahagún. No sólo eso. Larrea también tiene un asiento en el Consejo de Administración de Televisa, empresa que le dio una cobertura más que favorable a los intereses de la empresa durante la tragedia de hace un año. ¿Qué responderá Fox a estas acusaciones? ¿Tendremos que esperar a que el expresidente, en su próxima participación como speaker en Washington nos diga con todo cinismo que él sí se “desquitó” también de los mineros muertos?

Email: jenarovi@yahoo.com.mx
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Kikka Roja

Fox : No me voy, no me voy, no me voy...

Daniel Lizárraga

Vicente Fox les paga a los colaboradores de sus nuevos proyectos mediante la nómina de la Presidencia y sigue haciéndose presente en la política nacional, ante el silencio de Felipe Calderón y su gabinete. La locuacidad de Fox contrasta con el silencio que mantuvo acerca de sus bienes no declarados y la asignación irregular de contratos durante su sexenio... Rota su promesa de guardar silencio, de nuevo está desatado, ávido de los reflectores perdidos.

“No voy a emitir juicios sobre el gobierno anterior, del cual además, orgullosamente, formé parte”, sentenció el presidente Felipe Calderón el 26 de enero pasado en Davos, Suiza, durante su primera vista oficial a Europa. Días después, Vicente Fox, el exgobernante al que así había protegido, se adjudicó en público la victoria del PAN en 2006 y confirmó que su intervencionismo en el proceso electoral obedeció a un desquite contra su acérrimo enemigo político, Andrés Manuel López Obrador. En su presentación como conferencista internacional, realizada en el Centro de las Artes John F. Kennedy, de Washington, Fox no reconoció el trabajo proselitista de Calderón. “Pagué el costo político (del desafuero contra López Obrador), pero 18 meses más tarde yo tuve la victoria. El día de la elección, el candidato de mi partido ganó”, dijo Fox en su conferencia del 12 de febrero, frotándose las manos y con una sonrisa socarrona.

Sin embargo, la postura del exmandatario no provocó críticas en el actual gabinete. En la residencia oficial de Los Pinos hubo silencio. Tampoco respetó Fox su “decisión” de guardar silencio durante todo este año, como lo había ofrecido cuatro días después de que dejó el poder. Cuando asistieron a la misa dominical en la parroquia la Purísima Concepción, en San Cristóbal, dijo: “Marta y yo regresamos aquí a casa y ahora vamos a llevar una vida privada, ya no vamos a tener información, ni conferencias de prensa para ustedes”. Y en un intento de Marta de agregar un comentario, Fox la calló: “Chitón, chitón, ya”. El 27 de noviembre, cuatro días antes de abandonar Los Pinos, Vicente Fox inauguró su propia escultura en bronce, en la llamada Calzada de los Presidentes. Eran las últimas horas de su gobierno marcado por el despilfarro, la desaparición de recursos públicos en una de las cuentas personales de Fox, el ocultamiento de propiedades y de violaciones al marco legal, aun cuando algunas de las pruebas documentales de estas irregularidades provienen del propio gobierno federal y se han conocido mediante la Ley Federal de Transparencia. Sin embargo, la administración calderonista no ha iniciado –por lo menos públicamente– las investigaciones correspondientes.

Vicente Fox dejó Los Pinos sin explicar cómo fue que el gobierno de Ernesto Zedillo le depositó en una de sus cuentas personales 24 millones 150 mil pesos. El dinero provenía del erario y formaba parte de la bolsa destinada al equipo de transición que trabajó de julio a noviembre de 2000. Fueron seis los depósitos realizados al fideicomiso privado F/084, abierto en Inbursa por Vicente Fox. Proceso obtuvo copias de los recibos 032, 033, 034, 035, 046 y 051 en poder de la Secretaría de Hacienda. El dinero salió de la dependencia en calidad de “donativo”, por lo que Fox no tuvo la obligación de comprobar el uso de esos recursos públicos. Por otra parte, Hacienda manejó 45 millones 264 mil pesos para pagar los sueldos de las 315 personas del equipo de transición. En total, el gobierno de Zedillo entregó 69 millones 264 mil pesos al equipo de su sucesor, y una parte de esa cantidad se desvió a la cuenta privada de Vicente Fox. El 24 de noviembre de 2000, Carlos Rojas –entonces coordinador financiero del equipo de transición– anunció que el dinero aportado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) sería la base para constituir el Fondo Nacional de Becas. Ni un solo peso del erario llegó a ese destino, de acuerdo con documentos oficiales a los que este semanario tuvo acceso después de una investigación que inició en enero de 2005 y concluyó en noviembre de 2006. Al responder a un paquete de solicitudes de información, la SHCP, la Secretaría de Educación Pública y la Presidencia reconocieron finalmente que nunca hubo transferencias del fideicomiso privado F/084 hacia las cuentas del Fondo Nacional de Becas.

Lino Korrodi, uno de los creadores de la asociación Amigos de Fox, aceptó por vez primera, en entrevista con Proceso (número 1562), que él personalmente consiguió donativos para el período de transición por 60 millones de pesos, que también fueron depositados en el fideicomiso mencionado. “Lo que sí puedo confirmar es que de ahí salieron sueldos y gastos, aunque algunas personas abusaron metiendo en nómina a gente balín. Sinceramente, hubo mucho dinero gastado en superficialidades. Nunca se controló adecuadamente”, reveló el empresario. Pese a la intervención del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI), el gobierno de Fox se negó a rendir cuentas sobre el uso que le dio al dinero del fideicomiso. La Secretaría de la Función Pública (SFP) tiene el oficio IFAI/JPGA/022/025, fechado el 9 de junio de 2005, mediante el cual el comisionado Juan Pablo Guerrero pidió que se dieran a conocer esos documentos. Desde entonces (hace ya un año con ocho meses) la dependencia no ha respondido. La Presidencia, con Fox, nunca aclaró esto a pesar de que se le solicitó una entrevista al exvocero Rubén Aguilar. Lo que sí hubo, en contraparte, fue un acto de censura por parte de directivos de El Universal para que no se publicara la primera parte de esta investigación en su ya extinta publicación La Revista.

Sello foxista

A lo largo de su sexenio, Fox aceptó más de 3 mil 560 regalos, muchos de los cuales debieron enviarse al Nacional Monte de Piedad o donarse a una organización de asistencia social, toda vez que su valor supera el límite de 485 pesos estipulado en la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos. No obstante, Fox y Marta Sahagún se fueron a vivir a uno de sus ranchos, La Estancia, sin regresar ni uno solo de esos obsequios, de acuerdo con una investigación de este semanario (Proceso 1574). Durante la segunda semana de diciembre, el nuevo secretario de la Función Pública, Germán Martínez, firmó un acuerdo mediante el cual exigió a los integrantes del gobierno no aceptar regalos cuyo costo supere los 485 pesos. Sin embargo, nada dijo de lo sucedido en el sexenio foxista, aun cuando las pruebas documentales sobre las violaciones a la Ley Federal de Responsabilidades están dentro de los archivos de la propia dependencia. Así mismo, en julio de 2005 salió a la venta el libro El gobierno del cambio bajo sospecha de corrupción escrito por Anabel Hernández y Arelí Quintero. En uno de sus capítulos, las periodistas documentaron cómo Fox fue transformando unos áridos terrenos en la comunidad guanajuatense de La Gorda Atorada –en Nuevo Jesús del Monte, municipio de San Francisco del Rincón– en el imponente rancho La Estancia.

Más de 300 hectáreas de esa propiedad –área equivalente a la mitad del Bosque de Chapultepec– están dedicadas a la siembra de agave azul. Además, tiene una lujosa casa con lago artificial y acabados en mármol, así como aproximadamente 100 hectáreas de sembradíos de papa, cebolla y ajo, amplios espacios para venados, llamas, avestruces, borregos y caballos pura sangre. Cuando apareció este libro, el vocero presidencial, Rubén Aguilar, aseguró que todos los bienes de Vicente Fox aparecían en su declaración patrimonial (Proceso 1500). Luego el propio Fox insistió en su inocencia durante una entrevista de televisión: “Ahí en el Rancho San Cristóbal nací, y ahí voy a seguir viviendo. No hay nada nuevo”, dijo. Sin embargo, poco antes de que concluyera el sexenio, Fox y Sahagún organizaron comidas y fiestas de despedida en La Estancia. En la prensa nacional y en la guanajuatense aparecieron fotografías de la finca. De acuerdo con la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos –en su artículo 47, fracción XVIII–, “todo servidor público, incluido el presidente, debe presentar con oportunidad y veracidad las declaraciones de su situación patrimonial” o será sancionado.

El sábado 18 de noviembre visitaron a Fox en La Estancia el cardenal Norberto Rivera, el empresario Olegario Vázquez Raña y el director del diario El Universal, Juan Francisco Ealy. Ese día ellos fueron los únicos invitados a la comida con Fox, de acuerdo con información obtenida por la corresponsal de Proceso en Guanajuato, Verónica Espinosa. La siguiente semana, el sábado 25 de noviembre, acudieron allí varios miembros del gabinete foxista, empresarios, amigos cercanos y familiares. “Tanto calor agarró la velada, que los helicópteros del Estado Mayor Presidencial parecían taxis sobrevolando la comunidad, llevando y trayendo a los numerosos invitados”, describió la reportera. Un día después, los diputados federales y senadores del PAN acudieron a una comilona convocada por Fox y Marta Sahagún en la misma finca. Ese día el rancho quedó evidenciado en todos los medios de comunicación, ya que en pleno festejo el mandatario se desmayó. “Algunos de los invitados a la comilona de birria y tequila revelaron que en realidad el desmayo se debió a la resaca y a la desvelada de la prolongada reunión de la tarde anterior con su gabinete”, reportó Espinosa.

El propio Felipe Calderón, ya como presidente electo, acudió a La Estancia con su esposa Margarita Zavala y sus tres hijos. El domingo 8 de octubre, la familia llegó al territorio de los Fox en un helicóptero del EMP. Al igual que Vicente Fox, Calderón se vistió de pantalón de mezclilla y sombrero. La agencia oficial Notimex difundió fotografías del encuentro. Poco después del medio día, la gente de San Francisco del Rincón se sorprendió al ver en la carretera León-Cuerámaro una camioneta Hummer con placas de circulación LYF-68-71 del Estado de México; el conductor era Vicente Fox, y en el lugar del copiloto iba Felipe Calderón, quien cargaba sobre las piernas a uno de sus hijos. En la parte trasera viajaban Marta Sahagún, Margarita Zavala y dos de sus hijos. Como escolta iba otra Hummer con al menos cinco elementos del EMP, según la crónica del corresponsal de La Jornada, Martín Diego Rodríguez. En ninguna de las declaraciones patrimoniales de Vicente Fox como presidente aparece la compra de una camioneta Hummer, cuyo precio en el mercado va de 43 mil a 78 mil 504 dólares. A dos meses de haber asumido su cargo, el secretario de la Función Pública, Germán Martínez, no se ha ocupado de cómo Fox remodeló en secreto esa finca durante su mandato y adquirió al menos una Hummer.

Financiamiento presidencial

Ahora instalados en La Estancia, Vicente Fox y su esposa transformaron la casa materna en el “Centro Operativo del Rancho San Cristóbal”, que tiene los departamentos de Gerencia Operativa, Comunicación y Academia, Administración, Sistemas y Asesorías. En estas oficinas trabajan al menos siete personas cuyos sueldos van de los 47 mil 973 a los 17 mil pesos y están en la nómina actual de la Presidencia. Al frente del equipo estuvo inicialmente la expresidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Sari Bermúdez, quien se encargó de ordenar el archivo de Fox. En una entrevista con la revista electrónica Reporte Índigo, la exfuncionaria reconoció que ese material oficial será enviado al “Centro de Estudios para la Democracia” que pretende construir Fox en San Francisco del Rincón. En la entrevista concedida a la reportera Anabel Hernández, Bermúdez reconoció haber recibido un salario de 119 mil 680 pesos durante diciembre y enero pasados para colaborar con Fox. “Para mí fue un honor”, añadió. Entre el personal que trabaja en el “Centro Operativo” apareció también el subdirector de área Alejandro Olalde Pérez, quien al menos hasta marzo de 2006 fungió como representante de la fundación Vamos México, de acuerdo con información del Gobierno de Guanajuato. Otros colaboradores identificados del expresidente son: Jorge Cabrera Bohórquez –exempleado del Conaculta–, Gregorio T. López Maciel –especialista en comercialización–, María Magdalena Aguirre Navarro, Tania Castillo Bernal y Mónica Adriana Guzmán Flores. La Presidencia asegura que la incorporación de Sari Bermúdez a su nómina fue decidida directamente por Vicente Fox, en apego a un reglamento interno que opera desde 1988. El 3 de diciembre pasado, Felipe Calderón firmó un decreto de austeridad para reducir el 10% de su propio sueldo y el de sus colaboradores. Pero esta medida no incluye el sueldo de los expresidentes y no altera sus privilegiadas prestaciones.

Auditoría oculta

En la auditoría 2015, realizada por auditores de la desaparecida Secretaría de Contraloría y Desarrollo Administrativo (Secodam), ahora Secretaría de la Función Pública (SFP), se descubrió que durante el gobierno de Fox se realizaron gastos excesivos, daño patrimonial, fraude e irregularidades administrativas en la asignación y distribución de contratos para la remodelación de Los Pinos por un monto de 66.5 millones de pesos. Bajo el mando del panista chihuahuense Francisco Barrio, la Secodam acusó a la Oficina Ejecutiva de Presidencia de la República de haber desembolsado esos 66 millones de pesos en obras sin licitación y subcontratadas, de acuerdo con una investigación de la revista Contralínea (también difundida en Proceso 1547). Días antes de que asumiera la Presidencia, Fox ordenó asignar directamente cuatro contratos y dos convenios modificatorios a las empresas Humberto Artigas y Asociados y MYO, S.A. de S.V, con el argumento de que se trataba de un asunto de seguridad nacional. Pero esa justificación resultó insuficiente cuando los auditores de Barrio descubrieron que las compañías presentaban problemas para documentar la compra de equipo y enseres domésticos. Este semanario hizo una solicitud de acceso a la información pública no sólo para conocer por completo la auditoría mencionada, sino también para saber si de ella derivaron juicios administrativos y penales. El pasado 3 de febrero, la SFP que encabeza Martínez Cázares notificó que el asunto aún está en manos de la Dirección General de Responsabilidades, no obstante que data de 2001.

Un ejemplo de las irregularidades: “El contratista Humberto Artigas y Asociados subcontrató las cuatro obras que le adjudicó la Presidencia con las empresas: Técnicas Avanzadas de Promoción Inmobiliaria; Contrataciones y Destajos Especiales; BM Arquitectos y GBI, de quienes proporcionó facturas por 23 millones 833 mil pesos, aspecto que contraviene el artículo 47 de la Ley de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las mismas, que en el penúltimo párrafo establece que no se podrán ceder total o parcialmente los derechos y obligaciones de los contratos. “Las adquisiciones se efectuaron en forma directa con poca justificación; se otorgó financiamiento al proveedor mediante un anticipo que no cumplía con los requisitos; se aceptó facturación global que, al omitir una descripción específica, representó una limitante para efectuar un sondeo en el mercado y en su caso determinar un sobreprecio”, dice una copia de la auditoría firmada por el subsecretario Roberto Muñoz Leos. Las obras eran para la remodelación de las cabañas 1 y 2 de Los Pinos –donde ahora vive Calderón con su familia– así como para la residencia Miguel Alemán, los exteriores de Los Pinos y una casa anexa a la residencia oficial. La escultura de Fox puede verse en la Calzada de los Presidentes junto a la de Ernesto Zedillo. Así quedó registrada la gestión del gobernante que, según el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, puso en riesgo las elecciones con su intervención constante a favor de Felipe Calderón.
Proceso No. 01581, 18 febrero 2007, pág 6.


Kikka Roja

Fox : El más tonto en la historia

  • Exhorta a veracruzanos a no claudicar en la lucha por el cambio del país
  • Fox es el presidente más tonto en la historia de México: López Obrado
  • Sus amigos quieren que se calle, porque ya empezó a soltar la sopa sobre el fraude electoral, dice

De la redacción
Andrés Manuel López Obrador Foto: Carlos Ramos Mamahua

Veracruz, Ver., 23 de febrero. Andrés Manuel López Obrador consideró que Vicente Fox no sólo tuvo un "mediocre" desempeño en sus seis años de gobierno, sino que es el presidente "más tonto" que ha tenido México en toda su historia, a tal grado que sus amigos quieren ya que se calle, "porque está soltando la sopa sobre el fraude electoral, y está cantando y hablando sin sentido, como una chachalaca".

Durante una entrevista con la radiodifusora Sistema Informativo Notisur, López Obrador dijo que desde Guadalupe Victoria, que fue el primer presidente mexicano, nunca el país tuvo un Ejecutivo más tonto que Fox.

Las riendas de las instituciones y el manejo del presupuesto del Estado, "estuvo en manos de un tonto, por eso nos hizo tanto daño". Agregó que los Amigos de Fox quieren que se calle, "porque ya empezó a soltar la sopa sobre el fraude electoral" y actuar como chachalaca. Durante un recorrido por varios municipios de la entidad, dijo a los veracruzanos que no esperen mucho del gobierno espurio de Felipe Calderón y los exhortó a organizarse para lograr la transformación que México necesita. "Hace falta una renovación tajante de la vida política", dijo, e insistió en que no puede aceptarse más "la monstruosa desigualdad" existente en el país y el abandono en que se encuentra el campo, lo que obliga a miles de jóvenes a emigrar a la frontera norte en busca de empleo. Por la mañana, en Pajapan, el ''presidente legítimo'' pidió a niños, jóvenes y ancianos que acudieron a escucharlo no claudicar en la lucha por el cambio, ya que tendrá que triunfar el movimiento que impulsan millones de mexicanos.

"No vamos a dar ni un paso atrás", prometió, e invitó luego a los vecinos de Pajapan a participar como representantes del ''gobierno legítimo'' de México y a asistir a la segunda asamblea de la convención nacional democrática, que se llevará a cabo del 21 al 25 de marzo en el Distrito Federal. Acompañado por los senadores Dante Delgado y Arturo Herviz -de Convergencia y del PRD, respectivamente- López Obrador estuvo también en Mecayapan, Cosoleacaque y Coatzacoalcos, y en todas las concentraciones recalcó la importancia de esa segunda asamblea de la CND, en la que habrá definiciones. Recordó que desde el pasado 4 de enero inició un recorrido por los 2 mil 500 municipios del país. "Ya llevo 160 visitados y para el próximo año recorreré otros mil municipios". El tabasqueño se comprometió a recorrer otras nueve veces el estado de Veracruz, para "mantener una comunicación directa con el noble pueblo de esta entidad", en la que la coalición Por el Bien de Todos, que lo postuló a la Presidencia de la República, triunfó el pasado 2 de julio en la mayoría de los municipios. López Obrador continuará su recorrido por Uxpanapan, Hidalgotitlán, Jesús Carranza, San Juan Evangelista y Sayula de Alemán.


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