- - . KIKKA: 07/26/07

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jueves, 26 de julio de 2007

No es de extrañar que los bloggers estén ganando

Robert Fisk

NOTA DESDE REDES CIUDADANAS JALISCO
http://redesciudadanasjalisco.blogspot.com/
SOVIET25

Desprecio a la Internet. Es irresponsable, y a menudo, es una red de odio. No tengo tiempo para los blogopops. Pero existe la historia de dos cobardes periódicos que explica por qué cada vez más gente prefiere Google que dar vuelta a las páginas. Primero está el diario Los Angeles Times. El año pasado se le asignó al periodista Mark Arax un reportaje de rutina sobre el genocidio, en 1915, de más de medio millón de armenios a manos de las autoridades turcas otomanas. El reportaje de Arax se enfocaba en las divisiones dentro de la comunidad judía local sobre si se le debe llamar genocidio al genocidio. Es un viejo argumento. Los turcos insisten -pese a todos los hechos, documentos, testimonios presenciales y a la verdad histórica--que los armenios fueron víctimas de una guerra civil. El gobierno israelí y su nuevo presidente, ganador del Premio Nobel de la Paz, Shimon Peres, ansiosos de mantener sus cálidas relaciones con la Turquía moderna, han preferido adoptar la versión mendaz de los hechos promovida por Ankara. Sin embargo, muchos judíos dentro y fuera de Israel insisten valientemente en que lo ocurrido constituye un genocidio; de hecho el genocidio precursor del posterior Holocausto de seis millones de judíos asesinados por los nazis.

El reportaje sobre el genocidio de Arax fue condenado a muerte por órdenes del editor en jefe del diario, Douglas Frantz, con el argumento de que el reportero tenía "una postura sobre el tema" y "un conflicto de intereses". Los lectores ya deben haber adivinado que Arax es armenio-estadunidense. Su pecado, al parecer, fue que en 2005, él y otros cinco periodistas enviaron un memorando formal a los editores del LA Times recordándole a los directivos que según las reglas de estilo del diario, debía hablarse del genocidio armenio tal cual, y llamarle "presunto genocidio". Frantz, sin embargo, afirmó que el viejo memo era tan solo una "petición" y aparentemente acusó a Arax de haber logrado que se le asignara el reportaje sobre el genocidio armenio coludiéndose con el jefe de la oficina del diario en Washington, quien también es armenio. El reportaje se le asignó entonces al reportero en Washington, Rich Simon, quien se concentró en los esfuerzos de Turquía por bloquear en el Congreso estadunidense una resolución que reconoce la matanza de los armenios, y titulado: "La resolución sobre el genocidio es aún incierta". Entonces los ejecutivos del LA Times se volvieron esquivos, rehusando dar entrevistas, pese a que Frantz admitió en un blog (desde luego) que tuvo que dejar "en un compás de espera" el reportaje de Arax porque le preocupaba que el reportero hubiera expresado sus opiniones personales sobre el tema de (sic) manera pública...". Jo, jo.

La verdad puede ser peligrosa para LA Times, todavía más, al parecer, ante el hecho de que el mismo editor -nada menos que Frantz--alguna vez trabajó en The New York Times, medio que se refiere a la matanza de los armenios llamándole "presunto genocidio". Resulta que Frantz se unió al LA Times como su corresponsal en Estambul. Pues bien, Arax ya salió de LA Times después de un acuerdo que postergó una demanda suya contra el periódico por difamación y discriminación. Sus patrones le han hecho una montaña de elogios a su trabajo mientras que Frantz acaba de dejar el diario para convertirse en el corresponsal en Medio Oriente del Wall Street Journal con base -lo adivinaron, desde luego--en Estambul. Vayamos ahora a la frontera norte, con el diario canadiense Toronto Globe and Mail, que asignó a la columnista, Jan wong, investigar un asesinato en una universidad, en septiembre pasado. Wong no es una periodista muy amada. Es de origen chino, pero canadiense de tercera generación y se mudó a China durante la Revolución Cultural de Mao, y según sus propias palabras, "denuncié a enemigos de clase e hice lo posible por ser una pequeña maoista buena". Después escribió la serie Comiendo con, para el Globe, en la que se mostraba comprensiva con sus entrevistados para luego ponerlos en evidencia. "Cuando se relajan, bajan la guardia", le confió a un colega del diario. "Es una trampa, pero legítima". ¡Ay!

Sin embargo, la aproximación que hizo sobre el tiroteo en la universidad Dawson de Montreal, fue más seria. Comparó al asesino con un musulmán mitad argelino que en 1989 mató a 14 mujeres en una universidad de Montreal en un tiroteo, y con un inmigrante ruso que mató a cuatro universitarios, en esa misma ciudad, en 1992. "En estos tres casos", escribió Wong, "el perpetrador no era un laine puro", usando el vocablo que define a un francófono "puro". "En cualquier parte, hablar de pureza racial es repugnante. No es así en Quebec", añadió. Esto, me temo, es dolorosamente cierto. Los parisinos, que hablan francés de verdad, nunca usarían esa expresión -laine- que se traduce literalmente como "lana pura" pero que significa "auténtico"; algunas personas en Montreal sí la usan. Wong, no obstante, tocó una fibra muy sensible e irritable en la Canadá "multicultural". El primer ministro, Stephen Harper, se quejó. El hombre que continúa con entusiasimo lapolítica de enviar a tropas canadienses a su misión suicida en Afganistán tachó a la periodista de "grotescamente irresponsable". El periódico franco canadiense Le Devoir (¿se imaginan que un periódico pueda vender un solo ejemplar llamándose El Deber?) publicó una caricatura de Wong, con ojos exageradamente rasgados. Definitivamente ella no es "lana pura" para Le Devoir. Las cartas de odio que recibió la periodista eran aún más directas; algunas contenían excremento. Pero luego el Globe and Mail corrió a esconderse. El editor en jefe, Edward Greenspon, escribió una cobarde columna en la que aeguró que los párrafos ofensivos "debieron haber sido retirados del reportaje". "Lamentamos haber permitido que estas palabras aparecieran en un artículo reporteado (sic)", sollozó. También dijo que esto se debió a una falla en lo que llamó, de manera irrisoria, "el proceso de control de calidad editorial".

Sucede que yo sé un poquito del "proceso de control de calidad" del Globe. Hace algún tiempo, descubrí que el diario reprodujo un artículo mío publicado por The Independent sobre el genocidio armenio. Pero lo modificaron y donde yo había escrito"genocidio" aparecía la palabra "tragedia". Los medios con que The Independent mantiene intercambio nos prometen no modificar nuestros trabajos. Cuando los compañeros del departamento de sindicaciones contactaron a The Globe, descubrieron que el diario canadiense simplemente se robó el artículo, y por ello, tuvo que pagarnos una compensación. Sobre el hecho de que censuraron la palabra "genocidio", una ejecutiva explicó a The Independent que nada podía hacerse al respecto pues el editor responsable de ello "ya había dejado de trabajar en el Globe and Mail". Siempre la misma historia ¿No es cierto? Censuran y luego chillan, se deslindan y salen corriendo. No es de extrañar que los bloggers estén ganando.

© The Independent

Traducción: Gabriela Fonseca

Kikka Roja

Ana Guevara Oro : Televisa Lodo

Ana Guevara: Televisa me traiciono
Ahora la que se chinga es Televisa, ¿Dónde más puede un deportista obtener lo que necesita para seguir con su carrera? DE LOS PATROCINADORES Ana Guevara fue atacada por salir en los mítines de FECAL, pero nadie dice que si no iba, le quitaban sus patrocinadores, QUIEN TIENE MÁS DIGNIDAD UN SIMPLE DEPORTISTA O EL ASQUEROSO MONOPOLIO TELEVISA. Ya nadie se acuerda lo que BROZO y televisos le hicieron a ZORAYA JIMÉNEZ.

UNA TRAICIÓN PANISTA MÁS, PARA LA DERROTA DE CALDERÓN

* En entrevista con Proceso, la ex campeona del mundo habla acerca de su rompimiento con Televisa: "Fue un noviazgo de engaño y traición", y adelanta: "no volveré"

Beatriz Pereyra /PROCESO

MEXICO, DF, 21 DE OCTUBRE 06 /Sentada en una mesa al fondo del restaurante Centro Argentino que se ubica en la plaza comercial Magno Centro en el corazón de Interlomas, la velocista sonorense Ana Gabriela Guevara recibe a Proceso. La acompaña su representante Ana Laura Bernal. La entrevista dura dos horas. Fluye la conversación entre sorbos a un vaso con refresco bajo en calorías y con las miradas encima de los comensales que se engolosinan más observando a la atleta que con sus platillos. La ropa deportiva se quedó en el armario este miércoles 18. Ana viste una delgada blusa en color palo de rosa que combina con un suéter en tono vino. En la tela de su pantalón blanco se marcan sus musculosas piernas. Unos zapatos abiertos de la firma Louis Vuitton enseñan sus largos pies. No lleva una gota de maquillaje, si acaso un poco de labial. Usa el cabello corto, recogido con una pequeña liga. Una cadena de oro en el cuello, un par de arracadas en forma de flor y un anillo de ositos del mismo diseñador son todos sus accesorios. La deportista está de excelente humor.

Proceso solicita la entrevista con el ex campeona del mundo a mediados de septiembre, cuando apareció en un acto del presidente electo Felipe Calderón.

En diciembre de 2004 terminó el contrato que la velocista mexicana Ana Gabriela Guevara firmó con Televisa. Con la seguridad que le daba una medalla olímpica de bronce ganada en Atenas y su título de campeona mundial de los 400 metros planos —obtenido en el Campeonato Mundial de París 2003—, la atleta negoció con directivos del emporio televisivo, pero en lugar de más dinero se encontró con el desprecio por no haber llegado en primer lugar en los pasados Juegos Olímpicos.
—¿Cómo se dio la ruptura con Televisa?
— Existía el plan de renovar el contrato que firmamos en 2001 y que se extendió hasta 2004, y en el que los números fueron estratosféricos en todos los sentidos: en rating y en lo económico yo era una mercancía rentable. Al final no hubo acuerdo por ninguna de las partes, no llegamos a nada; quisieron presionar diciéndome: "ya no te vamos a sacar, ya no te vamos a seguir". Pero aquí me tienes siendo la misma Ana de siempre y con la misma aceptación de la gente, demostrándoles que no necesito de la televisora para ser quién soy.
—¿Qué tipo de relación tuvo con la empresa?
—De intereses mutuos porque está demostrado que la televisión es el medio con más penetración, más redituable, y el que mayor proyección te da. Yo apostaba a capitalizar esa inversión de cuatro años, y pensé que los próximos cuatro años también iban a ser buenos para mí. Pero nada más querían jalar agua para su milpa y que se seque la siembra y que se muera el ganado.

Vetada

—¿Las presiones fueron en el aspecto económico?
—Dejemos el dinero, pues no hubo acuerdo. Yo esperaba que por mi trabajo, por la convivencia que tuvimos, por llevarlos a Europa, a la Golden League, al Campeonato del Mundo y por el seguimiento diario de Gerardo Liceaga (reportero) obtendría una recompensa; que me dijeran: mira, nos fue tan bien que si tu contrato era por tal cantidad te vamos a doblar esa cifra (…) Estábamos en el entendido (…) de que los deportistas no vivimos de reconocimientos ni de halagos; de que el hecho de yo apareciera todos los días en los medios de comunicación o en su programación tampoco me garantizaba que iba a vivir de eso. "Las presiones llegaron por el lado de que me iban a vetar en los programas de Televisa y así ocurrió: ya no aparezco con la frecuencia de antes, ni tengo la cantidad de minutos por semana o por mes que me destinaban. No me ha perjudicado en lo absoluto, pero ahí se fracturó la relación y a mí tampoco me interesó seguir. Vienen cosas interesantes y ya veremos quién tuvo la razón".
—¿Cómo se siente después del rompimiento?
—En un principio me dejó un poco desilusionada porque te venden una historia que no es cierta, pero te das cuenta que así es esto. Si se lo hicieron a (Abraham) Zabludovsky, que se lo hagan a Ana Guevara pues no es nada del otro mundo.
—¿Esto tiene que ver con el hecho de que usted ya no ha llegado en el primer lugar en sus competencias?
—Todo empezó con ese argumento. Decían: "Como no ganó la (medalla) de oro en Atenas, no tiene derecho a cobrar lo que está cobrando". Su visión oscila entre la ignorancia y la avaricia.
—Es contradictorio, porque al aire dicen otra cosa.
—Siempre que un producto sea rentable va a ser así. (…) Ve cuántos reality shows hay. Como son rentables se quedan, porque les están generando ganancias. Al principio así fue la relación entre Televisa y Ana Guevara.
-¿Considera que usted dejó de ser rentable?
-No. El argumento de que como dejé de ganar ya no soy productiva es insostenible. Uno de mis principales patrocinadores no le invirtió cientos, sino millones de pesos, a la campaña después del campeonato del mundo y durante la campaña hacia los Juegos Olímpicos, más todos los agregados (…) El mejor capital que ellos tuvieron en sus programas fueron los Juegos Olímpicos, porque el paquete Ana Guevara fue el que se vendió más que todos y estamos hablando de que los que más invirtieron fueron mis patrocinadores.
—¿Tuvo acceso a las cifras?
—Ellos no las dan a conocer. Parte de su molestia se debió a que contraté a una agencia que llevara todos esos números. Cuántos spots de mis patrocinadores salían al día, los paquetes, los programas, etcétera. Entonces se sacó la estadística hasta llegar a un gran total de los ingresos de Televisa y TV Azteca. Nada más de los 40 y tantos segundos de carrera y del programa que producían para mí, no de todos los Juegos Olímpicos, se calcularon los ingresos que eso generó (…)

"Televisa se llevó como 45 millones de dólares y TV Azteca alrededor de 11 millones. A mí no me tocó ni el 1%. Les dije: ya probaron que soy un producto rentable: en 2001 nos fue muy bien; en 2002 se realizó la presentación estelar de todo el proyecto; en 2003 logré el campeonato del mundo, y en los Juegos Olímpicos de 2004 paralizamos el país. Todo el mundo estaba entregado a la carrera y nadie se despegaba de la televisión. Tenían el pastel completo, así que yo esperaba que este capital se reflejara en el siguiente ciclo olímpico. Me habían dado un espaldarazo muy fuerte porque sabían de mi lesión y su gravedad. Después me dieron esta puñalada. Pero nunca lo van a entender; hablan del alto rendimiento, del atleta y del respeto a su dignidad, pero no tienen ni la más puta idea de lo que es esto".
—¿Considera que le dieron una puñalada por la espalda?
—Sí, porque se les brindó todo pensando que era un proyecto a largo plazo con un compromiso por ambas partes.
—¿Qué ha pasado desde entonces?
—Vino la consigna de "ya no vamos a ayudar a Ana"; ya no salgo en los noticieros. Antes, salían todas mis notas y entrevistas y no porque yo lo pidiera. Ganaban ellos y ganaba yo, pero los más beneficiados eran ellos.
—¿Lo sientes como una explotación?
—En cierta manera. Mi ganancia consistía en que me podía vender mejor con mis patrocinadores, pero el hecho de que éstos me pagaran por usar sus productos no garantizaba nada. Televisa les cobraba por mencionar sus marcas. Es un hecho que yo también ganaba porque yo me podía vender mejor con mis patrocinadores, pero aunque mis patrocinadores me hayan pagado, el hecho de que yo portara su marca no garantizaba nada porque ellos (Televisa) no sacaban la marca. Mis patrocinadores tenían que pagar aparte para que mencionaran su marca. Entonces mis patrocinadores me pagaban a mí y, aparte, tenían que pagar su espacio en la televisión.
—¿Quién le anunció que ya no seguiría con Televisa?
—Uno le echa la pelotita al otro. Empezamos con Javier Alarcón (director de contenidos de deportes), quien era el enlace directo. Con él ya no se llegó a ningún acuerdo porque no tiene acceso al dinero. En aquel entonces se decía que él era a quien más le interesaba el proyecto. Después fuimos con Manuel Ramírez (director general de Televisa Deportes), quien se convirtió en el primer obstáculo. Posteriormente acudimos con Ricardo Pérez Teuffer (vicepresidente de eventos especiales y deportivos); tampoco hubo nada y ahí se truncaron las cosas. El asunto se vició y ya no quise ir con Emilio Azcárraga para replantear el proyecto, porque definitivamente ya no me interesa una relación que fue un noviazgo de engaño, traición, y que se acabó. Como dijo McArthur, pero al revés, no volveré.
—¿La usaron y después la desecharon?
—No, porque en su momento me benefició. Yo tenía, digamos, mi saquito de 20 canicas que sabía que a la larga se me iba a multiplicar a 60. Sabía que al momento de renegociar mi saquito iba a crecer en todos los aspectos. Les dije que mi lesión no significaba que estuviera en el ocaso de mi carrera; también comenté que en cuanto me recuperara volvería a retomar el nivel que tenía.

‘La medalla de oro callará críticas’: Ana Guevara

La velocista mexicana arremetió contra todos aquellos que la criticaron e incluso señalaron haberse dopado.
Ana ganó la presea dorada en la prueba de los 400 metros en Río.

Por: Agencias
Rio de Janeiro, Brasil

Tranquila, muy relajada, incluso sonriente y de buen talante, así llegó la corredora sonorense Ana Gabriela Guevara a la conferencia de prensa luego de haber ganado la medalla de oro en la prueba de los 400 metros. Al inicio de la conferencia, la ahora tres veces monarca de los Juegos Panamericanos en la prueba de los 400 metros planos, destacó el hecho de que con este resultado acallaría muchas críticas que hubo en torno a su capacidad deportiva, por los malos resultados que tuvo en los meses anteriores. Al preguntársele sobre la confusión que hubo a la salida de la competencia, la medallista de plata de los Juegos Olímpicos Atenas 2004 señaló que "la acústica en el estadio es muy mala, se oye muy bajo el disparo y eso se nota por los pésimos tiempos de reacción que tenemos todas". Añadió que este resultado es fruto del trabajo que ha hecho por mucho tiempo y que le servirá de motivación para cuando participe en su próximo compromiso, que son los Campeonatos Mundiales de Atletismo que se efectuarán el próximo mes en Osaka, Japón.

Respecto de la competencia, dijo que "antes de que empezara sabía que me enfrentaba a corredoras bastante buenas y que muchas de ellas tenían una gran experiencia, por lo que el resultado me deja muy satisfecha". Guevara Espinoza, al comentar su desempeño en la competencia que se efectuó en la pista del estadio Joao Havelange, dijo que tuvo un buen inicio en los primeros 200 metros de la carrera, donde se sintió bastante relajada. La campeona mundial de la distancia en Francia 2003, indicó que una vez que rebasó esa marca "busqué cerrar muy fuerte, ya que no podía esperar a que cualquiera de las otras corredoras que competían a mi lado lo hiciera". Asimismo, la velocista arremetió contra todos aquellos que la criticaron, e incluso señalaron que estaba dopada antes de venir a competir, al resaltar que "son 11 años los que tengo de trayectoria y en este tiempo le he dado muchas satisfacciones y triunfos a México". Dijo que, pese a la andanada de críticas que había en su contra, ella optó por no decir nada para defenderse "pues nuestro trabajo no es algo que se haga de la noche a la mañana, sino que toma tiempo". Guevara, al ahondar sobre el desempeño de los medios de comunicación previo a su viaje a Río de Janeiro para competir en la justa continental mencionó que "hay que ser más cuidadosos con ese tema". Aseguró que "por eso les pongo un pequeño tache, porque al hablar de éso se pone en riesgo la carrera y el prestigio de un atleta y un entrenador y al país se le pone en tela de juicio".

Por otra parte, al hacer un balance de lo que ha sido su trayectoria deportiva, la sonorense recordó que en estos 11 años ha corrido al lado de grandes figuras como la cubana Ana Fidelia Quirot, la bahamesa Tonique Williams, la jamaicana Lorraine Fenton y la australiana Cathy Freeman, entre otras. Por último, la mexicana señaló que, desde su punto de vista, en estos momentos hay una joven generación de corredoras que le han dado frescura a esta prueba y muestra de ello son las medallas logradas por la bahamesa Christine Amertil y la cubana Indira Torrero.

Kikka Roja

David Cabañas : Lucio Cabañas Barrientos

  • Ex miembros del PROCUP externan su preocupación por nuevas desapariciones
  • David Cabañas: Calderón pretende abrir un "nuevo capítulo de la guerra sucia"
BLANCHE PETRICH

Un grupo de ex guerrilleros del ya disuelto Partido Revolucionario Obrero Clandestino-Unión del Pueblo (PROCUP), organizados en la asociación política Izquierda Democrática Popular (IDP), representados por David Cabañas Barrientos e Italo Ricardo Díaz, alertaron sobre lo que consideran "claros indicios" de que el gobierno de Felipe Calderón pretende "abrir un nuevo capítulo de la guerra sucia" que golpeó al país en los años setenta, cuyo rasgo principal fue la desaparición forzada de centenares de ciudadanos. Expresaron su preocupación de que operaciones encubiertas, como la que culminó con la desaparición de dos combatientes del EPR en Oaxaca hace ya dos meses, empiecen a golpear también a activistas y militantes de organizaciones populares. "Nuestro temor es que la detención-desaparición de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Alberto Cruz Sánchez (también identificado como Raymundo Rivera Bravo), el 25 de mayo en Oaxaca, sea una señal de que se ha iniciado la temporada de cacería en contra de activistas y militantes de organizaciones legales y legítimas, con el pretexto de que se trata de organizaciones de fachada. En ese sentido, nuestro colectivo de ex presos políticos podría ser un blanco prioritario para el aparato policiaco y militar encargado de estos operativos por nuestros propios antecedentes o incluso por vínculos familiares".

David Cabañas es hermano del legendario guerrerense Lucio Cabañas Barrientos. Fue detenido en 1990 por el cargo de haber participado en el asesinato de dos vigilantes de este diario, "desaparecido" durante diez días y preso durante ocho años más, antes de ser absuelto de todos los cargos, asegura: "Nosotros venimos de esa experiencia de lucha armada y clandestinidad. También de la detención arbitraria, la tortura y el peligro de una desaparición. Compartimos filas con los compañeros en el pasado. Por eso nos sentimos moral y éticamente obligados a pronunciarnos". Ambos aseguran que hoy en día los integrantes de IDP, que también se identifica como colectivo de ex presos, no tiene vínculo alguno con las organizaciones armadas que están activas actualmente. Italo Díaz, quien a su vez fue aprehendido en 1991 durante lo que llama "una acción de propaganda" y fue liberado después de cumplir una condena de ocho años por asociación delictuosa y robo, explica que al salir de la cárcel, a finales de los noventa, los ex presos del PROCUP tomaron la decisión de "insertarnos en la vida legal y apostar por formas de lucha dentro de la vida política institucional". Aclara: "Pero no somos vergonzantes de nuestro pasado; no somos detractores de una forma de lucha armada que de todos modos va a seguir existiendo en México mientras persistan las condiciones que le dieron origen."

Integran este colectivo, además de Cabañas y Díaz, Felipe Canseco Ruiz, Hermenegildo Torres Ruiz, Pablo Torres Hernández, Rubén Díaz, Ruy Venegas, Enrique Tehua y Bonifacio Ramírez.

La razón por la que ahora, en entrevista con este diario, dan un paso adelante, se identifican y se pronuncian en contra de la desaparición de Cruz Sánchez y Reyes Amaya, es -aseguran- "por un imperativo ético y moral. Sabemos lo que hay detrás de la práctica de la desaparición, cuando un individuo es sustraído de todo contacto con la sociedad, cuando queda fuera del alcance de cualquier posibilidad de defensa o siquiera de observación de los organismos de derechos humanos, es víctima de todas las formas de tortura, de actitudes demenciales que utilizan los agentes del poder para obtener información." Por ello, insisten, "queremos denunciar el peligro en el que están los dos desaparecidos. Las autoridades, en lugar de detenerlos y juzgarlos en el marco del estado de derecho, los niegan". Ambos desestiman la negativa de la Procuraduría General de Justicia de Oaxaca de haberlos detenido. "Sería absurdo que el EPR diera a conocer públicamente el nombre de dos de sus combatientes si fuera falsa su desaparición", afirma Cabañas.

Italo Díaz, por su parte, explica que aunque en el presente no hay vínculos políticos entre quienes hoy en día integran el EPR y los ex presos del PROCUP, sí persisten, en algunos casos, lazos familiares. Es el caso de Gabriel Alberto Cruz Sánchez, hermano de Tiburcio Cruz, padre de los hermanos Cerezo, dos de los cuales (Héctor y Antonio) todavía siguen en prisiones de máxima seguridad. La esposa de Tiburcio Cruz es, a su vez, hermana de Felipe Canseco, abogado oaxaqueño y miembro del colectivo de ex presos políticos del PROCUP. "Pero el Estado no tiene derecho a perseguir a las familias ni a criminalizar las relaciones de parentesco." Cabañas y Díaz rechazan enfáticamente que IDP sea un organismo de fachada de grupos armados. "Ese es el pretexto que usan las fuerzas represivas. Lo mismo han dicho del Frente Popular de Defensa de la Tierra de San Salvador Atenco o de la misma Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca. Si el gobierno tiene sospechas de que así es, de que estas organizaciones populares encubren a organizaciones guerrilleras, pues que empiecen por investigarlo, por demostrarlo y presentar pruebas, y no al revés. Primero arrestan y torturan y con el tormento obtienen cualquier información que luego usan para justificarse", dice Cabañas. Añade Díaz: "Lo grave es que ahora han pasado a la fase no de detener, sino de desaparecer. Mientras más tiempo pasa, más complicado resulta presentar con vida a los compañeros desaparecidos". Es así como se explica, dicen, el comunicado del 10 julio, en el cual el EPR reivindicó como "acciones quirúrgicas" los atentados dinamiteros en instalaciones de Pemex. "Lo entendemos como una acción urgente para salvar vidas humanas", señalan.

Ambos insisten en las diferencias de estrategia y concepción que actualmente existen entre la IDP, que dos veces intentó ante el Instituto Federal Electoral obtener su registro como partido político, y el EPR, que en 1996, mediante la llamada Declaración de la Sierra Madre Oriental, anunció la fusión de 14 organizaciones armadas: "Tenemos horizontes y formas de percibir las cosas muy distintas. Al salir de prisión analizamos y concluimos que las condiciones del país eran distintas, que había espacio para la acción política legal. Pero eso no cambia ciertas cosas esenciales: estamos totalmente en contra de la desaparición y de la tortura. Exigimos que a los desaparecidos les sean aplicadas las leyes internacionales sobre prisioneros de guerra."

Kikka Roja

Foto Calderón con Ulises Ruiz

“Grave error” de Calderón y Ulises Ruiz al pensar que informes sobre Oaxaca no trascenderán

Defensores de derechos humanos, insistieron que el caso de Oaxaca, se ha llegado no sólo a un trato "cruel, inhumano y degradante contra quienes participan en el movimiento social, sino que incluso se observan abusos que han llegado a la tortura por el grado de saña y espíritu de venganza . Felipe Calderón Hinojosa y Ulises Ruiz Ortiz, consideran que informes como el presentado por HRW, en torno a los abusos policiacos y la violación a los derechos humanos en Oaxaca "no va a trascender más allá de nuestras fronteras y que sencillamente lo pueden ignorar"
LA JORNADA

MÉXICO, DF., 25 DE JULIO /Defensores de derechos humanos calificaron como un "grave error" de la administración de Felipe Calderón Hinojosa y del gobernador oa-xaqueño, Ulises Ruiz Ortiz, considerar que informes como el presentado por Human Rigths Watch (HRW), en torno a los abusos policiacos y la violación a los derechos humanos en Oaxaca "no va a trascender más allá de nuestras fronteras y que sencillamente lo pueden ignorar". Agregaron que las conclusiones presentadas por HRW en las que señala la necesidad "urgente" de que se investiguen las denuncias por actos de brutalidad policiaca, detenciones arbitrarias y el uso excesivo de violencia contra los ciudadanos oaxaqueños, "sólo ratifica lo que organizaciones civiles hemos denunciado desde que inició el conflicto en 2006, ante la indiferencia del Estado para asumir un compromiso pleno por la defensa de los derechos humanos en el país".

Miguel Concha Malo, director del Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria, destacó HRW no sólo es una organización con un "enorme prestigio ante muchos gobiernos, también cuenta con el reconocimiento de la mayoría de los ministerios de Relaciones Exteriores del mundo, lo que hace de sus informes fuertes llamados de atención no sólo para el gobierno que atenta contra los derechos humanos de sus habitantes, también es una voz de denuncia en la escena internacional, lo que debería llevar a la administración federal y estatal a una profunda reflexión sobre su actuar en el caso de Oaxaca, sobre todo cuando se insiste en presentar ante las naciones que México vive una democracia". En el caso de Oaxaca, insistió, se ha llegado no sólo a un trato "cruel, inhumano y degradante contra quienes participan en el movimiento social, sino que incluso se observan abusos que han llegado a la tortura por el grado de saña y espíritu de venganza con que los cuerpos de seguridad estatales y municipales, sin descartar la participación de elementos federales, cometen excesos y abusos de autoridad que parecieran tener el propósito de castigar a la población que se atreva a ejercer sus derechos de reunión, manifestación y de petición".

Al respecto, Luis Macias Medina, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, aseguró que es "preocupante" la falta de compromiso y responsabilidad del Estado mexicano con la defensa de los derechos humanos ante un conflicto que "no es estatal, sino nacional, ya que las causas de fondo que generan los enfrentamientos siguen vigente ante un gobierno federal que se empeña en invisibilizar los abusos y atropellos a la población oaxaqueña". Destacó que el informe de HRW se suma a las numerosas denuncias promovidas a nivel nacional e internacional sobre las "graves violaciones a los derechos humanos en Oaxaca, no sólo por los abusos de los cuerpos policiacos y las detenciones arbitrarias, también por la ausencia de un debido proceso para los detenidos, mientras persiste una falsa campaña mediática, promovida por el gobierno estatal, con la que se pretende hacer creer a la opinión pública que Oaxaca vive en paz". Por ello, exhortaron a las autoridades federales y estatales a "cumplir con sus compromisos para construir las alternativas políticas que den una salida pacífica al conflicto oaxaqueño, y no pretender excusarse en falsos discursos de conflictos estatales, cuando lo que está de por medio es la defensa de los derechos humanos de cualquier mexicano, responsabilidad que debe ser prioritaria para el Estado".

Kikka Roja

Lorenzo Meyer

El realismo español
Lorenzo Meyer
AGENDA CIUDADANA

Articulos recientes del Dr. Lorenzo Meyer Cossio

“Había razones para esperar que el Gobierno socialista español actuara, en relación con México, con mayor elegancia”.

Problema y Definición. El realismo al que se refiere el título de esta columna no tiene que ver con una escuela de pintura sino con otra de las grandes artes: la de la política internacional.

Desde luego que nadie puede objetar que el Gobierno español busque tener buenas relaciones con el mexicano, el problema está en las formas. Es ahí donde sí hay motivo de reclamo.

La reciente visita del presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero a México, dio pie a que desde algunos sitios de la izquierda mexicana se reprochara al líder del Partido Socialista Obrero Español su extraordinaria disposición para reconocer, antes que las propias autoridades mexicanas, el supuesto triunfo electoral de la derecha mexicana en 2006. La diplomacia española no siguió entonces las reglas y formas que generalmente se observan en esos casos sino que fue brutalmente realista en apoyo de los intereses de su país en México. La escuela política realista no se hace ninguna ilusión sobre la naturaleza humana: el egoísmo es la fuerza dominante. Esta teoría explica la conducta de los estados –los actores centrales del sistema internacional- en función de la interminable búsqueda de sus intereses particulares definidos siempre en términos de poder. En este enfoque hecho famoso por Maquiavelo, los elementos de poder son la capacidad militar y económica, la calidad de las instituciones públicas y la diplomacia y todo aquello que permite a unos individuos y naciones controlar a otros. En suma, esta corriente de pensamiento juzga a una determinada política en función de su contribución a aumentar el poder de una nación. En este contexto los imperativos morales son irrelevantes o de plano disfuncionales. (Hans J. Morgenthau, Politics Among Nations, 7ª ed., Boston: McGraw-Hill, 2006, pp. 3-16). Todo indica que el Gobierno socialista español en su relación con nuestro país juega con estas reglas. De ahí su decisión de mostrar públicamente su apoyo al triunfo de Felipe Calderón, independientemente de los plazos formales en México, de su orientación ideológica y de como éste logró la victoria.

La Prisa. Las elecciones presidenciales mexicanas de 2006 se llevaron a cabo en un ambiente ya muy enrarecido, pero que se hizo aún más turbio tras la jornada del 2 de julio, cuando el Gobierno, su partido y la Oposición de izquierda, se enzarzaron en un duro debate sobre la credibilidad de las cifras. Sólo hasta septiembre, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación declaró triunfador a Calderón por un margen del 0.6%, pero Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se negó a reconocer ese resultado y pidió un recuento. Dos meses antes, el 6 de julio, el presidente del IFE había dicho: “El candidato que obtuvo el mayor porcentaje de la votación presidencial es Felipe Calderón, del PAN. La regla de oro de la democracia establece que gana el candidato que tenga más votos”. Esta afirmación no tenía carácter legal alguno, era política, pero dio pie para que, al día siguiente, a la una y cuarto de la tarde, Rodríguez Zapatero llamara al candidato del partido que, en su origen, simpatizó con el franquismo español, para felicitarlo por un triunfo que aún no era tal. George W. Bush tardó aún un par de horas en seguir este ejemplo y el primer ministro canadiense fue el tercero en llamar con el mismo propósito a las cuatro y diez de la tarde. Vendrían después más telefonemas de jefes de Gobierno o Estado, pero el español se había adelantado a todos y eso tenía un valor político que luego se podría hacer efectivo. Unos días después, algunos de los ansiosos darían una cierta marcha atrás, para cubrir las formas. En efecto, el 11 de julio se publicó una declaración del Gobierno norteamericano aceptando que si finalmente el conteo mexicano se modificaba, entonces Washington podría “reconsiderar su posición”. De Madrid salió una declaración señalando que la acción de Rodríguez Zapatero “no pretende prejuzgar el resultado final” de los comicios. Sin embargo, lo importante había sido el efecto inicial de respaldo a una victoria que formalmente aún estaba en el aire, pero que ya se sabía que la derecha sostendría como suya a como diera lugar. En suma, el Gobierno español simplemente siguió cánones del realismo político.

Los Intereses Como Explicación. Los datos de la Secretaría de Economía muestran que en 2006 había registradas en México 2,325 sociedades con participación de capital español. Esa misma fuente permite ver que en 1999 la curva que registra la inversión directa española en México empezó a ascender de manera pronunciada y que para 2006, el monto acumulado de esa inversión alcanzó los 15, 827. 6 millones de dólares, es decir, el 11% de toda la inversión externa directa que ingresó entonces al país. De ese gran total, el 50.4% se concentró en los servicios (bancos e instituciones de crédito), 18.5% fue a comunicaciones (telefonía) y transportes y el 16.9% a manufacturas.

Contraste. Desde luego que el Estado mexicano, como el español y el grueso de los otros actores que conforman el sistema internacional, también ha seguido los dictados del realismo e innumerables veces ha hecho a un lado los supuestos principios que se supone que rigen nuestra política exterior. Sin embargo, justamente frente a España no siempre ha sido el caso. Es precisamente en la relación con la antigua metrópoli que Gobierno del pasado hicieron notables excepciones al realismo político y a la ganancia económica, en función de la solidaridad. Los ejemplos son varios y no se concentran sólo en el periodo del presidente Lázaro Cárdenas y en su defensa de una República Española bajo asedio; los hay anteriores y posteriores. Y un buen ejemplo de los primeros es la actitud del México del “Maximato” (1928-1934), cuando la figura de Plutarco Elías Calles era dominante. El triunfo electoral republicano en España en abril de 1931, tuvo lugar cuando la Gran Depresión azotaba ya al mundo y el desempleo era un problema para el nuevo régimen español. Fue entonces que en los círculos oficiales mexicanos se decidió que, no obstante la pobreza del país, se debía hacer un esfuerzo material por apoyar en España a quienes desde México se veía como correligionarios en la lucha contra la derecha. Y fue entonces que el general Calles –el verdadero poder en México- decidió que pese a no ser una prioridad para México, el Gobierno debería hacer un pedido para la construcción de varias naves de guerra a los astilleros de Bilbao, urgidos de trabajo. El contrato se firmó en 1932 y en virtud del mismo el Gobierno español abrió un crédito a México por 65.2 millones de pesetas (poco más de cinco millones de pesos la época) para encargar a cuatro empresas navales españolas la construcción de cinco transportes y 10 cañoneras.

En 1934 llegaron procedentes de España los flamantes transportes para la armada de México “Durango”, “Zacatecas”, “Guanajuato”, Querétaro” y “San Luis Potosí”. México había hecho con ellos una compra significativa para su armada pero que, en términos de las prioridades nacionales, no le era indispensable. Además, la compra a España significó rechazar las ofertas de otros astilleros en Italia, Alemania y Estados Unidos, con precios hasta 10% por debajo de los españoles, (El Liberal, Bilbao, 31 de diciembre, 1932). También significó rechazar demandas como la del Sindicato de Obreros y Campesinos “Felipe Carrillo Puerto” que a fines de 1932 pidió al presidente Abelardo L. Rodríguez que los buques no se construyeran en España sino en México para dar empleo a los obreros mexicanos. Finalmente no todo fue miel sobre hojuelas pues hubo algunos malos entendidos sobre montos y fechas del pago, pero la operación se llevó a buen fin.

La Moraleja. La historia de la solidaridad del Gobierno mexicano con el Gobierno republicano español se refleja poco en las historias de la época que hoy circulan en España, pero finalmente constituyen, en conjunto, un ejemplo de política exterior donde el realismo no fue la nota dominante. Obviamente, la compra de los buques, el apoyo al Gobierno republicano durante la guerra civil y después, son elementos de un capítulo de solidaridades entre actores políticos que tiene como contraparte las relaciones estrechas de la derecha mexicana con el Gobierno franquista español –desde Maximino Ávila Camacho y Calles ya en el exilio, hasta los sinarquistas y la Iglesia Católica sin descontar al PAN.

Es con ese trasfondo histórico que se puede juzgar la felicitación del socialista Rodríguez Zapatero a Calderón en julio de 2006 y sus posteriores entrevistas. En todo ello hay una moraleja de la que cada quien puede y debe sacar conclusiones.

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