Interesante y muy atractiva resultó al presentación del destacado monero de caricatura política Rafael Barajas, mejor conocido como “El Fisgón”, durante su presentación en la Semana del Humanismo de la Facultad de Filosofía y Letras de la UACH. El Fisgón participa también como parte de las actividades proyectadas en las Jornadas de Comunicación organizadas por el Colegio de Periodistas de Chihuahua, A.C. Rafael Barajas, quien firma sus trabajos con el seudónimo de "El Fisgón", es ateo, escéptico y muy supersticioso. Tiene el título de arquitecto, pero a los 20 años descubrió que su verdadera vocación era la de ser “monero”. “Yo quería hacer artes gráficas y otras cosas, pero eso no era una carrera respetable en los cánones de mi familia. Cuando estaba acabando la carrera me di cuenta de... ¿qué estoy haciendo aquí? ¡Estoy haciendo lo que no quiero hacer! ¡Yo en realidad quiero hacer monitos!”, mencionó ‘El Fisgón. ’ Se dedica a la caricatura política desde hace casi 30 años. Los dibujantes lo consideran un escritor y los escritores un dibujante. También es autor de cuentos para niños y tiene su propia obra pictórica; además realiza la curaduría de exposiciones. Afirma que su pasión más importante es la familia y se describe “básicamente como un necio”. Sus cartones aparecieron regularmente en el diario Unomásuno, de 1981 a 1984, donde dio vida al suplemento dominical El Másomenos. Y de 1984 al 2002 en La Jornada, donde publicó las aventuras del sargento Mike goodness, de 1985 a 1987. Fue portadista de la revista Nexos, de 1984 a 1986; de la revista Motivos, de 1992 a 1993, y colaborador de decenas de revistas, como ancla y vientos del sur. Fue fundador, director y colaborador de las revista de humor político El Chahuistle, de 1994 a 1997, y El Chamuco, de 1997 al 2000, donde publicó irregularmente las aventuras de Mike Goodness, las Fábulas de Lafontaine de Sodas y la Beba Toloache. Fue colaborador en Quecosaedro y La Garrapata, de 1988 a 1989. Autor de: Sobras escogidas; Me lleva el TLC; Hacia un despiporre global de excelencia y calidad; y de la colección de Cuentos Cruentos Policíacos, entre otros. Entre sus premios, tiene en su haber, el Premio Manuel Buendía de Periodismo Joven, en 1987. El Premio Constantino Escalante, del Club de Periodistas, en 1996, y el Premio Nacional de Periodismo, en 1999. Actualmente goza de la prestigiada beca Guggenheim y está dedicado a la investigación de la libertad de expresión en la caricatura en México. Dice que el único trabajo serio que ha tenido es el de humorista, y que no le gustan los políticos, pero se la pasa dibujando políticos todo el día. Se preocupa cuando los políticos que detesta dejan de hacer política. Desde 1984 realiza una investigación sobre la historia de la caricatura política en México del siglo XIX. En el 2000, Conaculta publicó su libro: La historia de un país en caricatura. Ha escrito diversos ensayos sobre historia del arte y la caricatura para catálogos y libros colectivos, entre ellos: Un país que no conoce su rostro está condenado a la caricatura (1995). Colabora desde su fundación para la Agencia Nacional de Noticias, donde aparece su suplemento dominical, completamente con trabajos de cartonistas mexicanos. En 2006, Barajas participó en la exposición Francisco Toledo, en la que exhibió alrededor de 40 obras en la estación del Metro División del Norte. Se encontraban caricaturas, pinturas e ilustraciones que ha realizado para libros infantiles en la muestra Los cartones del Fisgón. Ayer por lo pronto se presentó en las actividades de la Semana del Humanismo que continúan hasta mañana viernes. |
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jueves, 18 de octubre de 2007
Rafael Barajas El Fisgón : periodistas del Colpechi
Moreira, su nombre es escándalo : Jenaro Villamil
jenaro villamil Moreira, su nombre es escándalo México, D.F., 17 de octubre (apro).- Mandatario estatal de la generación golden boy tricolor, promotor de un nuevo estilo de narcisismo político difundiendo su imagen en la televisión estatal, en la prensa, en los espectaculares, en la documentación oficial, en spots radiofónicos, Humberto Moreira no sólo aspira a aventajar a otros correligionarios en la carrera de la sucesión del 2012 con el culto a su propia imagen. Está dispuesto a crear un nuevo estilo de saturación mediática para convertirse en referencia obligada. Una rara mezcla de la rebeldía superficial de Vicente Fox y de los desplantes autoritarios de Hugo Chávez. |
¿Por qué los pobres? : Adolfo Sánchez Rebolledo
Adolfo Sánchez Rebolledo ¿Por qué los pobres? Hace unos días, el antropólogo y escritor Luis Barjau, llamaba la atención (El Correo del Sur, 7/10/07) sobre el eufemismo del que se valen gobernantes, filántropos o intelectuales hacendarios para llamar a los pobres, a los que se refieren como “los que menos tienen”. Se cuela así en el lenguaje cotidiano de los informes “técnicos” y las opiniones de algunos “expertos” una visión adulterada de la realidad. En rigor, dice Barjau, con ello se desliza la idea de que los pobres –mala palabra– apenas “tienen un par de monedas menos que los ricos y entonces no es para tanto el ejercicio de un reclamo social que busque desesperadamente zafarse del tormento de su situación: ¡Si apenas es un poco menos lo que tienen respecto de los que más tienen!” Gracias a estas trampas semánticas, el reconocimiento del fenómeno de la pobreza ha perdido en el lenguaje su pretendido valor subversivo. Reducido a las cifras frías, a estadísticas más o menos incomprensibles para los lectores comunes, el debate “técnico” sobre la pobreza ocupa lugares preponderantes en el despliegue de las nuevas políticas hegemónicas: ahora es patrimonio de especialistas, tema, materia agendable de la que se habla sin rubor, burocráticamente, sin remordimientos cristianos. Las grandes instituciones como el Banco Mundial, entre otras, han desmitificado el tema hasta convertirlo en referencia obligada, en mero cálculo separable en el discurso de las vivencias cotidianas de quienes la padecen, “los que menos tienen”. Y aunque se emplean categorías guerreras para “combatirla”, lo cierto es que las políticas públicas aceptadas tienden, más que nada, a reducir los extremos visibles de una situación desesperada, pero no a resolverla. A mitigar un riego, no a cancelar una injusticia. Los resultados no son halagüeños: “Si el planeta produce suficiente comida para la población entera, ¿por qué 854 millones de personas aún tienen que ir a dormir con el estómago vacío?”, preguntó en Roma el director general de la FAO, Jacques Diouf”. Entiendo que se trata de un recurso retórico, pues a estas alturas de la cuestión, tras décadas de mundialización salvaje, parece obvio que las esperanzas depositadas en el modelo neoliberal hegemónico no tienen fundamento, hablando, claro, en términos de una distribución menos injusta del ingreso global. En México, las campañas para favorecer a “los que menos tienen” se multiplican, pero los resultados obtenidos están muy lejos de resolver los problemas de fondo de la pobreza, ya que, en definitiva, persiste la desigualdad, rasgo definitorio de la “cuestión social” mexicana que sigue sin verse como el tema prioritario para formular una nueva hipótesis de desarrollo. Podrán gustar o no, pero las declaraciones del coordinador del PNUD, Alfredo González, son una crítica al curso autocomplaciente adoptado por los últimos gobiernos mexicanos, incluido el presente. No de otra manera puede interpretarse la solicitud de que el gobierno cambie la lógica de sus programas de desarrollo social y piense en criterios que vayan más allá de esquemas específicos de atención, “en los que se tenga muy claro para qué sirve cada uno”. La increíble persistencia de la desigualdad no podrá anularse con programas focalizados, así sean éstos necesarios, a menos que, como se ha dicho, el país se proponga un nuevo curso de acción; esto es, diseñar un programa que pase de la ciega confianza en las fuerzas del mercado a una visión del desarrollo donde cada quien se comprometa con las demás a vencer los obstáculos. Y en eso radica gran parte del problema. La dinámica de la reforma económica, es decir, el reajuste brutal de la economía, se quiso equilibrar con una política compensatoria mientras la nueva economía adquiría impulso, intensidad e insospechados ritmos de crecimiento. La lucha contra la pobreza, financiada por las privatizaciones, no se tradujo, empero, en el comienzo de una etapa de desarrollo, sino en un estira y afloja por mantener a salvo la línea de flotación del sistema. Justas y necesarias, las políticas contra la pobreza no pueden acabar con la desigualdad, mucho menos si la “modenización” conduce a nuevas formas de exclusión, a la polarización irrefrenable de la sociedad. Convencidos de que bastaba “integrarse”, los gobernantes mexicanos dieron por muerto el Estado-nación; los empresarios se apresuraron a transformarse en piezas de una maquinaria económica que, sin sospecharlo, también estaba dispuesta a pasar sobre sus ambiciones. El desarrollo prometido jamás llegó. Pero en vez de repensar el camino, las elites dirigentes se han convencido de la esterilidad de discutir un nuevo “proyecto nacional”, válido para este momento, con la idea fija en la necesidad de abatir la desigualdad y la pobreza que hoy obstruyen cualquier salida digna. Prefieren repetir la vieja cantinela y hacer demagogia con los pobres. Les puede salir el tiro por la culata. |
El peligro del cigarro, una distracción : Octavio Rodríguez Araujo
Octavio Rodríguez Araujo El peligro del cigarro, una distracción Una de las tonterías más grandes que he leído en diversos periódicos mexicanos, e incluso en estudios con pretensiones científicas entre los enemigos de los fumadores, es que los llamados fumadores pasivos sufren más daño que los activos. La verdad no han entendido nada. Si ubicamos a dos personas en una habitación cerrada o con poca ventilación, y una fuma, el aire se vicia, se enrarece y disminuye la cantidad de oxígeno. De esto no hay duda. Este aire se denomina contaminado, en este caso por humo de tabaco, que suele llamarse de “segunda mano”. Si una persona fuma absorbe humo directamente y luego lo expele. Entre fumada y fumada el cigarrillo se consume y despide humo. De este modo tendríamos dos tipos de humo: el que expele el fumador y el que despide el cigarrillo al consumirse. Ambos tipos de humo son los que necesariamente respira el no fumador, pero también el fumador (y esto debería estar presente en el lector). El humo que despide el cigarrillo es dañino, tanto para quien lo inhala directamente al fumar como para quien lo respira aunque no esté fumando. Los expertos dicen que el humo que despide el cigarrillo encendido tiene mayores componentes dañinos que el que expele el fumador. Esto es claro, pues el fumador, al inhalar el humo de su cigarrillo (darle el golpe) se queda, por decirlo así, con parte de los componentes dañinos y suelta al ambiente un humo que ya pasó por su organismo (donde quedan partículas). De lo anterior, sin embargo, no debe ni puede desprenderse que el no fumador se vea más dañado que el fumador, ya que éste está tan expuesto al humo que fuma directamente como al que él mismo expele y al del cigarrillo al consumirse. En pocas palabras, el daño que produce fumar es mayor para el fumador directo que para el pasivo. Y este daño no es tan grande como dicen los enemigos de tabaco. Hay otros peores y mucho mayores. Pondré un ejemplo de uno de los gases más dañinos que contiene el humo de un cigarrillo: el monóxido de carbono (CO). En el Distrito Federal hay aproximadamente 1.5 millones de fumadores y 3 millones de automóviles particulares, además de 130 mil taxis que producen (sólo estos últimos) 280 mil toneladas de contaminantes anuales. En 2004 (según el Inventario de emisiones de la Zona Metropolitana del Valle de México), los automóviles particulares producían al año 900 mil toneladas de CO, entre otras sustancias dañinas para la salud y para el ambiente. Lo anterior significa que cada automóvil produce casi un kilo de monóxido de carbono al día, ¿y los cigarros cuánto? Para que un fumador produjera un kilo de monóxido de carbono en un día tendría que fumar alrededor de 100 mil cigarrillos, ya que un cigarro con filtro produce aproximadamente 10 miligramos de CO. ¿Cuántos fumadores se necesitan en una habitación cerrada para producir un kilo de monóxido de carbono? ¿Dónde caben? El ejemplo anterior lo he referido exclusivamente a los automóviles, pero habrían de agregarse los llamados “peseros”, los autobuses y las fábricas. Sólo piénsese que en 2004 se consumían 48.6 millones de litros de combustibles al día, y que en la zona metropolitana el transporte consumía 54 por ciento y las industrias 34 por ciento. La mayor parte de las sustancias dañinas que contiene el cigarrillo (con la obvia excepción de la nicotina) es producida también por los vehículos de combustión interna, por las fábricas, por las casas habitación, por los servicios y, en el caso del amoniaco, por las excretas humanas y de animales que defecan y orinan al aire libre. Se ha calculado que en la ciudad de México se emiten diariamente unas 4 mil toneladas de gases tóxicos que forman una capa de contaminación hasta de 300 metros de espesor, ésa que se ve cuando uno está llegando de Cuernavaca. Más de 90 por ciento de los vehículos que circulan en el Distrito Federal son particulares y por cada 100 litros de gasolina quemada se generan alrededor de 30 gramos de CO, en tanto que por cada 100 cigarrillos quemados (cinco cajetillas) se genera un gramo del mismo gas. ¿Sus dueños están dispuestos a dejar de usar sus vehículos para no contaminar la ciudad? Obviamente no, pero sí protestan por el humo que desprenden los cigarrillos al ser encendidos. Las autoridades quieren hacer creer que con el Hoy no circula se están resolviendo los problemas de la contaminación en el Distrito Federal. Pero no es exacto. Tres millones de automóviles a 2 mil 240 metros sobre el nivel del mar equivalen a 7.6 millones de automóviles al nivel del mar. Al dejar de circular una quinta parte de automóviles (600 mil), en realidad es como si siguieran circulando 6 millones. Prohibir el cigarro en lugares cerrados es dar “atole con el dedo”. Los grandes problemas de contaminación que afectan a la salud de sus habitantes no tienen nada que ver con la exposición al humo de cigarrillos. Pero como no hay recursos para solucionar esos problemas se recurre a medidas como la prohibición de fumar y a exageraciones sobre el tema, entre éstas la tontería de que los fumadores pasivos sufren mayores afectaciones a su salud que los fumadores activos. La idea es crear histeria contra el cigarro, como ocurrió en Estados Unidos después de que se produjeran miles de casos de cáncer por las explosiones nucleares en Nevada que el gobierno se negó a suspender por varios años. Fue el gobierno de Washington el que pidió a 10 científicos que demostraran los daños producidos por el humo del tabaco, y de ahí se inició la campaña contra los fumadores (11 de enero de 1964). Luego, al fin imperio, la medida se ha extendido poco a poco a todo el mundo, creándose otro negocio: el de las clínicas y los fármacos antitabaco, que forman parte del negocio más lucrativo después de las armas: la salud y la longevidad (que, paradójicamente, nos va a aplastar económica y socialmente en pocos años). |
Guadalupe Loaeza : ‘Ya lo perdimos...’ Y Gracias, Marcelo!
‘Ya lo perdimos...’ gloaeza@yahoo.comGuadalupe Loaeza “¿Ustedes creen que ya lo perdimos?”, comenzó preguntándose, ayer por la noche, Enrique Hernández Alcazar, uno de los integrantes del archiescuchado y buenísimo programa de radio El Weso de la XEW. “Lo perdimos desde el 2001” , opinó Fernando Rivera Calderón. Finalmente todos llegaron a la conclusión de que las y los mexicanos ahora sí ya lo habíamos perdido. Pero, ¿a quién se referían estos muchachos quienes por lo general siempre se oyen tan animados y optimistas?, ¿quién se había “perdido”, es decir, quién había perdido la razón al grado de parecer completamente desubicado en tiempo y espacio? Claro, los periodistas se referían a Vicente Fox, a quien seguramente, ayer por la tarde, habían visto en la página de internet de nuestro periódico donde aparece el video de la última parte de la entrevista que le hiciera Rubén González Luengas conductor de KVEA-TV, la estación de la cadena Telemundo en Los Ángeles. “Lo que tengo allí está”. “Mal entrevistador”. “Mentiroso”. “Calumniador”. “Hazme bien la pregunta”. “Te reto a ti a no decir mentiras”. “Demuéstrame lo que estás diciendo”. “Yo tengo muchas propiedades, ¿que tú no tienes?”. “Eres muy mal entrevistador”. “Eres un vulgar”. “¡Estúpido!”, son unas de las tantas expresiones que utilizó Fox, totalmente enfurecido, en tanto el periodista le preguntaba a propósito del libro de Anabel Hernández, en el que se publican documentos del Registro Público de Guanajuato que afirman que una de las propiedades le pertenecen a Martita. “Yo no lo estoy acusando a usted”. “Yo no estoy mintiendo, le estoy preguntando de gente que lo ha acusado a usted”. “Discúlpeme, yo no lo estoy acusando”. “Yo se lo digo en su cara”. “No use al país para no responder a las preguntas que se le hacen...”, decía totalmente desconcertado el periodista, a quien ya le habían llamado la atención en inglés por el audio, para que diera por terminado el programa. Pobre de Fox, porque efectivamente se veía completamente perdido, pero muy perdido. Alto como es, sentado en un silloncito de piel café oscuro, el ex presidente se veía en la imagen totalmente solo y rebasado por el contenido de las preguntas, de las que por cierto se ve que ya está harto. Su semblante también estaba perdido... Con una mirada totalmente perdida trataba de defenderse. Sus ojos se veían particularmente pequeños y su bigote, mal cortado. Todo resultaba patético, de pena ajena. Es evidente que desde que se publicó la revista Quién mostrando su paraíso (¿perdido?) en Guanajuato, últimamente, Fox no se halla. Seguramente duerme mal, tiene la boca seca y está tenso. No, nunca había estado tan perdido como aparece estos días en las entrevistas, ya sea la de CNN o la de Telemundo. Vicente Fox ya no sabe para dónde moverse, ni qué decir, ni cómo desmentir a los periodistas que no dejan de preguntar tantas indiscreciones sobre sus propiedades y su Jeep rojo. Como nunca, Fox se siente atacado, juzgado, acorralado y, lo que es peor, difamado; tiene la impresión de que todo el mundo le ha dado la espalda, especialmente los de su partido. ¡Está solo!, ¡está perdido! No concibe que no lo sigan aplaudiendo, él, que le dio tanto a México, él, el único que pudo sacar a los priistas “corruptos” de Los Pinos y el primer Presidente que hizo pública su declaración patrimonial. Lo que le gustaría a Vicente Fox es que en cada una de las entrevistas dijeran maravillas de su libro, le gustaría que lo felicitaran por su visión sobre la democracia y el libre mercado. Le gustaría que le preguntaran sobre su nieto Vicentillo, sobre sus caballos y cómo le hace para que le crezca tan bonito el brócoli en sus ranchos. Le gustaría que lo felicitaran por su inglés tan fluido y por todas sus conferencias tan interesantes. Fox no entiende lo que le está sucediendo. “¿Y yo por qué?”, se ha de preguntar millones de veces por las noches y mientras se ducha en la regadera, sin obtener respuesta. No entiende por qué tiraron al suelo su escultura en Boca de Río. No entiende por qué se quedó tirada toda la noche, hasta que al otro día fue el presidente municipal del PAN y ordenó que la levantaran, ya sin su mano derecha. No entiende por qué muchos veracruzanos (¿nada más priistas?) le echaron a su estatua jitomates y huevos podridos. No entiende por qué la escupían y le brincaban encima. No entiende por qué tanta gente le guarda resentimiento y ahora lo critica como nunca se atrevió a hacerlo durante su sexenio. Fox se siente perdido. Su mente ya no le responde. Está irritable. Por eso se porta tan grosero con los periodistas que hacen su trabajo al preguntarle sobre lo que se le acusa. Él solito se está poniendo “piedritas en el camino”, como acusa que lo hacen los de la oposición. Para que entendiera aún mejor Vicente Fox, habría que proponerle que se metiera a la página de YouTube y que escribiera “Presidente Fox”, allí encontraría la verdad. Allí se vería decenas de veces, como en un espejo, contestando a los periodistas en inglés y en un español muy coloquial. Se vería con Larry King y con la periodista Claudia Palacios de CNN en español a quien no dejaba hablar y le decía: “Fíjate, Claudia, cómo te están engañando también a ti... La Hummer no la uso, la manejo...”. Se vería hecho estatua de bronce (la cual es tan rígida y mal hecha que recuerda al hombre de hoja de lata de la película del Mago de Oz, él tampoco tenía cerebro...) y vería cómo una mujer la jala con una cuerda hasta tirarla por completo al suelo. “This is not Saddam Hussein. It’s Vicente Fox”, leería con sus ojitos totalmente azorados al pie de la imagen. Hay tanta y tanta información sobre el pobre “Presidente Fox” que pasaría horas viéndose y escuchándose defender de todos los ataques que tan “injustamente” le están haciendo en estas últimas semanas... “¿Quién está detrás de YouTube?”, tal vez se preguntaría totalmente fuera de sí al ver tantas “tonterías”, como dice que son todas estas denuncias. “¿Quién está pagando todas estas difamaciones?”, quizá se pregunte Fox sintiéndose totalmente perdido frente a su compu. A lo mejor termina tan enojado que hasta acabe insultándola y diciéndole cosas como: “Eres una vulgar, computadora ¡estúpida! Pruébame que tengo tantas propiedades. ¡Demuéstramelo!... ¡Mentirosa!...”. ¡Sí, ya lo perdimos…! gloaeza@yahoo.com Gracias, Marcelo! Ahora sí, y gracias a Marcelo, ya recuperamos la “Ciudad de los Palacios”", como se refería a nuestra ciudad el barón de Humboldt. Cuando estuvo en México, en 1808, dijo las siguientes palabras: “Por una reunión de circunstancias poco comunes, he visto consecutivamente y en un corto espacio de tiempo Lima, México, Filadelfia, Washington, París, Roma, Nápoles, y las mayores ciudades de Alemania. Comparando unas con otras las impresiones que se suceden rápidamente en nuestros sentidos, se puede llegar a rectificar una opinión que acaso se ha adoptado con demasiada ligereza. En medio de las varias comparaciones cuyos resultados pueden ser menos favorables para la capital de México, debo confesar que esta ciudad ha dejado en mí cierta idea de grandeza, que atribuyo principalmente al carácter de grandiosidad y a la naturaleza de sus alrededores”. Quizá para muchos lectores las impresiones de Humboldt les parezcan demasiado lejanas y hasta exageradas. Para otros, tal vez, hoy casi todo eso se ha perdido por completo. Pero no es así. Allí está esa ciudad de la que nos hablaba el barón, allí está pero no la veíamos, porque estaba demasiado oculta detrás de miles de puestos de ambulantes, detrás de montañas de basura y de mercancía “pirata”. Allí está esa ciudad, a la que también llamaban “flor de ciudades, con soberbias casas y calles suntuosas”, calles que ahora sí ya podremos caminar, disfrutar, pero sobre todo conocer como parte de nuestro Centro Histórico. Porque es cierto que no lo conocemos, no porque no hubiéramos querido, sino porque 15 mil vendedores ambulantes que ejercían el comercio informal en 192 manzanas nos lo impedían. Ir al Centro Histórico, antes de esta medida tomada por el jefe de Gobierno desde el mes de marzo, se nos presentaba como una verdadera odisea llena de riesgos. Cómo nos frustraba no poder compartir con nuestros hijos (quienes, por desgracia, nada más conocen los malls de Santa Fe o de Perisur), ¡el alma de la ciudad!, nuestro Centro, aquél a donde solíamos ir a pasear como se acostumbra en cualquier capital europea. Con qué nostalgia veíamos las escenas de algunas películas mexicanas de la década de los cuarenta y cincuenta, donde se nos muestra una ciudad sin contaminación, llena de árboles y muy caminable; en cuyas calles diversas tiendas ofrecían su mercancía. Por ejemplo en lo que es ahora Eje Central Lázaro Cárdenas, antes San Juan de Letrán, en donde se había construido en 1931 el primer paso peatonal de tipo subterráneo de la ciudad, entonces se podía ver el edificio de La Nacional , por muchos años el más alto de la capital. Todavía recuerdo muy bien, justo en la esquina de la Avenida Juárez y San Juan Letrán el aparador de la tienda “Nieto Regalos”. Estaban la “Churrería El Moro”, la “Copa de Leche” y los “Caldos Zenón”. La última vez que caminé por el Eje Central recuerdo que lo hice con mucha prisa entre dos hileras de vendedores ambulantes, peatones, niños correteándose y puestos de comida. Me sentí tan desubicada que me caí de bruces. Todos acudieron a levantarme. “No es nada”, les decía con un nudo en la garganta al ver tanto caos y tanta marginación. Había tanta gente que tuve la impresión de que mis pies no tocaban el piso y sin darme cuenta pasé frente a la Torre Latinoamericana , que por cierto ya cumplió 50 años de construida. No pude llegar a mi cita que era en Sanborn's de Madero y cuando reparé ya estaba yo en el edificio de Correos. Esa no era mi ciudad, era una suerte de mercado oriental como esos que se ven en las películas de aventureros europeos. Pero ahora, gracias a Marcelo, ya podré caminar, sin caerme, por el Eje Lázaro Cárdenas. Podré por fin conocer algunos de los palacios a los que se refería Humboldt, por fin podré caminar hasta el Real y Más Antiguo Colegio de San Ildefonso, para después dirigirme a comer una deliciosa “tostada especial” en el café de Tacuba. Quiero conocer toda la zona del perímetro ‘A’ del Centro Histórico, de la que nos habla Artemio de Valle Arizpe en su libro “Calle vieja y calle nueva”. He aquí lo que nos cuenta el autor a propósito de los comercios que se encontraban en algunas calles muy cerca de Corregidora: “Se reunían varios barberos y formaban orquestas como buenos filarmónicos que eran; por eso, los más ponían gran rótulo encima de sus puertas: Música para bailes. También con grandes caracteres no faltaba el letrero de Barbería, y a veces bautizaban ésta con títulos tales como: El rizo de oro, La cabellera de Venus, El buen tono, La tijera maestra, y hasta hubo una por allí que se llamaba A los colegas de Dalila, lo que denotaba buen humor y gracejo”. Ojalá que una vez rescatadas estas calles, los coiffeurs de Polanco como Gerard Tardiff, Noel y Jean Claude quieran instalar sucursales de su salón de coiffure en las vías aledañas al Zócalo. Lo mismo desearía para los Starbucks tan de moda, así como salas de arte o galerías. Por otro lado, no puedo dejar de considerar a las familias de todos esos ambulantes que durante tantos años dependieron de la economía informal. No obstante, le hago plena confianza al señor Ebrard para que muy pronto encuentre una ubicación que les permita a estos comerciantes vender más que cuando solían hacerlo en las calles del Centro Histórico. Ahora, gracias a Marcelo, cuando reciba visitas del extranjero ya no sentiré pena ajena al pasearlos por el Zócalo. Al contrario, con mucho orgullo, los llevaré caminando, mientras les señalo algunos edificios de la época colonial, hasta la SEP , donde se encuentran los murales más bonitos de Diego Rivera, sin tener que atravesar ríos de gente, ni de puestos, ni de olores a fritangas. Ya no tendré que contestar preguntas embarazosas como: “¿Por qué estos ambulantes no cuentan con un espacio propio para vender su mercancía? ¿Está permitido que tomen así las calles? ¿Qué no hay una autoridad que impida esta invasión?”, etcétera, etcétera. Ni tendré que oír comentarios del tipo: “Es parte del folklore...”. O bien, “¿por qué mejor no visitamos San Ángel?” Lo peor de todo es que siempre terminaba llevándolos a Santa Fe o al Antara en Polanco para mostrarles que en efecto, en la Ciudad de México, también hay boutiques y tiendas departamentales y no todo se vende en las calles. Por último, quiero decir que veo con entusiasmo que parte de las festividades del Centenario y Bicentenario de la Revolución e Independencia de México, podrán llevarse a cabo en las calles principales más importantes y hermosas de nuestra ciudad. ¡Gracias, Marcelo!
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Kikka Roja
Cuauhtemoc Cardenas pide, y el pedinche se come a la chinche
Está perdido. ¿QUIEN LO CORRETEA DON TEMOC? ¿QUE LE PROMETIERON?
- Cárdenas pide reconocer al actual Presidente
La pregunta es cuánto tiempo más va a aguantar Felipe Calderón a Vicente Fox. Hasta dónde se puede prolongar el actual estado de cosas. Cuál es el límite para el hiperactivismo desbocado de un ex presidente cuestionado e investigado por el Congreso a causa de una riqueza tan abundante como inocultable. Una situación tan insostenible como la cordura del cónyuge de Marta, que reventó en una entrevista en Los Ángeles como bien consigna ayer EL UNIVERSAL. El problema es que ya no se trata de una suma de anécdotas para la picaresca tragicómica de la política mexicana. Fox está debilitando día a día la institución presidencial. Con cada exabrupto envía el mensaje de que los panistas son tan soberbios o más que sus antecesores del PRI. Y a cada nueva revelación sobre su fortuna crece la percepción pública de que los gobiernos del PAN son tanto o más corruptos, abusivos e impunes que lo que en su momento fueron los priístas. Lo grave es que no es un asunto nada más del imaginario colectivo, sino de un enorme costo político que Fox le endosa cotidianamente al gobierno de Calderón. A cada nuevo agravio foxista corresponde un mayor debilitamiento del calderonismo en el poder.
Y eso lo saben en Los Pinos. Tanto que en el cuarto de guerra —que sigue operando como en campaña— ya pasaron de los focos amarillos a los rojos. Por eso, desde que arribó a la Presidencia, el círculo cercano ha estado evaluando el deslinde de quien también los ha agraviado a ellos mismos al asumirse como el verdadero ganador de 2006. Así que ahora ya analizan la ruptura. Lo que se discute es el cómo y el cuándo. En qué términos ha de darse y cuál será el momento más oportuno. Las puras formas, porque en el fondo la suerte está echada y la ruptura sólo es cuestión de tiempo.Por supuesto que hay resistencias. Y dentro del mismo grupo íntimo hay quienes argumentan que Fox podría abrir la boca —otra vez de más— y hacer revelaciones que dañarían severamente al presidente Calderón. Sin embargo, va adelante la argumentación de que precisamente la impunidad de Fox y la inacción del actual mandatario serían la mejor evidencia de que hay secretos inconfesables entre ambos personajes, sobre todo en lo que hace a 2006. Por eso creen que vale la pena correr el riesgo de un golpe de timón que además contribuiría notablemente a la legitimación tan perseguida por el actual gobierno. Las aclaraciones de la Presidencia sobre las Hummers saqueadas por Fox y el exhorto del secretario de Gobernación de que el que se va se calla parecen señales en ese sentido. El propio Ramírez Acuña fue a San Lázaro a ofrecer toda la información y apoyo del gobierno calderonista a la Comisión Fox, que ha iniciado sus indagatorias sobre la ofensiva riqueza del ex presidente y su parentela.
Sería además el saldo de una vieja cuenta política gestada en dos orígenes diametralmente opuestos. No hay que olvidar que Felipe Calderón es panista doctrinario de cepa, hijo de don Luis Calderón, fundador e historiador de ese partido. Que de la mano de su mentor Carlos Castillo Peraza se convirtió en 1996 —a los 33 años apenas— en el presidente más joven en la historia del PAN, imponiéndose al neopanista Ernesto Ruffo. Que desde ahí ganó gubernaturas tan importantes como Nuevo León, Aguascalientes y Querétaro. Pero que se enfrentó a los bárbaros del norte como Canales Clariond, Pancho Barrio y el mismísimo Vicente Fox, quien como gobernador empresarial de Guanajuato apresuraba los tiempos a su favor. Con la tesis de que no había que ganar la Presidencia y perder el partido, Calderón se opuso al neopanismo y a la candidatura de Fox y pagó las consecuencias. Pretextando la derrota en Chihuahua lo echaron del país a un exilio académico en Harvard para poner en su lugar al yunquista Luis Felipe Bravo Mena.De todos es sabido que años después —en 2005, para ser precisos— sería Fox quien se opondría a la candidatura de Calderón, apostando todas sus cartas a Santiago Creel. Sólo la victoria riñonuda de Calderón al interior del PAN obligó a la pareja presidencial a apoyar a Felipe a regañadientes. Hoy, un nuevo giro histórico le plantea a Calderón la oportunidad de escribir un último capítulo sobre su adversario de toda la vida: Vicente Fox.
ddn_rocha@hotmail.com
Kikka RojaJulio Di-Bella a salto de mata : OPORTUNISTA
SE LARGÓ COMO LAS RATAS CUANDO SE HUNDE EL BARCO, CANAL ONCE, ES UN ATASCADERO DE INJUSTICIAS A LOS TRABAJADORES Y AL PERSONAL CREATIVO
- Dice que su relación con Fox y Sahagún no influirá en su nueva encomienda
- Di-Bella se incorpora al grupo plural para la reforma a la ley de radio y tv
- La propuesta de incluir al ex director de Canal 11 en los trabajos se aprobó por consenso
–Sólo para precisar: queda claro la situación que marca sus relaciones personales, ¿pero esas relaciones personales no afectarán el trabajo de esa comisión tan importante? –se se planteó.
–No tiene nada que ver, en absoluto ni está relacionado con la comisión que ha formado la Cámara de Diputados para indagar, por cierto, la trayectoria pública de Marta Sahagún y del ex presidente de la República, pero eso se verá allá. Nosotros coincidimos con esa línea de investigación y resolución de la Cámara de Diputados, pero acá no tiene nada que ver. En absoluto tendrá alguna influencia –respondió el perredista. Di-Bella Roldán señaló, a su vez, que conoce la diferencia entre sus relaciones personales y el trabajo que habrá de realizar, por lo que, aseguró, sabrá separar un ámbito del otro. El nuevo secretario del grupo plural fue asesor corporativo de Telecable del Centro, director general de Radio y Televisión de Guanajuato y, hasta ayer, director de Canal 11. Consideró que en esta tarea es momento de “reflexionar conjuntamente, de proponer, escuchar, discutir y consensuar en materia de gestión de medios, contenidos, marco jurídico, financiación, calidad, conversión y plataformas tecnológicas, transparencia, rendición de cuentas y órganos de regulación”, entre otros temas importantes tanto en el sector de los medios públicos como en el de los privados.
El panista Alejandro Zapata Perogordo, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, comentó que al formar el grupo plural inicialmente se pretendía integrar un equipo que permitiera tener una visión amplia, tanto en lo técnico como en la parte social, educativa y cultural en lo que se refiere a la regulación de medios de comunicación, cuestión que puede llegar a realizarse con el nombramiento de Di-Bella Roldán. Añadió que la fuerza que tendrá en este grupo de trabajo “será relevante, importante y trascendente sin duda alguna”. Dijo que Di-Bella Roldán “fue aceptado por todos. Eso implica que se le considera una gente intachable y no dudamos que vaya a seguir trabajando de esa manera y que va aportar mucho a este equipo de trabajo, en el cual se requiere mucha sensibilidad y mucho conocimiento”. En tanto, el nuevo integrante de la comisión plural dijo en su defensa sobre el sentido de su relación con Marta Sahagún y con el ex presidente Vicente Fox, que tuvo “la fortuna” de trabajar en el gobierno del estado de Guanajuato. “Y bueno, los tiempos, las circunstancias y los momentos son lo que definen la historia de cada hombre y mujer de este país. Mi historia ha sido de trabajo, de resultados y de compromisos al servicio de la nación. Puede estar seguro que sé distinguir de manera muy clara la ética de lo profesional, lo que puede representar la amistad personal que puedo tener no nada más con ellos (Fox y Sahagún), sino con muchas personas que me dispensan el favor de su afecto.”
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Los Vecinos. Como se recordará, en las elecciones presidenciales del 2000, el vicepresidente y candidato demócrata, Albert Gore, ganó el voto popular por un margen muy pequeño, pero perdió en el Colegio Electoral –sitio donde legal pero ilógicamente, 538 delegados deciden la elección- porque una Suprema Corte cargada de conservadores ordenó detener el recuento de votos dudosos en Florida y eso dio a su oponente, George W. Bush, los 25 delegados en disputa en ese estado.
La manipulación del ataque de los militantes islamistas a Nueva York y Washington en el 2001 y la posterior invasión de Irak, le permitieron a Bush encontrar un punto de concentración –una razón popular de ser- a una administración que hasta ese momento navegaba a la deriva. Al montarse en una ola de patriotismo, y mediante una bien elaborada mercadotecnia, el presidente pudo finalmente presentarse como un líder necesario y respaldado. Pero, pasado un tiempo, volvió al punto de partida y hoy, mientras que su popularidad ha descendido en picada, Bush no sabe ya que hacer con el núcleo de su agenda política: Irak.
Actualmente, el contraste entre los contendientes del 2000 no puede ser mayor. El candidato derrotado, Gore, acaba de recibir el Premio Nóbel de la Paz por su contribución al despertar de la conciencia mundial en torno a los peligrosos efectos de los humanos sobre el medio ambiente global. La decisión del Comité del Premio Nóbel en favor de Gore y de una organización internacional -el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático- no ha sido puesta en duda por voces autorizadas aunque a los grupos republicanos más conservadores de Estados Unidos no les ha hecho gracia. Gore es, por origen social, miembro de la clase gobernante norteamericana y egresado de Harvard. Como joven no se entusiasmó con la acción militar de su país en Vietnam, pero finalmente se incorporó a la fuerza expedicionaria norteamericana en el país asiático. En su larga carrera como legislador local y federal por Tennessee, se metió de lleno, entre otras cosas, a examinar las consecuencias de largo plazo de la actividad humana sobre el delicado equilibrio que hace posible la vida en nuestro planeta. Propuso el uso inteligente y responsable de la organización política para detener nuestra autodestrucción como especie. Desde entonces, sus adversarios conservadores no le respondieron con argumentos sino con epítetos: le llamaron “el hombre ozono”. Bush, como Gore, tuvo como base inicial de lanzamiento a la vida pública a su familia, lo que le permitió asistir a una universidad apropiada –Yale- pero en materia de responsabilidad cívica su conducta ya no correspondió a la biografía de la familia: evitó ir a Vietnam –se quedó seguro en casa gracias a que, mediante conexiones, logró una plaza en la Guardia Nacional que le evitó ir a Vietnam para cumplir con su servicio militar. Como hombre de negocios, Bush no creo ninguna empresa realmente productiva, aunque si logró utilidades mediante el prestigio del apellido. Ya en la vida pública, su energía se concentró en predicar el evangelio político de la derecha cristiana, en disminuir la carga impositiva de los que ya tenían mucho y en concentrar el ingreso, aunque pretendiendo que todo lo hacía en función del bien común.
Como presidente, Bush hijo, probablemente será recordado por la deliberada falsedad de los argumentos que utilizó para invadir Irak, por su sorprendente falta de planeación de una operación imperial que ha concentrado, y sin buenos resultados, el grueso de los recursos militares norteamericanos en lo que ya se ha demostrado que no tenía conexión con la supuesta prioridad de la agenda de seguridad de Estados Unidos: la eliminación de Al Qaeda. A estas alturas, los analistas aceptan que el proyecto político-militar de la Casa Blanca en Irak fracasó y que el problema hoy se reduce a encontrar la manera de retirarse de la vieja Mesopotamia con el menor costo posible. Este segundo Bush también será recordado por el enorme déficit fiscal que heredará y por haber perdido el control republicano del gobierno de Washington, pues el proyecto de los neoconservadores de forjar un imperio global que impusiera sus valores al resto del mundo, se ha venido por tierra. Y la lista puede seguir.
De Retorno a la Cuestión Inicial. En George W. Bush, en el tenebroso vicepredente Dick Cheney, en el fallido ex secretario de Defensa Ronald Rumsfeld, en el ex Procurador General Alberto Gonzales que justificó la tortura de prisioneros, en Paul Wolfowitz, el ex presidente del Banco Mundial, ex subsecretario de Defensa y quien terminó acusado de actos contrarios a la ética ¿tiene Estados Unidos la clase política que se merece? No hay forma de contestar tajantemente pues, como vimos, por muy poco, esos mismos Estados Unidos hubieran podido tener en la Casa Blanca a Gore –la antitesis de Bush- y con él a un liderazgo totalmente diferente y con una agenda local e internacional con prioridades muy distintas.
Hay en esta situación algo muy peculiar y trágico –¿esquizofrénico?- pues la mitad de los ciudadanos norteamericanos se identificaron con la persona y los valores de Bush pero la otra mitad con los valores de Gore, aunque quizá no con su persona. Algo muy similar volvió a ocurrir en el 2004, cuando Bush se enfrentó a John Kerry, otro demócrata liberal y con una agenda social progresista. Así pues, se puede concluir que Estados Unidos se merece o que no se merece lo que hoy tiene. Estuvo a un paso de lograr un gobierno liberal e ilustrado, como el que hubiera podido encabezar cualquiera de los dos últimos candidatos demócratas. Finalmente tiene uno conservador, de visión ideológica estrecha, con poca sensibilidad e inteligencia pero apoyado por fuertes intereses económicos privados y que, por razones imperiales disfrazadas de gran proyecto altruista, condujo al país a su último gran fracaso en materia internacional.
¿Y México? Para Daniel Cosio Villegas en 1947, ninguno de los gobernantes salidos de la Revolución Mexicana había estado a la altura de las circunstancias y demandas del país. En realidad, esa afirmación resulta tanto o más valida a partir de 1947, pues con la distancia hoy es más fácil ver que en el cardenismo México si tuvo, por un momento, un liderazgo político con una visión histórica generosa y, además, con la voluntad y valor necesarios para enfrentar tareas de la magnitud de la reforma agraria o la expropiación petrolera. En México en el año 2000 se hizo realidad una circunstancia histórica espléndida: el cambio pacifico de régimen. Se abrieron las puertas a la democracia política y con ellas la posibilidad de llamar a cuentas al pasado corrupto y autoritario, para dar forma a un nuevo y autentico proyecto nacional. Es verdad que una parte de la sociedad aún apoyó entonces al PRI –por interés, por miedo, por falta de imaginación, por inercia-, pero ya no era la mayoría. México, por fin, tuvo la oportunidad de recuperar la dirección e incluso algo del tiempo perdidos. Y sin embargo, todo esto no se materializó en algo grande. Cada vez es más clara la verdadera dimensión --pequeña y mezquina-- del supuesto líder del cambio: Vicente Fox. Y lo mismo se puede decir de los foxistas.
El famoso “juicio de la historia” es muy voluble y quien sabe que dirá. Por ahora, las pocas políticas sustantivas por las que Fox podría ser recordado aparecen contradictorias. Por un lado, encabezó la derrota del PRI y, por el otro, desperdició su sexenio, pues en lo único que invirtió con éxito su energía fue en impedir por medio legítimos e ilegítimos que la oposición de izquierda llegara al poder. Finalmente, en el 2006, México tuvo, igual que Estados Unidos seis años antes, la posibilidad de ir por caminos muy distintos, casi opuestos, en materia de gobernantes y de proyectos. También aquí como allá, la sociedad se dividió en partes iguales pero última palabra la tuvo un tribunal cargado del lado de los intereses creados ¿Tiene pues México, su sociedad tan heterogénea y su historia tan complicada, los gobernantes y la democracia que se merece? No hay respuesta, pero la pregunta vale como acicate para mantener viva la imaginación y, lo más importante, las posibilidades y la inconformidad.
Resumen: “La idea de que cada país tiene el gobierno, los dirigentes que se merece, es inaceptable en términos prácticos y morales”
Kikka Roja
Manuel y Jorge Alberto Bribiesca Sahagún : Hijos de Marta en PEMEX
- Durante el gobierno de Fox, Oceanografía obtuvo de Pemex casi 6 mil millones de pesos
- Empresa cercana a los Bribiesca fue beneficiada con millonarios contratos
- Manuel, su hermano Jorge y el tío de ambos, Guillermo Sahagún, operaron como gestores
- Existe una relación de adjudicaciones en materia de adquisiciones, arrendamientos y servicios
Imagen de archivo de la boda de Manuel Bribiesca Sahagún con Ivonne Vázquez Mellado (a la izquierda). Un nuevo escándalo de tráfico de influencias involucra a los hijos de Marta Sahagún Jiménez Foto: Martín Diego Rodríguez
Bajo permanente sospecha
Ayer, el presidente de la Comisión de Marina de la Cámara de Diputados, José Manuel del Río Virgen, informó a este diario que Carlos Morales Gil, director general de Pemex Exploración y Producción (PEP), le envió una copia de la relación de contratos adjudicados en materia de adquisiciones, arrendamientos y servicios, en los cuales se detalla los números de los documentos, objeto de los mismos y sus montos, así como las fechas de formalización y finiquito, que beneficiaron a Oceanografía.“Esta empresa siempre ha estado bajo sospecha por la gestión de contratos millonarios que hacían familiares de Marta Sahagún. En 1996, Oceanografía era contratista de Petróleos Mexicanos, pero nunca había destacado; incluso en el año 2000 estuvo a punto de ser embargada por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP); estaba quebrada, había evadido impuestos, y se demostró colusión de funcionarios públicos.“Debía 21 millones 130 mil pesos al SAT, pero a partir de 2001, según consta en el Registro Público de la Propiedad, se ordenó cancelar el embargo por parte de la Secretaría de Hacienda, porque habían recibido una instrucción de la oficina en Los Pinos de Marta Sahagún”, afirmó Del Río.La naviera Oceanografía, cuyos propietarios son Amado Yáñez Osuna y Amado Yáñez Correa, comenzó su despegue como una influyente contratista en el foxismo a partir de 2002. “En ese año tenía un capital de 1.5 millones de pesos, cuando a principios del sexenio estaba quebrada, y luego incrementó su capital a 126 millones en un solo año, por los contratos que le hicieron ganar los hijos de Marta Sahagún”, afirmó el legislador.Desde julio pasado, la Secretaría de la Función Pública (SFP) inició una investigación a la firma Oceanografía, a partir de las conclusiones de la comisión especial y de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), una vez que el ex titular de esa dependencia, Germán Martínez, consideró irregulares los contratos otorgados a dicha empresa.El seguimiento del caso incluye a Muñoz Leos y a su sucesor en el cargo, Luis Ramírez Corzo, así como al propio Morales Gil –quien envió la información a Del Río Virgen–; al subdirector de la región marina noreste, Javier Hinojosa; al ex administrador de activos de la región marina suroeste, Jorge Andrés Pérez Fernández; al ex subdirector de Coordinación de Servicios Marítimos, Héctor Leyva Torres, y al gerente de Mantenimiento Integral, José Guadalupe de la Garza Saldívar.El legislador de Convergencia entregó a La Jornada una copia del legajo, mismo que fue corroborado en la documentación oficial de PEP, donde se desglosa cada uno de los contratos que beneficiaron a Oceanografía.Hasta la fecha, Petróleos Mexicanos ha pagado 3 mil 829 millones 953 mil 557 pesos a la empresa, que le ha prestado servicios de transporte de hidrocarburos, de personal, así como construcción y mantenimiento de ductos, además de infraestructura en las plataformas del Golfo de México, incluido el campo de Cantarel.Además, explicó Del Río, Pemex Exploración otorgó a Oceanografía contratos multianuales, que comenzarán a ejercerse a partir de 2008 y hasta 2010.En efecto, de acuerdo al listado de contratos adjudicados se descubrió que la petrolera comprometió el pago por 191 millones 392 mil 573 dólares por diversos servicios, entre ellos el flete de lanchas rápidas para el transporte de personal, de lanchas estables y de barcos abastecedores de nueva generación. Al tipo de cambio actual, por esos contratos la empresa recibiría 2 mil 99 millones 576 mil 527 pesos.Inclusive, uno de estos compromisos se asumió cuando el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa llevaba dos meses de ejercicio. Se trata del contrato 428216969, autorizado por la Gerencia de Administración y Finanzas de la empresa paraestatal, por 25 millones 277 mil 58 dólares, formalizado el 18 de enero de 2007, mediante el cual Oceanografía se compromete a “prestar servicio de transporte, acondicionamiento y recuperación de fluidos durante la perforación, terminación y reparación con el apoyo de un barco procesador”.Entre los contratos que llaman la atención y cuyo monto supera por mucho a la mayoría de los firmados con otros proveedores de servicios, figura el 418235843, autorizado por Servicios Marinos de la Gerencia de Administración y Finanzas de Pemex, en adjudicación directa, con fecha 13 de mayo de 2005, por 676 millones 406 mil 778 pesos, “para rehabilitación y mantenimiento de plataformas marinas con apoyo de una embarcación con posición dinámica”.
Gasoductos y barcos
Se menciona asimismo el contrato 412425828, otorgado por la Gerencia de Contratos de la Subdirección de Ingeniería y Desarrollo de Obras Estratégicas, formalizado el 20 de mayo de 2005, por un monto de 124 millones 486 mil 97 dólares para “la procura y construcción del gasoducto de 36 (pulgadas) por 56 kilómetros de plataforma de enlace litoral al complejo POL-A”, en la sonda de Campeche.Entre los contratos multianuales resaltan 12 para la renta de lanchas rápidas para el traslado de personal, de materiales y equipo ligero en el Golfo de México, así como de barcos abastecedores.Cuatro de ellos, cada uno por 4 millones 93 mil 190 dólares, ampara la renta de ocho lanchas cada uno, que serán utilizadas antes del 31 de diciembre de 2008; en contraste, otros cinco por un monto de 7 millones 294 mil 870 dólares cada uno, con vigencia a abril de 2010, que únicamente considera la renta de cinco lanchas rápidas para “el transporte de personal, materiales y equipo ligero en el Golfo de México”.José Manuel del Río Virgen aseguró que filiales de Oceanografía SA de CV, como Ocean Mexicana, también recibieron contratos de Pemex Exploración desde 2004. “Según el portal Compranet, los contratos a esa empresa fueron por mil 632 millones de pesos”, afirmó.
Kikka Roja