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miércoles, 9 de abril de 2008

Sergio Aguayo Quezada: Tablas milagrosas

Tablas milagrosas

saguayo@colmex.mx

Elba Esther Gordillo pareciera tener un poder ilimitado. ¿De dónde salieron esas tablas milagrosas que multiplican sus recursos?, ¿qué simboliza en nuestra democracia? Después de unas negociaciones tormentosas, Ejecutivo y Legislativo aprobaron una reforma fiscal que está reduciendo los ingresos... de casi todos. El 3 de abril Sonia del Valle develó en Reforma que el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) había logrado exentar sus prestaciones del cálculo para cobrar el Impuesto Sobre la Renta. El costo estimado para el fisco sería de mil 400 millones de pesos. Pese a que Reforma tenía un documento probatorio, Elba Esther negó el hecho y su valedor fue el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, quien inauguró la moda de conferencias de prensa a través del ¡altavoz del celular de la maestra! Por ahora el trato privilegiado se frustró por la protesta de los empresarios; se trata de un tropiezo en la portentosa lista de éxitos de Elba Esther. ¿Cómo le hace para doblegar a presidentes y secretarios y resistir el embate de sus enemigos? Conocí a Elba Esther en 1994, el año en el cual la maestra se proclamó campeona de la limpieza electoral y encabezó la Organización Nacional de Observación Electoral Magisterial (ONOEM) con la cual quiso competir con Alianza Cívica, el organismo ciudadano independiente que realizó el primer monitoreo integral de una elección presidencial.

Un personaje tortuoso forzó una serie de encuentros con Elba Esther para buscar, según él, un acuerdo estratégico entre maestros y ciudadanos. El entendimiento era imposible pero constaté de cerca la energía ilimitada de Elba Esther quien ya andaba con esos asistentes que le pasan los teléfonos que utiliza sin cesar. Un libro (Ricardo Raphael, Los socios de Elba Esther, Planeta, 2007) contiene información para armar una hipótesis sobre la génesis de sus tablas de multiplicar.

Mientras Alianza Cívica denunciaba en 1994 las irregularidades electorales confiada en que cuando llegara la alternancia avanzaríamos en la ruta de la democracia, Elba Esther y sus maestros detectaban los puntos débiles de la democracia electoral y se preparaban para dar una cátedra de adaptación a los
nuevos tiempos. La fórmula que encontraron combina lo viejo con lo nuevo. Según la obra de Ricardo Raphael, Elba Esther controla a la dirigencia sindical y a unos 55 mil maestros con los cuales ha construido una sofisticada estructura para la captación de información y la movilización social. Por ellos sabe en tiempo real lo que sucede durante una jornada electoral y eso le permite negociar con los candidatos al mediodía de las jornadas electorales. Si llegan a un acuerdo los maestros movilizan en el plazo de una hora a centenares de miles de votantes y pueden ser la diferencia entre el triunfo o la derrota. En las presidenciales del 2000 supieron a las doce del día que Vicente Fox iba adelante por 6 puntos en las encuestas de salida y ello le permitió a Elba Esther reunirse, a los pocos minutos, con quien sería declarado ganador a las ocho de la noche. Ahí se consolidó esa amistad con Marta y Vicente que la empujaría, en el sexenio de la alternancia, a las alturas del poder político. Según esta versión -no desmentida-, a Felipe Calderón le ofreció el día antes de las votaciones medio millón de votos y su intervención ante gobernadores priistas. Sabemos que el 2 de julio del 2006 se comunicó con el gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores, a quien soltó dos reveladoras frases: en una la maestra le informa que "vamos a sacar ahorita todo el voto ciudadano" y en otra le sugiere que, ante la caída de Roberto Madrazo, "lo interesante es hablar con Felipe y vendérselo" (el apoyo supongo). Por cierto, este método también lo han aplicado en otras elecciones lo cual no ha parecido interesar ni al Instituto Federal Electoral ni a otras autoridades.

Este aparato magisterial se alimenta con enormes cantidades de dinero mismas que han salido del erario. Ricardo Raphael estima que en los años de Elba Esther -1989 al 2007- han fluido a las arcas de ese grupo 200 mil millones de pesos por partidas de diferente tipo. Dinero y poder han creado una dinámica que no pareciera tener límites. Para hablar sobre el significado de la maestra me apoyo en un espléndido estudio de Alberto Aziz Nassif sobre un fraude electoral de 1986 ("Chihuahua y los límites de la democracia electoral", Revista Mexicana de Sociología, Vol. 49, No. 4, 1987). Aquella elección fue un parteaguas de la transición porque las dos principales fuerzas de la oposición y los movimientos cívicos forjaron un entendimiento a favor de elecciones limpias y confiables.

Eran los tiempos en los cuales el PAN vibraba con las golpeadoras frases de Manuel Gómez Morín y Carlos Castillo Peraza: el PAN vive en la "intransigencia diamantina en los principios"; el PAN "antepone la ética a la política". Durante las protestas contra ese fraude Heberto Castillo visitó a Luis H. Álvarez quien languidecía en una huelga de hambre que duró 41 días y le propuso que iniciaran una lucha conjunta para "caminar, no morir... preparémonos para enfrentar juntos al sistema en las elecciones federales de 1988". De ahí nacería el consenso que le rompería la columna vertebral al control del gobierno sobre las elecciones. Estados de ánimo con olor a naftalina. Es cierto que las elecciones ya no son controladas por un poder centralizado; la inequidad en la competencia y la impunidad ahora vienen de las acciones autónomas de partidos, gobernantes, grandes empresas, señores del crimen organizado, árbitros electorales... La regla es la victoria a toda costa. Andrés Manuel López Obrador podrá tener muchos defectos y en su corte han encontrado abrigo un buen número de corruptos. Sin embargo, reconozcámosle su negativa a negociar en el 2006 con Elba Esther.

Según Ricardo Raphael le mandó decir que él "no se relacionaba con mafiosos". Nuestra democracia vive una crisis sistémica por la maestría con la cual Elba Esther maneja sus tablas de multiplicar. Porque no es una excepción, tiene razón la maestra cuando, en la tormentosa conferencia de prensa del 4 de abril, soltó tres exabruptos: "¿Quieren gente honorable? ¿Quieren pulcritud? ¡Denme el ejemplo!" Eso es el reto de la maestra. Nota. Las citas de Gómez Morín y Castillo Peraza vienen de la columna de José Antonio Crespo, "Saldos del Camilogate", Excélsior, de abril.




Kikka Roja

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