Lamentable, que Calderón ofrezca al mejor postor la industria petrolera: diputados
Ciro Pérez y Elizabeth Velasco
Diputados de PRI y PRD calificaron de lamentable que el gobierno de Felipe Calderón esté ofreciendo a empresarios españoles un producto que no se sabe todavía cuál va a ser, ya que actualmente tienen lugar los foros de consulta en materia de reforma a Pemex. Consideraron que “lo que está haciendo el gobierno o sus cabilderos es exponer el prestigio de México, toda vez que el reclamo por el incumplimiento de este ofrecimiento será al país y a su Congreso, y no a Calderón”. Condenaron además que el español Antonio Solá haya sido premiado para representar los intereses de México en el extranjero, luego de haber sido estratega de la campaña calderonista. A su vez, el Partido del Trabajo anunció que hoy presentará un punto de acuerdo ante la Comisión Permanente para que el presidente Felipe Calderón Hinojosa informe sobre las negociaciones y acuerdos que, sin conocimiento de los mexicanos, ha llevado a cabo con empresas españolas en materia energética.
Lo anterior tiene lugar luego de las informaciones publicadas por La Jornada donde se da cuenta de que en el último año y medio altos ejecutivos de Pemex han intensificado sus contactos con empresas españolas relacionadas con hidrocarburos, y por la del pasado 30 de mayo, en la que se expone que Solá Reche sostuvo un encuentro con empresarios españoles, en un hotel de Madrid, con el objetivo de difundir el Programa Nacional de Infraestructura 2007-2012, y para atraer inversionistas ibéricos al país.
Además, a Solá se le responsabiliza de la campaña de odio emprendida en 2006 en contra de Andrés Manuel López Obrador, y la autoría de los videos difundidos bajo las siglas del PAN, en los que se alertaba a la población de que si ganaba el PRD la izquierda les confiscaría sus casas, coches y pertenencias más íntimas, como la cama y la televisión. Los legisladores priístas y perredistas condenaron que el gobierno calderonista haga creer a inversionistas españoles que la reforma a Petróleos Mexicanos va a ser “al gusto” de los empresarios y desconozca la inquietud que sobre este tema tiene la sociedad mexicana y que se refleja no sólo en las encuestas, sino en la exigencia de una consulta pública y de los propios debates en el Senado.
El diputado del tricolor Samuel Aguilar afirmó que con su actuar el gobierno expone el prestigio de México, “toda vez que el reclamo por el incumplimiento de este ofrecimiento será al país y a su Congreso, y no a Calderón”. Reprobó que Solá, quien fuera coordinador de imagen de Calderón en 2006, haya sido premiado para representar los intereses de México en el extranjero. Llamó al gobierno federal a dejar que las embajadas, que cuentan con personal capacitado, hagan su trabajo.
El perredista Emilio Ulloa lamentó que Calderón haga el papel de mercader “y pretenda instalarse en la Puerta de Alcalá para ofrecer la industria petrolera al mejor postor; con esa actitud no sólo consiguió ya que su reforma se deseche, sino que aclara que su misión en Los Pinos es desmantelar lo que le queda al país”. Ambos legisladores reconocieron que el papel de los cabilderos de Felipe Calderón en España genera molestia, ya que los partidos buscan, a través del diálogo, la mejor solución para Pemex, pero desde la perspectiva nacional y con actores mexicanos.
Lo anterior tiene lugar luego de las informaciones publicadas por La Jornada donde se da cuenta de que en el último año y medio altos ejecutivos de Pemex han intensificado sus contactos con empresas españolas relacionadas con hidrocarburos, y por la del pasado 30 de mayo, en la que se expone que Solá Reche sostuvo un encuentro con empresarios españoles, en un hotel de Madrid, con el objetivo de difundir el Programa Nacional de Infraestructura 2007-2012, y para atraer inversionistas ibéricos al país.
Además, a Solá se le responsabiliza de la campaña de odio emprendida en 2006 en contra de Andrés Manuel López Obrador, y la autoría de los videos difundidos bajo las siglas del PAN, en los que se alertaba a la población de que si ganaba el PRD la izquierda les confiscaría sus casas, coches y pertenencias más íntimas, como la cama y la televisión. Los legisladores priístas y perredistas condenaron que el gobierno calderonista haga creer a inversionistas españoles que la reforma a Petróleos Mexicanos va a ser “al gusto” de los empresarios y desconozca la inquietud que sobre este tema tiene la sociedad mexicana y que se refleja no sólo en las encuestas, sino en la exigencia de una consulta pública y de los propios debates en el Senado.
El diputado del tricolor Samuel Aguilar afirmó que con su actuar el gobierno expone el prestigio de México, “toda vez que el reclamo por el incumplimiento de este ofrecimiento será al país y a su Congreso, y no a Calderón”. Reprobó que Solá, quien fuera coordinador de imagen de Calderón en 2006, haya sido premiado para representar los intereses de México en el extranjero. Llamó al gobierno federal a dejar que las embajadas, que cuentan con personal capacitado, hagan su trabajo.
El perredista Emilio Ulloa lamentó que Calderón haga el papel de mercader “y pretenda instalarse en la Puerta de Alcalá para ofrecer la industria petrolera al mejor postor; con esa actitud no sólo consiguió ya que su reforma se deseche, sino que aclara que su misión en Los Pinos es desmantelar lo que le queda al país”. Ambos legisladores reconocieron que el papel de los cabilderos de Felipe Calderón en España genera molestia, ya que los partidos buscan, a través del diálogo, la mejor solución para Pemex, pero desde la perspectiva nacional y con actores mexicanos.
Kikka Roja
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