patricia dávila
MÉXICO, D.F. 30 de julio (apro).- A 36 horas de que un grupo de sicarios ejecutó a cuatro elementos de la Policía Preventiva del municipio de Lerdo, Durango, el secretario de Seguridad Pública municipal, Abelardo Díaz Pedroza, renunció a su cargo.
El presidente municipal de la ciudad, Carlos Aguilera Andrade, dio a conocer la dimisión del general retirado –quien fue víctima de “múltiples amenazas y presiones” – e informó que el puesto será asumido de manera interina por Ignacio Ramírez Rodríguez. Según la versión oficial, el retiro del funcionario se dio luego de recibir amenazas, pero la extraoficial señala que su renuncia fue obligada, después del ataque del grupo armado y el paro de labores que los policías municipales realizaron el pasado martes, en reclamo de mejor salario, seguro de vida y equipo de seguridad. La dimisión de Díaz Pedroza se dio 36 horas después de que un grupo de sicarios que viajaba en ocho camionetas de reciente modelo ejecutó a tres elementos en las instalaciones de la misma corporación y a otro más a bordo de una patrulla.
Ello provocó, un día después, el paro de labores de los policías de Lerdo, quienes amenazaron con renunciar masivamente por la falta de equipo adecuado para realizar su labor. El martes, los preventivos suspendieron sus labores durante una hora para exigir mejor equipo para el desempeño de su trabajo, así como un incremento en el seguro de vida y en su salario, problemas a los que se enfrentó el exsecretario durante su estancia en la SSP. Durante el paro, los policías se reunieron en la plaza municipal con el alcalde Carlos Aguilera Andrade, a quien advirtieron que si el municipio no los dotaba de inmediato de chalecos antibalas, uniformes y mejores sueldos, renunciarían masivamente. Así mismo, denunciaron que ya no estaban dispuestos a arriesgar su vida por un salario mensual de 4 mil 600 pesos ni por un seguro de vida que apenas alcanza los 40 mil pesos. El día del ataque (lunes), ante la amenaza de otra incursión de algún comando, el alcalde de Lerdo ordenó la evacuación de empleados y ciudadanos que en esos momentos se encontraban al interior de la presidencia. Además, los alrededores del inmueble fueron prácticamente sitiados por policías federales, municipales, estatales y militares para garantizar la seguridad. Y este miércoles, a pesar de que los agentes preventivos reanudaron sus labores y suspendieron el paro, el refuerzo con los agentes federales continúa.
El presidente municipal de la ciudad, Carlos Aguilera Andrade, dio a conocer la dimisión del general retirado –quien fue víctima de “múltiples amenazas y presiones” – e informó que el puesto será asumido de manera interina por Ignacio Ramírez Rodríguez. Según la versión oficial, el retiro del funcionario se dio luego de recibir amenazas, pero la extraoficial señala que su renuncia fue obligada, después del ataque del grupo armado y el paro de labores que los policías municipales realizaron el pasado martes, en reclamo de mejor salario, seguro de vida y equipo de seguridad. La dimisión de Díaz Pedroza se dio 36 horas después de que un grupo de sicarios que viajaba en ocho camionetas de reciente modelo ejecutó a tres elementos en las instalaciones de la misma corporación y a otro más a bordo de una patrulla.
Ello provocó, un día después, el paro de labores de los policías de Lerdo, quienes amenazaron con renunciar masivamente por la falta de equipo adecuado para realizar su labor. El martes, los preventivos suspendieron sus labores durante una hora para exigir mejor equipo para el desempeño de su trabajo, así como un incremento en el seguro de vida y en su salario, problemas a los que se enfrentó el exsecretario durante su estancia en la SSP. Durante el paro, los policías se reunieron en la plaza municipal con el alcalde Carlos Aguilera Andrade, a quien advirtieron que si el municipio no los dotaba de inmediato de chalecos antibalas, uniformes y mejores sueldos, renunciarían masivamente. Así mismo, denunciaron que ya no estaban dispuestos a arriesgar su vida por un salario mensual de 4 mil 600 pesos ni por un seguro de vida que apenas alcanza los 40 mil pesos. El día del ataque (lunes), ante la amenaza de otra incursión de algún comando, el alcalde de Lerdo ordenó la evacuación de empleados y ciudadanos que en esos momentos se encontraban al interior de la presidencia. Además, los alrededores del inmueble fueron prácticamente sitiados por policías federales, municipales, estatales y militares para garantizar la seguridad. Y este miércoles, a pesar de que los agentes preventivos reanudaron sus labores y suspendieron el paro, el refuerzo con los agentes federales continúa.
Kikka Roja
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