- Reportan 16 heridos de la coordinadora y 7 de los guardianes; todos al mismo hospital
- Se enfrentan maestros disidentes y elementos de seguridad del SNTE
- Integrantes de la sección 9 interrumpen ceremonia de basificación de dos mil profesores
- Retan a realizar un nuevo congreso seccional
- Policías capitalinos resguardan a charros
Ampliar la imagen Maestros de la sección 9 protestaron frente a un salón de fiestas ubicado en avenida Cuauhtémoc casi esquina con Parroquia. Los profesores bloquearon de forma intermitente estas vialidades Foto: Alfredo Domínguez
Grupos de choque del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) recibieron a golpes a profesores de la sección 9 de ese gremio, cuando éstos intentaron ingresar a la ceremonia de basificación de 2 mil maestros de educación primaria, encabezada por la dirigente “espuria y charra” María Teresa Pérez Ramírez, con el fin de exigir el reconocimiento de su comité seccional “democrático”. A pesar de que sujetos vestidos con trajes negros y pegotes con la leyenda “SNTE seguridad” se enfrentaron a los disidentes, que a empujones trataban de abrirse paso para llegar al salón en el que se efectuaba el acto, por la noche Pérez Ramírez –dirigente avalada por Elba Esther Gordillo– aseguró en conferencia que los disidentes “son capaces de agredirse entre ellos”. Cerca de las 11 de la mañana, alrededor de 50 profesores de la sección 9 adheridos a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) acudieron a un salón de fiestas ubicado en avenida Cuauhtémoc con el propósito de manifestarse en contra de la dirigencia charra, la Alianza por la Calidad de la Educación y la Ley del ISSSTE; así como para proponer la realización de un nuevo congreso seccional que elija un comité ejecutivo seccional.
Hombres de negro
Los disidentes lograron pasar la puerta principal e intentaron entrar al salón en el que se efectuaba la ceremonia, que era encabezada por Pérez Ramírez, repre- sentantes de la dirigencia nacional del SNTE y por Luis Ignacio Gómez, titular de la Administración Federal de Servicios Educativos de la SEP; sin embargo, antes de lograr su objetivo, varios sujetos vestidos de negro los repelieron a golpes, lo que ocasionó un enfrentamiento en el lobby del salón. Cada parte dio su versión sobre el saldo de la trifulca. Mientras los de la CNTE aseguraron que fueron lesionados 16 de sus compañeros, los oficialistas aseveraron que de su parte hubieron siete.
Dos profesores de la disidencia sufrieron lesiones graves. Se trata de Adrián Martínez Aranda, quien recibió una patada en el ojo derecho que le ocasionó un derrame y el riesgo de perder la vista, por lo que fue trasladado al hospital Adolfo López Mateos del ISSSTE; y Néstor Trujado Molina, a quien golpearon en la cabeza con un perchero de metal, además de recibir patadas cuando estaba tirado en el piso. Otros 14 mentores, la mayoría mujeres, también sufrieron lesiones. En tanto, los dirigentes oficiales del SNTE identificaron ante los medios de comunicación a cinco de los siete lesionados de su lado, e indicaron que José Miguel Espinoza Buendía, también podría perder el ojo. Al igual que los profesores disidentes, los de la parte del SNTE fueron conducidos al mismo hospital. Cada parte acusa a la otra de ser la causante de la gresca. Tras los hechos, Francisco Bravo, secretario general “democrático” de la sección 9, advirtió que los profesores de su agrupación no buscan el enfrentamiento, pero “éste se seguirá dando ante la cerrazón de las autoridades y la dirigencia, pues es una consecuencia de acciones charriles. Nosotros no buscamos el enfrentamiento, pero nuestras acciones se radicalizarán en tanto no haya una respuesta a nuestras demandas”.
En medio del lugar en donde se suscitaron los hechos, Bravo planteó una propuesta a la charra Elba Esther Gordillo: “Si en verdad consideran que son mayoría y cuentan con más delegados, los emplazamos a realizar un nuevo congreso seccional a fin de que se elija la dirigencia. Pero en esta convocatoria tiene que participar una comisión bipartita, de ellos y nosotros, además de observadores internacionales. Con esas condiciones, si nos es desfavorable el resultado lo respetaremos, pero si triunfamos, exigiremos lo mismo”. Poco a poco se fueron sumando más profesores a la manifestación que devino en un bloqueo parcial de la avenida Cuauhtémoc, poco antes del eje 8 sur, que se prolongó hasta después de las 14 horas. Los maestros “democráticos” golpeados utilizaban bolsas de plástico con hielos para sanar sus contusiones. Cabe destacar que uno de los principales elementos presentados por la dirigencia seccional para argumentar que los manifestantes fueron los golpeadores, lo constituye una fotografía en la que aparecen profesoras preparando bolsas de hielo. Cerca del mediodía comenzaron a salir los profesores que habían obtenido su base, así como niños que participaron en la cere- monia. Los manifestantes aclararon que “el problema no es con ustedes, la basificación es un derecho, recuerden que no los premian” y los exhortaron a unirse al bloqueo, a lo que algunos accedieron. Sin embargo, cuando vieron salir a profesores que identificaron como charros intentaban sujetarlos y amagarlos, lo que era impedido por policías capitalinos que se hallaban en el lugar.
Debido a que los disidentes intentaban que los líderes charros no abandonaran el lugar, se dieron a la tarea de revisar cada automóvil que salía del estacionamiento del salón. Los integrantes de la sección 9 “democrática” del SNTE responsabilizaron de la agresión a Gordillo Morales y al gobierno federal, debido a que las secretarías de Gobernación y de Educación Pública “se han mantenido cerradas para resolver el conflicto”; asimismo, aseguraron que presentarán las denuncias correspondientes para que los responsables de haberlos golpeado sean sancionados. Luego de los hechos, los manifestantes se trasladaron al nuevo edificio sede de la dirigencia de la sección 9, donde se volvieron a manifestar contra “los charros que se han adueñado del sindicato”. En tanto, una comisión, encabezada por el propio Bravo, acudió a la Administración Federal de Servicios Educativos de la SEP. Horas después, la dirigencia nacional del SNTE convocó a una rueda de prensa para referirse a estos hechos. Ahí, Pérez Ramírez y la vocera del sindicato, Carmen Rizo, advirtieron que “no estamos dispuestos a ser rehenes de este tipo de violencia”.
La dirigente avalada por Gordillo, que fue electa a “escondidas” el pasado primero de julio, acusó a los integrantes de la CNTE de ser un grupo de “vándalos que llegaron a interrumpir el acto de manera violenta”, por lo que la dirigencia del sindicato presentará las denuncias penales correspondientes ante el Ministerio Público de la delegación Benito Juárez. Aseguró contar con pruebas para demostrar que la violencia fue iniciada por la disidencia. Para ello presentó una serie de fotografías en las que se notan detalles de la manifestación, sin embargo, “no tenemos del momento de la agresión; sí existen, pero por miedo a represalias los compañeros no nos las quieren proporcionar”.
Dos profesores de la disidencia sufrieron lesiones graves. Se trata de Adrián Martínez Aranda, quien recibió una patada en el ojo derecho que le ocasionó un derrame y el riesgo de perder la vista, por lo que fue trasladado al hospital Adolfo López Mateos del ISSSTE; y Néstor Trujado Molina, a quien golpearon en la cabeza con un perchero de metal, además de recibir patadas cuando estaba tirado en el piso. Otros 14 mentores, la mayoría mujeres, también sufrieron lesiones. En tanto, los dirigentes oficiales del SNTE identificaron ante los medios de comunicación a cinco de los siete lesionados de su lado, e indicaron que José Miguel Espinoza Buendía, también podría perder el ojo. Al igual que los profesores disidentes, los de la parte del SNTE fueron conducidos al mismo hospital. Cada parte acusa a la otra de ser la causante de la gresca. Tras los hechos, Francisco Bravo, secretario general “democrático” de la sección 9, advirtió que los profesores de su agrupación no buscan el enfrentamiento, pero “éste se seguirá dando ante la cerrazón de las autoridades y la dirigencia, pues es una consecuencia de acciones charriles. Nosotros no buscamos el enfrentamiento, pero nuestras acciones se radicalizarán en tanto no haya una respuesta a nuestras demandas”.
En medio del lugar en donde se suscitaron los hechos, Bravo planteó una propuesta a la charra Elba Esther Gordillo: “Si en verdad consideran que son mayoría y cuentan con más delegados, los emplazamos a realizar un nuevo congreso seccional a fin de que se elija la dirigencia. Pero en esta convocatoria tiene que participar una comisión bipartita, de ellos y nosotros, además de observadores internacionales. Con esas condiciones, si nos es desfavorable el resultado lo respetaremos, pero si triunfamos, exigiremos lo mismo”. Poco a poco se fueron sumando más profesores a la manifestación que devino en un bloqueo parcial de la avenida Cuauhtémoc, poco antes del eje 8 sur, que se prolongó hasta después de las 14 horas. Los maestros “democráticos” golpeados utilizaban bolsas de plástico con hielos para sanar sus contusiones. Cabe destacar que uno de los principales elementos presentados por la dirigencia seccional para argumentar que los manifestantes fueron los golpeadores, lo constituye una fotografía en la que aparecen profesoras preparando bolsas de hielo. Cerca del mediodía comenzaron a salir los profesores que habían obtenido su base, así como niños que participaron en la cere- monia. Los manifestantes aclararon que “el problema no es con ustedes, la basificación es un derecho, recuerden que no los premian” y los exhortaron a unirse al bloqueo, a lo que algunos accedieron. Sin embargo, cuando vieron salir a profesores que identificaron como charros intentaban sujetarlos y amagarlos, lo que era impedido por policías capitalinos que se hallaban en el lugar.
Debido a que los disidentes intentaban que los líderes charros no abandonaran el lugar, se dieron a la tarea de revisar cada automóvil que salía del estacionamiento del salón. Los integrantes de la sección 9 “democrática” del SNTE responsabilizaron de la agresión a Gordillo Morales y al gobierno federal, debido a que las secretarías de Gobernación y de Educación Pública “se han mantenido cerradas para resolver el conflicto”; asimismo, aseguraron que presentarán las denuncias correspondientes para que los responsables de haberlos golpeado sean sancionados. Luego de los hechos, los manifestantes se trasladaron al nuevo edificio sede de la dirigencia de la sección 9, donde se volvieron a manifestar contra “los charros que se han adueñado del sindicato”. En tanto, una comisión, encabezada por el propio Bravo, acudió a la Administración Federal de Servicios Educativos de la SEP. Horas después, la dirigencia nacional del SNTE convocó a una rueda de prensa para referirse a estos hechos. Ahí, Pérez Ramírez y la vocera del sindicato, Carmen Rizo, advirtieron que “no estamos dispuestos a ser rehenes de este tipo de violencia”.
La dirigente avalada por Gordillo, que fue electa a “escondidas” el pasado primero de julio, acusó a los integrantes de la CNTE de ser un grupo de “vándalos que llegaron a interrumpir el acto de manera violenta”, por lo que la dirigencia del sindicato presentará las denuncias penales correspondientes ante el Ministerio Público de la delegación Benito Juárez. Aseguró contar con pruebas para demostrar que la violencia fue iniciada por la disidencia. Para ello presentó una serie de fotografías en las que se notan detalles de la manifestación, sin embargo, “no tenemos del momento de la agresión; sí existen, pero por miedo a represalias los compañeros no nos las quieren proporcionar”.
“Compañeros comisionados”
La dirigente seccional refirió que en ningún momento se respondió a las agresiones de los manifestantes debido a que “la indicación era no responder al enfrentamiento”; aunque, aceptó que las personas vestidas con trajes negros y la leyenda seguridad eran “compañeros comisionados”. A la pregunta sobre por qué estos sujetos, cuyos pegotes tenían la leyenda “seguridad”, habían golpeado a los disidentes, la vocera de la dirigencia nacional respondió que “un pegote es fácil de cambiar”, pues la propia Pérez indicó: “no dudo que entre ellos se hubieran golpeado”. Rizo por su parte, rechazó que se pretenda aceptar la propuesta de llamar a un nuevo congreso seccional, por lo que aseguró que el comité encabezado por Pérez continuará.
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