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jueves, 29 de enero de 2009

Consternación : Guadalupe Loaeza

Consternación
Guadalupe Loaeza Visita su BLOG
29 Ene. 09

El balazo que recibió en la cabeza el científico Christopher Augur, nosotros los mexicanos lo recibimos en el corazón al enterarnos que fue nada más para asaltarlo, luego de que el ciudadano francés cambió sus euros y dólares en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

Christopher, de 48 años, se encontraba en el aeropuerto al medio día del martes 27 de enero. Estaba contento, para él México representaba el estímulo de su intensa colaboración en el Departamento de Biotecnología de la UAM Iztapalapa, también le representaba el país de sus orquídeas que tanto quiere (Atlixco es su lugar predilecto para buscar esta flor) y de sus artistas plásticos cuyas obras le han permitido hacerse de una pequeña colección. Tal vez Augur pensaba en todo esto, en tanto que el chofer de la universidad que conducía el automóvil que lo trasladaba a su destino descubrió, mientras circulaba por el Viaducto, que un vehículo de marca Chevrolet color plateado venía siguiéndolos desde que salieron del aeropuerto. No fue sino hasta que llegaron a la altura de Terraplén Río Frío, en la Colonia La Cruz, Iztacalco, cuando seis delincuentes a bordo de tres coches, los interceptaron. Uno de ellos se dirigió a Christopher y le pidió que le entregara la "mochila" donde llevaba el dinero que acababa de cambiar. El doctor en ciencias se rehusó a entregársela y, súbitamente, el sujeto le disparó en la cabeza y se llevó el dinero. Así de fácil. Muy a lo macho. Muy a la mexicana. "Y ahora te chingas, hijo de puta... Y ahora te vas a la chingada... Me vale madres si eres un investigador del Instituto para el Desarrollo (Francia) y si fuiste comisionado para colaborar estrechamente, desde 1996, con el Departamento de Biotecnología de la UAM-I, en el desarrollo de nuevos procesos microbiológicos orientados a la conversión de residuos agrícolas en productos de utilidad comercial. A mí todo eso me vale un carajo. Lo que me importa es la lana... Y ahora te chingas, hijo de puta. ¿A quién carajos quieres que le importe si has publicado trabajos muy citados en el tema de la eliminación de la cafeína de la pulpa del café? Con un carajo, ¿a quién le ha de importar que la mayor parte de tus publicaciones científicas hayan sido realizadas en colaboración con científicos mexicanos de la UAM-I? Sí, ya sé que has formado cuatro doctores en ciencia, dos franceses y otros dos mexicanos y que desarrollaron tesis en esos temas; sí, ya sé, que desde fines de 2008 estabas trabajando en un nuevo proyecto de investigación para la industrialización del lirio acuático y que has contribuido, por más de una década, en el desarrollo científico de nuestra universidad. ¿Y a mí qué diablos quieres que me importen todas esas chingaderas?", imagino que pudo haber dicho el agresor. Es evidente que a las bandas de ladrones y asesinos que dicen que se han formado en el aeropuerto les importa un bledo la trayectoria profesional de sus víctimas. Es evidente que los tienen sin cuidado las consecuencias negativas que esto representa en nuestro turismo. Y es evidente que tanto adentro como afuera del aeropuerto existen, seguramente, redes de complicidades con estas bandas. ¿Acaso no es en el aeropuerto, zona federal, donde más droga se encuentra, y más armas confiscan que llega quién sabe de dónde? ¿Quién lo cuida? ¿De quién es responsabilidad? ¿Cuánta gente y funcionarios dentro del aeropuerto no estarán vinculados en la corrupción? Entre las casas de cambio, el transporte terrestre, las aduanas, las bodegas de carga, todo esto junto ha de ser un verdadero nido de ratas...

Hasta este momento (6:49 p.m.), Christopher Augur, nacido en Jhansi (India) en 1960 y de nacionalidad francesa, sigue luchando por su vida en el hospital español, donde lo acaban de trasladar. Hay que decir que afortunadamente Christopher no está solo, además de que sus familiares en su país han estado muy en contacto con las autoridades de la embajada de Francia, especialmente con el embajador, Daniel Parfait, quien se ha ocupado no nada más de gestionar todos los detalles con las autoridades mexicanas para que se agilicen las investigaciones del caso, sino que ha estado muy al pendiente del traslado de Chistopher entre los dos hospitales. Igual interés y afecto han demostrado sus colegas de la UAM Iztapalapa. "Es muy generoso, siempre está de buen humor y su trato es muy amable", me dijo telefónicamente uno de ellos. Se oía consternado. Al tal grado que opté por despedirme y agradecerle de todo corazón lo poco y lo mucho que pudo decirme.

Al colgar el teléfono me pregunté: "Y ahora, ¿qué científico extranjero querrá venir a nuestro país? Los que se encuentran colaborando en otras universidades querrán regresarse de inmediato a su país de origen? ¿Qué le está pasando a México? ¿Por qué cada día que pasa está peor? Si yo fuera turista, ¿me gustaría pasar mis vacaciones en una ciudad donde corro el riesgo de ser baleada, al medio día, en pleno Viaducto, nada más por el hecho de haber cambiado mis euros en el aeropuerto? ¿Y ahora qué les diré a mis amigas francesas cuando me pregunten que cuál es la mejor época para venir a México? ¿Qué mejor no vengan? ¿Y si les digo?: 'Qué te parece si mejor yo te voy a visitar, porque fíjate, chere amie, que aquí en el aeropuerto nada más sales y en cualquier momento te pueden dar un balazo en la cabeza...'. Algo así les diría. Claro que mis amigas no me creerían. ¡Qué ilusa soy! Hay tantos y tantos reportajes en la prensa extranjera que hablan de la inseguridad y de la violencia de México, temo que me darían totalmente la razón...".

Espero que hoy Christopher haya amanecido un poquito mejor para que le pueda llevar una orquídea preciosa, así, como las que crecen en el invernadero de Lolita y Carlos.

Estuche de monerías. El lunes pasado se le hizo en el Ateneo de Madrid un enorme homenaje póstumo a doña Amalia Solórzano, en recuerdo de aquel jueves de junio de 1937 día en que el barco Mexique llegara al puerto de Veracruz con 456 niños españoles, huérfanos de la guerra civil española. Ese día los esperaban en la Ciudad de México, el presidente Lázaro Cárdenas y la primera dama. "El nombre de Amalia no puede separarse del de Lázaro, ya estuvieran materialmente juntos o momentáneamente en lugares distintos. Actuaron siempre como uno solo, moviéndose en el mismo sentido, por los mismos ideales", dijo el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas. Por su parte uno de esos niños, que ahora peina canas y tiene algunas arrugas y que se llama José Miaja Menant, afirmó: "Si existe la democracia en México, es gracias a ellos (los Cárdenas)". Y el arquitecto Jerónimo Andreu agregó: "Era una mujer (doña Amalia) anclada en el presente, más que en el pasado. Opinaba sobre lo que ocurría en México con una tendencia a la acción".


Correo electrónico: gloaeza@yahoo.com
kikka-roja.blogspot.com/

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