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sábado, 17 de enero de 2009

La Presidencia: lo público y lo privado: Juan Gabriel Valencia

La Presidencia: lo público y lo privado

Sábado, 17 Enero, 2009
CALDERON ES ESPURIO, USURPADOR, ES ILEGAL E ILEGITIMO
El cumplimiento estricto de las obligaciones formales del cargo y la observancia de reglas no escritas, aun así vigentes, por un lado, y por otro, la práctica intelectual y el ejercicio de convicciones y vocaciones personales, hacen la diferencia entre lo público y lo privado. Todo acto público de un presidente de la República, de cualquier presidente, tiene consecuencias legales, políticas y electorales. Lo que el país ha visto en fechas recientes es que al parecer en Los Pinos existe, si no en el Presidente sí en su entorno y en su staff, una confusión involuntaria o una perversidad intencional.

Durante tres días México ha sido sede del sexto Encuentro Mundial de las Familias 2009. Un cardenal que declara que la finalidad de la unión entre un hombre y una mujer es de carácter reproductivo. Esto es, la invalidación de las uniones que no tienen esa finalidad o no pueden tenerla, incluida la vejez. En pleno siglo XXI. Una organizadora del encuentro que exclama “menos pan, más atención” en referencia al tiempo que dedican padres y madres al trabajo para el sustento de sus familias. Desprecio absoluto a la realidad nacional y mundial; rechazo implícito a la equidad de género; desestimación del efecto de la indispensable secularización del mundo moderno en el núcleo básico del parentesco; olvido inadmisible de que la cuarta parte de la población mundial vive por debajo de la línea de pobreza absoluta. Apartamiento y condena de cualquier otra forma de vinculación afectiva permanente por parte de cardenales, monseñores y participantes de ese encuentro.

Eso es lo que asistió a validar no Felipe Calderón, fue el Presidente de la República, aunque a ratos lo olvide. Un presidente Calderón que en el discurso inaugural del evento se muestra crítico de la legislación civil sobre el divorcio, haciendo a un lado que hace dos años protestó cumplir y hacer cumplir, entre otras cosas esa legislación civil, y que otras reformas legales que se han producido durante este sexenio, como la interrupción del embarazo, las sociedades de convivencia y la muerte asistida, han sido adoptadas por el mismo principio político mayoritario por el que es presidente.

Fueron esas legislaciones decisiones políticas, públicas, independientemente de la convicción personal de un ciudadano que no se puede asumir como tal a ratos, y como jefe del Estado mexicano a medio tiempo.

Una introducción discursiva que es una perla: menciones a María de Guadalupe, a San Juan Diego, a su patrono San Felipe de Jesús (cuyo nombre completo el propio Presidente no usa y que es el de su acta de bautizo), a los hermanos maristas, a las misioneras del Espíritu Santo, a las Hermanas del Verbo Encarnado, a las Hermanas Guadalupanas del Plancarte. Señalamiento por separado merece su alusión a “los mártires de la persecución”. Si esa es su visión de una de las secuelas de la Revolución y la guerra civil mexicanas, en vez de andar en bicicleta debería dedicarse a leer un poco.

Un discurso genuflexo e irresponsable. Un evento de sepulcros blanqueados, metáfora que seguramente entienden, deslucido y fracasado respecto de eventos similares en otras partes del mundo. Un encuentro en el que el equipo de Los Pinos no midió ni el discurso ni las consecuencias de extender una certificación pública de validez a lo más rancio e intelectualmente simplón del conservadurismo mexicano, cuya incultura religiosa e incultura en general le pondría los pelos de punta al propio Papa, un conservador inteligente.

Confunde lo público con lo privado, con la presencia de su esposa aquí y allá. ¿En calidad de qué estaba Margarita Zavala en la firma del Acuerdo Nacional en Favor de la Economía Familiar y del Empleo? ¿Qué rol desempeñaba su esposa en el encuentro con Barack Obama si ni siquiera fue la esposa de éste? Fue ella como consejera panista al homenaje de Luis H. Álvarez. Es consejera. ¿En esa condición fue a repartir juguetes y cobijas a San Felipe del Progreso?

Vicente Fox y Marta Sahagún no distinguían entre lo público y lo privado porque su comprensión no les alcanzaba para eso. Era sólo ambición e instinto. Por formación y trayectoria no es el caso ni del presidente Calderón ni de su esposa. Han sido equivocaciones o un diseño perverso, en el corto plazo, con fines electorales. No debería el Presidente arriesgarse a que, si es así, un día de estos le falten al respeto feo a su investidura y, eventualmente, a su esposa.
juangabriel_valencia@yahoo.com.mx

kikka-roja.blogspot.com/

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