MARION JONES FUE VICTIMA DEL CAPITALISMO SALVEJE, NO LES IMPORTAN PERSONAS , LES IMPORTA GANAR MILLONES DE DOLARES. SI HUBIESE SIDO HOMBRE NO LA ATACARÍAN TANTO. ¡FELICIDAD PARA MARION JONES!
Con 33 años y embarazada de su tercer hijo, Jones considera hoy que los seis meses en la cárcel de Fort Worth, Texas, resultaron de alguna manera "liberadores".
Dpa Publicado: 26/04/2009 11:23
Miami. La ex velocista Marion Jones conoció la fama y la gloria, pero la soledad de la cárcel le permitió arrepentirse de sus errores y descubrir emociones ocultas que abren un nuevo camino en su vida. Con 33 años y embarazada de su tercer hijo, Jones considera hoy que los seis meses en la cárcel de Fort Worth, Texas, resultaron de alguna manera "liberadores". "Durante ese tiempo tuve muchas emociones, pero poco a poco se apoderó de mí un sentimiento de alivio al saber lo que había hecho y debía hacer", señaló Jones en una reciente conferencia en el Centro de Estudios Africanos de la Universidad de Pennsilvania.
"Fue el inicio de un nuevo comienzo para mí", añadió la ex corredora, que en enero de 2008 fue sentenciada a seis meses de prisión por mentir a los investigadores por el uso de sustancias anabólicas y por perjurio en un caso criminal por fraude y lavado de dinero.
Ganadora de cinco medallas, tres de oro y dos de bronce, en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 y uno de los símbolos femeninos del deporte, Jones se declaró culpable de dopaje en 2007. Entonces, cayó del pedestal de los triunfos en las pistas al bochorno de los tribunales por sus engaños. "Decepcioné a mi familia, a mi país y a mí misma", dijo en una declaración fuera de la corte. "Pido perdón por mis acciones y espero que sus corazones puedan perdonarme". A partir de ahí, la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) anuló todos sus resultados en las pistas desde septiembre de 2000 y ella tuvo que devolver las medallas olímpicas y otros premios alcanzados después de esa fecha.
"Pienso que en cierto momento de mi carrera debí realmente tomar un descanso y dar marcha atrás de la fama, el dinero y el éxito", reconoció. Uno de mis mayores arrepentimientos es que no hice lo que debía en los momentos esenciales de mi vida y mi carrera".
Jones admite que durante el encierro necesitó la presencia de sus dos hijos, pero dice que no hubiera soportado que los niños la vieran tras las rejas: Los encuentros hubieran sido demasiado dolorosos". Mientras transcurrían los largos días e interminables noches, Jones redescubrió una vieja pasión: escribir. Relata que no tenía mucho que hacer" y disponía de abundante tiempo para meditar, por lo que nuevamente dedicó tiempo a la escritura en un nivel diferente" al de cuando hizo una maestría en Periodismo en la Universidad de Carolina del Norte, donde también ganó un campeonato con el equipo de baloncesto. "Las personas se dan cuenta de que eché por tierra todo lo que había hecho", enfatizó. "Pero no quiero destrozar la imagen que se tiene sobre los deportistas. Mi deseo es enviar un mensaje positivo: sí, es cierto que cometí muchos errores, pero mi mayor deseo es que otros piensen cómo esos errores pueden ayudarles a no cometerlos".
"Fue el inicio de un nuevo comienzo para mí", añadió la ex corredora, que en enero de 2008 fue sentenciada a seis meses de prisión por mentir a los investigadores por el uso de sustancias anabólicas y por perjurio en un caso criminal por fraude y lavado de dinero.
Ganadora de cinco medallas, tres de oro y dos de bronce, en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 y uno de los símbolos femeninos del deporte, Jones se declaró culpable de dopaje en 2007. Entonces, cayó del pedestal de los triunfos en las pistas al bochorno de los tribunales por sus engaños. "Decepcioné a mi familia, a mi país y a mí misma", dijo en una declaración fuera de la corte. "Pido perdón por mis acciones y espero que sus corazones puedan perdonarme". A partir de ahí, la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) anuló todos sus resultados en las pistas desde septiembre de 2000 y ella tuvo que devolver las medallas olímpicas y otros premios alcanzados después de esa fecha.
"Pienso que en cierto momento de mi carrera debí realmente tomar un descanso y dar marcha atrás de la fama, el dinero y el éxito", reconoció. Uno de mis mayores arrepentimientos es que no hice lo que debía en los momentos esenciales de mi vida y mi carrera".
Jones admite que durante el encierro necesitó la presencia de sus dos hijos, pero dice que no hubiera soportado que los niños la vieran tras las rejas: Los encuentros hubieran sido demasiado dolorosos". Mientras transcurrían los largos días e interminables noches, Jones redescubrió una vieja pasión: escribir. Relata que no tenía mucho que hacer" y disponía de abundante tiempo para meditar, por lo que nuevamente dedicó tiempo a la escritura en un nivel diferente" al de cuando hizo una maestría en Periodismo en la Universidad de Carolina del Norte, donde también ganó un campeonato con el equipo de baloncesto. "Las personas se dan cuenta de que eché por tierra todo lo que había hecho", enfatizó. "Pero no quiero destrozar la imagen que se tiene sobre los deportistas. Mi deseo es enviar un mensaje positivo: sí, es cierto que cometí muchos errores, pero mi mayor deseo es que otros piensen cómo esos errores pueden ayudarles a no cometerlos".
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