- La lucha armada deriva en pretexto para reprimir, reitera
- Elecciones, vía para construir el poder popular: López Obrador
- El aumento del desempleo causará más pobreza e inseguridad, deplora
Roberto Garduño
La única forma de cambiar el destino y la historia del país es participando en los procesos electorales, de manera pacífica y con la mira puesta en construir el poder popular, sostuvo Andrés Manuel López Obrador.
De gira por Tláhuac, Iztapalapa y Coyoacán, el tabasqueño se reunió con simpatizantes que festejaron su presencia en colonias populares, sobre todo en aquellas donde la escasez de servicios públicos es notable.
¡Es un honor estar con Obrador!, le gritaban. Entre el frío matinal, el incandescente sol de mediodía y la tarde lluviosa, el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal fue objeto de muestras de aprecio. “Es un hombre que se puede presentar en cualquier plaza pública sin que nadie le diga ‘ratero’”, decían.
A esto, el líder del Movimiento Nacional en Defensa de la Economía Popular, el Petróleo y la Soberanía Nacional respondió que el propósito de la lucha es alcanzar mejores condiciones para el pueblo, de dignidad y respeto.
Nuestro trabajo es transformar al país, sacarlo del atolladero en que se encuentra. Sacarlo de la pobreza y la marginación. Ahora más que nunca se necesita mantener la llama de la esperanza. Mantener este movimiento, que es el único camino, se los aseguro, porque no hay otro, y así salvar a México.
Arremetió contra el sector político y empresarial, los potentados, que son quienes mandan en el país, pero no les importa su destino, sostuvo.
No les importa el sufrimiento del pueblo. Hace tres días se dio a conocer que la economía cayó 8.2 por ciento. Eso significa pérdida de empleo, lo cual significa más pobreza, más inseguridad, más violencia. Si antes de esta crisis ya había pobreza y la gente tenía que salir a conseguir trabajo a otros países, ¡imagínense lo que nos espera!
López Obrador insistió en convocar a la sociedad a seguir luchando para lograr los cambios que requiere el país. Desespera esta situación, dijo, porque genera mucho sufrimiento al pueblo.
“Nosotros no podemos dejar de participar en las elecciones; nosotros no vamos a llamar al pueblo a tomar las armas, porque consideramos que ése no es el camino. Respetamos a quienes piensan de otra manera, pero desde mi particular punto de vista ese camino deriva en pretexto para reprimir a los más pobres.
Hay que seguir insistiendo y tener confianza en que más temprano que tarde se van a dar los cambios. Sí puede cambiar el país por la vía electoral: es cosa de que termine de despertar la gente, porque todavía hay algunos que no despiertan, pero ahí van. No perdamos la fe en estos momentos aciagos.
Reprueban a PRI y PAN
Al hablar acerca de los intentos de PRI y PAN por acrecentar su presencia política en la ciudad de México, la sola mención de ambos partidos provocó sonoras descalificaciones de sus oyentes. Al responder, el tabasqueño bromeó: ¡toco madera!
Dijo a sus simpatizantes que si el PAN gobernara la capital del país no habría apoyo para los adultos mayores ni becas para los estudiantes; tampoco seguro de desempleo ni respaldo a las madres solteras.
“No habría nada de eso. Yo recorro el país, y aquí hay medios de comunicación que siempre andan detrás de mí, como ha sido desde hace muchos años. Son orejas de Gobernación, eso tampoco ha cambiado; son los del Cisen, y si yo dijera algo que no fuera cierto sería nota nacional e internacional.”
López Obrador expuso que si la derecha, representada por PAN y PRI, se enquistara en la capital, sería muy lamentable, porque esas fuerzas sólo atienden los intereses de la clase minoritaria.
Para los panistas, la gente que es pobre no lo es por falta de oportunidades, sino por floja. Y eso sí que no. Por eso no queremos a la derecha, ni al PAN ni al PRI, queremos un gobierno popular, no queremos a los gobiernos de los potentados en el Distrito Federal.
De gira por Tláhuac, Iztapalapa y Coyoacán, el tabasqueño se reunió con simpatizantes que festejaron su presencia en colonias populares, sobre todo en aquellas donde la escasez de servicios públicos es notable.
¡Es un honor estar con Obrador!, le gritaban. Entre el frío matinal, el incandescente sol de mediodía y la tarde lluviosa, el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal fue objeto de muestras de aprecio. “Es un hombre que se puede presentar en cualquier plaza pública sin que nadie le diga ‘ratero’”, decían.
A esto, el líder del Movimiento Nacional en Defensa de la Economía Popular, el Petróleo y la Soberanía Nacional respondió que el propósito de la lucha es alcanzar mejores condiciones para el pueblo, de dignidad y respeto.
Nuestro trabajo es transformar al país, sacarlo del atolladero en que se encuentra. Sacarlo de la pobreza y la marginación. Ahora más que nunca se necesita mantener la llama de la esperanza. Mantener este movimiento, que es el único camino, se los aseguro, porque no hay otro, y así salvar a México.
Arremetió contra el sector político y empresarial, los potentados, que son quienes mandan en el país, pero no les importa su destino, sostuvo.
No les importa el sufrimiento del pueblo. Hace tres días se dio a conocer que la economía cayó 8.2 por ciento. Eso significa pérdida de empleo, lo cual significa más pobreza, más inseguridad, más violencia. Si antes de esta crisis ya había pobreza y la gente tenía que salir a conseguir trabajo a otros países, ¡imagínense lo que nos espera!
López Obrador insistió en convocar a la sociedad a seguir luchando para lograr los cambios que requiere el país. Desespera esta situación, dijo, porque genera mucho sufrimiento al pueblo.
“Nosotros no podemos dejar de participar en las elecciones; nosotros no vamos a llamar al pueblo a tomar las armas, porque consideramos que ése no es el camino. Respetamos a quienes piensan de otra manera, pero desde mi particular punto de vista ese camino deriva en pretexto para reprimir a los más pobres.
Hay que seguir insistiendo y tener confianza en que más temprano que tarde se van a dar los cambios. Sí puede cambiar el país por la vía electoral: es cosa de que termine de despertar la gente, porque todavía hay algunos que no despiertan, pero ahí van. No perdamos la fe en estos momentos aciagos.
Reprueban a PRI y PAN
Al hablar acerca de los intentos de PRI y PAN por acrecentar su presencia política en la ciudad de México, la sola mención de ambos partidos provocó sonoras descalificaciones de sus oyentes. Al responder, el tabasqueño bromeó: ¡toco madera!
Dijo a sus simpatizantes que si el PAN gobernara la capital del país no habría apoyo para los adultos mayores ni becas para los estudiantes; tampoco seguro de desempleo ni respaldo a las madres solteras.
“No habría nada de eso. Yo recorro el país, y aquí hay medios de comunicación que siempre andan detrás de mí, como ha sido desde hace muchos años. Son orejas de Gobernación, eso tampoco ha cambiado; son los del Cisen, y si yo dijera algo que no fuera cierto sería nota nacional e internacional.”
López Obrador expuso que si la derecha, representada por PAN y PRI, se enquistara en la capital, sería muy lamentable, porque esas fuerzas sólo atienden los intereses de la clase minoritaria.
Para los panistas, la gente que es pobre no lo es por falta de oportunidades, sino por floja. Y eso sí que no. Por eso no queremos a la derecha, ni al PAN ni al PRI, queremos un gobierno popular, no queremos a los gobiernos de los potentados en el Distrito Federal.
kikka-roja.blogspot.com/
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