‘Mobbing’ contra el IFE: ¿MOBBING?

Salvador García Soto Serpientes y Escaleras 12 de mayo de 2009 EN MI PUEBLO SE LE DICE: LAS CHINGADERAS DE LOS PODEROSOS DEL DINERO CONTRA EL PUEBLO POBRE. EL IFE NO ES UN POBRE INDIVIUO DEBIL, EL IFE ESTA PODRIDO Y DOMINADO POR LOS OLIGARCAS. ‘Mobbing’ contra el IFE Al acoso, desprestigio y ninguneo de una persona en el ámbito profesional y laboral se le ha bautizado en el mundo como mobbing, un término acuñado para definir “un maltrato verbal y conductual que se prolonga en el tiempo”, y ocasiona un daño moral y en la imagen pública del acosado, al grado de presentarlo como “un perfecto inútil, ningunearlo y socavar su imagen pública”. Algo así hacen los partidos, sus dirigentes y candidatos con el IFE y sus consejeros electorales. Sometidos a un constante ninguneo, a un mobbing político, al organismo electoral y a su presidente, Leonardo Valdés, se les ridiculiza y se les ignora en sus mandatos y disposiciones de manera constante y repetida; se socava su autoridad e imagen pública, sin que el árbitro comicial haga nada enérgico para impedirlo. Las multas del IFE, ratificadas incluso por los magistrados del Tribunal Electoral federal, son olímpicamente ignoradas por actores como el PAN que, a pesar de ser multados, vuelven a repetir campañas que ya fueron rechazadas y sancionadas por las instancias electorales. Movidos en la lógica pragmática y cínica del “sale más barato pagar la multa si se gana el poder” —la misma del Pemexgate o los Amigos de Fox—, partidos, líderes y candidatos decidieron brincarse las trancas e ignoraron, casi en tono de burla, las disposiciones sanitarias que ordenaron el IFE y la Secretaría de Salud para prohibir la realización de mítines y actos masivos de campaña al menos hasta el 15 de mayo. El primero en “mandar al diablo” al IFE y sus normas especiales fue Andrés Manuel López Obrador con su mitin en Tabasco la semana pasada, en el que desafío a la autoridad electoral sin consecuencias. Pero el ex candidato perredista no fue el único. El ya sancionado líder panista, Germán Martínez, demostró lo mucho que le importan las sanciones del IFE y organizó el fin de semana un acto masivo de campaña en Sinaloa, mientras el senador panista Santiago Creel hacía lo mismo en Oaxaca, ignorando la prohibición por la emergencia sanitaria. El problema es que las campañas apenas empiezan y el IFE ya parece rebasado por actores políticos que no muestran ningún respeto o temor a una autoridad a la que buscan minar deliberadamente y ya le tomaron la medida. El mobbing, dicen las definiciones de ese fenómeno, suele “fustigar, agobiar, reducir y acobardar a la víctima para que renuncie a su trabajo”. Y en el caso del IFE y sus consejeros, parece que los acosadores lo están logrando.

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