MIGUEL CABILDO S.
MÉXICO, D.F., 15 de junio (apro).- El Gobierno del Distrito Federal, a través de la Dirección de Ejecución de Sanciones Penales, revocó este lunes la libertad anticipada de José Antonio Zorrilla Pérez, autor intelectual del homicidio del periodista Manuel Buendía, por haber incumplido una serie de obligaciones liberatorias.
Zorrilla Pérez, exdirector de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad (DFS), fue reaprehendido el pasado sábado 13, cuando salía de uno de sus domicilios, y de nueva cuenta fue enviado al Reclusorio Oriente.
En la resolución liberatoria se impuso a Zorrilla la obligación de acudir cada 30 días a la Dirección Ejecutiva de Sanciones Penales "para firma y seguimiento de sus obligaciones en libertad".
Así mismo, se estipuló que debía "residir en el domicilio que para tal efecto señale a esta dirección ejecutiva, y del cual no podrá ausentarse sin permiso de la misma".
A fines de mayo pasado, el periodista Miguel Ángel Granados Chapa reveló que tenía informes de que Zorrilla se había ido a residir a uno de los muchos bienes inmuebles que posee y de los que no se le privó: un rancho en las inmediaciones de Atotonilco el Grande, en Hidalgo.
Incluso mencionó que "es probable que no haya acudido a la firma obligatoria los días 18 de marzo, de abril y de mayo, por lo que acaso está en situación de perder su libertad".
El periodista señaló que el incumplimiento de estas condiciones puede provocar la revocación de la libertad a Zorrilla y también sería revocable su libertad si la resolución que se la otorgó fuera declarada nula por sus deficiencias jurídicas.
Ello, porque el juez octavo de distrito ordenó emitir una nueva resolución fundada y motivada, porque la que liberó al exdirector de la DFS no cumplía con los requisitos del artículo 16 constitucional.
En los hechos, la sentencia judicial debía haber sido cumplida por la autoridad responsable, y el firmante de su libertad anticipada no encarnó a esa autoridad.
El pasado 30 de mayo se cumplieron 25 años del asesinato cometido por José Antonio Zorrilla, quien, según sentencia firme, fue autor intelectual del homicidio del periodista Manuel Buendía.
Dos meses antes, el 18 de febrero –diez años antes de cumplir la sentencia que purgaba en el Reclusorio Oriente del Distrito Federal–, Zorrilla fue puesto en libertad a través de una resolución que sustituyó a la que en octubre anterior ratificó la hasta entonces invariable negativa a las peticiones del exjefe de la policía política para salir libre antes de completar la reclusión a que estaba condenado.
En diciembre, un juez federal (en sentencia confirmada por un tribunal de circuito) amparó a Zorrilla para que se fundara y motivara la negativa y se emitiera una nueva resolución que podía ser en el mismo sentido o en otro.
La sentencia judicial no ordenó la libertad de Zorrilla, sin embargo, como si así hubiera ocurrido, el secretario de Gobierno del Distrito Federal instruyó al director ejecutivo de sanciones penales, José Manuel Casaopriego Valenzuela, para liberarlo, lo que levantó fuertes críticas contra el gobierno de Marcelo Ebrard.
De acuerdo con Granados Chapa, Zorrilla no debía haber salido de la prisión antes de cumplir su condena, que se ejecutaba con grandes privilegios procesales y materiales.
En vez de purgar sucesivamente las dos sentencias por homicidio que se le dictaron, logró que se cumplieran simultáneamente, añadió.
Y es que Zorrilla no fue sólo condenado por el asesinato de Buendía, de cuya amistad se jactaba, sino también por la muerte de José Luis Esqueda, su amigo de juventud, con quien realizó sus primeras correrías políticas.
Este lunes, el gobierno capitalino estableció que no se integró bien el expediente de la liberación del expolítico hidalguense, además de que no entregó la carta de oferta laboral y un aval moral, por lo que ordenó que la libertad anticipada le fuera revocada.
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Zorrilla Pérez, exdirector de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad (DFS), fue reaprehendido el pasado sábado 13, cuando salía de uno de sus domicilios, y de nueva cuenta fue enviado al Reclusorio Oriente.
En la resolución liberatoria se impuso a Zorrilla la obligación de acudir cada 30 días a la Dirección Ejecutiva de Sanciones Penales "para firma y seguimiento de sus obligaciones en libertad".
Así mismo, se estipuló que debía "residir en el domicilio que para tal efecto señale a esta dirección ejecutiva, y del cual no podrá ausentarse sin permiso de la misma".
A fines de mayo pasado, el periodista Miguel Ángel Granados Chapa reveló que tenía informes de que Zorrilla se había ido a residir a uno de los muchos bienes inmuebles que posee y de los que no se le privó: un rancho en las inmediaciones de Atotonilco el Grande, en Hidalgo.
Incluso mencionó que "es probable que no haya acudido a la firma obligatoria los días 18 de marzo, de abril y de mayo, por lo que acaso está en situación de perder su libertad".
El periodista señaló que el incumplimiento de estas condiciones puede provocar la revocación de la libertad a Zorrilla y también sería revocable su libertad si la resolución que se la otorgó fuera declarada nula por sus deficiencias jurídicas.
Ello, porque el juez octavo de distrito ordenó emitir una nueva resolución fundada y motivada, porque la que liberó al exdirector de la DFS no cumplía con los requisitos del artículo 16 constitucional.
En los hechos, la sentencia judicial debía haber sido cumplida por la autoridad responsable, y el firmante de su libertad anticipada no encarnó a esa autoridad.
El pasado 30 de mayo se cumplieron 25 años del asesinato cometido por José Antonio Zorrilla, quien, según sentencia firme, fue autor intelectual del homicidio del periodista Manuel Buendía.
Dos meses antes, el 18 de febrero –diez años antes de cumplir la sentencia que purgaba en el Reclusorio Oriente del Distrito Federal–, Zorrilla fue puesto en libertad a través de una resolución que sustituyó a la que en octubre anterior ratificó la hasta entonces invariable negativa a las peticiones del exjefe de la policía política para salir libre antes de completar la reclusión a que estaba condenado.
En diciembre, un juez federal (en sentencia confirmada por un tribunal de circuito) amparó a Zorrilla para que se fundara y motivara la negativa y se emitiera una nueva resolución que podía ser en el mismo sentido o en otro.
La sentencia judicial no ordenó la libertad de Zorrilla, sin embargo, como si así hubiera ocurrido, el secretario de Gobierno del Distrito Federal instruyó al director ejecutivo de sanciones penales, José Manuel Casaopriego Valenzuela, para liberarlo, lo que levantó fuertes críticas contra el gobierno de Marcelo Ebrard.
De acuerdo con Granados Chapa, Zorrilla no debía haber salido de la prisión antes de cumplir su condena, que se ejecutaba con grandes privilegios procesales y materiales.
En vez de purgar sucesivamente las dos sentencias por homicidio que se le dictaron, logró que se cumplieran simultáneamente, añadió.
Y es que Zorrilla no fue sólo condenado por el asesinato de Buendía, de cuya amistad se jactaba, sino también por la muerte de José Luis Esqueda, su amigo de juventud, con quien realizó sus primeras correrías políticas.
Este lunes, el gobierno capitalino estableció que no se integró bien el expediente de la liberación del expolítico hidalguense, además de que no entregó la carta de oferta laboral y un aval moral, por lo que ordenó que la libertad anticipada le fuera revocada.
Since Mr. Manuel Buendia died a lot of other journalist in Mexico died without a fair chance of justice to their name. In my opinion and many others, here in this devastated and corrupt country, because the Buendia case was never taken to its final conclusion. Buendia threatened the former Secretary of Defense Arevalo Gardoqui with proof of corrupt and illicit activities involving the Iran Contras scandal. These were operations involving drug smuggling (wich was confiscated in Mexico) to Holland in return of weapons and ammunition which were later sold to the Contras. Buendia since he hated the CIA obtained films and proof from the former KGB of the involvement of a business man by the name of Jaime Camil, who at that time was in charge of buying weapons for the Mexican army. Since Buendia was a man of Iron Spheres he committed the mistake of telling in person to his face that he was going to denounce him. Many of Buendias pupils in Mexico have considered Zorrilla as an escape goat to that problem (even the president of Fundacion Buendia Sanches Armas) since his political schooling conflicted with the new technocratic train of thought. Although it was completely out of his jurisdiction Zorrilla initiated his investigations with personal supervision due to the fact that he was godfather to one of his sons. All of his conclusions led to Los Pinos specifically to Miguel de la Madrid. Arevalo Gardoqui as a result of those investigations conducted by Buendia ended up as a relative to Miguel de la Madrid (who Buendia publicized in his news articles to be laundering money in Switzerland & Del Monte Foods made public through his friend Jack Anderson)
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