- Queda sin sustento explicación basada en las manchas de combustible
- No son del avión siniestrado los restos encontrados: autoridades brasileñas
- Piloto de otra aeronave cercana refirió ver a la distancia intenso destello
Pilotos y azafatas de Air France durante una misa efectuada ayer en una iglesia de Río de Janeiro en memoria de los fallecidos en el percance del vuelo 447 Foto Ap
Afp, Dpa, Reuters y The Independent
NO VA A FALTAR QUE DIGAN QUE: FUE UN SECUESTRO EXTRATERRESTRE.
LA FALTA DE INFORMACIÓN DEL GOBIERNO FRANCÉS, ES YA MUY EVIDENTE, FRANCIA NO QUIERE QUE APAREZCA EL AVIÓN.
Brasilia, 4 de junio. La investigación sobre la caída del Airbus A330-200 de Air France en el océano Atlántico dio hoy un vuelco cuando el director de Control del Espacio Aéreo de Brasil, Ramón Cardoso, afirmó que el combustible y las piezas de avión encontrados a unos 700 kilómetros del archipiélago Fernando de Noronha no pertenecen a la aeronave desaparecida el lunes en la madrugada, que cubría la ruta Río de Janeiro-París.
Los primeros supuestos restos de avión avistados este miércoles fueron recuperados la mañana del jueves por la marina de Brasil. Se trató de un soporte de carga, conocido como pallet, además de dos boyas, que fueron trasladados a una de las islas del archipiélago Fernando de Noronha. Sin embargo, por la noche Cardoso dijo que “podemos afirmar con certeza que el material localizado no es parte de la aeronave de Air France. Existen pallets de madera, pero no en el caso de este avión”. Asimismo, Cardoso dijo que la mancha de combustible hallada es demasiado grande para ser parte del Airbus A330-200. En ningún avión la cantidad (de aceite) pasa de 50 litros en cada motor. Pero las manchas que encontramos son mayores, indicó, según la versión en Internet del diario O Estado.
La versión del funcionario aeronáutico brasileño echó por tierra la afirmación del ministro de Defensa, Nelson Jobim, en el sentido de que el hallazgo de combustible y aceite es prueba de que no hubo fuego ni explosión antes de que la nave se desplomara con 228 personas a bordo. Desde las primeras horas de este viernes, el asunto de la nave volvió a ocupar la atención de los medios de información en Brasil, Francia y España, con revelaciones y análisis de expertos. El diario El Mundo, de Madrid, dio a conocer declaraciones de un piloto de la aerolínea Air Comet, quien afirmó que de repente, observamos a la lejanía un fuerte e intenso destello de luz blanca que tomó una trayectoria descendente y vertical que se desvaneció en segundos. La versión formó parte del informe oficial del vuelo 974 que el capitán entregó a la compañía, lo cual fue confirmado por su director, José María Llodra.
Por coincidencia con la hora y lugar, pongo en su conocimiento estos hechos, por si fuesen de utilidad en el esclarecimiento de lo sucedido, dijo el piloto en su reporte. Un copiloto y una pasajera ratificaron estas afirmaciones, según Llodra. Los dos aviones viajaban a una distancia relativamente cercana y en la misma región. El piloto de Air Comet confirmó que en la madrugada del primero de junio había tormentas con actividad eléctrica en una zona que se encuentra alrededor del Ecuador y por esa razón tomó la decisión de desviar su ruta 60 kilómetros más al norte. En ese momento, el avión de Air Comet se encontraba a una altitud de 35 mil pies (unos 10 mil metros), en una latitud de siete grados al norte del Ecuador y a una longitud 49 grados oeste, precisó Llodra. De acuerdo con los primeros informes divulgados el lunes, el Airbus viajaba a unos 11 mil metros antes del percance, a una velocidad de 840 kilómetros por hora.
El último mensaje emitido automáticamente por el avión de Air France fue desde un punto a tres grados norte y 30 grados oeste, aproximadamente a dos mil kilómetros de la posición de la aeronave de Air Comet. A esa altitud y de noche se pueden ver cosas a una distancia muy importante, según Llodra, que fue piloto de aviones Airbus, fabricados por la corporación europea EADS, con sede en Francia. La nave accidentada fue entregada y puesta en operación por Air France en 2005 y estuvo en hangares de servicio y mantenimiento hace dos meses. Además del testimonio del piloto de Air Comet, investigadores franceses aportaron otros datos que podrían explicar la causa del accidente. Los peritos franceses creen que la aeronave adoptó la velocidad equivocada (menor de la necesaria) antes de entrar en la zona de tormentas que habrían tenido una velocidad de desplazamiento de 160 kilómetros por hora. Al encontrarse con condiciones meteorológicas difíciles, los pilotos del Airbus siniestrado debieron mantener la potencia de los reactores para seguir la línea de vuelo.
La agencia gubernamental francesa encargada de la investigación salió al paso de la versión publicada por Le Monde con una declaración en el sentido de que los mensajes sobre la velocidad del avión fueron incoherentes. El miércoles, la prensa brasileña informó que cuatro mensajes automáticos enviados por el Airbus A330-200 durante cuatro minutos –antes de desaparecer– sugerían la posibilidad de un colapso repentino de los sistemas eléctricos, tanto el central como el de apoyo. El último mensaje, transmitido a las 23:14 (hora de Río de Janeiro), señalaba que la cabina estaba en velocidad vertical, lo que podría indicar que la cabina se había despresurizado y que la nave tomó caída libre.
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