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jueves, 10 de septiembre de 2009

Genaro García Luna el avion secuestrado vacilada : “Revelación divina” TEMBLOR Y BIBLIA

pero qué peeeendeeejo ¡¡ porque no me lo dijeron antessss jajajajajaaaa
garcía luna y televisa en el ridículo total.


El Boeing 737 de Aeroméxico fue enviado al punto más lejano de las calles de rodaje de la terminal capitalina, donde decenas de vehículos militares y efectivos de la Policía Federal llevaron a cabo un insólito y rápido operativo de rescate, donde no se disparó una sola bala. Desde Campeche, el presidente Felipe Calderón señaló que el incidente representó un momento de prueba y felicitó a las autoridades que participaron en la operación. En el recuadro aparece el presunto secuestrador, el predicador boliviano José Mar Flores Pereyra, quien dijo traer un mensaje celestial para los mexicanos Fotos Víctor Camacho y Jesús Villaseca

Fallido secuestro de avión activa parafernalia de gobierno y tv
Supuestos delincuentes harían estallar una bomba en el vuelo 576 de Aeroméxico, procedente de Cancún Cuando la aeronave tocó tierra en el DF, a las 13:18, se liberó a los pasajeros y se detuvo a ocho personas El pastor boliviano José Mar Flores Pereyra fue señalado horas después como el responsable Pidió hablar con Felipe Calderón para advertirle que viene un terremoto y es necesario que nos unamos Camarógrafos y reporteros televisivos tuvieron la mejor ubicación para entrevistarlo

Realizan operativo antiterrorista para enfrentar supuesta amenaza a un avión
Autoridades brindan facilidades a las televisoras para transmitir en vivo los hechos José Mar Flores, un religioso cristiano, exigía que la aeronave realizara siete sobrevuelos al aeropuerto de la ciudad de México y hablar con Calderón; estaba armado con dos latas de jugo Patricia Muñoz RíosGustavo Castillo, Alfredo Méndez y Antonio Román
El autor del incidente permanecía en México de forma ilegal
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Predicador boliviano retuvo avión de Aeroméxico; su “bomba” eran dos botes de Jumex
“Revelación divina”, causa del secuestro José Mar Flores quería advertir al presidente Calderón de un temblor y por ello tomó el aparato con 104 pasajeros a bordo; al final, fuerzas especiales de la Policía Federal lo sometieron dentro de la aeronave
2009-09-10•Política
Rescate exitoso sin un solo herido. Policías federales ingresaron al Boeing 737 por la puerta trasera izquierda, luego de que todos los pasajeros habían sido desalojados. Foto: Marco Ugarte / AP Un predicador boliviano fanatizado activó la alerta del sistema de seguridad nacional al mantener secuestrado por más de una hora el vuelo 576 de Aeroméxico, que amenazó estallar con 104 pasajeros a bordo si no se le permitía hablar con el presidente Felipe Calderón para transmitirle una “revelación divina”. Convencido de que “Dios le habló” para que advirtiera sobre un terremoto sin precedente, el pastor cristiano José Mar Flores Pereyra simuló una bomba (confeccionada con latas enrolladas en cinta metálica y un reloj despertador), que ocultó en su maleta para secuestrar el Boeing 737 que despegó de Cancún con destino a la Ciudad de México. El aeropirata provocó que se pusiera en marcha el protocolo de seguridad diseñado para enfrentar posibles actos terroristas, por lo que ya en tierra la aeronave fue trasladada a un área de seguridad denominada La Gota (posición número 23 remota) que está en la parte oriente del aeropuerto capitalino. Según las declaraciones de este hombre de 44 años, quien se autoproclama redimido por su fe, pero es considerado un adicto a la cocaína, al alcohol y tiene antecedentes penales por robo, su misión era advertir de manera personal al mandatario mexicano sobre la tragedia y de que “Cristo viene pronto”. Por ello, dijo que “ni escatimé ni en mi vida, ni en mi libertad (…) yo quería que ustedes escucharan estas palabras”. El también cantante cristiano, que asegura haber sido sicario y francotirador, eligió ayer como el día propicio para hacer llegar su mensaje: era el día nueve del noveno mes del año 2009, por lo que tenía que lanzar la alerta, ya que se dio cuenta que si se invierten los números 9-9-9 se leen 666 (que en algunas sectas y religiones se considera la “marca de la bestia” o el diablo).

Foto: Saúl López / Cuartoscuro

A las 11:40 horas la aeronave partió del Aeropuerto de Cancún, Quintana Roo, con el pastor Josmar —como se hace llamar— como un pasajero más, sin que en esa terminal aérea ninguna autoridad se percatara del paquete que llevaba en su maleta, que simulaba un artefacto explosivo. Transcurrió más de una hora de vuelo sin contratiempos hacia la Ciudad de México, pero a las 12:56 horas, el capitán de la aeronave se comunicó con el centro de control de tránsito aéreo del Aeropuerto Benito Juárez de la Ciudad de México para informar que tenían una emergencia relacionada con un posible secuestro por parte de tres personas. Después, según explicó el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, se determinó que el secuestrador actuó en solitario, que no tenía cómplices ni pertenece a ningún grupo subversivo o terrorista. Jose Mar declaró después que actuaba él, con el Padre y el Espíritu Santo. Los testigos detallaron que el compañero de viaje se levantó abruptamente de su asiento y de uno de los compartimentos sacó su maleta y de esta una biblia, para dirigirse a una de las azafatas a quien le dijo que tenía una bomba que haría estallar si no lo comunicaban con el presidente Calderón y sobrevolaban siete veces el aeropuerto capitalino. La sobrecargo avisó al capitán sobre las exigencias del secuestrador, quien nunca pudo “tomar” la cabina, lo que permitió que el piloto siempre tuviera el control del vuelo y aterrizara en el Distrito Federal, alertando antes a la torre de control de la terminal aérea sobre el incidente.
El aeropirata, con todo y su biblia, ya detenido por agentes de la PF; el presunto artefacto fue destruido. Foto: René Soto El piloto de la aeronave fue después el intermediario entre el pastor boliviano y el secretario García Luna, quien se trasladó directamente a la torre de control para encabezar las operaciones para liberar a los pasajeros y a la tripulación, así como lograr la detención del aeropirata, quien generó la movilización de fuerzas especiales del Ejército, Marina y de la Policía Federal, por lo que también estuvo presente el general Guillermo Galván Galván, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional. Las negociaciones de García Luna a través del piloto, a quien calificó de clave para el éxito del operativo, permitieron que de acuerdo con el protocolo de rescate, descendieran primero del Boeing 737 las mujeres y los niños que venían abordo. Después de las 14 horas, un grupo de operaciones especiales de la Policía Federal ingresó por la parte trasera del avión y lograron la salida de los tripulantes, para luego someter al secuestrador. Aunque también fueron detenidos y esposados otros pasajeros, entre ellos el diputado Hernán Villatoro. García Luna explicó que “por procedimiento hubo necesidad de concentrar a todos los pasajeros en el hangar de la Policía Federal, para descartar la posible infiltración de algún miembro vinculado con el presunto delincuente entre los pasajeros”, ya que el mismo predicador aseguró que eran tres las personas implicadas en el secuestro de la aeronave. Sonriente, masticando chicle y escoltado por policías federales, Josmar fue presentado a los medios de comunicación, ante quienes aseguró: “Cristo viene pronto, estamos viviendo lo último de lo último” y señaló que el secuestro tenía la intención de “de pedirles que oremos porque vienen cosas tremendas, lo podemos evitar de una forma, que clamemos, que oremos sin importar cual sea nuestra denominación o religión, que clamemos a Dios para que esto no ocurra”. Para hacer llegar este mensaje planeó el secuestro del vuelo 576, sin importar, dijo, haber puesto en riesgo su vida y su libertad.

Grafica: Alfredo San Juan

- Claves

A 40 mil pies

• Álvaro Ríos, piloto de la aeronave secuestrada, relató que al momento en que fue enterado de la amenaza de José Mar Flores Pereyra, el aparato volaba ya en ruta a 40 mil pies de altura, a las 12:56 horas.

• Detalló que en ningún momento se comentó a los pasajeros sobre lo que estaba ocurriendo, sino hasta que aterrizó la nave en el aeropuerto internacional Benito Juárez.

• “En ningún momento se tomó (la amenaza) como una broma”, señaló Ríos por la noche en entrevista televisiva, y dijo que aún se encontraba nervioso por lo sucedido.


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'Nos vacilaron'
Tras el operativo, en el que participó el titular de la SSP, Genaro García Luna, se detuvo a José Mar Flores Pereira por secuestrar un avión.
Foto: REFORMA
Despliegan autoridades operativo en el AICM para recuperar el avión secuestrado

REFORMA / Redacción

Ciudad de México (10 septiembre 2009).- Todo se redujo a la detención de José Mar Flores Pereira... y al aseguramiento de su biblia.

A las 12:56 horas, el hombre de origen boliviano secuestró un avión tipo Boeing 737 de Aeroméxico, tan sólo 50 minutos después de haber despegado del aeropuerto de Cancún.

En pleno vuelo dijo que lo acompañaban dos personas más, pero las autoridades federales confirmaron que actuó solo.

A esa hora, el capitán de la aeronave se comunicó con el centro de control de tránsito aéreo del Aeropuerto de la Ciudad de México (AICM), para informar que tenían una emergencia relacionada con un posible secuestro.

Viajaban 103 pasajeros.

"Esta información la notificó la sobrecargo al capitán, señalando que un pasajero portaba un artefacto explosivo y que exigía sobrevolar el aeropuerto siete veces, y una entrevista personal con el Presidente Calderón para transmitirle un mensaje", describió el Secretario de Seguridad Pública (SSP) federal, Genaro García Luna.

Las autoridades reaccionaron: movilizaron a 200 elementos de la Armada, a 100 del Ejército y a 180 policías federales, además de 22 de la unidad de Operaciones Especiales, y hasta alistaron cinco helicópteros.

Además, los titulares de la SSP y Sedena, Genaro García Luna y Guillermo Galván, respectivamente, dejaron sus oficinas e hicieron trabajo de campo. Eran los estrategas.

Ordenaron la búsqueda de explosivos, por lo que durante tres horas, los uniformados, apoyados con un robot y cubiertos con unas mallas especiales, alzaron asientos, inspeccionaron baños, cabinas y las cocinetas del avión, de acuerdo con fuentes de la Armada.

Pero no encontraron nada.

"No hay ni madres, nos vacilaron", gritó un agente moviendo sus brazos en señal de desaprobación.

Entonces el avión fue remolcado de la zona denominada La Gota, donde se llevó a cabo la detención del Flores Pereira, a otra parte del Aeropuerto del DF conocida como El Cementerio.

"Los cotorrearon", decían sonrientes unos marinos del 26 Batallón de Guardias Presidenciales a los efectivos de la Policía Federal.

Pero momentos antes, para lo que menos había espacio era para las sonrisas.

"Cuidado con la bomba", gritaban elementos de la unidad de Operaciones Especiales.

Eran las 14:43 horas, minutos antes ya habían bajado mujeres y niños del avión Boeing 737, procedente de Cancún.

Entonces, un policía federal se disfrazó de piloto e ingresó a la aeronave para verificar quiénes se encontraban en el interior.

No tardó mucho. Realizó una seña y una veintena del Grupo de Operaciones Especiales de la Policía Federal abordaron portando armas cortas.

No hubo disparos.

"A través de la interlocución, se logró que descendiera el presunto delincuente, mismo que fue asegurado por la Policía Federal, al tiempo que un equipo de fuerzas especiales se internó en la aeronave para la revisión exhaustiva del interior (...).

"No hay ninguna evidencia de que esté relacionado con alguna actividad terrorista o de otra índole", añadió García Luna.

Mientras, las operaciones en el AICM se desarrollaban casi con total normalidad.

Sólo dos demoras y una cancelación, la del vuelo de Click Mexicana que saldría a Zihuatanejo a las 13:15 horas, fueron originadas por el secuestro del vuelo.

De acuerdo con el reporte del recinto aéreo, no cerraron operaciones y sólo durante tres minutos suspendieron aterrizajes nacionales para que el avión de Aeroméxico fuera trasladado a la zona de emergencia conocida como La Gota.

Los pasajeros ni cuenta se dieron del hecho.

"No nos enteramos hasta que estábamos afuera, nos dijeron ya cuando bajamos del avión y vinieron por nosotros, llegamos también de Cancún pero llegamos bien, un poco retrasados, por 20 minutos", señaló Sandra Iturbe, quien arribó al DF en el vuelo 340 de Mexicana.

Al final, José Mar Flores Pereira fue detenido, y su biblia, con la que oraba en pleno vuelo, terminó en el brazo izquierdo del agente que lo escoltaba.

"Viene un terremoto como nunca ha habido otro. (Lo hice para) que nos unamos sin denominación, sin distinción o religión", se justificaba.

Pero su "revelación" lo llevó a la cárcel.

Con información de Benito Jiménez, Leslie Gómez y Antonio Baranda
kikka-roja.blogspot.com/

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