- Para poner una tienda de conveniencia se requiere un millón de pesos, afirma especialista
- Puestos de dulces o antojitos, las franquicias más baratas en que pueden invertir electricistas
- Se trata de un sector en el que se corren riesgos y los beneficios tardan en llegar: Diego Argiró
Periódico La Jornada Martes 20 de octubre de 2009, p. 7
Las franquicias más baratas en las que podrían invertir los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LFC), en caso de que acepten ser liquidados por el gobierno federal, son módulos, puestos o quioscos de dulces, raspados, artesanías o antojitos instalados en las plazas comerciales, o bien marcas de productos y servicios que no requieren ningún establecimiento porque son promocionados en visitas domiciliarias.
Así lo confirmó Diego Argiró, director comercial de Feher and Feher, consultoría especializada en franquicias, al detallar que las más económicas cuestan alrededor 150 mil pesos y no necesitan un establecimiento para operar, porque se puede trabajar con un maletín, una computadora o desde el hogar.
La conversión de los trabajadores electricistas en empresarios franquiciatarios fue una de las alternativas que el domingo pasado ofrecieron los secretarios de Economía, Gerardo Ruiz Mateos, y del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, a los miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) para que se reincorporen al mercado laboral, con la condición de que previamente acepten ser liquidados.
Ruiz Mateos aseguró que se puede incursionar en el sector de las franquicias, a las que consideró un exitoso modelo de negocio, con un monto mínimo de 100 mil pesos, e incluso dijo que con tal cantidad se puede adquirir un restaurante o una miscelánea.
Sin embargo, Diego Argiró acotó que para adquirir un restaurante como tal o una tienda de conveniencia de las más baratas hacen falta entre 600 mil y un millón de pesos.
Explicó que a la inversión inicial que deben hacer los nuevos franquiciatarios se impone una cuota mensual sobre el monto total de la facturación que obtengan del negocio, y que puede ir desde un 5 por ciento fijo o bien variar según el tipo de empresa de que se trate.
Además, quien esté interesado en este tipo de negocio debe dar un adelanto de entre 20 y 50 por ciento respecto de la inversión inicial, pero si llega a arrepentirse de clonar la marca entonces se le descuenta la quinta parte de su adelanto por los gastos que erogó la franquicia en el proceso.
En la Feria de las Franquicias, realizada en marzo de este año por la Asociación Mexicana del ramo, los negocios más baratos que se promocionaron, para los que se pedía una inversión cercana a los 100 mil pesos, fueron los de dulces regionales, fruta picada, antojitos y frituras con chile y limón, así como chucherías importadas.
En cambio, franquicias más grandes, como tiendas de conveniencia y abarrotes o bien pequeños restaurantes no cuestan menos de medio millón de pesos, y hay negocios que demandan hasta 10 millones como inversión.
Diego Argiró ponderó que la cartera de opciones en el sector de las franquicias es muy variado, y mencionó que mientras 60 por ciento de las pequeñas y medianas empresas que se crean en el país no llegan al segundo año de vida, 95 por ciento de los franquiciatarios sobrevive hasta el quinto.
Sobre la probabilidad de que algunos de los trabajadores de LFC se conviertan en franquiciatarios, el especialista consideró que implica todo un cambio de estructura y de forma de pensar de los asalariados, ya que se trata de ingresar a un sector que tiene riesgos, aunque sean bajos, y cuyos beneficios o ingresos pueden tardar de cuatro a cinco meses en llegar.
Así lo confirmó Diego Argiró, director comercial de Feher and Feher, consultoría especializada en franquicias, al detallar que las más económicas cuestan alrededor 150 mil pesos y no necesitan un establecimiento para operar, porque se puede trabajar con un maletín, una computadora o desde el hogar.
La conversión de los trabajadores electricistas en empresarios franquiciatarios fue una de las alternativas que el domingo pasado ofrecieron los secretarios de Economía, Gerardo Ruiz Mateos, y del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, a los miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) para que se reincorporen al mercado laboral, con la condición de que previamente acepten ser liquidados.
Ruiz Mateos aseguró que se puede incursionar en el sector de las franquicias, a las que consideró un exitoso modelo de negocio, con un monto mínimo de 100 mil pesos, e incluso dijo que con tal cantidad se puede adquirir un restaurante o una miscelánea.
Sin embargo, Diego Argiró acotó que para adquirir un restaurante como tal o una tienda de conveniencia de las más baratas hacen falta entre 600 mil y un millón de pesos.
Explicó que a la inversión inicial que deben hacer los nuevos franquiciatarios se impone una cuota mensual sobre el monto total de la facturación que obtengan del negocio, y que puede ir desde un 5 por ciento fijo o bien variar según el tipo de empresa de que se trate.
Además, quien esté interesado en este tipo de negocio debe dar un adelanto de entre 20 y 50 por ciento respecto de la inversión inicial, pero si llega a arrepentirse de clonar la marca entonces se le descuenta la quinta parte de su adelanto por los gastos que erogó la franquicia en el proceso.
En la Feria de las Franquicias, realizada en marzo de este año por la Asociación Mexicana del ramo, los negocios más baratos que se promocionaron, para los que se pedía una inversión cercana a los 100 mil pesos, fueron los de dulces regionales, fruta picada, antojitos y frituras con chile y limón, así como chucherías importadas.
En cambio, franquicias más grandes, como tiendas de conveniencia y abarrotes o bien pequeños restaurantes no cuestan menos de medio millón de pesos, y hay negocios que demandan hasta 10 millones como inversión.
Diego Argiró ponderó que la cartera de opciones en el sector de las franquicias es muy variado, y mencionó que mientras 60 por ciento de las pequeñas y medianas empresas que se crean en el país no llegan al segundo año de vida, 95 por ciento de los franquiciatarios sobrevive hasta el quinto.
Sobre la probabilidad de que algunos de los trabajadores de LFC se conviertan en franquiciatarios, el especialista consideró que implica todo un cambio de estructura y de forma de pensar de los asalariados, ya que se trata de ingresar a un sector que tiene riesgos, aunque sean bajos, y cuyos beneficios o ingresos pueden tardar de cuatro a cinco meses en llegar.
kikka-roja.blogspot.com/
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