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Ahora, colapsados mis correos electrónicos -debo triangular para poder enviar esta columna a sus destinatarios, ustedes, amigos lectores-, bloqueados mi Facebook y el Twitter recién abierto, rebosante de amenazas tras la publicación de "Nuestro Inframundo" -Jus, 2011- llegan hasta mí, a través de comentarios colgados a las notas periodísticas, referentes sobre mi supuesta filiación priista por cuanto cuestiono los "frutos" de alternancia. No me sorprende porque también en 2006 se habló de que era partidario irredento de López Obrador aun cuando fui el único en difundir, en el momento oportuno -"Destapes", Grijalbo, 2004-, la historia negra sobre el asesinato imprudencial de su hermano José Ramón. Y para ello visité la antigua aldea de pescadores, Tepetitán, en donde pasó su infancia el nuevamente candidato de la izquierda a la Presidencia.
Bueno, desde luego, disto mucho de ser militante del PRI aunque me precio de tener amigos priistas, como también los tengo en el PAN y el PRD, incluso en el Verde del cual surgió la figura de Manuel Velasco Coello, a punto de ser designado por este partido y el PRI, como candidato al gobierno de Chiapas en un singular enroque político sin antecedentes: es la primera vez que de un partido pequeño, con muchas aristas desde luego, se logra una nominación de uno grande.
A quienes me acusan por mi supuesto priismo -en todo caso tengo la libertad de elegir aun cuando también es mi deber mantener la objetividad que para algunos supuestos diaristas no existe, cuando debiera ser base de la ética profesional entre nosotros-, les sugiero leer "2012: La Sucesión" -que Océano no bloqueó porque acaso me dio un tiempo de gracia-, cuya salida se dio, nada menos, en mayo de 2010. En esta obra aparece el primer referente a las infidelidades de Peña -lo de los dos hijos fuera de matrimonio, uno de los cuales murió de cáncer-, contadas por él mismo y recientemente convertidas en refrito por una columnista de El Universal, siempre a la zaga. Igualmente, tal situación también fue difundida por sendos libros sobre la figura de Peña en los que, cuando menos, dieron crédito a este columnista.
Hay algo más: en mi reciente "Nuestro Inframundo", publiqué, al fin, la historia de un serio incidente ocurrido en el palenque de Metepec en donde fue detenido el hijo de Emilio Gamboa, confundido con alguno de los testaferros de Ignacio "Nacho" Coronel, asentando las subsiguientes llamadas del padre del joven apresado... y de Joaquín Guzmán en la que le externa al entonces gobernador del Estado de México, Peña Nieto, la amenaza de que tiene la vida de éste en sus manos.
(Por cierto, este capítulo debió aparecer en mi obra anterior, sobre la sucesión presidencial, y no pudo ser porque caí en la trampa de la editorial en el sentido de "dejar para más adelante" el relato respectivo y centrarnos sólo en el tema político. Cuando, al fin, llegó el momento, Océano se negó a publicar la obra previamente contratada y con anticipo de por medio. Nunca fue tan descarada la censura y la ausencia de libertad de expresión. Y, sin embargo, fueron muy escasos los colegas que reaccionaron. ¿Lo harán si me silencian definitivamente?).
Mi obligación como articulista no es revelar por quién voy a votar sino presentar a cada postulante con sus verdaderos perfiles e historias para evitar engaños, simulaciones y sorpresas. No olvidemos que, en 1987, en los prolegómenos de la sucesión de Miguel de la Madrid -el peor de los ex mandatarios-, "desaparecieron" de las hemerotecas, como por encanto, los diarios que daban cuenta del asesinato de una pobre servidora doméstica, de catorce años de edad, a manos de los "juguetones" hermanitos Raúl y Carlos Salinas y del vecinito de ambos, Gustazo Zapata. Se borraron las huellas, pero no el antecedente que, al final de cuentas, afloró sin remedio... cuando Carlos ya estaba en la Presidencia a costa de un fraude escandaloso y grotesco que le colocó, por siempre, en el penúltimo peldaño en la lista de usurpadores. El último, ya sabemos a quién pertenece hasta ahora.
Debo confesar, por cierto, que yo fui el primer sorprendido cuando Peña Nieto, fuera de grabadoras, habló de sus infidelidades para remarcar que su matrimonio con Mónica Pretelini, no era tan terso como algunos divulgaron para guardarles las espaldas a su jefe. Pero de esto a aceptar responsabilidad alguna en la muerte de la dama, es obvio que optó por lo primero, en el tiempo justo para discernir sobre el hecho y evitar que fuera un misil durante la compleja campaña por la Presidencia o, cuando menos, restarle fuerza y capacidad de devastación.
Curioso: fue por esta razón que algunos "peñistas" recalcitrantes, como David López y el hijo de José Murat, Alejandro, bloquearon la posibilidad de tener nuevos encuentros con Peña en busca de actualizar mi obra para las ediciones subsecuentes. Es decir, pasé a ser un periodista "incómodo" ¡por divulgar lo que él me había dicho! Ahora, cuando menos, queda confirmado que cuanto publiqué salió de su voz y tiene fe pública. ¡Y no soy priista, no puedo serlo por causas personales además!
DEBATE
Ya esperábamos que la "guerra sucia" ennegreciera la perspectiva política en este complejo 2012. No podía ser de otra manera cuando son tantos los frentes que nos colocan, indeclinablemente, ante la peor crisis de la era moderna en todos los renglones de la vida institucional: la política, la financiera, la social, la violencia -con el narcotráfico evolucionando-, los amagos estadounidenses, la reconquista española y la colectiva depauperación.
De lo anterior podemos confirmar un hecho innegable: es el PAN, el partido en el gobierno, que ha lanzado las andanadas putrefactas, como en 2006 contra el candidato del PRD que le aventajaba, para golpear, afrentar y provocar al mexiquense Enrique Peña Nieto quien tiene el pecado de mantener, hasta ahora, la vanguardia en las encuestas pese a ser el blanco de casi todas las críticas... como si los demás, digamos Cordero, Vázquez Mota, Creel y el propio Andrés Manuel -por ahora, en segundo término-, estuvieran libres de pecado como en el pasaje bíblico de la pedrea contra María Magdalena. Hablo de ello para que comprendan los confesionales que pretenden el continuismo tras doce años de desastre.
Por cierto, en la entrevista en El Universal sobre las infidelidades de Peña -refrito de lo publicado, en mayo de 2010 por este columnista, en "2012: La Sucesión"-, hay un punto a destacarse: el presidente de la empresa periodística, Juan Francisco Ealy Ortiz, quien ya se cree lo de su omnipotencia -tengo al respecto tantas historias que contar-, es compadre del defenestrado Humberto Moreira Valdés quien le pidió apadrinara a su segunda bebé con su segunda esposa. Fue una reunión, dicen, por demás encantadora en donde se fincaron grandes compromisos para el futuro. ¿Responde así el cotidiano en cuestión y su dueño a la caída de Moreira y los consiguientes efectos negativos contra Peña? ¿O se trata de una venganza de Moreira contra Peña?
Es obvio que el gobierno de Calderón, poseedor de las redes de espionaje y todo tipo de artificios desde los búnkers de la Secretaría de Seguridad Pública, desató la guerra sucia, precisamente quien tenía el deber de evitarla para llevar adelante una contienda equitativa, de debate y no de injurias como tanto dijeron harían, ante la desesperación de que ninguno de sus postulantes -a dirimirse esta misma semana- tienen perfil de liderazgo como para competir con el PRI y el PRD.
Este es el meollo de la cuestión. Calderón y el PAN, como en 2006, están dispuestos a llegar a las últimas consecuencias para conservar el poder presidencial. ¿Y en el PRI y el PRD lo permitirán?
LA ANÉCDOTA
Por cierto, un personaje de gran calado entre la sociedad política, Miguel Lerma Candelaria, me entregó un grueso expediente sobre quien fue su jefe durante varios años, precisamente el presidente de El Universal. Me pidió, por el momento, archivarlo; y yo le respondí que lo usaría cuando fuese oportuno.
Ya va siendo hora de poner al descubierto algunos de los acuerdos soterrados, de muy bajo calado, que confirman las tendencias y el maridaje de algunos empresarios de la comunicación con el gobierno de la derecha... así como antes de 2000 se mantuvieron como "soldados del PRI", en palabras del extinto Emilio Azcárraga Milmo, "El Tigre".
Desafio
Rafael Loret de Mola
Cábalas y mentiras
loretdemola.rafael@yahoo.com.mx.
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