Cansado de que sus amigos le roben las galletitas, les puso veneno para ratas
Un joven peruano de 13 años se cansó de las constantes agresiones y preparó una broma de mal gusto para sus compañeros de colegio, (¿COMPAÑEROS? UNOS HIJOS DE PUTA)
El caso ocurrió el año pasado, pero en este momento la Fiscalía se encuentra estudiando el tema, además de aclarar que en 2011 fueron tres las denuncias de "bullying" que llegaron a la Justicia, y todas se resolvieron por esa vía.
Sus compañeros le quitaban la comida que llevaba, lo perseguían, le robaban sus pertenencias y lo insultaban por su condición de gordo. Incluso llegaron a crear una página enFacobook donde colgaban sus fotos y además de los agravios hasta amenazaban con matarlo.
Un día se cansó y decidió ponerles veneno para ratas a las galletitas que había llevado. En momentos en que los demás compañeros se las robaron y estaban por consumirlas, él los frenó y confirmó que estaban envenenadas. El problema comenzó cuando uno de ellos no le creyó e igual las consumió. "Ese día se llevaron a un alumno al hospital, le hicieron un lavado gástrico, el resto no llegó a comer la galleta", contó la fiscal Cecilia Ampuero, en declaraciones a La República. “Ahora estamos investigando este caso en el Ministerio Público. Vimos que era mucho el odio que le tenían a este adolescente”, precisó la fiscal.
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HASTA QUE LO HARTARON!! Y LES PUSO UNA CHINGA DE PERRO BAILARÍN, PINCHURRIENTOS CABRONES LADRONES.
Un joven peruano de 13 años se cansó de las constantes agresiones y preparó una broma de mal gusto para sus compañeros de colegio, (¿COMPAÑEROS? UNOS HIJOS DE PUTA)
El caso ocurrió el año pasado, pero en este momento la Fiscalía se encuentra estudiando el tema, además de aclarar que en 2011 fueron tres las denuncias de "bullying" que llegaron a la Justicia, y todas se resolvieron por esa vía.
Sus compañeros le quitaban la comida que llevaba, lo perseguían, le robaban sus pertenencias y lo insultaban por su condición de gordo. Incluso llegaron a crear una página en
Un día se cansó y decidió ponerles veneno para ratas a las galletitas que había llevado. En momentos en que los demás compañeros se las robaron y estaban por consumirlas, él los frenó y confirmó que estaban envenenadas. El problema comenzó cuando uno de ellos no le creyó e igual las consumió. "Ese día se llevaron a un alumno al hospital, le hicieron un lavado gástrico, el resto no llegó a comer la galleta", contó la fiscal Cecilia Ampuero, en declaraciones a La República. “Ahora estamos investigando este caso en el Ministerio Público. Vimos que era mucho el odio que le tenían a este adolescente”, precisó la fiscal.
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