el NARCO ahuyentó INVERSIONISTAS del PETROLEO: EPN DEBE RENUNCIAR: Se le calderonizó la agenda a Peña Nieto: se acabó la fiesta
Se le calderonizó la agenda a Peña Nieto: se acabó la fiesta
28. octubre, 2014 Autor: Álvaro Cepeda Neri * Conjeturas Comenta
I. Peña –y sus mexiquenses– echó las campanas al viento antes de tiempo, llevado por la fantasía política que lo colmó de títulos como el de “estadista”; igual que el de “financiero del año” para Videgaray. Sus apresuradas y atropelladas contrarreformas culminaron en la contraexpropiación petrolera que quiere llevar hasta sus últimas consecuencias, y a la que, vía las consultas populares, le han salido airados reclamos. A cambio de prebendas, el peñismo logró atraer al Partido Acción Nacional (anticardenista y anticallista con ribetes de fascismo) y al Partido de la Revolución Democrática de Ortega y Zambrano. Y claro, ni modo que del Partido Revolucionario Institucional, el Partido Verde Ecologista de México y el Partido Nueva Alianza de la encarcelada Gordillo y disfraz del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación no estuviera detrás de un Peña a quien le dijeron en su cara que no estaba preparado para asumir la Presidencia de la República.
Y a quien la fiesta se le ha vuelto un funeral tierra adentro de Los Pinos con todas sus facciones, porque los mexicanos sufren las consecuencias de su mal gobierno reflejado en los crecientes males que los aquejan: desempleo, pobreza, hambre e injusticias; y que harán que estalle una revuelta nacional que finalice la inconclusa Revolución Mexicana (cortada de tajo desde el alemanismo hasta el peñismo).
II. Por lo pronto, a Peña se le complicó el sexenio. La realidad política, económica y social lo atrapó en sus redes; y el mexiquense anda mas encolerizado que nunca y se le nota más enfermo, pues las violencias –incluidos los huracanes– de la sangrienta inseguridad, ahuyentaron a los inversionistas del botín petrolero. Y le llueven los reclamos internacionales sobre sus embestidas a los derechos humanos desde Europa, la Organización de las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. En su fiesta por los cambios estructurales que iban a Mover a México, descuidó el buen gobierno democrático y republicano, empeñado en su autoritarismo y en que la “oposición” chuchista le garantizó que todo iría sobre rieles… Pero, como la Bestia, se descarriló el tren peñista cuando a bordo estaba la fiesta mientras viajaban a Washington.
III. Por todo esto y tras un análisis de los sucesos del 26-27 de septiembre en Guerrero, el economista y periodista Gerardo Esquivel puso en el banquillo de las imputaciones políticas a Peña con su artículo: “Iguala, responsabilidad del Estado” (El Universal, 10 de octubre de 2014), expresando un fallo irrevocable: “A Peña Nieto de pronto se le calderonizó la agenda. Ya no puede evitar hablar de seguridad y violencia y ya no puede ocultar los problemas bajo la alfombra. Las ejecuciones extrajudiciales ocurridas en Tlatlaya por parte del Ejército, así como los aborrecibles actos de Iguala deben enseñarle que no hablar de los problemas no equivale a resolverlos. El presidente debe abandonar la política de avestruz que ha caracterizado a su gobierno en estos temas”. Es un párrafo demoledor que sintetiza lo que piensa y expresa la opinión pública. Y que hace que para efectos de su doble facultad de jefe de Estado y jefe de gobierno de la administración pública federal, acabara su sexenio a tan sólo 2 años de haberlo iniciado con unas elecciones fraudulentas.
*Periodista
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kikka-roja.blogspot.com
Se le calderonizó la agenda a Peña Nieto: se acabó la fiesta
28. octubre, 2014 Autor: Álvaro Cepeda Neri * Conjeturas Comenta
I. Peña –y sus mexiquenses– echó las campanas al viento antes de tiempo, llevado por la fantasía política que lo colmó de títulos como el de “estadista”; igual que el de “financiero del año” para Videgaray. Sus apresuradas y atropelladas contrarreformas culminaron en la contraexpropiación petrolera que quiere llevar hasta sus últimas consecuencias, y a la que, vía las consultas populares, le han salido airados reclamos. A cambio de prebendas, el peñismo logró atraer al Partido Acción Nacional (anticardenista y anticallista con ribetes de fascismo) y al Partido de la Revolución Democrática de Ortega y Zambrano. Y claro, ni modo que del Partido Revolucionario Institucional, el Partido Verde Ecologista de México y el Partido Nueva Alianza de la encarcelada Gordillo y disfraz del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación no estuviera detrás de un Peña a quien le dijeron en su cara que no estaba preparado para asumir la Presidencia de la República.
Y a quien la fiesta se le ha vuelto un funeral tierra adentro de Los Pinos con todas sus facciones, porque los mexicanos sufren las consecuencias de su mal gobierno reflejado en los crecientes males que los aquejan: desempleo, pobreza, hambre e injusticias; y que harán que estalle una revuelta nacional que finalice la inconclusa Revolución Mexicana (cortada de tajo desde el alemanismo hasta el peñismo).
II. Por lo pronto, a Peña se le complicó el sexenio. La realidad política, económica y social lo atrapó en sus redes; y el mexiquense anda mas encolerizado que nunca y se le nota más enfermo, pues las violencias –incluidos los huracanes– de la sangrienta inseguridad, ahuyentaron a los inversionistas del botín petrolero. Y le llueven los reclamos internacionales sobre sus embestidas a los derechos humanos desde Europa, la Organización de las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. En su fiesta por los cambios estructurales que iban a Mover a México, descuidó el buen gobierno democrático y republicano, empeñado en su autoritarismo y en que la “oposición” chuchista le garantizó que todo iría sobre rieles… Pero, como la Bestia, se descarriló el tren peñista cuando a bordo estaba la fiesta mientras viajaban a Washington.
III. Por todo esto y tras un análisis de los sucesos del 26-27 de septiembre en Guerrero, el economista y periodista Gerardo Esquivel puso en el banquillo de las imputaciones políticas a Peña con su artículo: “Iguala, responsabilidad del Estado” (El Universal, 10 de octubre de 2014), expresando un fallo irrevocable: “A Peña Nieto de pronto se le calderonizó la agenda. Ya no puede evitar hablar de seguridad y violencia y ya no puede ocultar los problemas bajo la alfombra. Las ejecuciones extrajudiciales ocurridas en Tlatlaya por parte del Ejército, así como los aborrecibles actos de Iguala deben enseñarle que no hablar de los problemas no equivale a resolverlos. El presidente debe abandonar la política de avestruz que ha caracterizado a su gobierno en estos temas”. Es un párrafo demoledor que sintetiza lo que piensa y expresa la opinión pública. Y que hace que para efectos de su doble facultad de jefe de Estado y jefe de gobierno de la administración pública federal, acabara su sexenio a tan sólo 2 años de haberlo iniciado con unas elecciones fraudulentas.
*Periodista
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