Habrá movilizaciones “si se engaña o excluye” al FAP, advierte Dante Delgado
El prerredista Graco Ramírez pide a los senadores del PRI “no traicionar sus principios”
Andrea Becerril
Al iniciar los trabajos de dictamen de la reforma de Petróleos Mexicanos (Pemex), el Frente Amplio Progresista (FAP), en voz del senador Dante Delgado, informó que presentarán su iniciativa para fortalecer y rescatar a la paraestatal el próximo día 25, y advirtió que si las otras fuerzas políticas “reaccionan con engaños y exclusión política” e insisten en la privatización, habrá movilizaciones. El legislador de Convergencia detalló que el Movimiento Nacional en Defensa del Petróleo impulsará esas movilizaciones ciudadanas “en un momento que ciertamente no es favorable para el gobierno”, con el riesgo de regresar “a la disputa de 2006”.
Durante la reunión de las comisiones de Energía y de Estudios Legislativos, a la cual asistió el presidente del Senado, Santiago Creel, el representante del FAP sostuvo que si su propuesta es evaluada en su justa dimensión, “mejoraremos a Pemex y ganaremos en estabilidad política”. Advirtió que tanto la reforma de Felipe Calderón como las iniciativas del PRI “buscan crear un arquitectura legal y administrativa para la desintegración y privatización indirecta de Pemex bajo un sistema de gobierno transexenal, fundado en la captura del Estado por grupos de interés”. En igual sentido, el perredista Graco Ramírez pidió a los priístas “no traicionar” sus principios, mientras su compañero de bancada Pablo Gómez resaltó que ninguna de las dos iniciativas ataca el contratismo y la corrupción, y, por el contrario, contienen propuestas para fortalecer a la “burocracia sindical charra”.
A pesar de los cuestionamientos, el debate no subió de tono y tanto el PRI como el PAN defendieron sus propuestas y sostuvieron que no contienen ninguna disposición que privatice a Pemex. El senador panista Rubén Camarillo, quien fue el responsable de fijar la postura de Acción Nacional, se molestó y pidió “no manejar mensajes equivocados”. Y preguntó: “por qué insistir en un discurso que, a estas alturas, es insostenible de una privatización inexistente”, y sostuvo que “encuestas serias” manifiestan, “de una manera muy clara y contundente, que la mayoría de los mexicanos está de acuerdo con una reforma a Petróleos Mexicanos”. El senador Delgado le recordó que la reciente consulta ciudadana que se llevó a cabo en el Distrito Federal y nueve estados dio como resultado que más de 1.5 millones de ciudadanos manifestaron “un rotundo no a la reforma calderonista”, cifra que “rebasa con creces cualquier muestra aleatoria definida con fines de encuestas de opinión”.
A su vez, el perredista Graco Ramírez insistió en que no es necesario entregar Pemex al capital privado y adelantó los aspectos fundamentales de la propuesta del FAP. “Nos proponemos hacer de Pemex la empresa de la nación, ya no más la empresa del presidente de la República, sino una empresa del Estado”. También criticó parte de las iniciativas del PRI y dijo que no considera viable la propuesta de crear empresas filiales a Pemex dedicadas a la refinación: “Para qué crear organismos paralelos; mejor fortalezcamos a la empresa”. El perredista recalcó que propondrán disminuir de cinco a dos los lugares del sindicato petrolero en el consejo de administración de Pemex. Pablo Gómez abundó en torno a ese tema e hizo notar que los integrantes de la dirigencia petrolera no representan a los trabajadores, sino a “los charros” que saldrían así fortalecidos.
Detalló que la propuesta del FAP constará de diez iniciativas que abarcan todos los aspectos del financiamiento y operación de Pemex. En nombre de la bancada del PRI, el senador Rogelio Rueda salió al frente de las críticas formuladas a la iniciativa de su fracción y sostuvo que “se basa en los principios de fortalecer y modernizar a Pemex, no de privatizarlo”. Respecto de las controvertidas empresas paralelas, que proponen que lleven a cabo la refinación, transporte y almacenamiento de petróleo, el priísta explicó que se trata de “organismos descentralizados de carácter estratégico, que darán servicio o actuarán por cuenta de Pemex o sus subsidiarias”. Durante su intervención, el senador Camarillo advirtió que quienes sostienen que la propuesta de Calderón es para privatizar Pemex mandan mensajes y propaganda equivocada, porque “quieren ver en la bandera del petróleo su botín político-electoral”.
Pablo Gómez le respondió que quien ha hecho propaganda política sobre Pemex es el gobierno de Calderón. Una propaganda “costosísima, por cierto”, ya que la televisión y la radio están inundados de mensajes. La discusión continuará hoy, durante la segunda reunión pública de las comisiones dictaminadoras.
Durante la reunión de las comisiones de Energía y de Estudios Legislativos, a la cual asistió el presidente del Senado, Santiago Creel, el representante del FAP sostuvo que si su propuesta es evaluada en su justa dimensión, “mejoraremos a Pemex y ganaremos en estabilidad política”. Advirtió que tanto la reforma de Felipe Calderón como las iniciativas del PRI “buscan crear un arquitectura legal y administrativa para la desintegración y privatización indirecta de Pemex bajo un sistema de gobierno transexenal, fundado en la captura del Estado por grupos de interés”. En igual sentido, el perredista Graco Ramírez pidió a los priístas “no traicionar” sus principios, mientras su compañero de bancada Pablo Gómez resaltó que ninguna de las dos iniciativas ataca el contratismo y la corrupción, y, por el contrario, contienen propuestas para fortalecer a la “burocracia sindical charra”.
A pesar de los cuestionamientos, el debate no subió de tono y tanto el PRI como el PAN defendieron sus propuestas y sostuvieron que no contienen ninguna disposición que privatice a Pemex. El senador panista Rubén Camarillo, quien fue el responsable de fijar la postura de Acción Nacional, se molestó y pidió “no manejar mensajes equivocados”. Y preguntó: “por qué insistir en un discurso que, a estas alturas, es insostenible de una privatización inexistente”, y sostuvo que “encuestas serias” manifiestan, “de una manera muy clara y contundente, que la mayoría de los mexicanos está de acuerdo con una reforma a Petróleos Mexicanos”. El senador Delgado le recordó que la reciente consulta ciudadana que se llevó a cabo en el Distrito Federal y nueve estados dio como resultado que más de 1.5 millones de ciudadanos manifestaron “un rotundo no a la reforma calderonista”, cifra que “rebasa con creces cualquier muestra aleatoria definida con fines de encuestas de opinión”.
A su vez, el perredista Graco Ramírez insistió en que no es necesario entregar Pemex al capital privado y adelantó los aspectos fundamentales de la propuesta del FAP. “Nos proponemos hacer de Pemex la empresa de la nación, ya no más la empresa del presidente de la República, sino una empresa del Estado”. También criticó parte de las iniciativas del PRI y dijo que no considera viable la propuesta de crear empresas filiales a Pemex dedicadas a la refinación: “Para qué crear organismos paralelos; mejor fortalezcamos a la empresa”. El perredista recalcó que propondrán disminuir de cinco a dos los lugares del sindicato petrolero en el consejo de administración de Pemex. Pablo Gómez abundó en torno a ese tema e hizo notar que los integrantes de la dirigencia petrolera no representan a los trabajadores, sino a “los charros” que saldrían así fortalecidos.
Detalló que la propuesta del FAP constará de diez iniciativas que abarcan todos los aspectos del financiamiento y operación de Pemex. En nombre de la bancada del PRI, el senador Rogelio Rueda salió al frente de las críticas formuladas a la iniciativa de su fracción y sostuvo que “se basa en los principios de fortalecer y modernizar a Pemex, no de privatizarlo”. Respecto de las controvertidas empresas paralelas, que proponen que lleven a cabo la refinación, transporte y almacenamiento de petróleo, el priísta explicó que se trata de “organismos descentralizados de carácter estratégico, que darán servicio o actuarán por cuenta de Pemex o sus subsidiarias”. Durante su intervención, el senador Camarillo advirtió que quienes sostienen que la propuesta de Calderón es para privatizar Pemex mandan mensajes y propaganda equivocada, porque “quieren ver en la bandera del petróleo su botín político-electoral”.
Pablo Gómez le respondió que quien ha hecho propaganda política sobre Pemex es el gobierno de Calderón. Una propaganda “costosísima, por cierto”, ya que la televisión y la radio están inundados de mensajes. La discusión continuará hoy, durante la segunda reunión pública de las comisiones dictaminadoras.
Kikka Roja
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