Las acciones de resistencia llegan al Wal-Mart de Coyoacán; cajeros se unen a la lucha "Ciudadanos,
¿nos prestan la tienda una hora para arreglarla como más nos guste?"
JAIME AVILES ¿nos prestan la tienda una hora para arreglarla como más nos guste?"
El boicot a los productos de empresas que apoyaron a Calderón se hizo patente en el Wal-Mart de Universidad Fotos Cristina Rodríguez "¡Se ve, se escucha, cajeros en la lucha! ¡Se ve, se escucha...!" El grito, coreado por cientos de gargantas, retumba en el eco de la bóveda, una y otra vez, cuando sin medir consecuencias, entre ellas el posible despido inmediato, los cajeros del Wal-Mart de Universidad y Tasqueña se contagian del furor de los manifestantes y se suman a la consigna central: "¡Sufragio efectivo, no imposición!" Doce semanas después del 2 de julio, la resistencia civil pacífica sigue creciendo y lo pone de relieve. Ayer, de manera coordinada, a partir de las 11 de la mañana, bloqueó durante una hora la compraventa de mercancías en las 22 sucursales que Wal-Mart posee en el Distrito Federal, y tenía previsto hacerlo en otras de Puebla, Chilpancingo y Acapulco. Para llevar a cabo la acción de Coyoacán, los mensajitos de teléfonos celulares y más tarde los blogs independientes comenzaron a informar desde la noche del sábado que la cita era "a las 10 de la mañana en la librería El Sótano de Miguel Angel de Quevedo, cerca de la glorieta de los coyotes", de donde ayer, en efecto, 30 minutos después de las 10, los puntuales manifestantes partieron en pequeños grupos rumbo a su "objetivo", la tienda cuyos propietarios pagaron y estimularon la campaña de odio en contra de Andrés Manuel López Obrador y después negaron el "supuesto" fraude electoral y ahora fomentan discursos en los medios exigiendo una izquierda "moderna y constructiva", que reconozca a Felipe Calderón. Al llegar al establecimiento penetraron sin hablarse entre sí, como personas solas, o en dúos o en tríos, y se dedicaron a recorrer los pasillos y a llenar sus carritos sólo con productos inscritos en la lista de las marcas sometidas al boicot ciudadano, debido a que también participaron en la guerra sucia contra López Obrador. Al ver a esas personas que aparentemente hacían el súper del domingo con toda tranquilidad, nadie sospecharía que en punto de las 11, formadas ya con sus carritos ante numerosas cajas registradoras, romperían a gritar coralmente y a todo pulmón: "¡Es un honor estar con Obrador! ¡Es un honor...!" Y entonces, como ya se dijo arriba, el eco entró en escena y le dio a la cívica protesta el sabor de una rebelión popular. "¡Sugragio efectivo, no imposición! ¡Sufragio efectivo, no Calderón!", se empezó a escuchar con inquietante insistencia. La reacción automática de los encargados de la seguridad fue cerrar las puertas de la calle, pensando en que así evitarían que entraran más manifestantes o que los que ya estaban adentro salieran corriendo sin pagar los productos que repudian. Pero no: la medida se convirtió, la verdad, en un regalo. Alguien fue al departamento de "artículos para el hogar" y le trajo una escalera a Jesusa Rodríguez, que, al igual que el jueves pasado en Televisa Chapultepec, ayer también en Coyoacán encabezó la resistencia. Alguien más le dijo que la encerrona iba a durar "como una hora", y ella no tardó en comunicar la buena noticia.
Contra los productos del boicot "Ciudadanos, nos prestan la tienda una hora para que la arreglemos como más nos guste", dijo al micrófono inalámbrico que empuñaba, el cual proyectaba su voz hasta el departamento de salchichonería. Y la gente, ni tarda ni perezosa, obedeció la siguiente instrucción: "¡Vamos a desacomodar todos los productos del boicot!" El júbilo se apoderó no sólo de los resistentes organizados, sino de muchas personas más que se sumaron encantadas a la protesta, haciendo suyas las consignas aprendidas a lo largo de semanas en el plantón del Zócalo: "¡Repudio total al fraude de Fecal! ¡Repudio total...!" En medio del barullo, un hombre mayor, de acento típico del Caribe, luchaba contra la corriente vociferando: "¡Yo estuve 30 años en el comunismo y les digo que eso no es bueno para México; en este país sí hay democracia, no les crean nada a los que hablan de fraude electoral, aquí no hubo eso, aquí hubo elecciones limpias, yo estuve en el comunismo y sé lo que les estoy diciendo!" Bueno, sí, tal vez supiera lo que decía, pero a todas luces lo decía mal, porque entre frase y frase, agobiado por la angustia, se mordía los labios con tal fuerza que comenzó a sangrar por las comisuras, adquiriendo un aspecto transilvánico. Y de pronto, una muchachita uniformada con los colores de Wal-Mart se acercó a Jesusa y le entregó un papel, en el que había escrito con letra menuda y tímida: "Suban los sueldos", tres palabras que encerraban toda una política laboral, una de las más agresivas del mundo, como bien ha documentado Michael Moore. Tan agresiva que cuando Jesusa intentó hablar con la joven ésta había desaparecido entre la multitud que ahora estaba escribiendo la frase "voto por voto" con cajas de Kleenex, paquetes de Kotex, barras de pan Bimbo, bolsas de Sabritas y latas de chiles La Costeña, sin advertir que en un pasillo unas jóvenes con camisetas de los Pumas estaban construyendo una "barricada" con botellones de Coca-Cola, toda una escenografía para las cámaras de Luis Mandoki, de Víctor Hernández y de La Hora del Pueblo, que grababan en éxtasis. Pero mientras esto sucedía, dos empleados se acercaron a Jesusa a contarle que todos los trabajadores de Wal-Mart están obligados a cubrir jornadas de 11 horas diarias, de las cuales después de la octava no les pagan un centavo por concepto de horas extras, y estaba platicando con ellos acerca de esos abusos característicos de la desregulación neoliberal cuando los cajeros, como arriba quedó dicho, adoptaron la consigna de "¡sufragio efectivo, no Calderón!", a lo que la gente les contestó primero: "¡ese apoyo sí se ve!", pero rectificó improvisando una rima bastante más descriptiva: "¡Se ve, se escucha, cajeros en la lucha!" Así, cuando todo finalizó tranquilamente, entre aplausos y felicitaciones mutuas, Jesusa anunció que la próxima acción será pasado mañana, miércoles 27, para conmemorar la nacionalización de la industria eléctrica y oponerse a los planes de venta de la Comisión Federal de Electricidad. "¡Allá nos vemos!", prometió, aunque en realidad nadie sabía dónde será la cosa.
Contra los productos del boicot "Ciudadanos, nos prestan la tienda una hora para que la arreglemos como más nos guste", dijo al micrófono inalámbrico que empuñaba, el cual proyectaba su voz hasta el departamento de salchichonería. Y la gente, ni tarda ni perezosa, obedeció la siguiente instrucción: "¡Vamos a desacomodar todos los productos del boicot!" El júbilo se apoderó no sólo de los resistentes organizados, sino de muchas personas más que se sumaron encantadas a la protesta, haciendo suyas las consignas aprendidas a lo largo de semanas en el plantón del Zócalo: "¡Repudio total al fraude de Fecal! ¡Repudio total...!" En medio del barullo, un hombre mayor, de acento típico del Caribe, luchaba contra la corriente vociferando: "¡Yo estuve 30 años en el comunismo y les digo que eso no es bueno para México; en este país sí hay democracia, no les crean nada a los que hablan de fraude electoral, aquí no hubo eso, aquí hubo elecciones limpias, yo estuve en el comunismo y sé lo que les estoy diciendo!" Bueno, sí, tal vez supiera lo que decía, pero a todas luces lo decía mal, porque entre frase y frase, agobiado por la angustia, se mordía los labios con tal fuerza que comenzó a sangrar por las comisuras, adquiriendo un aspecto transilvánico. Y de pronto, una muchachita uniformada con los colores de Wal-Mart se acercó a Jesusa y le entregó un papel, en el que había escrito con letra menuda y tímida: "Suban los sueldos", tres palabras que encerraban toda una política laboral, una de las más agresivas del mundo, como bien ha documentado Michael Moore. Tan agresiva que cuando Jesusa intentó hablar con la joven ésta había desaparecido entre la multitud que ahora estaba escribiendo la frase "voto por voto" con cajas de Kleenex, paquetes de Kotex, barras de pan Bimbo, bolsas de Sabritas y latas de chiles La Costeña, sin advertir que en un pasillo unas jóvenes con camisetas de los Pumas estaban construyendo una "barricada" con botellones de Coca-Cola, toda una escenografía para las cámaras de Luis Mandoki, de Víctor Hernández y de La Hora del Pueblo, que grababan en éxtasis. Pero mientras esto sucedía, dos empleados se acercaron a Jesusa a contarle que todos los trabajadores de Wal-Mart están obligados a cubrir jornadas de 11 horas diarias, de las cuales después de la octava no les pagan un centavo por concepto de horas extras, y estaba platicando con ellos acerca de esos abusos característicos de la desregulación neoliberal cuando los cajeros, como arriba quedó dicho, adoptaron la consigna de "¡sufragio efectivo, no Calderón!", a lo que la gente les contestó primero: "¡ese apoyo sí se ve!", pero rectificó improvisando una rima bastante más descriptiva: "¡Se ve, se escucha, cajeros en la lucha!" Así, cuando todo finalizó tranquilamente, entre aplausos y felicitaciones mutuas, Jesusa anunció que la próxima acción será pasado mañana, miércoles 27, para conmemorar la nacionalización de la industria eléctrica y oponerse a los planes de venta de la Comisión Federal de Electricidad. "¡Allá nos vemos!", prometió, aunque en realidad nadie sabía dónde será la cosa.
En Wal-Mart de Plaza Universidad los manifestantes formaron filas con productos de empresas que apoyaron abiertamente la campaña de Felipe Calderón
Como parte de las acciones de resistencia civil pacífica acordadas por la convención nacional democrática (CND) el pasado 16 de septiembre, ayer se realizaron manifestaciones de protesta en las 22 tiendas Wal-Mart del Distrito Federal. En las manifestaciones se hizo alusión al fraude electoral, a la "violación sistemática de los derechos laborales que esta trasnacional acostumbra ejercer en contra de sus empleados" y a "la abierta campaña en favor de Felipe Calderón". El diputado federal del PRD, Ramón Pacheco, quien es comisionado nacional para la resistencia civil por la CND, encabezó el mitin en una tienda de este consorcio ubicada en la calle Nextengo, colonia Santa Cruz Acayucan, en Azcapotzalco. Allí censuró que la multinacional haya "violentado las leyes laboral y electoral". En la protesta, que reunió a poco más de un centenar de seguidores de Andrés Manuel López Obrador -a la que se sumaron algunos clientes e incluso trabajadores de la tienda-, se acusó a esta cadena de haber instado a sus empleados a votar por Calderón. También se denunció la publicidad en favor del mismo ex candidato, con lo cual "se abonó a la crisis política" que generada luego de las elecciones. El legislador y ex secretario del exterior del Sindicato Mexicano de Electricistas recalcó que la resistencia civil pacífica no se detendrá."No se puede permitir que un presidente no elegido" por el pueblo lo gobierne, sostuvo. El mitin en esa tienda duró alrededor de 50 minutos. Algunos directivos de Wal-Mart intentaron disolverlo, pero otros lo impidieron, basados en la "libertad de manifestación". Cuatro oradores de la manifestación eran personas que iban a realizar sus compras al establecimiento.
Violaciones laborales La inconformidad se centró también en denunciar que Wal-Mart es un emporio que se caracteriza por bloquear cualquier intento de sindicalización de sus trabajadores, que los obliga a laborar horas extras sin el pago respectivo e impide que se registren esas horas trabajadas, a fin de evitar eventuales demandas. De igual forma, señalaron que en otros países esta misma trasnacional ha sido demandada en diversas ocasiones por su "trato discriminatorio hacia mujeres y por emplear a menores de edad". De acuerdo con Dpa, los grupos de manifestantes cerraron los accesos de al menos cinco tiendas de la cadena estadunidense en la ciudad de México. Los manifestantes insistieron en que los salarios que paga la transnacional son bajos y que no cumple con el elemental respeto a los derechos humanos. Por su parte, un grupo de integrantes de la organización Flor y Canto, que previamente había organizado un acto de respaldo a López Obrador en el Angel de la Independencia, también participó en una protesta afuera de la sucursal de Wal-Mart en la avenida Universidad, donde formaron con cartulinas las iniciales del ex candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos. Antes, en el monumento de Paseo de la Reforma, los manifestantes gritaron consignas de rechazo a la "imposición" de Calderón Hinojosa y ratificaron su adhesión a los resolutivos de la CND, que declaró a López Obrador "presidente legítimo" de México. "Este es un ejercicio pleno de la soberanía popular, basado en nuestra Carta Magna, que sostendremos hasta que cese la usurpación en el gobierno de la República", expresaron en un mensaje hecho desde las escalinatas del monumento, remodelado recientemente. También manifestaron su convicción de que, como parte de la sociedad civil, es su deber informar a la comunidad nacional e internacional "que no seremos presa del miedo, que no claudicaremos en nuestra lucha por la esperanza. "El país que queremos no es el que la derecha y el Acción Nacional nos imponen. México es un país en el que la dignidad no está en venta."
ESTO SI LES DUELE A LOS DUEÑOS DE LAS SUPER TIENDAS, Se pueden salir de control las visitas organizadas para desparpajar tiendas, vamos a ver más escenas como éstas. Recuerdo cuando Argentina salió a saquear super mercados, por la extremosa desesperación de no tener ni para comer, la neta, de aqui se puede aprender mucho de estas acciones de resistencia, ¿Hasta donde Feli-pedo Calde-ron nos va apretar?. Que no se nos olvide que si no sale por televisión, no quiere decir que no están temblando de miedo los poderosos del dinero, lo que más les duele en el mundo es que les saquen sus trapitos al sol y que la gente les deje de comprar, están tan acostumbrados a ganar y ganar, cuando pierden centavos gastan millones en publicidad, ¡D E S O B E D I E N C I A YA!
Rechazan su intromisión en la elección presidencial Protestan en 22 tiendas de Wal-Mart en el DF
Denuncian clientes violaciones laborales de esa cadena
CAROLINA GOMEZ Y ENRIQUE MENDEZ Denuncian clientes violaciones laborales de esa cadena
Como parte de las acciones de resistencia civil pacífica acordadas por la convención nacional democrática (CND) el pasado 16 de septiembre, ayer se realizaron manifestaciones de protesta en las 22 tiendas Wal-Mart del Distrito Federal. En las manifestaciones se hizo alusión al fraude electoral, a la "violación sistemática de los derechos laborales que esta trasnacional acostumbra ejercer en contra de sus empleados" y a "la abierta campaña en favor de Felipe Calderón". El diputado federal del PRD, Ramón Pacheco, quien es comisionado nacional para la resistencia civil por la CND, encabezó el mitin en una tienda de este consorcio ubicada en la calle Nextengo, colonia Santa Cruz Acayucan, en Azcapotzalco. Allí censuró que la multinacional haya "violentado las leyes laboral y electoral". En la protesta, que reunió a poco más de un centenar de seguidores de Andrés Manuel López Obrador -a la que se sumaron algunos clientes e incluso trabajadores de la tienda-, se acusó a esta cadena de haber instado a sus empleados a votar por Calderón. También se denunció la publicidad en favor del mismo ex candidato, con lo cual "se abonó a la crisis política" que generada luego de las elecciones. El legislador y ex secretario del exterior del Sindicato Mexicano de Electricistas recalcó que la resistencia civil pacífica no se detendrá."No se puede permitir que un presidente no elegido" por el pueblo lo gobierne, sostuvo. El mitin en esa tienda duró alrededor de 50 minutos. Algunos directivos de Wal-Mart intentaron disolverlo, pero otros lo impidieron, basados en la "libertad de manifestación". Cuatro oradores de la manifestación eran personas que iban a realizar sus compras al establecimiento.
Violaciones laborales La inconformidad se centró también en denunciar que Wal-Mart es un emporio que se caracteriza por bloquear cualquier intento de sindicalización de sus trabajadores, que los obliga a laborar horas extras sin el pago respectivo e impide que se registren esas horas trabajadas, a fin de evitar eventuales demandas. De igual forma, señalaron que en otros países esta misma trasnacional ha sido demandada en diversas ocasiones por su "trato discriminatorio hacia mujeres y por emplear a menores de edad". De acuerdo con Dpa, los grupos de manifestantes cerraron los accesos de al menos cinco tiendas de la cadena estadunidense en la ciudad de México. Los manifestantes insistieron en que los salarios que paga la transnacional son bajos y que no cumple con el elemental respeto a los derechos humanos. Por su parte, un grupo de integrantes de la organización Flor y Canto, que previamente había organizado un acto de respaldo a López Obrador en el Angel de la Independencia, también participó en una protesta afuera de la sucursal de Wal-Mart en la avenida Universidad, donde formaron con cartulinas las iniciales del ex candidato presidencial de la coalición Por el Bien de Todos. Antes, en el monumento de Paseo de la Reforma, los manifestantes gritaron consignas de rechazo a la "imposición" de Calderón Hinojosa y ratificaron su adhesión a los resolutivos de la CND, que declaró a López Obrador "presidente legítimo" de México. "Este es un ejercicio pleno de la soberanía popular, basado en nuestra Carta Magna, que sostendremos hasta que cese la usurpación en el gobierno de la República", expresaron en un mensaje hecho desde las escalinatas del monumento, remodelado recientemente. También manifestaron su convicción de que, como parte de la sociedad civil, es su deber informar a la comunidad nacional e internacional "que no seremos presa del miedo, que no claudicaremos en nuestra lucha por la esperanza. "El país que queremos no es el que la derecha y el Acción Nacional nos imponen. México es un país en el que la dignidad no está en venta."