El parón
Luis Javier GarridoLa crisis mexicana se ha agravado notablemente por el desafío de los poderes fácticos a la legalidad del país al aprobarse los cambios electorales, y el futuro del régimen ilegítimo de Calderón es cada vez más incierto.
1. Los procesos de reformas electorales han expresado siempre una oposición entre las exigencias ciudadanas de democratización y los intereses de las minorías que detentan el poder y buscan mantener sus privilegios reciclando el sistema de dominación para darle una nueva “legitimidad”, por lo que a fin de cuentas se terminan en pequeños avances y múltiples retrocesos, y éste no ha sido la excepción.
2. La “reforma”, impulsada por los tres principales partidos, está teniendo, sin embargo, a pesar de su contenido, una virtud: la de hacer recordar lo que ya se sabía desde 2006, y es que el fraude electoral impuesto por Vicente Fox al país tuvo como uno de sus actores centrales a Luis Carlos Ugalde, consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), y que las televisoras aliadas a los organismos cúpula del sector empresarial fueron también artífices centrales de la imposición.
3. El parón de los legisladores a los personeros de las televisoras deteniendo sus pretensiones de seguir contando con una legislación a modo que les permita negociar libremente con los partidos los espots electorales y presentar sin cortapisas cualquier propaganda negra a fin de poder imponer a cualquier pelele suyo en la Presidencia de la República, como hicieron en 2006, no es, sin embargo, definitivo: de ahí el contexto de enfrentamiento entre los concesionarios y el Congreso.
4. La revisión a la legislación de radio y televisión que tienen que hacer los legisladores conforme al fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que los conmina a modificar principios aprobados al vapor en 2006 (la ley Televisa), en los que entregaron el control estratégico del espectro radioeléctrico al duopolio, abre la posibilidad de detener un poco más a estas empresas golpistas en su pretensión de ser un Estado dentro del Estado, legislando en lo relativo a los espacios noticiosos y de diversión que utilizaron en 2006 para hacer propaganda política contra Andrés Manuel López Obrador, y que quieren seguir usándolos como amenazan ya desde ahora varios de sus voceros, así como en lo relativo a otro tipo de propaganda, en especial en periodos no electorales, y ahí es donde el Congreso podrá refrendar su papel.
5. La campaña sucia de espots que lleva a cabo Televisa en contra de Napoleón Gómez Urrutia, dirigente del sindicato minero, quien no ha sido sentenciado por ningún juez, es de corte fascista, evidenciando que en México no hay un régimen de derecho, y no sólo tiene un carácter delictivo y ameritaría la cancelación de la concesión al consorcio, sino que alerta sobre la gravedad que reviste la sumisión actual del Estado a los poderes fácticos. El objetivo no se desconoce, pues los empresarios del llamado Grupo México han hecho evidente que buscan apoderarse en connivencia con grupos trasnacionales de enclaves fundamentales de la minería para lo que requieren acabar con el sindicalismo.
6. El agravamiento de la crisis por la ineptitud y el entreguismo de Felipe Calderón se da en un contexto de extrema debilidad de éste, agravado por su derrota ante Vicente Fox, designado ayer en Roma como copresidente de la Internacional Democristiana (IDC), a quien en vano se ha enfrentado en estos meses a sabiendas de que nada puede hacer, pues éste fue el principal artífice del fraude, y tiene las pruebas de la imposición fraudulenta de Calderón y de su ilegitimidad: lo tiene en sus manos.
7. Los oscuros intereses que impusieron a Calderón no acaban de entender que su ilegitimidad es el origen de su debilidad. Nada pudo hacer Calderón tras la investigación de la DEA que mostró la colusión de Fox con Zhenli Ye Gon en negocios de narcotráfico por ser él también beneficiario de los mismos, y nada podrá hacer ahora ante el escándalo suscitado por la revista de socialités Quién (núm. 149), que mostró a los Fox en la opulencia de su nuevo rancho con toda la prepotencia que les da el saberse impunes, ni siquiera al agravarse éste tras las declaraciones de Lino Korrodi, quien señaló a Impacto (19 de septiembre) que esa ofensiva riqueza es producto del peculado, y las investigaciones de medios como El Universal (20 de septiembre), donde aparecen nuevos bienes del ex presidente, que desde hace meses debió haber sido procesado por la justicia.
8. El vacío de poder que está dejando Calderón, lo están tratando de llenar los legisladores, pues al mismo tiempo que hablan de que la reforma del Estado debe culminar en la adopción de un régimen semipresidencial, en el que el poder lo ejerza “un primer ministro” –nombrado por el Congreso–, los diputados del PRI están subordinando la aprobación del presupuesto 2008 a la creación de una comisión legislativa que investigue a Fox, a lo que la bancada panista se opone (20 de septiembre).
9. La debacle institucional del régimen puede derivar de tal suerte en un reacomodo de los intereses dominantes, para los que Felipe Calderón no importa, pues es una mera marioneta suya, pero para los que no cuentan tampoco los derechos del pueblo. O bien por la decisión de un sector de la “clase política” de abrir la vía a una rectificación y reivindicar la supremacía constitucional y hacer prevalecer en el país un régimen de derecho
10. El momento actual es de una gravedad mayor de lo que muchos suponen y de lo que acontezca ahora dependerá en buena medida el futuro inmediato, pero lo cierto es que no podrá rectificarse el desastroso camino por el que se conduce a México si no se intensifica la lucha popular para evitar que sigan prevaleciendo los poderes de facto.
Kikka Roja
2. La “reforma”, impulsada por los tres principales partidos, está teniendo, sin embargo, a pesar de su contenido, una virtud: la de hacer recordar lo que ya se sabía desde 2006, y es que el fraude electoral impuesto por Vicente Fox al país tuvo como uno de sus actores centrales a Luis Carlos Ugalde, consejero presidente del Instituto Federal Electoral (IFE), y que las televisoras aliadas a los organismos cúpula del sector empresarial fueron también artífices centrales de la imposición.
3. El parón de los legisladores a los personeros de las televisoras deteniendo sus pretensiones de seguir contando con una legislación a modo que les permita negociar libremente con los partidos los espots electorales y presentar sin cortapisas cualquier propaganda negra a fin de poder imponer a cualquier pelele suyo en la Presidencia de la República, como hicieron en 2006, no es, sin embargo, definitivo: de ahí el contexto de enfrentamiento entre los concesionarios y el Congreso.
4. La revisión a la legislación de radio y televisión que tienen que hacer los legisladores conforme al fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que los conmina a modificar principios aprobados al vapor en 2006 (la ley Televisa), en los que entregaron el control estratégico del espectro radioeléctrico al duopolio, abre la posibilidad de detener un poco más a estas empresas golpistas en su pretensión de ser un Estado dentro del Estado, legislando en lo relativo a los espacios noticiosos y de diversión que utilizaron en 2006 para hacer propaganda política contra Andrés Manuel López Obrador, y que quieren seguir usándolos como amenazan ya desde ahora varios de sus voceros, así como en lo relativo a otro tipo de propaganda, en especial en periodos no electorales, y ahí es donde el Congreso podrá refrendar su papel.
5. La campaña sucia de espots que lleva a cabo Televisa en contra de Napoleón Gómez Urrutia, dirigente del sindicato minero, quien no ha sido sentenciado por ningún juez, es de corte fascista, evidenciando que en México no hay un régimen de derecho, y no sólo tiene un carácter delictivo y ameritaría la cancelación de la concesión al consorcio, sino que alerta sobre la gravedad que reviste la sumisión actual del Estado a los poderes fácticos. El objetivo no se desconoce, pues los empresarios del llamado Grupo México han hecho evidente que buscan apoderarse en connivencia con grupos trasnacionales de enclaves fundamentales de la minería para lo que requieren acabar con el sindicalismo.
6. El agravamiento de la crisis por la ineptitud y el entreguismo de Felipe Calderón se da en un contexto de extrema debilidad de éste, agravado por su derrota ante Vicente Fox, designado ayer en Roma como copresidente de la Internacional Democristiana (IDC), a quien en vano se ha enfrentado en estos meses a sabiendas de que nada puede hacer, pues éste fue el principal artífice del fraude, y tiene las pruebas de la imposición fraudulenta de Calderón y de su ilegitimidad: lo tiene en sus manos.
7. Los oscuros intereses que impusieron a Calderón no acaban de entender que su ilegitimidad es el origen de su debilidad. Nada pudo hacer Calderón tras la investigación de la DEA que mostró la colusión de Fox con Zhenli Ye Gon en negocios de narcotráfico por ser él también beneficiario de los mismos, y nada podrá hacer ahora ante el escándalo suscitado por la revista de socialités Quién (núm. 149), que mostró a los Fox en la opulencia de su nuevo rancho con toda la prepotencia que les da el saberse impunes, ni siquiera al agravarse éste tras las declaraciones de Lino Korrodi, quien señaló a Impacto (19 de septiembre) que esa ofensiva riqueza es producto del peculado, y las investigaciones de medios como El Universal (20 de septiembre), donde aparecen nuevos bienes del ex presidente, que desde hace meses debió haber sido procesado por la justicia.
8. El vacío de poder que está dejando Calderón, lo están tratando de llenar los legisladores, pues al mismo tiempo que hablan de que la reforma del Estado debe culminar en la adopción de un régimen semipresidencial, en el que el poder lo ejerza “un primer ministro” –nombrado por el Congreso–, los diputados del PRI están subordinando la aprobación del presupuesto 2008 a la creación de una comisión legislativa que investigue a Fox, a lo que la bancada panista se opone (20 de septiembre).
9. La debacle institucional del régimen puede derivar de tal suerte en un reacomodo de los intereses dominantes, para los que Felipe Calderón no importa, pues es una mera marioneta suya, pero para los que no cuentan tampoco los derechos del pueblo. O bien por la decisión de un sector de la “clase política” de abrir la vía a una rectificación y reivindicar la supremacía constitucional y hacer prevalecer en el país un régimen de derecho
10. El momento actual es de una gravedad mayor de lo que muchos suponen y de lo que acontezca ahora dependerá en buena medida el futuro inmediato, pero lo cierto es que no podrá rectificarse el desastroso camino por el que se conduce a México si no se intensifica la lucha popular para evitar que sigan prevaleciendo los poderes de facto.