BALEADOS DE LA UNAM A TRES AÑOS
INTENTO DE HOMICIDIO, HOSTIGAMIENTO E IMPUNIDAD
El 7 de mayo del 2004 por la noche, en la Escuela Nacional de Trabajo Social, los estudiantes que se encontraban en las inmediaciones de la escuela se percataron de que las instalaciones estaban siendo desalojadas y las luces estaban apagadas. Cerca del frontón cerrado apareció Rodolfo Hernández, conocido como “Porrolfo” con cuatro acompañantes; armas en mano con la intención de matar a los estudiantes activistas, resultando heridos: Noé Lucio BECERRRIL, con heridas en abdomen y extremidades, requirió intervención quirúrgica con resección de 15 cm., de intestino; José Luis RAMÍREZ con fractura multifragmentaria en fémur, con intervención quirúrgica y colocación de prótesis y Mayra VALENZUELA, con heridas de bala en tórax y abdomen que requirió intervención quirúrgica y una semana de internamiento, y las secuelas propias de esos hechos.
Rodolfo HERNÁNDEZ, huyó del lugar con la complicidad de las autoridades de la ENTS como se observa en el video que miembros de un colectivo universitario tomaron después de escuchar las detonaciones. Motivo por el cual, no se han logrado la consignación de quien atentó materialmente contra la vida de los estudiantes y se mantiene congelada la investigación, después de este hecho y como resultado de la denuncia, se intentó amedrentar a los estudiantes con algunas expulsiones, mientras los homicidas frustrados han gozado de la protección por parte del director de la ENTS y de las autoridades universitarias.
Gracias a la exigencia continuada de justicia, sólo un agresor fue detenido en noviembre del 2005; Jorge Pérez García alias “el patillas” y debido a la intervención del Director de la Escuela Nacional de Trabajo Social, Carlos Arteaga Basurto y de otros funcionarios, el Ministerio Público de forma irregular reclasificó los delitos para que dicho sujeto fuera puesto en libertad el 3 de mayo, no conforme con esto, la intervención de las autoridades de la UNAM, el 6 de julio fue exonerado de todos los cargos.
Hoy que se cumple el 3er aniversario del intento de homicidio en contra de los activistas, lo único que ha imperado en el caso es la impunidad que se vive cotidianamente en nuestro país, la justicia no ha llegado al caso, a pesar de mostrar las pruebas necesarias para ello y exigir castigo a quienes violaron derechos humanos. (derecho a la vida, derecho a un proceso justo, a una defensa jurídica adecuada, al derecho de reunión, de asociación y a la libertad de expresión) Lo único que han logrado las autoridades con tanta impunidad e injusticia, es que luchemos por transformar una sociedad donde como principio se respeten los derechos humanos.
Este hecho no está fuera de un contexto represivo que se viene dando a partir de la entrada de la PFP a la UNAM en el 2000, como estrategia del Estado, se ha criminalizado nuestra lucha por una educación pública, gratuita y popular utilizando la descalificación acusándonos de “porros”, solo por el simple hecho de denunciar la represión que hemos vivido y la exigencia de justicia.
Por otro lado, las autoridades universitarias han alentado, mantenido y solapado a los grupos porriles, quienes dentro de una estrategia de baja intensidad, golpean y amenazan a la comunidad universitaria y a los grupos estudiantiles.
Hoy a tres años de distancia seguimos exigiendo, justicia y castigo a los responsables materiales e intelectuales de un episodio más de la estrategia de destrucción del activismo estudiantil en la UNAM, que ha incluido, el intento de homicidio, las expulsiones y levantamiento de actas administrativas por el inquisitorial e ilegal Tribunal Universitario, la persecución judicial, la detención y encarcelamiento de activistas, el seguimiento, las amenazas de muerte y la vigilancia por parte de agentes de las diferentes corporaciones policiacas, violando una y otra vez la autonomía universitaria.
INTENTO DE HOMICIDIO, HOSTIGAMIENTO E IMPUNIDAD
El 7 de mayo del 2004 por la noche, en la Escuela Nacional de Trabajo Social, los estudiantes que se encontraban en las inmediaciones de la escuela se percataron de que las instalaciones estaban siendo desalojadas y las luces estaban apagadas. Cerca del frontón cerrado apareció Rodolfo Hernández, conocido como “Porrolfo” con cuatro acompañantes; armas en mano con la intención de matar a los estudiantes activistas, resultando heridos: Noé Lucio BECERRRIL, con heridas en abdomen y extremidades, requirió intervención quirúrgica con resección de 15 cm., de intestino; José Luis RAMÍREZ con fractura multifragmentaria en fémur, con intervención quirúrgica y colocación de prótesis y Mayra VALENZUELA, con heridas de bala en tórax y abdomen que requirió intervención quirúrgica y una semana de internamiento, y las secuelas propias de esos hechos.
Rodolfo HERNÁNDEZ, huyó del lugar con la complicidad de las autoridades de la ENTS como se observa en el video que miembros de un colectivo universitario tomaron después de escuchar las detonaciones. Motivo por el cual, no se han logrado la consignación de quien atentó materialmente contra la vida de los estudiantes y se mantiene congelada la investigación, después de este hecho y como resultado de la denuncia, se intentó amedrentar a los estudiantes con algunas expulsiones, mientras los homicidas frustrados han gozado de la protección por parte del director de la ENTS y de las autoridades universitarias.
Gracias a la exigencia continuada de justicia, sólo un agresor fue detenido en noviembre del 2005; Jorge Pérez García alias “el patillas” y debido a la intervención del Director de la Escuela Nacional de Trabajo Social, Carlos Arteaga Basurto y de otros funcionarios, el Ministerio Público de forma irregular reclasificó los delitos para que dicho sujeto fuera puesto en libertad el 3 de mayo, no conforme con esto, la intervención de las autoridades de la UNAM, el 6 de julio fue exonerado de todos los cargos.
Hoy que se cumple el 3er aniversario del intento de homicidio en contra de los activistas, lo único que ha imperado en el caso es la impunidad que se vive cotidianamente en nuestro país, la justicia no ha llegado al caso, a pesar de mostrar las pruebas necesarias para ello y exigir castigo a quienes violaron derechos humanos. (derecho a la vida, derecho a un proceso justo, a una defensa jurídica adecuada, al derecho de reunión, de asociación y a la libertad de expresión) Lo único que han logrado las autoridades con tanta impunidad e injusticia, es que luchemos por transformar una sociedad donde como principio se respeten los derechos humanos.
Este hecho no está fuera de un contexto represivo que se viene dando a partir de la entrada de la PFP a la UNAM en el 2000, como estrategia del Estado, se ha criminalizado nuestra lucha por una educación pública, gratuita y popular utilizando la descalificación acusándonos de “porros”, solo por el simple hecho de denunciar la represión que hemos vivido y la exigencia de justicia.
Por otro lado, las autoridades universitarias han alentado, mantenido y solapado a los grupos porriles, quienes dentro de una estrategia de baja intensidad, golpean y amenazan a la comunidad universitaria y a los grupos estudiantiles.
Hoy a tres años de distancia seguimos exigiendo, justicia y castigo a los responsables materiales e intelectuales de un episodio más de la estrategia de destrucción del activismo estudiantil en la UNAM, que ha incluido, el intento de homicidio, las expulsiones y levantamiento de actas administrativas por el inquisitorial e ilegal Tribunal Universitario, la persecución judicial, la detención y encarcelamiento de activistas, el seguimiento, las amenazas de muerte y la vigilancia por parte de agentes de las diferentes corporaciones policiacas, violando una y otra vez la autonomía universitaria.
Mayra Valenzuela Rosas, Defensora de los derechos humanos.
www.comitecerezo.org
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