Vendió Fonatur parte de la playa pública más grande de Cancún
Por sólo 28 millones de dólares, el grupo BI & Di Real State se apoderará de cinco hectáreas
El ayuntamiento pide que le concesionen zonas de libre acceso para evitar que siga su venta
HUGO MARTOCCIA
Vista de la playa Delfines, la más concurrida de Cancún. Las autoridades de Quintana Roo investigan si el Fonatur vendió en 2005 cinco hectáreas de esta zona Foto: José Luis López Soto
La privatización de los accesos a las playas prácticamente las ha convertido en zonas exclusivas Foto: José Luis López Soto
Cancún, QR, 5 de junio. El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) vendió en 2005, cuando John McCarthy era su director general, cinco hectáreas de la principal playa pública de Cancún para que se construyan dos clubes privados.
La playa Delfines, también conocida como El Mirador, es la más grande de Cancún y uno de los pocos espacios a los cuales aún pueden entrar en forma gratuita los ciudadanos porque el resto de la zona hotelera está prácticamente privatizada. El gobierno del estado anunció que pedirá a Fonatur la revocación de dicha transacción; mientras el ayuntamiento de Benito Juárez (donde se encuentra Cancún) solicitará que se le otorgue la concesión del resto de la playa para salvaguardar el espacio público. Desde el domingo circuló la versión de que la playa Delfines habís sido vendida, lo que provocó que un grupo de estudiantes universitarios se manifestaran en la zona hotelera. Se dijo que el ayuntamiento estaba haciendo la transacción, por lo cual las autoridades municipales y Fonatur tuvieron que dar una explicación. El director de Fonatur Cancún, Manuel Conde Canto, informó que casi cinco hectáreas de playa fueron vendidas a fines de 2005 al grupo BI & Di Real State por 28 millones de dólares para la realización del proyecto La Herradura. La mayoría de esos predios están detrás de la carretera, hacia la laguna Bojórquez, pero la parte más importante es una porción menor de ese terreno que se encuentra en la playa Delfines. El funcionario sostuvo que los terrenos que se vendieron no son parte de la playa pública, sino que están a un lado de ésta, y que como estaban ''desocupados'' parecían formar parte de ese espacio desde hacía 30 años. La población de Cancún siempre se ha bañado en El Mirador, y ahora se pretende convencerla de que en realidad la playa pública es más pequeña, pero parecía grande porque nadie había comprado los lotes adjuntos que se usaban como espacio público y que ya se vendieron.
La playa Delfines tiene más de 300 metros de largo, pero, según Fonatur, sólo 233 metros son espacio público y el resto son parte de los lotes vendidos. Según esa versión, la playa pública tiene alrededor de 19 mil metros cuadrados y a un costado hay cuatro predios, tres de ellos vendidos por el entonces director del Fonatur, John McCarthy, y el otro ya era propiedad de la empresa hotelera Solaris. El Fonatur afirma que la playa pública está en el lote 56, en el kilómetro 18 de la zona hotelera, y tiene 233 metros de frente, mientras que los lotes 56K y 56L están a ambos lados de éste y se vendieron para crear clubes de playa. Conde Canto dijo que los centros de playa serán para sus residentes y para aquellas personas que paguen por los servicios que ofrecerá, como baños, regaderas, camastros, bar y restaurante. El fideicomiso turístico no vende la playa propiamente dicha, porque hay 20 metros de ésta que son zona federal, pero al comercializar los espacios que están detrás de esos 20 metros y permitir que se hagan clubes de playa, en los hechos limita la entrada y propicia una pérdida de espacios públicos. Durante 30 años esto sucedió con los hoteles, que si bien no son dueños de las playas que tienen frente a ellos, para los ciudadanos es prácticamente imposible utilizar esos espacios.
Sin embargo, la versión del Fonatur no satisfizo a las autoridades estatales. El gobernador Félix González Canto advirtió que si se vendió parte de la playa pública se pedirá dar marcha atrás a la transacción. ''Si estas áreas que Fonatur vendió afectan las áreas de recreación vamos a pedirle que retire esta operación por el daño que le puede causar a los cancunenses.'' El alcalde de Benito Juárez, Francisco Alor, también dijo estar preocupado por la venta de la playa, pero aclaró que el ayuntamiento no ha recibido solicitudes de licencia de construcción en esa zona y aseguró que las rechazará si se las presentan. El presidente municipal consideró que la creación de clubes de playa no garantiza el acceso libre, por lo cual se comprometió a revisar los proyectos. Además dijo que el municipio pedirá la concesión de lo que quede de la playa pública para asegurarse de que no se venda. Actualmente existen en Cancún 10 playas públicas, y Delfines es la más grande y concurrida. La noticia de la venta generó molestia en Quintana Roo, pues la comercialización paulatina de esos espacios públicos ha sido la causa de que el acceso de los ciudadanos a esas playas sea cada vez más difícil.
La privatización de los accesos a las playas prácticamente las ha convertido en zonas exclusivas Foto: José Luis López Soto
Cancún, QR, 5 de junio. El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) vendió en 2005, cuando John McCarthy era su director general, cinco hectáreas de la principal playa pública de Cancún para que se construyan dos clubes privados.
La playa Delfines, también conocida como El Mirador, es la más grande de Cancún y uno de los pocos espacios a los cuales aún pueden entrar en forma gratuita los ciudadanos porque el resto de la zona hotelera está prácticamente privatizada. El gobierno del estado anunció que pedirá a Fonatur la revocación de dicha transacción; mientras el ayuntamiento de Benito Juárez (donde se encuentra Cancún) solicitará que se le otorgue la concesión del resto de la playa para salvaguardar el espacio público. Desde el domingo circuló la versión de que la playa Delfines habís sido vendida, lo que provocó que un grupo de estudiantes universitarios se manifestaran en la zona hotelera. Se dijo que el ayuntamiento estaba haciendo la transacción, por lo cual las autoridades municipales y Fonatur tuvieron que dar una explicación. El director de Fonatur Cancún, Manuel Conde Canto, informó que casi cinco hectáreas de playa fueron vendidas a fines de 2005 al grupo BI & Di Real State por 28 millones de dólares para la realización del proyecto La Herradura. La mayoría de esos predios están detrás de la carretera, hacia la laguna Bojórquez, pero la parte más importante es una porción menor de ese terreno que se encuentra en la playa Delfines. El funcionario sostuvo que los terrenos que se vendieron no son parte de la playa pública, sino que están a un lado de ésta, y que como estaban ''desocupados'' parecían formar parte de ese espacio desde hacía 30 años. La población de Cancún siempre se ha bañado en El Mirador, y ahora se pretende convencerla de que en realidad la playa pública es más pequeña, pero parecía grande porque nadie había comprado los lotes adjuntos que se usaban como espacio público y que ya se vendieron.
La playa Delfines tiene más de 300 metros de largo, pero, según Fonatur, sólo 233 metros son espacio público y el resto son parte de los lotes vendidos. Según esa versión, la playa pública tiene alrededor de 19 mil metros cuadrados y a un costado hay cuatro predios, tres de ellos vendidos por el entonces director del Fonatur, John McCarthy, y el otro ya era propiedad de la empresa hotelera Solaris. El Fonatur afirma que la playa pública está en el lote 56, en el kilómetro 18 de la zona hotelera, y tiene 233 metros de frente, mientras que los lotes 56K y 56L están a ambos lados de éste y se vendieron para crear clubes de playa. Conde Canto dijo que los centros de playa serán para sus residentes y para aquellas personas que paguen por los servicios que ofrecerá, como baños, regaderas, camastros, bar y restaurante. El fideicomiso turístico no vende la playa propiamente dicha, porque hay 20 metros de ésta que son zona federal, pero al comercializar los espacios que están detrás de esos 20 metros y permitir que se hagan clubes de playa, en los hechos limita la entrada y propicia una pérdida de espacios públicos. Durante 30 años esto sucedió con los hoteles, que si bien no son dueños de las playas que tienen frente a ellos, para los ciudadanos es prácticamente imposible utilizar esos espacios.
Sin embargo, la versión del Fonatur no satisfizo a las autoridades estatales. El gobernador Félix González Canto advirtió que si se vendió parte de la playa pública se pedirá dar marcha atrás a la transacción. ''Si estas áreas que Fonatur vendió afectan las áreas de recreación vamos a pedirle que retire esta operación por el daño que le puede causar a los cancunenses.'' El alcalde de Benito Juárez, Francisco Alor, también dijo estar preocupado por la venta de la playa, pero aclaró que el ayuntamiento no ha recibido solicitudes de licencia de construcción en esa zona y aseguró que las rechazará si se las presentan. El presidente municipal consideró que la creación de clubes de playa no garantiza el acceso libre, por lo cual se comprometió a revisar los proyectos. Además dijo que el municipio pedirá la concesión de lo que quede de la playa pública para asegurarse de que no se venda. Actualmente existen en Cancún 10 playas públicas, y Delfines es la más grande y concurrida. La noticia de la venta generó molestia en Quintana Roo, pues la comercialización paulatina de esos espacios públicos ha sido la causa de que el acceso de los ciudadanos a esas playas sea cada vez más difícil.
Kikka Roja