- Llega al DF el documental de Tufic Makhlouf sobre el creador surrealista
- Difunden la obra de Alan Glass, artista alejado de los reflectores
- En el filme aparece Leonora Carrington, amiga del protagonista
- Es momento de rendir homenaje al canadiense, algo que no se ha hecho ni en su país, indica el cineasta a La Jornada
MERRY MACMASTERS
Una de las cajas-objeto de Alan Glass; abajo Foto: Cortesía de Makhlouf
Tufic Makhlouf acompañado del artista Foto: Cortesía de Makhlouf
El cineasta durante la entrevista con La Jornada Foto: Marco Peláez
La casa de Alan Glass (Montreal, Canadá, 1932) es como un gran baúl lleno de artefactos, con los que este artista surrealista construye sus cajas-objeto.
En el documental A través de Alan Glass (2006), el cineasta Tufic Makhlouf juega con la idea de la ''caja de luz", que logra captar el mundo del creador que, al igual que su casa, está lleno de cajas y objetos. Es decir, descubrir a este personaje ''a través del vidrio" (Through A(lan) Glass), como indica su título en inglés. El filme de 55 minutos de duración será proyectado hoy a las 19:30 horas, en el inicio del ciclo mensual Intersecciones, en la Cineteca Nacional (avenida México-Coyoacán 389, colonia Xoco). Será la primera oportunidad para el público capitalino de ver el documental que pretende difundir el trabajo de Glass, radicado en México desde hace 45 años, pero que se mantiene al margen de los reflectores. El año pasado el filme participó en los festivales de Morelia, Guanajuato y Aguascalientes, y el pasado 27 de marzo hubo una proyección para invitados en la Casa Universitario del Libro.
Primeros acercamientos
Makhlouf conoció a Glass por medio de la pintora surrealista Bridget Tichenor, protagonista de Rara avis (1985), primer documental del director dedicado a un artista. Volvieron a verse hace cuatro años con motivo de la exposición que Glass montó en la galería López Quiroga. Fue entonces que el cineasta le propuso hacer algo sobre su trabajo. De entrada, el director grabó la obra de la exposición, luego filmó en la casa de Glass. Sin embargo, sintió la necesidad de la presencia de colegas pintores, amigos y galeristas para hablar sobre el jovencito atraído a México después de ver una calavera de azúcar que alguien obsequió a André Bretón, pero que acabó en el taller de su hija. Entonces, el cineasta acudió a los artistas Leonora Carrington, Vicente Rojo, Pedro Friedeberg, Manuel Felguérez; el poeta Alberto Blanco, el galerista Ramón López Quiroga y la investigadora japonesa Masayo Nonaka, especializada en artistas surrealistas radicados en México, quien prepara un libro sobre Glass. A través de Alan Glass, no obstante, está lejos de ser un documental convencional de entrevistas. El mejor ejemplo es la intervención de Leonora Carrington.
Makhlouf relata: ''Quería que Leonora participara porque Alan es su mejor amigo. A Alan se le ocurrió invitarla a tomar té, platicar y entregarle un regalo que le debía. Lo que dejé son cinco, 10 minutos, pero fue media hora en que ellos ven fotos, hablan de París y dónde vivió cada quien durante su estancia allí. ''Pasó algo chistoso en la grabación, porque pedí absoluto silencio a todos los involucrados en la producción para que Leonora no se distrajera ni se molestara. Además, estábamos un poco lejos de lo que se grababa. Llegó el momento en que se hizo un alto para cambiar la cinta, Leonora dijo: 'y estos señores, ¿no hablan?' Todo el mundo se rió y con eso se rompió el hielo. ''Leonora comenzó a decir: 'mira, me veo reflejada en ese objeto y estoy al revés, es surrealista'. Ya todo fue muy lúdico. Inclusive, a la hora de irse ella se despidió de todo mundo e insistió en caminar hasta su casa, que está a unas cuadras de la de Alan."
Regresa el virus del surrealismo
Aunque Glass es surrealista, también se le vincula con el movimiento de la Ruptura. Gran amigo de Alejandro Jodorowsky, a quien conoció en París, ambos llegaron a México por la misma época. Inclusive, Jodorowsky filmó los créditos de su película La montaña sagrada, teniendo como fondo las cajas de Glass expuestas en la galería Pecanins y en Montreal. Para A través de Alan Glass, Makhlouf también contó con material de Maríe Aimée D'Alembert, quien había levantado imagen del artista en su casita, en Villa del Carbón, así como el reportaje en cine que Radio y Televisión Canadiense hizo de la primera exposición pictórica de Glass en París, donde sus padrinos fueron André Breton y Benjamin Peret, y material de la exposición que realizó en Montreal, en 1972. De acuerdo con el cineasta, es momento de rendir homenaje a Glass, lo que ni siquiera han hecho en su país de origen. Parafraseando al artista, advierte: ''Alerta, cuidado, porque el virus del surrealismo regresa y está más fuerte que nunca".
Tufic Makhlouf acompañado del artista Foto: Cortesía de Makhlouf
El cineasta durante la entrevista con La Jornada Foto: Marco Peláez
La casa de Alan Glass (Montreal, Canadá, 1932) es como un gran baúl lleno de artefactos, con los que este artista surrealista construye sus cajas-objeto.
En el documental A través de Alan Glass (2006), el cineasta Tufic Makhlouf juega con la idea de la ''caja de luz", que logra captar el mundo del creador que, al igual que su casa, está lleno de cajas y objetos. Es decir, descubrir a este personaje ''a través del vidrio" (Through A(lan) Glass), como indica su título en inglés. El filme de 55 minutos de duración será proyectado hoy a las 19:30 horas, en el inicio del ciclo mensual Intersecciones, en la Cineteca Nacional (avenida México-Coyoacán 389, colonia Xoco). Será la primera oportunidad para el público capitalino de ver el documental que pretende difundir el trabajo de Glass, radicado en México desde hace 45 años, pero que se mantiene al margen de los reflectores. El año pasado el filme participó en los festivales de Morelia, Guanajuato y Aguascalientes, y el pasado 27 de marzo hubo una proyección para invitados en la Casa Universitario del Libro.
Primeros acercamientos
Makhlouf conoció a Glass por medio de la pintora surrealista Bridget Tichenor, protagonista de Rara avis (1985), primer documental del director dedicado a un artista. Volvieron a verse hace cuatro años con motivo de la exposición que Glass montó en la galería López Quiroga. Fue entonces que el cineasta le propuso hacer algo sobre su trabajo. De entrada, el director grabó la obra de la exposición, luego filmó en la casa de Glass. Sin embargo, sintió la necesidad de la presencia de colegas pintores, amigos y galeristas para hablar sobre el jovencito atraído a México después de ver una calavera de azúcar que alguien obsequió a André Bretón, pero que acabó en el taller de su hija. Entonces, el cineasta acudió a los artistas Leonora Carrington, Vicente Rojo, Pedro Friedeberg, Manuel Felguérez; el poeta Alberto Blanco, el galerista Ramón López Quiroga y la investigadora japonesa Masayo Nonaka, especializada en artistas surrealistas radicados en México, quien prepara un libro sobre Glass. A través de Alan Glass, no obstante, está lejos de ser un documental convencional de entrevistas. El mejor ejemplo es la intervención de Leonora Carrington.
Makhlouf relata: ''Quería que Leonora participara porque Alan es su mejor amigo. A Alan se le ocurrió invitarla a tomar té, platicar y entregarle un regalo que le debía. Lo que dejé son cinco, 10 minutos, pero fue media hora en que ellos ven fotos, hablan de París y dónde vivió cada quien durante su estancia allí. ''Pasó algo chistoso en la grabación, porque pedí absoluto silencio a todos los involucrados en la producción para que Leonora no se distrajera ni se molestara. Además, estábamos un poco lejos de lo que se grababa. Llegó el momento en que se hizo un alto para cambiar la cinta, Leonora dijo: 'y estos señores, ¿no hablan?' Todo el mundo se rió y con eso se rompió el hielo. ''Leonora comenzó a decir: 'mira, me veo reflejada en ese objeto y estoy al revés, es surrealista'. Ya todo fue muy lúdico. Inclusive, a la hora de irse ella se despidió de todo mundo e insistió en caminar hasta su casa, que está a unas cuadras de la de Alan."
Regresa el virus del surrealismo
Aunque Glass es surrealista, también se le vincula con el movimiento de la Ruptura. Gran amigo de Alejandro Jodorowsky, a quien conoció en París, ambos llegaron a México por la misma época. Inclusive, Jodorowsky filmó los créditos de su película La montaña sagrada, teniendo como fondo las cajas de Glass expuestas en la galería Pecanins y en Montreal. Para A través de Alan Glass, Makhlouf también contó con material de Maríe Aimée D'Alembert, quien había levantado imagen del artista en su casita, en Villa del Carbón, así como el reportaje en cine que Radio y Televisión Canadiense hizo de la primera exposición pictórica de Glass en París, donde sus padrinos fueron André Breton y Benjamin Peret, y material de la exposición que realizó en Montreal, en 1972. De acuerdo con el cineasta, es momento de rendir homenaje a Glass, lo que ni siquiera han hecho en su país de origen. Parafraseando al artista, advierte: ''Alerta, cuidado, porque el virus del surrealismo regresa y está más fuerte que nunca".
Kikka Roja