Bajo sospecha : Todo huele muy raro
Burlar la ley
josé gil olmos
Siempre aparece bien peinado, muy bien vestido, con un perfil de político bienhechor que ya envidiarían los actores de películas o telenovelas. Pero su imagen es producto de un trabajo profesional y la transmisión de las noticias donde aparece no es casual, sino, como se reveló en un reportaje de Jenaro Villamil en Proceso, es producto de un multimillonario contrato con Televisa, en el cual la empresa se comprometió a trasmitir su imagen en forma de noticias. A lo largo de estos dos años no ha habido ninguna nota en contra de Peña Nieto en la empresa propiedad Emilio Azcárraga Jean. De hecho, cuando se generó el escándalo de la riqueza inexplicable del exgobernador Arturo Montiel y su familia, no se le involucro al joven mandatario mexiquense, no obstante que era su responsabilidad investigar a fondo la corrupción de su predecesor.
El caso de Peña Nieto es el más claro de esta nueva estrategia en la que los políticos aliados con los empresarios de medios evaden la ley electoral que impide utilizar los recursos y las obras públicas para el usufructo personal. Por el mismo camino van ahora los gobernadores de Veracruz, Fidel Herrera, y de Coahuila, Humberto Moreira, quienes ya empezaron sus respectivas campañas detrás de las mismas cámaras de Televisa, pero también en algunos periódicos en los que aparecen notas muy favorables a sus respectivos gobiernos. Es tan evidente este negocio de las televisoras que en horario estelar han difundido como una noticia importante que estos políticos sean los “padrinos” de decenas de quinceañeras en una fiesta colectiva pagada con el erario; o también la inauguración de una escuela, un hospital o simplemente la participación en un evento son difundidas como una noticia tan importante como la lucha contra el narcotráfico.
Los políticos mexicanos son reconocidos por su habilidad para burlar la ley. Han cultivado por muchos años el arte de evadirla sin recibir castigo, pero ahora lo hacen con la ayuda de cómplices como las televisoras, principalmente; pero también con la cooperación de asesores extranjeros que desde la campaña del 2000 han estado presentes en la vida política nacional. Vicente Fox contrató a Dick Morris y Rob Alyn para el manejo de su imagen, violando la Constitución que impide a extranjeros involucrarse en la política interna. Lo mismo hizo entonces Francisco Labastida, con Stanley Greenberg. En la elección pasada fue público que Felipe Calderón utilizó de nuevo los servicios de Morris, más los del español José Antonio Solá, infringiendo otra vez las normas constitucionales. Un hecho que el Instituto Federal Electoral ni siquiera tomó en cuenta.
En nuestros días ha aparecido otro asesor extranjero. Se trata del español Xavier Domínguez, quien está ofreciendo sus gracias profesionales a militantes del PAN, entre ellos a los senadores Gustavo Madero y Fernando Elizondo, así como al edil de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez, a quien le creó una campaña utilizando un clon. Conforme se vayan acercando las elecciones para renovar la Cámara de Diputados en el 2009; y la presidencial del 2012, seguramente seremos testigos de nuevas formas de evadir la ley por algunos de nuestros gobernantes para quienes lo importante es utilizar los recursos que tienen a la mano con tal de mantenerse en el poder.
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Kikka Roja