ÁLVARO DELGADO
De la frustración, el resentimiento y el desprecio que concita el degradado sistema político mexicano emerge, desde vastas zonas del país, un movimiento de ciudadanos que convoca a poner un "hasta aquí" a los políticos, los partidos y la representación popular, como la Cámara de Diputados, a través de una acción insólita: ir a las urnas sólo para anular el voto.
Se trata de un fenómeno espontáneo que empezó a tomar forma organizada en Puebla, en marzo pasado, y que se ha extendido con rapidez a varios estados de la República, sobre todo a través de páginas de internet y blogs y que se propone, en las elecciones del 5 de julio, lo que parece una paradoja estéril: reformar el sistema político mexicano repudiándolo.
"Anulando el voto estamos diciendo que este sistema no funciona y queremos cambiarlo, y tenemos la esperanza de que el mensaje sea de tal manera fuerte e inevitable que fuerce a los políticos a entrar en una reflexión para reformarlo", explica Gabriel Hinojosa Rivero, dirigente del movimiento Gobierno de Segunda Generación (G2G), pionero de esta singular protesta, que ya le generó amagos de castigo en Puebla.
"Rechazo a los partidos y sus candidatos, pero no a la democracia", aclara el movimiento "Tache a todos" que encabeza Hinojosa, quien con ese nombre lanzó una página de internet que expone las razones para anular el voto, instruye cómo hacerlo e inclusive convoca a un concurso de cartel y video con premios de hasta 21 mil pesos.
Primo de Felipe Calderón, jefe del Ejecutivo, y primer alcalde del Partido Acción Nacional de Puebla capital, militancia a la que renunció en 2004, y aspirante a ese mismo cargo en 2007 con el apoyo del Partido del Trabajo, Hinojosa afirma que es preciso que haya candidaturas ciudadanas, reelección de legisladores, reducción de diputados y creación de partidos municipales.
En este movimiento, aclara, nada tiene que ver Calderón: "Le tengo aprecio y respeto como pariente y como presidente también, pero queda claro que yo no estoy en su proyecto y tengo una trayectoria muy clara desde antes".
–¿Han hablado sobre esto?
–Sí, desde luego. Desde antes de todo esto él dijo: "Tengo gran aprecio por tu capital político en Puebla. Me da mucha pena que no lo insertes en mi partido, pero respeto profundamente que sigas tus propias convicciones". Él lo lamenta, pero respeta. Y yo lo aprecio y lo respeto a él.
Este es un extracto del reportaje principal que publica la revista Proceso en su edición 1700 que empezó a circular el domingo 31 de mayo