Grecia: ajuste económico y sacrificio humano
El suicidio del pensionado griego Dimitris Christoulas, ocurrido el pasado miércoles en la céntrica plaza Syntagma de Atenas, en protesta por los planes de ajuste avalados por el gobierno de Lukas Papademos, es una síntesis, particularmente trágica, de la desazón y la impotencia colectiva, del proceso de devaluación humana y de la explosividad social que ha generado en ese país la aplicación de las políticas de ajuste económico exigidas por la llamada troika –el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Unión Europea–: reducción del sector público, abatimiento de los niveles salariales y las pensiones, eliminación de subsidios a tarifas y servicios y desaparición de prestaciones sociales, lo que ha implicado profundizar el desempleo y provocar una grave caída de los niveles de ingreso, de consumo y de vida en general.
El suicidio del pensionado griego Dimitris Christoulas, ocurrido el pasado miércoles en la céntrica plaza Syntagma de Atenas, en protesta por los planes de ajuste avalados por el gobierno de Lukas Papademos, es una síntesis, particularmente trágica, de la desazón y la impotencia colectiva, del proceso de devaluación humana y de la explosividad social que ha generado en ese país la aplicación de las políticas de ajuste económico exigidas por la llamada troika –el Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Unión Europea–: reducción del sector público, abatimiento de los niveles salariales y las pensiones, eliminación de subsidios a tarifas y servicios y desaparición de prestaciones sociales, lo que ha implicado profundizar el desempleo y provocar una grave caída de los niveles de ingreso, de consumo y de vida en general.