Bertha Teresa Ramírez, Con información de Luis A. Boffil Gómez, corresponsal
Académicos, científicos y políticos cerraron filas con el Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal, que dirige la profesora María Esther Orozco, contra la entrega de Petróleos Mexicanos (Pemex) a la iniciativa privada. Durante el foro Tecnología y Petróleo para los Mexicanos, Orozco criticó “la costosa campaña del gobierno federal para convencernos de que debemos ir por el hidrocarburo en aguas profundas para sacar el tesoro enterrado”, mientras el ex secretario de Gobernación Manuel Bartlett Díaz afirmó que la única manera de detener la privatización es movilizando al pueblo de México.
Orozco dijo que en la campaña de radio y televisión las autoridades no informan sobre las consecuencias que tendría para la vida de los mexicanos el hecho de enajenar esa riqueza. Agregó que desde la época de Carlos Salinas de Gortari “se abandonó en forma criminal la petroquímica básica y la investigación sobre el petróleo”, y propuso impulsar esa práctica “para recuperar algo de lo mucho que se ha dilapidado y ha ido a parar a las bolsas de malos mexicanos”. Consideró que Pemex privatizada caería en manos de funcionarios como Juan Camilo Mouriño, que hace cinco años era jefe de asesores del secretario de Energía, Felipe Calderón, al tiempo que representaba “una empresa propiedad de su familia que firmaba contratos con Pemex sin licitación”.
Durante el acto que reunió a académicos, investigadores y público, Bartlett recordó que en la exposición de motivos que Lázaro Cardenas presentó al proponer la reforma constitucional al artículo 27 constitucional, después de la expropiación petrolera, el mandatario señaló que “a partir de la lucha que se libró contra el poder de las empresas trasnacionales de Estados Unidos e Inglaterra, debemos aprender que no podemos permitir que intereses extranjeros exploten el petróleo de México, porque quedaríamos en manos de intereses contrarios a los de la nación”.
Orozco dijo que en la campaña de radio y televisión las autoridades no informan sobre las consecuencias que tendría para la vida de los mexicanos el hecho de enajenar esa riqueza. Agregó que desde la época de Carlos Salinas de Gortari “se abandonó en forma criminal la petroquímica básica y la investigación sobre el petróleo”, y propuso impulsar esa práctica “para recuperar algo de lo mucho que se ha dilapidado y ha ido a parar a las bolsas de malos mexicanos”. Consideró que Pemex privatizada caería en manos de funcionarios como Juan Camilo Mouriño, que hace cinco años era jefe de asesores del secretario de Energía, Felipe Calderón, al tiempo que representaba “una empresa propiedad de su familia que firmaba contratos con Pemex sin licitación”.
Durante el acto que reunió a académicos, investigadores y público, Bartlett recordó que en la exposición de motivos que Lázaro Cardenas presentó al proponer la reforma constitucional al artículo 27 constitucional, después de la expropiación petrolera, el mandatario señaló que “a partir de la lucha que se libró contra el poder de las empresas trasnacionales de Estados Unidos e Inglaterra, debemos aprender que no podemos permitir que intereses extranjeros exploten el petróleo de México, porque quedaríamos en manos de intereses contrarios a los de la nación”.
Claudia Sheinbaum advirtió que la pérdida de las ganancias que provienen del petróleo implica el abandono de la industria y renunciar a la transición energética de México, pues sin esos recursos no será posible financiar tecnologías alternativas. En Mérida, Yucatán, Manuel Bartlett señaló en que el presidente Felipe Calderón se quiere aprovechar de la falta de información de los mexicanos para concretar la reforma energética que abrirá las puertas a los extranjeros para explotar la riqueza petrolera de México, En reunión con diputados locales del PRI, sostuvo que “nadie sabe lo que es una reforma energética, pero se ve claramente qué es lo que quiere Calderón”.
Kikka Roja