Ampliar la imagen Votación perredista en Morelia, el pasado domingo Votación perredista en Morelia, el pasado domingo Foto: Notimex
La elección para presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Partido de la Revolución Democrática (CEN del PRD) entró ayer en una etapa de incertidumbre por la tensión originada en los ocho estados que fueron seleccionados “conflictivos”, tras el comportamiento atípico que presentan sus votaciones, en las que se detectaron por lo menos 100 mil votos “cuestionables” en favor de Jesús Ortega. A ello se agregó la resistencia de distintas corrientes y grupos a enviar los paquetes electorales de algunas de esas entidades a la sede nacional del PRD en el Distrito Federal, además de que en el estado de México personajes vinculados a Alianza Democrática Nacional, Nueva Izquierda y Grupo de Alianza Política rechazaban anoche el conteo voto por voto en casillas específicas. El principal riesgo detectado este miércoles en el sol azteca se centra en el hecho de que “aparezcan” en el cómputo votos de casillas desaparecidas, robadas, no instaladas y hasta las que fueron quemadas en Juchitepec, Oaxaca, y esto abone a una mayor desestabilización del proceso.
Tras la denuncia de Izquierda Unida (IU) por la aparición de casillas con más de mil votos, cuando el máximo de boletas entregadas a cada una fue precisamente mil, el órgano electoral detectó las siguientes: Ocho en Chiapas, que le reportarían a Jesús Ortega 62 mil 86 votos, esto es, 72.50 por ciento, y 14 mil 688 a Alejandro Encinas: la 71 de Ixhuatán, mil 83 sufragios, aunque ahí no llegó el paquete con las boletas; la 154 de Solosuchiapa, con mil 500; la 188 de Totolapa, mil 3; 234 de Villaflores, mil 187; 119 de Palenque, mil 12; 234 de Chiapa de Corzo, mil 70; 42 de San Juan Chamula, mil 71, y la 47 de Chiapa de Corzo, mil 70 votos.
Se explicó que ese comportamiento atípico en los resultados de Chiapas fue una de las causas que motivó el cierre del Programa de Resultados Preliminares (Prep), la noche del martes, una vez que el equipo de Alejandro Encinas detectó el registro de votos inexistentes.
Otro de los casos más relevantes en la entidad chiapaneca fue el de Las Margaritas, donde se instalaron 12 casillas y se “recibió” una votación de 8 mil 226 sufragios en favor de Ortega y mil 187 para Encinas. En ese municipio, además, en tres casillas el ex jefe de Gobierno capitalino no obtuvo un solo voto, pero Ortega registró 700, 965 y 980 sufragios. En el estado de México se detectaron dos casos similares; destaca la casilla 585, en Nezahualcóyotl, donde se encontraron 2 mil 275 votos en favor de Jesús Ortega, líder de Nueva Izquierda. En tanto, ayer se inició el cómputo oficial en las otras 24 entidades. Chihuahua fue la primera en concluir, con un saldo favorable para Ortega Martínez de por lo menos 150 votos de diferencia respecto de Encinas.
El acuerdo del martes por la noche entre el presidente del partido, Leonel Cota, los dos candidatos principales y como testigos los integrantes de la Comisión Nacional de Garantías y con la presencia de los miembros del Comité Técnico Electoral, consistió en trasladar a la ciudad de México el cómputo de Tlaxcala, Tamaulipas, Durango, Puebla, Oaxaca, Chiapas, Zacatecas y Tabasco. Al cierre de esta edición se habían recibido los paquetes de Durango –sólo copias, pues los originales fueron quemados– y Tlaxcala, y se anunció que los de Puebla, Tabasco, Zacatecas y Oaxaca estaban en “proceso de transportación”. En Chiapas, la situación se complicó porque no se logró un acuerdo para el traslado de la información, mientras que en Tamaulipas el envío se dificultó después de que por lo menos 20 personas sustrajeron paquetes electorales de la delegación estatal. Fueron detenidas y presentadas ante el Ministerio Público. Mientras en los estados de México y Veracruz –las dos entidades a las que se designó vigilancia especial– en algunos distritos se registraron dificultades ante la falta de acuerdo para el inicio del cómputo. Una situación similar ocurrió en Guanajuato, así como en el municipio queretano de El Marqués.
Ayer, además, el equipo de Encinas entregó copias del Programa de Resultados Preliminares de las entidades donde se registró una votación atípica. Estas irregularidades se concentraron en Chiapas, afirmó Roberto López, representante de Izquierda Unida en el Comité Técnico Electoral. Y es que, explicó, una vez revisado el Prep se detectó que se habían incluido 100 mil “votos falsos” de casillas que no se instalaron. De esta cifra, dijo, 74 mil correspondieron a la entidad gobernada por Juan Sabines y el resto a Oaxaca, Veracruz y estado de México. Basado en esos números y en los de entidades como Oaxaca y estado de México, Jesús Martín del Campo, representante de Alejandro Encinas, aseguró que Nueva Izquierda “pretende arrebatar el triunfo, porque se han vuelto consuetudinarias sus derrotas”.
Juan Manuel Ávila, también integrante del grupo encinista, dijo: “No vamos a permitir un felipazo en el PRD”. Roberto López afirmó, por su parte, que con el registro de votos irregulares Nueva Izquierda pretende establecer “un triunfo artificial para Jesús Ortega Martínez”. Hortensia Aragón, compañera de fórmula de Encinas, señaló que Izquierda Unida “no admitirá que se nos arrebate el triunfo a la mala”. En conferencia de prensa resaltaron que a pesar de las irregularidades la elección no es susceptible de anularse. “Bajo ninguna circunstancia se da el escenario de anulación. Si se nulificaran las casillas de Oaxaca, que son 209, y las 150 de Chiapas, no es suficiente para completar el porcentaje necesario para invalidar el proceso”.
Por la mañana, el senador Arturo Núñez Jiménez, del Comité Técnico Electoral, dijo al respecto que si el domingo no estuviera concluido el conteo, “tendríamos que tomar la decisión de si damos a conocer el cómputo de 31 entidades, si hay una diferencia notable entre una fórmula y otra, o nos esperamos a que esté el último cómputo”.
■ Graco Ramírez, coordinador de la campaña de Ortega, acusa de parcialidad a CotaDesestima Horacio Duarte la posible anulación de las elecciones del PRD■ Critica Jesús Zambrano que Izquierda Unida no aceptara el recuento voto por voto en el DFAlonso UrrutiaAmpliar la imagen Conferencia de prensa de Graco Ramírez y Rafael Hernández, del equipo de Jesús Ortega Conferencia de prensa de Graco Ramírez y Rafael Hernández, del equipo de Jesús Ortega Foto: Víctor Camacho
A pesar de tensiones y descalificaciones entre los principales contendientes a la dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), por ahora no se vislumbra la posibilidad de anulación de las elecciones del pasado domingo, consideró Horacio Duarte, aspirante a la secretaría general del sol azteca por Nueva Izquierda. “Lo único claro que deja el proceso –dijo– es que la militancia percibe que ambas concepciones del perredismo se necesitan y deben coexistir” en función del resultado tan cerrado. En contraste, el coordinador de la campaña de Jesús Ortega, el senador Graco Ramírez, arremetió en contra del presidente del partido, Leonel Cota, a quien acusó de actuar parcialmente y buscar la preservación mediante una imagen mediática de que el candidato de Izquierda Unida, Alejandro Encinas, ganó según los conteos rápidos. Pero esta postura no pudo ser sostenida a lo largo del conteo del Programa de Resultados Preliminares (Prep) y eso ha puesto en entredicho su papel como presidente, expresó. El legislador criticó la decisión “ilegal” de ordenar la suspensión del flujo de información del Prep –el martes por la noche–, al momento en que había entrado la mayor parte de las cifras del Distrito Federal, pero estaban por ingresar los datos de entidades ganadas por Ortega. Rechazó que existiera la incorporación de casillas no instaladas en el programa que, por lo demás, solamente llegaron a 4 por ciento, lo que no incide en el resultado final.
Por otro lado, el candidato de Nueva Izquierda a la dirigencia capitalina, Jesús Zambrano, y el representante de esa corriente ante la Comisión Técnica Electoral (CTE), Rafael Hernández, cuestionaron la actitud de Izquierda Unida de rechazar el recuento voto por voto en el Distrito Federal, a pesar de que su candidato, Alejandro Encinas, habría avalado esta posibilidad. No obstante, dijo, hubo cerrazón absoluta a instrumentarlo en la capital. Hernández explicó que Nueva Izquierda aceptó la víspera contar sufragio por sufragio en todas las entidades, sin embargo, con la postura asumida por Izquierda Unida en el Distrito Federal, “queda claro que su demanda del recuento era pura demagogia, sólo querían hacerlo en los estados donde perdieron, y si esto no es norma general no es posible aceptarlo”. Señaló que la negativa de Izquierda Unida a abrir paquetes en la capital sólo evidenció una maniobra para buscar esa apertura en los estados ganados por Ortega, con el objetivo posterior de apelar ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para lograr la anulación, con el argumento de que se abrieron paquetes sin apegarse a las causales establecidas en el reglamento.
Para Izquierda Unida se sentó un precedente en la capital que deberá aplicarse de manera general en los cómputos de todo el país, que es reducir la posibilidad de recontar votos sólo en aquellos casos en los que el reglamento lo permita. Este reglamento señala que se abrirán cuando haya evidente error matemático, cuando no coincida el acta original con las copias de los representantes o no exista el acta. Asimismo, Hernández denunció que simpatizantes de Encinas en Tamaulipas irrumpieron en las instalaciones de la CTE en Ciudad Victoria para destruir la paquetería electoral. Si bien no estuvo directamente gente cercana a él, realizó la destrucción en una entidad donde se tenía previsto el traslado del material a la capital para realizar el cómputo.
La intención de impedir la realización de los cómputos oficiales y la negativa al voto por voto, sólo evidencia “que asumen que no tienen ya ventaja en la elección, y por eso no quieren los cómputos”. Por otra parte, criticó la pretensión de Dolores Padierna de querer trasladar por cuenta propia los paquetes electorales de Tabasco, pasando por encima de los funcionarios perredistas en la entidad. A su vez, Horacio Duarte destacó que aun cuando la disputa por la presidencia del partido ha concentrado prácticamente todo el interés, Nueva Izquierda ha logrado una importante presencia a nivel de dirigencias estatales, donde estiman ganar 21, así como en la conformación del consejo nacional.
Desestimó por ahora que haya elementos para anular los comicios, pues existe disposición de ambas partes a tratar de “cuidar la elección”. No obstante, reconoció que para cualquier fuerza política una diferencia inferior a uno por ciento genera tentación de buscar revertirla apelando a los tribunales, si bien precisó que Nueva Izquierda mantiene su postura de no impugnar la elección.