http://senderodelpeje.blogspot.com/2007/12/cartas-de-los-lectores-del-sendero-el.html
- Se deslinda Sendero del Peje de amenazas a Ortega
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Jorge Octavio Ochoa El Universal
Ciudad de México Miércoles 12 de diciembre de 2007 17:24 El coordinador y director del blog electrónico El Sendero de El Peje, Víctor Hernández, se deslindó hoy de las amenazas vertidas a Jesús Ortega Martínez, precandidato a la dirigencia nacional del PRD, y dijo que el mail recibido por el dirigente “fue enviado por panistas” que “usurparon” su identidad. Incluso, ofreció al dirigente de Nueva Izquierda proporcionarle personalmente los datos “de los panistas que hacen y celebran este tipo de actos ilegales”, que son los mismos que “llamaron a intoxicar a la gente que protestaba en los campamentos del Zócalo y Paseo de la Reforma el año pasado”. Dijo que todos estos datos estarán a disposición de Ortega Martínez, en caso de que quiera levantar la denuncia correspondiente, en virtud de que las amenazas son un delito federal. “Podremos no coincidir Ortega y un servidor en política, pero de ninguna manera acepto que se le amenace”, señaló en un escrito remitido a EL UNIVERSAL. Dijo que este tipo de incidentes se empezaron a registrar “desde hace meses”, y existe una denuncia pública por él presentada en la revista “El Chamuco”, pues la página de El Sendero de El Peje también ha sido objeto de amenazas por parte de panistas del Distrito Federal. Estas amenazas provienen, asegura, “específicamente de cuentas de Internet de usuarios de Cablevisión, empresa propiedad de Televisa”, y también han sido objeto de ellas algunos personajes públicos, como Federico Arreola, Antonio Helguera y el diputado federal perredista David Sánchez Camacho. El origen de éstas, indica Hernández, no es en el extranjero, sino en la República Mexicana. “De la misma gente que vota por el partido con el que Nueva Izquierda pretende negociar: el PAN”. Advirtió que la falta de conocimiento sobre Internet de Jesús Ortega no —y hace énfasis, al ponerlo en mayúsculas— justifica que nos calumnie ni a El Sendero del Peje ni a sus colaboradores. “Reitero que si bien no estoy de acuerdo en la postura política de Nueva Izquierda, y que mi opinión es que NI le ha sido servil y palera al PRIAN, no estoy de acuerdo ni justifico ni aplaudo que se amenace a nadie. Mucho menos usurpando una identidad, como ha sucedido no una, sino varias veces”. Hernández deslindó además a Andrés Manuel López Obrador de todo cuanto se publica en dicha página. “El Sendero del Peje ha sido desde sus inicios un blog 100% ciudadano e independiente. No tenemos afiliación con ningún partido político ni recibimos línea de nadie”.
Ciudad de México Miércoles 12 de diciembre de 2007 17:24 El coordinador y director del blog electrónico El Sendero de El Peje, Víctor Hernández, se deslindó hoy de las amenazas vertidas a Jesús Ortega Martínez, precandidato a la dirigencia nacional del PRD, y dijo que el mail recibido por el dirigente “fue enviado por panistas” que “usurparon” su identidad. Incluso, ofreció al dirigente de Nueva Izquierda proporcionarle personalmente los datos “de los panistas que hacen y celebran este tipo de actos ilegales”, que son los mismos que “llamaron a intoxicar a la gente que protestaba en los campamentos del Zócalo y Paseo de la Reforma el año pasado”. Dijo que todos estos datos estarán a disposición de Ortega Martínez, en caso de que quiera levantar la denuncia correspondiente, en virtud de que las amenazas son un delito federal. “Podremos no coincidir Ortega y un servidor en política, pero de ninguna manera acepto que se le amenace”, señaló en un escrito remitido a EL UNIVERSAL. Dijo que este tipo de incidentes se empezaron a registrar “desde hace meses”, y existe una denuncia pública por él presentada en la revista “El Chamuco”, pues la página de El Sendero de El Peje también ha sido objeto de amenazas por parte de panistas del Distrito Federal. Estas amenazas provienen, asegura, “específicamente de cuentas de Internet de usuarios de Cablevisión, empresa propiedad de Televisa”, y también han sido objeto de ellas algunos personajes públicos, como Federico Arreola, Antonio Helguera y el diputado federal perredista David Sánchez Camacho. El origen de éstas, indica Hernández, no es en el extranjero, sino en la República Mexicana. “De la misma gente que vota por el partido con el que Nueva Izquierda pretende negociar: el PAN”. Advirtió que la falta de conocimiento sobre Internet de Jesús Ortega no —y hace énfasis, al ponerlo en mayúsculas— justifica que nos calumnie ni a El Sendero del Peje ni a sus colaboradores. “Reitero que si bien no estoy de acuerdo en la postura política de Nueva Izquierda, y que mi opinión es que NI le ha sido servil y palera al PRIAN, no estoy de acuerdo ni justifico ni aplaudo que se amenace a nadie. Mucho menos usurpando una identidad, como ha sucedido no una, sino varias veces”. Hernández deslindó además a Andrés Manuel López Obrador de todo cuanto se publica en dicha página. “El Sendero del Peje ha sido desde sus inicios un blog 100% ciudadano e independiente. No tenemos afiliación con ningún partido político ni recibimos línea de nadie”.
AL TIEMPO...., LOS PANISTAS ESTAN DESESPERADOS, TODO ESTE RELAJITO ES PORQUE LOS CHUCHOS SON APOYADOS POR GENTE DEL GOBIERNO FEDERALEl breve espacio del PAN
LAS NOTAS SALEN Y NADIE LAS INVENTA.
• Un huésped VIP en Los Pinos
• Lacritas amarillas y sones tricolores
MARCELA GOMEZ ZALCE
Elegir los tiempos, mi estimado, es ahorrar tiempo. Finalmente Felipe Calderón y su Gymboree lograron regresar, por la puerta de atrás en un hostile takeover, a reconquistar el timón del PAN. Partido que será instrumento de esa sana cercanía al más puro estilo priista, cercanía para llevar a cabo los deseos, revanchas, caprichos y metas presidenciales y donde ayer culminó el primer capítulo de una larga historia de golpes bajos, dobles discursos y simpáticos amagos. La inédita ausencia del ex presidente Vicente Fox dibuja con bastante claridad el pronóstico del agitado panorama azul.
Germán Martínez, ex candidato único que no de unidad, tiene varios pendientes enfrente pero, como su jefe, el de la legitimidad le irá pesando con el paso del tiempo. Su divertido discurso se fue al nabo, my friend, al marcar con sólo 24 horas de diferencia, la pauta para que Felipe y Juan Camilo tripulen, a través de sus operadores enquistados, el nuevo CEN panista. Breve espacio donde, en abierta y fluida comunicación con Los Pinos, se desarrollarán los embates y la estrategia de
Felipe Calderón.
Y en este rubro la figura del cabecilla del Gymboree, el joven Mouriño, destaca por ser la mano política que mece la cuna. El hombre de las confianzas presidenciales como para ser el mensajero y sentarse en una mesa con el ahora líder blanquiazul y con Carlos Salinas de Gortari y Manlio Fabio Beltrones. Aunque el tricolor no es único color preferido de este muy ambicioso operador, el amarillo, amable lector, le viene bien en esta época de los tiempos de la traición.
Y qué mejor escenario de coincidencias y concurrencias que Michoacán, tierra de símbolos. Azules y amarillos. Así que, ¿listo para una espléndida historia? Porque ahí le va.
Turns out que Juan Camilo tuvo primero encerronas no sólo con Jesús Ortega, huésped VIP en Los Pinos ( hay niveles), sino con otras figuras —como Carlos Navarrete y Guadalupe Acosta Naranjo— de esa etérea corriente para poner sobre la mesa (la cabeza de López Obrador) la negociación del territorio michoacano. Ya sabe my friend, hoy por ti, mañana por mí.
La fructífera alianza sellada… en Los Pinos le fue vendida a Leonel Godoy asegurándole la victoria electoral y así dar comienzo a los tiempos de pintar la raya con el incómodo tabasqueño.
Tarea fácil para el árbol de moras de Leonel a quien no tarda en cobrarle la factura ese monstruo de las peligrosas complicidades con los organizados traviesos en el pasado proceso electoral. Godoy recibió la instrucción de colocar a Jesús Zambrano como su jefe de campaña para que no quedara duda, que no.
Y ya juntos y revueltos le ofrecieron el coctelito triunfador a los Cárdenas donde Cuauhtémoc, con su vivero histórico de árboles de moras salinistas, no tardó en comprar la magnífica idea.
Qué bonito es lo bonito (y eso que apenas es lunes). ¿Seguimos?
Leonel, Cárdenas, Ortega, Navarrete y las huestes de la nueva izquierda son los últimos eslabones (le digo que hay niveles) en la seductora cadena de intereses en la tenebra desarrollada por Juan Camilo Mouriño con el visto bueno, of course, de Felipe Calderón, pero cuyos autores intelectuales, no se me equivoque, mi estimado, son los simpáticos priistas. Con Carlos Salinas a la cabeza, mejor aún, con Salinas como cabeza. Y como Carlos y Cuauhtémoc no son precisamente completos desconocidos en ese arte que es la negociación política, Michoacán es hoy un símbolo de amistosos reencuentros.
Ya sellado el pacto y con la victoria michoacana en el bolsillo, las lacritas amarillas en ambas Cámaras han bailado a los sones del tambor tricolor o del tamboril azul. La reforma electoral y el frankenstein Cofipe son botones de muestra donde se terminó detonando el largo conflicto latente con la figura de Andrés Manuel López Obrador.
Y en una arrebatada calentura (o ¿un acto desesperado?) Carlos Navarrete fue vocero de la propuesta indecorosa tricolor: de la fusión del PT, Convergencia y PRD para… refundar los principios éticos de la izquierda, no, no, para refundar a López Obrador.
Y como buen mastín de la política acusó recibo, reviró el envenenado boomerang y difícilmente los va a soltar. Y como la nueva izquierda de derecha tiene instrucciones de ir por todas las canicas para lograr el cometido, el reventón amarillo promete colorido. Aunque en una guerra los imponderables definen. Y ésta, my friend, no será la excepción. ¿Va?
Germán Martínez, ex candidato único que no de unidad, tiene varios pendientes enfrente pero, como su jefe, el de la legitimidad le irá pesando con el paso del tiempo. Su divertido discurso se fue al nabo, my friend, al marcar con sólo 24 horas de diferencia, la pauta para que Felipe y Juan Camilo tripulen, a través de sus operadores enquistados, el nuevo CEN panista. Breve espacio donde, en abierta y fluida comunicación con Los Pinos, se desarrollarán los embates y la estrategia de
Felipe Calderón.
Y en este rubro la figura del cabecilla del Gymboree, el joven Mouriño, destaca por ser la mano política que mece la cuna. El hombre de las confianzas presidenciales como para ser el mensajero y sentarse en una mesa con el ahora líder blanquiazul y con Carlos Salinas de Gortari y Manlio Fabio Beltrones. Aunque el tricolor no es único color preferido de este muy ambicioso operador, el amarillo, amable lector, le viene bien en esta época de los tiempos de la traición.
Y qué mejor escenario de coincidencias y concurrencias que Michoacán, tierra de símbolos. Azules y amarillos. Así que, ¿listo para una espléndida historia? Porque ahí le va.
Turns out que Juan Camilo tuvo primero encerronas no sólo con Jesús Ortega, huésped VIP en Los Pinos ( hay niveles), sino con otras figuras —como Carlos Navarrete y Guadalupe Acosta Naranjo— de esa etérea corriente para poner sobre la mesa (la cabeza de López Obrador) la negociación del territorio michoacano. Ya sabe my friend, hoy por ti, mañana por mí.
La fructífera alianza sellada… en Los Pinos le fue vendida a Leonel Godoy asegurándole la victoria electoral y así dar comienzo a los tiempos de pintar la raya con el incómodo tabasqueño.
Tarea fácil para el árbol de moras de Leonel a quien no tarda en cobrarle la factura ese monstruo de las peligrosas complicidades con los organizados traviesos en el pasado proceso electoral. Godoy recibió la instrucción de colocar a Jesús Zambrano como su jefe de campaña para que no quedara duda, que no.
Y ya juntos y revueltos le ofrecieron el coctelito triunfador a los Cárdenas donde Cuauhtémoc, con su vivero histórico de árboles de moras salinistas, no tardó en comprar la magnífica idea.
Qué bonito es lo bonito (y eso que apenas es lunes). ¿Seguimos?
Leonel, Cárdenas, Ortega, Navarrete y las huestes de la nueva izquierda son los últimos eslabones (le digo que hay niveles) en la seductora cadena de intereses en la tenebra desarrollada por Juan Camilo Mouriño con el visto bueno, of course, de Felipe Calderón, pero cuyos autores intelectuales, no se me equivoque, mi estimado, son los simpáticos priistas. Con Carlos Salinas a la cabeza, mejor aún, con Salinas como cabeza. Y como Carlos y Cuauhtémoc no son precisamente completos desconocidos en ese arte que es la negociación política, Michoacán es hoy un símbolo de amistosos reencuentros.
Ya sellado el pacto y con la victoria michoacana en el bolsillo, las lacritas amarillas en ambas Cámaras han bailado a los sones del tambor tricolor o del tamboril azul. La reforma electoral y el frankenstein Cofipe son botones de muestra donde se terminó detonando el largo conflicto latente con la figura de Andrés Manuel López Obrador.
Y en una arrebatada calentura (o ¿un acto desesperado?) Carlos Navarrete fue vocero de la propuesta indecorosa tricolor: de la fusión del PT, Convergencia y PRD para… refundar los principios éticos de la izquierda, no, no, para refundar a López Obrador.
Y como buen mastín de la política acusó recibo, reviró el envenenado boomerang y difícilmente los va a soltar. Y como la nueva izquierda de derecha tiene instrucciones de ir por todas las canicas para lograr el cometido, el reventón amarillo promete colorido. Aunque en una guerra los imponderables definen. Y ésta, my friend, no será la excepción. ¿Va?
Kikka Roja