Ausencias
La televisión mexicana se concibe universal y cosmopolita, pero adolece de graves ausencias. En términos sociales la televisión abierta del duopolio Televisa-TV Azteca propicia huecos insultantes. Ejemplo señero de esto es la ausencia de temática abiertamente homosexual. Habitan desde luego en parrilla una pléyade de estereotipos homofóbicos, escarnio insultante en forma de chistes vulgares, caricaturizaciones del varón homosexual y (en menor grado) de lesbianas, pero programas que aborden la temática homosexual de manera ecuánime o simplemente informativa son ocasionales rarezas. Salvo algunas producciones marginales y de bajo impacto, como Diálogos en confianza (Once TV) o producciones extranjeras donde la temática lésbico gay y transgénero se trata de manera abierta –el show de Graham Norton, en la BBC, Modern family, de la cadena ABC o Guau y Qué show con la Bogue, en Telehit, que es de paga–, del tema homosexual se habla poco y la mayoría de las veces, mal.
La televisión mexicana se concibe universal y cosmopolita, pero adolece de graves ausencias. En términos sociales la televisión abierta del duopolio Televisa-TV Azteca propicia huecos insultantes. Ejemplo señero de esto es la ausencia de temática abiertamente homosexual. Habitan desde luego en parrilla una pléyade de estereotipos homofóbicos, escarnio insultante en forma de chistes vulgares, caricaturizaciones del varón homosexual y (en menor grado) de lesbianas, pero programas que aborden la temática homosexual de manera ecuánime o simplemente informativa son ocasionales rarezas. Salvo algunas producciones marginales y de bajo impacto, como Diálogos en confianza (Once TV) o producciones extranjeras donde la temática lésbico gay y transgénero se trata de manera abierta –el show de Graham Norton, en la BBC, Modern family, de la cadena ABC o Guau y Qué show con la Bogue, en Telehit, que es de paga–, del tema homosexual se habla poco y la mayoría de las veces, mal.