No se porqué me late que este señor le va a ganar al sistema legal gringo..Y que no diga el pelele FeCal que va a "costar vidas humanas" . Hocicón, el pueblo es el que pone los muertos, militares y narcos se conocen bien, a ver ¿a cuántos narco políticos han arrestado?... puro teatro
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Notimex El Universal Houston, EU Viernes 09 de febrero de 2007
19:04 Un juez federal en Houston fijó hoy el inicio del juicio contra Osiel Cárdenas Guillén para el 2 de abril, luego de que el líder del Cártel del Golfo se declarara inocente de los cargos presentados en su contra. El juez Stephen Smith dispuso que el juicio se efectuara en Brownsville, lugar donde las autoridades interpusieron desde el año 2000 la acusación en su contra en la que se enlistan 17 cargos, por narcotráfico, lavado de dinero y amenazas a agentes federales. Cárdenas Guillén fue presentado ante el juez, esposado y encadenado, escoltado por alguaciles armados al interior de la corte federal, que fue colocada con vigilancia adicional. El mexicano de 39 años de edad, porto unos audífonos para escuchar la voz del intérprete que le tradujo los procedimientos de la breve audiencia. Cárdenas Guillén cedió en forma voluntaria su derecho a determinar si podía salir en libertad bajo fianza y luego se declaró inocente de todos los cargos en su contra. Michael Ramsey, abogado que encabeza ahora el equipo de defensa del mexicano, informó en rueda de prensa al término de la audiencia que Cárdenas Guillén se encontraba "con buen ánimo". Ramsey informó que la fecha y la ubicación del juicio serán disputadas tanto por la defensa como por los procuradores federales, que interpondrán la próxima semana mociones conjuntas para declarar el caso complejo a fin de cambiar el sitio y el inicio del proceso. Además de Ramsey, oros tres abogados forman parte de la defensa de Cárdenas Guillén: Chip Lewis, el socio de Ramsey, además de los abogados de McAllen, Roberto J. Yzaguirre y C.J. Quintanilla. Las autoridades federales consideran a Cárdenas Guillén como el más grande capo de los 15 narcotraficantes y delincuentes que fueron extraditados por México hace tres semanas. El mexicano está acusado en el Distrito Sureste de Texas de un total de 17 cargos, federales, incluido 10 por posesión con intento de distribución y contrabando de diversas cantidades de marihuana y cocaína. Además está acusado de cinco cargos por asalto y amenaza a agentes federales y locales, uno por lavado de dinero en más de 500 mil dólares y otro por mantener en operación una empresa criminal. De ser declarado culpable, Cárdenas Guillén, enfrenta una sentencia de cadena perpetua y el decomiso de unos 300 millones de dólares.
Preocupa a Canadá el aumento de la violencia criminal y el narco en México
JOSE ANTONIO ROMAN
Los gobiernos de México y Canadá se comprometieron a fortalecer su trabajo en materia de seguridad e intercambio comercial, temas que definieron como los ''ejes centrales'' que marcarán la relación bilateral.
''Pobres'', los resultados del operativo anticrimen en Acapulco: Torreblanca
VICTOR CARDOSO
El gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca Galindo, calificó de ''pobres'' los resultados del operativo federal para combatir al crimen organizado en esa entidad y dijo que se requiere mayor trabajo de inteligencia para detectar dónde operan los grupos delictivos, cómo están organizados y cómo se afecta a la sociedad.
Matan a ex alcalde priísta de Atoyac y a su madre
LA JORNADA GUERRERO
Atoyac, Gro., 8 febrero. Germán Adame Bautista, ex alcalde priísta de Atoyac de Alvarez, y su madre, Inés Néstor Bautista Catalán, fueron emboscados y ejecutados con más de cien impactos de bala por un comando armado en el poblado Río Verde, en la parte alta de la sierra del sur en la Costa Grande.
Incautan una tonelada de coca en Sonora
La PGR pone bajo arraigo a ex militar miembro de Los Zetas
GUSTAVO CASTILLO GARCIA
Seguiremos extraditando narcos, afirma la PGR
GUSTAVO CASTILLO GARCIA
México continuará extraditando jefes del narcotráfico a Estados Unidos y, en caso de que los jueces de aquel país les concedan la libertad bajo fianza, el gobierno federal reactivará los procedimientos penales que tiene en su contra, afirmó el subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales de la Procuraduría General de la República (PGR), José Luis Santiago Vasconcelos.
La unión de mandos policiacos viola la división de poderes VICTOR BALLINAS , ANDREA BECERRIL
Operativos antinarco, pretexto para militarizar
Comunicado del Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional. México
"El Cholo", miembro de “Los Zetas”, es el detenido en Cd. Victoria
gabriela hernández Ciudad victoria, Tamps., 8 de febrero (apro).-
José Ramón Dávila López, alias “El Cholo”, detenido el 2 de febrero pasado luego de una balacera en Ciudad Victoria, fue identificado por la Procuraduría General de la República (PGR) como miembro del grupo armado “Los Zetas” y arraigado 90 días. De acuerdo con la PGR, “El Cholo” es un exmilitar que desertó del Ejército Mexicano para unirse al crimen organizado; trabajaba directamente bajo las órdenes de Heriberto Lazcano, “El Lazca” –“fundador” del grupo armado--, y de Omar Lorméndez Pitalúa, alías el “Z-10” o “El Pita”. Ambos son líderes de la organización criminal. A través de un boletín, la PGR informó que el agente del Ministerio Público de la Federación adscrito a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) logró constatar que “el detenido es un miembro de la organización criminal de ‘Los Zetas”, grupo armado al servicio del cartel del Golfo. José Ramón Dávila López, quien también dijo llamarse Antonio Torres Hernández o David Rubio Conde, fue detenido junto con Margarita García Méndez el 2 de febrero pasado por la Policía Ministerial, como consecuencia de un enfrentamiento armado contra elementos de esa misma corporación policial, en el cual resultaron heridos dos uniformados y un civil. Por tales hechos la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas inició la averiguación previa AP/076/2007, misma que al ser atraída por la SIEDO el 3 de febrero, dio como resultado el aseguramiento de un arma de fuego .38 súper y un rifle calibre .22, once grapas de cocaína, noventa cartuchos útiles, tres cargadores calibre .22, una granada de fragmentación y dos vehículos.
“La facultad de atracción fue ejercida por la SIEDO luego de constatar que los rasgos fisonómicos del detenido Antonio Torres Hernández o David Rubio Conde correspondían a una persona identificada como parte de la organización criminal conocida como ‘Los Zetas’, y cuya fotografía obra en uno de los carteles de búsqueda emitidos por la SIEDO, el 18 de julio de 2003”, explicó la dependencia. El personal ministerial de la SIEDO que se trasladó a Ciudad Victoria tomó las huellas decadactilares de Antonio Torres Hernández o David Rubio Conde; y los servicios periciales de la institución y de la Procuraduría de Justicia Militar constataron que pertenecían a José Ramón Dávila López. De acuerdo con diversos testimonios e información que obra en averiguaciones previas de la SIEDO, Dávila es ubicado como miembro del cartel del Golfo. Dávila López tiene antecedentes policiales en el Servicio Panamericano de Protección; sirvió al Ejército Mexicano como cabo de infantería. El detenido y la mujer, de la que no se proporcionaron detalles, fueron internados en el centro de arraigo de la SIEDO debido a que el Juzgado Décimo Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales en el Distrito Federal concedió la medida cautelar de arraigo.
“El Cholo”, tercer mando de "Los Zetas"
ricardo ravelo México, D.F., 8 de febrero (apro).-
El 16 de febrero de 2001, luego de desempeñarse por seis años en el Ejército Mexicano como cabo de Infantería, José Ramón Dávila López, “El Cholo” se incorporó al cártel del Golfo como parte del grupo armado Los Zetas. En esa empresa criminal consiguió un empleo mejor remunerado. Se alistó como sicario. Este personaje, también llamado Antonio Torres Hernández y/o David Rubio Conde, fue uno de los más de 60 militares que, a finales de los noventa, se incorporaron a la lucha antidrogas de la PGR, desde donde fueron cooptados por Heriberto Lazcano, “El Lazca”, fundador de ese núcleo armado que ahora rivaliza con otros miembros de la organización por el control del cártel del Golfo. Dávila López llegó a ser parte de la más férrea estructura paramilitar que servía como cerco de protección al capo Osiel Cárdenas Guillén, en su etapa de auge como cabeza del cártel del Golfo, organización a la que logró dar forma durante el gobierno del priista Tomás Yarrington Ruvalcaba (1998-2004). Según datos de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), la agitación al interior del cártel del Golfo puede crecer ahora que el gobierno federal entrego a Osiel Cárdenas a autoridades estadunidenses, y quien desde el penal mexiquense de La Palma seguía operando su organización, según datos confirmados por la propia PGR en el 2005. Recientemente –y este hecho se enmarcó como parte de la “guerra interna” del cártel– fue relevado de las plazas de Reynosa y Matamoros, Tamaulipas, Gregorio Sauceda, conocido como “El Caramuela”.
Este sujeto –fundador del cártel del Golfo en su segunda generación– tuvo que ser reemplazado, según se confirmó en la SIEDO, por su fuerte adicción a las drogas y porque las plazas a su cargo estaban perdiendo dinero para el cártel. Fieles a Osiel Cárdenas aun dentro de la prisión, Los Zetas podrían encabezar una oleada de violencia dentro del cártel, pues ahora que el capo ya no se encuentra en l país, es probable que el grupo armado pretenda encabezar la dirección de la organización criminal, según aprecia el investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Luis Astorga, autor del libro El siglo de las drogas.
El fenómeno del paramilitarismo
Astorga sostiene que el cártel del Golfo, junto con Los Zetas, fue el primero en incorporar al narcotráfico lo que el denomina “el paramilitarismo”, y que ha resultado muy negativo tanto para el cártel como para el gobierno, pues son los autores de diversos choques violentos y ajustes de cuentas en todo el país. Precisamente una pieza clave de esa estructura militar era Ramón Dávila López, detenido el 2 de febrero luego de un enfrentamiento suscitado en la colonia Ampliación Tamaulipas, de Ciudad Victoria. Ese día, “El Cholo” iba acompañado de Margarita García Méndez –detenido junto con él– cuando se desató un tiroteo con policías ministeriales adscritos a esa plaza. El choque armado tuvo lugar en la calle 12, entre prolongación bulevar Práxedis Balboa, en la capital tamaulipeca. En el enfrentamiento resultaron heridos dos policías y un civil. La PGR atrajo el caso al integrar la averiguación previa AP/076/2007, la que está en poder de la SIEDO desde el 3 de febrero.
Este hecho violento fue la causa de la caída de Dávila López.
La SIEDO atrajo el caso precisamente al constatar que los rasgos psicológicos del personaje que apareció en la escena violenta coincidían con uno de los hombres más buscados por la PGR, por tratarse de una pieza importante del grupo armado Los Zetas. Dentro del organigrama de ese grupo violento, “El Cholo” no es un personaje menor. “Antonio Torres Hernández” o “David Rubio Conde” –dos de sus alias a menudo más utilizados– aparecía en listas y carteles difundidos por la PGR como uno de los hombres del narco más buscados del país. Su ficha criminal data del mes de julio de 2003, en que la Siedo se avocó a conocer quiénes formaban parte de Los Zetas y quiénes habían sido miembros del Ejército Mexicano. Dávila López era uno de ellos y por eso fue detenido. Elementos de la SIEDO se trasladaron a Ciudad Victoria con un objetivo: tomar las huellas dactilares del detenido y confirmar su identidad. Tuvieron éxito: el hombre que buscaban era, en efecto, el tercer mando de Los Zetas. Los datos correspondían a Dávila López. Diversos informes, tanto de la Siedo como del Ejército, en los que se basó la PGR para identificar a Dávila, indican que este sujeto es miembro del cártel del Golfo, para el que actuaba como sicario, según establece su ficha criminal.
El “general Villa”
En la estructura de mando dependía de las órdenes directas de Heriberto Lazcano, “El Lazca”, así como de Omar Lorméndez Pitalúa, alias “Z-10” o “El Pita”. Un rastreo de datos por la base criminal de la SIEDO señala que José Ramón Dávila López tiene más antecedentes delictivos: fue parte del Servicio Panamericano de Protección y cabo de Infantería de las Fuerzas Armadas. Dávila López y su acompañante –Margarita García Méndez– fueron internados en una casa de arraigo de la PGR, donde fueron sometidos a investigación sobre su militancia en el grupo Los Zetas, así como sus actividades de tráfico de drogas como pieza del cártel del Golfo. Al momento de ser presentado para ser fichado, Dávila López se descubrió el cuerpo. Se le tomaron fotos de frente y perfil. Al mostrar su espalda sobresale en su dorso un tatuaje que dice “general Villa”, en la que se observa una puntura del “Centauro del Norte”.
gabriela hernández Ciudad victoria, Tamps., 8 de febrero (apro).-
José Ramón Dávila López, alias “El Cholo”, detenido el 2 de febrero pasado luego de una balacera en Ciudad Victoria, fue identificado por la Procuraduría General de la República (PGR) como miembro del grupo armado “Los Zetas” y arraigado 90 días. De acuerdo con la PGR, “El Cholo” es un exmilitar que desertó del Ejército Mexicano para unirse al crimen organizado; trabajaba directamente bajo las órdenes de Heriberto Lazcano, “El Lazca” –“fundador” del grupo armado--, y de Omar Lorméndez Pitalúa, alías el “Z-10” o “El Pita”. Ambos son líderes de la organización criminal. A través de un boletín, la PGR informó que el agente del Ministerio Público de la Federación adscrito a la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) logró constatar que “el detenido es un miembro de la organización criminal de ‘Los Zetas”, grupo armado al servicio del cartel del Golfo. José Ramón Dávila López, quien también dijo llamarse Antonio Torres Hernández o David Rubio Conde, fue detenido junto con Margarita García Méndez el 2 de febrero pasado por la Policía Ministerial, como consecuencia de un enfrentamiento armado contra elementos de esa misma corporación policial, en el cual resultaron heridos dos uniformados y un civil. Por tales hechos la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas inició la averiguación previa AP/076/2007, misma que al ser atraída por la SIEDO el 3 de febrero, dio como resultado el aseguramiento de un arma de fuego .38 súper y un rifle calibre .22, once grapas de cocaína, noventa cartuchos útiles, tres cargadores calibre .22, una granada de fragmentación y dos vehículos.
“La facultad de atracción fue ejercida por la SIEDO luego de constatar que los rasgos fisonómicos del detenido Antonio Torres Hernández o David Rubio Conde correspondían a una persona identificada como parte de la organización criminal conocida como ‘Los Zetas’, y cuya fotografía obra en uno de los carteles de búsqueda emitidos por la SIEDO, el 18 de julio de 2003”, explicó la dependencia. El personal ministerial de la SIEDO que se trasladó a Ciudad Victoria tomó las huellas decadactilares de Antonio Torres Hernández o David Rubio Conde; y los servicios periciales de la institución y de la Procuraduría de Justicia Militar constataron que pertenecían a José Ramón Dávila López. De acuerdo con diversos testimonios e información que obra en averiguaciones previas de la SIEDO, Dávila es ubicado como miembro del cartel del Golfo. Dávila López tiene antecedentes policiales en el Servicio Panamericano de Protección; sirvió al Ejército Mexicano como cabo de infantería. El detenido y la mujer, de la que no se proporcionaron detalles, fueron internados en el centro de arraigo de la SIEDO debido a que el Juzgado Décimo Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales en el Distrito Federal concedió la medida cautelar de arraigo.
“El Cholo”, tercer mando de "Los Zetas"
ricardo ravelo México, D.F., 8 de febrero (apro).-
El 16 de febrero de 2001, luego de desempeñarse por seis años en el Ejército Mexicano como cabo de Infantería, José Ramón Dávila López, “El Cholo” se incorporó al cártel del Golfo como parte del grupo armado Los Zetas. En esa empresa criminal consiguió un empleo mejor remunerado. Se alistó como sicario. Este personaje, también llamado Antonio Torres Hernández y/o David Rubio Conde, fue uno de los más de 60 militares que, a finales de los noventa, se incorporaron a la lucha antidrogas de la PGR, desde donde fueron cooptados por Heriberto Lazcano, “El Lazca”, fundador de ese núcleo armado que ahora rivaliza con otros miembros de la organización por el control del cártel del Golfo. Dávila López llegó a ser parte de la más férrea estructura paramilitar que servía como cerco de protección al capo Osiel Cárdenas Guillén, en su etapa de auge como cabeza del cártel del Golfo, organización a la que logró dar forma durante el gobierno del priista Tomás Yarrington Ruvalcaba (1998-2004). Según datos de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), la agitación al interior del cártel del Golfo puede crecer ahora que el gobierno federal entrego a Osiel Cárdenas a autoridades estadunidenses, y quien desde el penal mexiquense de La Palma seguía operando su organización, según datos confirmados por la propia PGR en el 2005. Recientemente –y este hecho se enmarcó como parte de la “guerra interna” del cártel– fue relevado de las plazas de Reynosa y Matamoros, Tamaulipas, Gregorio Sauceda, conocido como “El Caramuela”.
Este sujeto –fundador del cártel del Golfo en su segunda generación– tuvo que ser reemplazado, según se confirmó en la SIEDO, por su fuerte adicción a las drogas y porque las plazas a su cargo estaban perdiendo dinero para el cártel. Fieles a Osiel Cárdenas aun dentro de la prisión, Los Zetas podrían encabezar una oleada de violencia dentro del cártel, pues ahora que el capo ya no se encuentra en l país, es probable que el grupo armado pretenda encabezar la dirección de la organización criminal, según aprecia el investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Luis Astorga, autor del libro El siglo de las drogas.
El fenómeno del paramilitarismo
Astorga sostiene que el cártel del Golfo, junto con Los Zetas, fue el primero en incorporar al narcotráfico lo que el denomina “el paramilitarismo”, y que ha resultado muy negativo tanto para el cártel como para el gobierno, pues son los autores de diversos choques violentos y ajustes de cuentas en todo el país. Precisamente una pieza clave de esa estructura militar era Ramón Dávila López, detenido el 2 de febrero luego de un enfrentamiento suscitado en la colonia Ampliación Tamaulipas, de Ciudad Victoria. Ese día, “El Cholo” iba acompañado de Margarita García Méndez –detenido junto con él– cuando se desató un tiroteo con policías ministeriales adscritos a esa plaza. El choque armado tuvo lugar en la calle 12, entre prolongación bulevar Práxedis Balboa, en la capital tamaulipeca. En el enfrentamiento resultaron heridos dos policías y un civil. La PGR atrajo el caso al integrar la averiguación previa AP/076/2007, la que está en poder de la SIEDO desde el 3 de febrero.
Este hecho violento fue la causa de la caída de Dávila López.
La SIEDO atrajo el caso precisamente al constatar que los rasgos psicológicos del personaje que apareció en la escena violenta coincidían con uno de los hombres más buscados por la PGR, por tratarse de una pieza importante del grupo armado Los Zetas. Dentro del organigrama de ese grupo violento, “El Cholo” no es un personaje menor. “Antonio Torres Hernández” o “David Rubio Conde” –dos de sus alias a menudo más utilizados– aparecía en listas y carteles difundidos por la PGR como uno de los hombres del narco más buscados del país. Su ficha criminal data del mes de julio de 2003, en que la Siedo se avocó a conocer quiénes formaban parte de Los Zetas y quiénes habían sido miembros del Ejército Mexicano. Dávila López era uno de ellos y por eso fue detenido. Elementos de la SIEDO se trasladaron a Ciudad Victoria con un objetivo: tomar las huellas dactilares del detenido y confirmar su identidad. Tuvieron éxito: el hombre que buscaban era, en efecto, el tercer mando de Los Zetas. Los datos correspondían a Dávila López. Diversos informes, tanto de la Siedo como del Ejército, en los que se basó la PGR para identificar a Dávila, indican que este sujeto es miembro del cártel del Golfo, para el que actuaba como sicario, según establece su ficha criminal.
El “general Villa”
En la estructura de mando dependía de las órdenes directas de Heriberto Lazcano, “El Lazca”, así como de Omar Lorméndez Pitalúa, alias “Z-10” o “El Pita”. Un rastreo de datos por la base criminal de la SIEDO señala que José Ramón Dávila López tiene más antecedentes delictivos: fue parte del Servicio Panamericano de Protección y cabo de Infantería de las Fuerzas Armadas. Dávila López y su acompañante –Margarita García Méndez– fueron internados en una casa de arraigo de la PGR, donde fueron sometidos a investigación sobre su militancia en el grupo Los Zetas, así como sus actividades de tráfico de drogas como pieza del cártel del Golfo. Al momento de ser presentado para ser fichado, Dávila López se descubrió el cuerpo. Se le tomaron fotos de frente y perfil. Al mostrar su espalda sobresale en su dorso un tatuaje que dice “general Villa”, en la que se observa una puntura del “Centauro del Norte”.
Kikka Roja