Se busca elevar captación en 3 puntos del PIB: Carstens
La Jornada On Line
20/06/2007 13:09
México, DF. El secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Agustín Carstens, informó que la propuesta de reforma fiscal busca que la captación se incremente en una cantidad equivalente al tres por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). De esa cantidad, dijo en conferencia de prensa, dos puntos corresponderían a la Federación y el uno adicional a los estados. De igual modo, defendió su proyecto al exponer que no se afectará a gobiernos futuros, y de ser aprobada la reforma fiscal, en su primer año de instrumentacion permitiría una captación adicional del 1.2 al 1.5 por ciento del PIB. Inidcó que con la propuesta se pretende ampliar la brecha triubutaria. “No queremos cerrar la brecha tributaria. No es una propuesta incompleta, es lo que necesitamos, no requerimos recaudar por recaudar”, precisó.
En la conferencia, el titular de Hacienda sostuvo que cobrar impuestos es como darle medicina a un paciente: hay que dárselas cuando las necesita y en la cantidad más moderada posible”. “Tenemos vulnerabilidad por el lado del precio del petróleo, tenemos que ir anticipando cómo vamos a ir reponiendo esos ingresos y también cómo vamos a ir generando los ingresos que necesitamos para abatir los rezagos en infraestuctura, en gasto social, en abatir las grandes divergencias entre regiones del país”. La propuesta de Reforma Fiscal del Ejecutivo federal que el titular de la SHCP entregó a la Comisión Permanente del Congreso incluye siete iniciativas diversas. Comprende una iniciativa de decreto que modifica el Artículo 73 constitucional y otra por la que se adicionan, derogan y abrogan distintas disposiciones fiscales para fortalecer el federalismo.
También se gravaría con dos por ciento los depósitos bancarios a partir de 20 mil pesos.
Lo anterior de acuerdo con el documento que entregó el subsecretario de Enlace Legislativo de la Secretaría de Gobernación (Segob), Armando Salinas Torre, quien acompañó a Carstens a la Secretaría General de Servicios Parlamentarios del Senado. También se incluye una iniciativa de decreto por la cual se expide la Ley del Impuesto de la Contribución Empresarial a Tasa Unica y otra por la cual se expide la Ley del Impuesto contra la Informalidad, la cual “empezará en 16 por ciento y gradualmente aumentará hasta el 19 por ciento”. “Lo que buscamos es que haya un mínimo y que todos contribuyan de manera pareja, respetando lo que ahora ya existe y de alguna manera partiendo de algunos hoyos que existen en el Impuesto sobre la Renta". El CETU sustituirá al IMPA (impuesto al activo), dijo, y sostuvo que "tiene la función de ser un mínimo más amplio. El impuesto al activo es muy distorsionante, no nos ofrece una contribución efectiva de todas las empresas. Es distorsionante porque grava activos y grava la inversión; es un impuesto que desincentiva la inversión”. “La recaudación provendrá de manera importante del CETU pero también pensamos recaudar de los otros impuestos, por ejemplo, el impuesto a la informalidad y a juegos y sorteos”. Dijo que este gravamen no tendrá un impacto sobre el empleo: “No deberá tener un impacto sobre el empleo porque este impuesto vendrá acompañado de un crédito fiscal adicional que va a apoyar a los trabajadores de menor ingreso y al mismo tiempo deberá proteger el salario de los mismos. Adicionalmente este gravamen también se va a ver beneficiado con el crédito al salario, que ya existe”. “Se propone ampliar las facultades tributarias de los estados y municipios, dándoles mayores incentivos para utilizarlas. Lo anterior, sin mermar las finanzas públicas federales y evitando que exista una proliferación de impuestos locales”, dijo.
La propuesta que entregaron Carstens y Salinas Torre proyecta una iniciativa de reformas a disposiciones de la Ley del Impuesto sobre la Renta, del Código Fiscal de la Federación y de la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios que establece el subsidio para el empleo. El proyecto prevé una iniciativa que reforma que adiciona y deroga diversas disposiciones de la Constitución en materia de gasto. También hay otra que modifica las leyes federales de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria; Orgánica de la Administración Pública Federal; de Coordinación Fiscal; General de Desarrollo Social; de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público y de Obras Públicas. En el encuentro donde se entregó la propuesta de Reforma Fiscal, el secretario Carstens agradeció haber sido recibido, se negó a comentar el contenido de la misma y señaló que explicaría el contenido más tarde en rueda de prensa.
Por su parte, Salinas Torre comentó que el paquete de siete iniciativas busca mejorar la eficacia del gasto público y la rendición de cuentas de la Federación, los estados y municipios para que la gente esté segura de que sus impuestos se gastan mejor. Asimismo, se busca diseñar un sistema tributario equitativo y más simple que evite la evasión y la elusión fiscales y en el que todos los que deben pagar impuestos lo hagan, pues la evasión fiscal por concepto de ISR representa 3 por ciento del PIB, alrededor de 300 mil millones de pesos. También se pretende reforzar el federalismo otorgando mayores facultades y recursos a las entidades federativas y municipios. Lo anterior sin detrimento de las finanzas del gobierno federal, además de establecer las bases del sistema impositivo que permitirán incrementar la recaudación mediante instrumentos tributarios flexibles y neutrales respecto de la inversión.
México SAEn la conferencia, el titular de Hacienda sostuvo que cobrar impuestos es como darle medicina a un paciente: hay que dárselas cuando las necesita y en la cantidad más moderada posible”. “Tenemos vulnerabilidad por el lado del precio del petróleo, tenemos que ir anticipando cómo vamos a ir reponiendo esos ingresos y también cómo vamos a ir generando los ingresos que necesitamos para abatir los rezagos en infraestuctura, en gasto social, en abatir las grandes divergencias entre regiones del país”. La propuesta de Reforma Fiscal del Ejecutivo federal que el titular de la SHCP entregó a la Comisión Permanente del Congreso incluye siete iniciativas diversas. Comprende una iniciativa de decreto que modifica el Artículo 73 constitucional y otra por la que se adicionan, derogan y abrogan distintas disposiciones fiscales para fortalecer el federalismo.
También se gravaría con dos por ciento los depósitos bancarios a partir de 20 mil pesos.
Lo anterior de acuerdo con el documento que entregó el subsecretario de Enlace Legislativo de la Secretaría de Gobernación (Segob), Armando Salinas Torre, quien acompañó a Carstens a la Secretaría General de Servicios Parlamentarios del Senado. También se incluye una iniciativa de decreto por la cual se expide la Ley del Impuesto de la Contribución Empresarial a Tasa Unica y otra por la cual se expide la Ley del Impuesto contra la Informalidad, la cual “empezará en 16 por ciento y gradualmente aumentará hasta el 19 por ciento”. “Lo que buscamos es que haya un mínimo y que todos contribuyan de manera pareja, respetando lo que ahora ya existe y de alguna manera partiendo de algunos hoyos que existen en el Impuesto sobre la Renta". El CETU sustituirá al IMPA (impuesto al activo), dijo, y sostuvo que "tiene la función de ser un mínimo más amplio. El impuesto al activo es muy distorsionante, no nos ofrece una contribución efectiva de todas las empresas. Es distorsionante porque grava activos y grava la inversión; es un impuesto que desincentiva la inversión”. “La recaudación provendrá de manera importante del CETU pero también pensamos recaudar de los otros impuestos, por ejemplo, el impuesto a la informalidad y a juegos y sorteos”. Dijo que este gravamen no tendrá un impacto sobre el empleo: “No deberá tener un impacto sobre el empleo porque este impuesto vendrá acompañado de un crédito fiscal adicional que va a apoyar a los trabajadores de menor ingreso y al mismo tiempo deberá proteger el salario de los mismos. Adicionalmente este gravamen también se va a ver beneficiado con el crédito al salario, que ya existe”. “Se propone ampliar las facultades tributarias de los estados y municipios, dándoles mayores incentivos para utilizarlas. Lo anterior, sin mermar las finanzas públicas federales y evitando que exista una proliferación de impuestos locales”, dijo.
La propuesta que entregaron Carstens y Salinas Torre proyecta una iniciativa de reformas a disposiciones de la Ley del Impuesto sobre la Renta, del Código Fiscal de la Federación y de la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios que establece el subsidio para el empleo. El proyecto prevé una iniciativa que reforma que adiciona y deroga diversas disposiciones de la Constitución en materia de gasto. También hay otra que modifica las leyes federales de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria; Orgánica de la Administración Pública Federal; de Coordinación Fiscal; General de Desarrollo Social; de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público y de Obras Públicas. En el encuentro donde se entregó la propuesta de Reforma Fiscal, el secretario Carstens agradeció haber sido recibido, se negó a comentar el contenido de la misma y señaló que explicaría el contenido más tarde en rueda de prensa.
Por su parte, Salinas Torre comentó que el paquete de siete iniciativas busca mejorar la eficacia del gasto público y la rendición de cuentas de la Federación, los estados y municipios para que la gente esté segura de que sus impuestos se gastan mejor. Asimismo, se busca diseñar un sistema tributario equitativo y más simple que evite la evasión y la elusión fiscales y en el que todos los que deben pagar impuestos lo hagan, pues la evasión fiscal por concepto de ISR representa 3 por ciento del PIB, alrededor de 300 mil millones de pesos. También se pretende reforzar el federalismo otorgando mayores facultades y recursos a las entidades federativas y municipios. Lo anterior sin detrimento de las finanzas del gobierno federal, además de establecer las bases del sistema impositivo que permitirán incrementar la recaudación mediante instrumentos tributarios flexibles y neutrales respecto de la inversión.
RIDICULOS
Si ésta propuesta la pasan en la cámara de diputados y senadores EL PRI Y EL PAN no van a recibir un quinto partido por la mitad de los ciudadanos honestos, porque los que saben evadir al fisco ya están pensando "cómo le van hacer". Simplemente nadie va a meter su dinero al banco. Miles de personas viven al día, ya es muy raro ver 500 pesos juntos, ni en sueños tener 20 mil pesos. Ganas de soltar groserias no me faltan, pero esas se las dejo a los "inteligentitos" que votaron por el PAN, y tampoco me rio, porque es más que seguro que ya se los está llevando la chingada. La Burro cracia.
Una para el gremio de hombres del consejo empresarial : vayan a esculcar el monedero de su incauta madre.
conoce a las chachalacas comodinas despreciables del pais
los autores intelectuales y materiales del fraude electoral
IMEF , Instituto Mexicano Ejecutivos de Finanzas
CCE Consejo Coordinador Empresarial
Carlos Fernández-Vega
- Temor al costo político
- Este sí saca la "reforma" rapidito
- Hace como que cambia para dejar las cosas igual
- Soborno legalizado para la economía informal
Limitada, chiquita, timorata resultó la miscelánea fiscal (pomposamente llamada Reforma integral de la hacienda pública) que el inquilino de Los Pinos remitió al Congreso, la cual, contrariamente a la euforia calderonista, no combate privilegios ni evasión, y en el mejor de los casos marginalmente fortalecería las finanzas públicas, pero a costillas de afectar aún más la de por sí deteriorada generación de empleo. Queda claro que la rapidez con la que el inquilino de Los Pinos presentó su propuesta fiscal corresponde más a sus urgencias políticas y de legitimidad ("este sí saca las reformas rapidito, no como el otro") que a los apremios nacionales en el terreno tributario (incrementar la recaudación, ampliar el padrón de causantes, erradicar privilegios y pugnar por la equidad fiscal). Difícilmente una restructuración fiscal deja satisfechos a todos, pero la "reforma" calderonista (más allá de enjuagues y amarres que concrete en el Congreso) parece alcanzar el consenso, aunque en sentido contrario a la idílica versión de Los Pinos. La "continuidad" no quiere asumir el costo político que implicaría una modificación real y verdaderamente integral a la política tributaria (ni arriesgar futuros financiamientos del gran capital para sus campañas electorales), y por ello hace como que cambia las cosas para dejarlas igual, sin rozar uno de los renglones más onerosos para las finanzas nacionales, es decir, los regímenes especiales, o lo que es lo mismo los más de 500 mil millones de pesos anuales que el erario ni de lejos ve.
El paquete fiscal calderonista que ayer oficialmente recibió el Congreso, pretende un incremento máximo (en el año 2012) en la recaudación fiscal de 2.8 puntos porcentuales del producto interno bruto, de los que 1.9 puntos ingresarían a las arcas federales y 0.9 a las estatales. Lo anterior, como se anota, en el mediano plazo. Pero en la realidad actual y futuro del país permanece intacto el 6 por ciento del PIB que a los mexicanos les cuesta mantener los regímenes fiscales especiales. En lo inmediato, siempre y cuando el Congreso apruebe la propuesta calderonista como lo hizo con la ley Televisa (sin modificar una sola coma), el incremento en la recaudación fiscal sería de 1.5 puntos porcentuales del PIB (uno para la Federación y medio para los estados) en 2008, proporción que equivaldría a cerca de 140 mil millones de pesos (algo menos de los que anualmente se paga por servicio de la deuda pública federal), monto similar al pretendido por el "reformón" foxista por medio del IVA en alimentos y medicinas. A partir de 2009 se incrementaría paulatinamente hasta alcanzar el citado 2.8 por ciento del producto. Ciento 40 mil millones no son malos (en el caso de que el Congreso avale la propuesta y en el de que el gobierno efectivamente los recaude), pero representan un monto casi cuatro veces inferior al que el fisco deja de captar por los regímenes especiales, a los que no rozó ni con el pétalo de una rosa.
Los cambios al régimen fiscal de Petróleos Mexicanos no aparecen por ninguna parte. La gallina de los huevos de oro negro quedó totalmente fuera de la autodenominada Reforma integral de la hacienda pública, no obstante sus urgencias en modernización e inversión. Pero la razón calderonista es simple: el inquilino de Los Pinos pretende incluir las "modificaciones" en su "reforma" energética, o lo que es lo mismo en su intentona por privatizar al principal cliente, y por mucho, del fisco mexicano. El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, considera que el parche fiscal de la "continuidad" es el "adecuado para México, en este momento, y no se pasará ninguna factura a las próximos gobiernos; no queremos cerrar la brecha tributaria. No es una propuesta incompleta, es lo que necesitamos, no requerimos recaudar por recaudar", y como la intención, dice, no es esta última, entonces mantienen ilesos los privilegios fiscales del gran capital. En la parafernalia del nuevo "reformón" llama la atención la propuesta para el denominado impuesto contra la informalidad, el cual pretende "gravar los depósitos en efectivo que excedan 20 mil pesos mensuales y será acreditable contra el ISR, así como diversas medidas que permitirán fiscalizar a quienes hoy no estén inscritos en el padrón de contribuyentes".
En realidad no existe tal combate, porque dicho gravamen "contra la informalidad" no sería más que una cuota, un soborno legalizado e institucionalizado para que las empresas y las personas se mantengan en la informalidad. Combatirla, sería hacer hasta lo imposible para que las empresas se incorporen a la economía formal y, sobre todo, los empleos (seguridad social, contratos registrados, prestaciones monetarias, protección laboral, etcétera). En los hechos, de aprobarse, tal impuesto sería como una "mordida" al tamarindo de la esquina: no se puede estacionar donde se estacionó, porque está prohibido, pero por un billete me hago güey, se queda donde está y le aviso si viene la grúa, y el costo social y económico de la informalidad se mantiene tal cual. Y de la manga sacaron un gravamen a "grafiteros", porque el inquilino de Los Pinos propone un impuesto a la venta de pinturas en aerosol (tasa de 50 por ciento), como si dichos productos se fabricaran en exclusiva para los llamados artistas urbanos y manifestantes que los acompañan. Dice Carstens que es necesario, porque "buscamos desalentar la pintura de inmuebles, casas habitación, calles y hasta monumentos históricos".
Bajo esa premisa, ¿qué tal un impuesto a gobernantes ineficaces? México sería inmensamente rico.
Las rebanadas del pastel
En plena campaña electoral, Felipe Calderón prometió;: "como Presidente voy a proponer al Congreso que la tenencia (impuesto sobre tenencia o uso de vehículos) se derogue, porque no estoy de acuerdo con su pago"... Ya en Los Pinos se muestra cumplidor: que se derogue, sí, pero "a partir del año 2014", o lo que es lo mismo, en el siguiente gobierno.
El paquete fiscal calderonista que ayer oficialmente recibió el Congreso, pretende un incremento máximo (en el año 2012) en la recaudación fiscal de 2.8 puntos porcentuales del producto interno bruto, de los que 1.9 puntos ingresarían a las arcas federales y 0.9 a las estatales. Lo anterior, como se anota, en el mediano plazo. Pero en la realidad actual y futuro del país permanece intacto el 6 por ciento del PIB que a los mexicanos les cuesta mantener los regímenes fiscales especiales. En lo inmediato, siempre y cuando el Congreso apruebe la propuesta calderonista como lo hizo con la ley Televisa (sin modificar una sola coma), el incremento en la recaudación fiscal sería de 1.5 puntos porcentuales del PIB (uno para la Federación y medio para los estados) en 2008, proporción que equivaldría a cerca de 140 mil millones de pesos (algo menos de los que anualmente se paga por servicio de la deuda pública federal), monto similar al pretendido por el "reformón" foxista por medio del IVA en alimentos y medicinas. A partir de 2009 se incrementaría paulatinamente hasta alcanzar el citado 2.8 por ciento del producto. Ciento 40 mil millones no son malos (en el caso de que el Congreso avale la propuesta y en el de que el gobierno efectivamente los recaude), pero representan un monto casi cuatro veces inferior al que el fisco deja de captar por los regímenes especiales, a los que no rozó ni con el pétalo de una rosa.
Los cambios al régimen fiscal de Petróleos Mexicanos no aparecen por ninguna parte. La gallina de los huevos de oro negro quedó totalmente fuera de la autodenominada Reforma integral de la hacienda pública, no obstante sus urgencias en modernización e inversión. Pero la razón calderonista es simple: el inquilino de Los Pinos pretende incluir las "modificaciones" en su "reforma" energética, o lo que es lo mismo en su intentona por privatizar al principal cliente, y por mucho, del fisco mexicano. El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, considera que el parche fiscal de la "continuidad" es el "adecuado para México, en este momento, y no se pasará ninguna factura a las próximos gobiernos; no queremos cerrar la brecha tributaria. No es una propuesta incompleta, es lo que necesitamos, no requerimos recaudar por recaudar", y como la intención, dice, no es esta última, entonces mantienen ilesos los privilegios fiscales del gran capital. En la parafernalia del nuevo "reformón" llama la atención la propuesta para el denominado impuesto contra la informalidad, el cual pretende "gravar los depósitos en efectivo que excedan 20 mil pesos mensuales y será acreditable contra el ISR, así como diversas medidas que permitirán fiscalizar a quienes hoy no estén inscritos en el padrón de contribuyentes".
En realidad no existe tal combate, porque dicho gravamen "contra la informalidad" no sería más que una cuota, un soborno legalizado e institucionalizado para que las empresas y las personas se mantengan en la informalidad. Combatirla, sería hacer hasta lo imposible para que las empresas se incorporen a la economía formal y, sobre todo, los empleos (seguridad social, contratos registrados, prestaciones monetarias, protección laboral, etcétera). En los hechos, de aprobarse, tal impuesto sería como una "mordida" al tamarindo de la esquina: no se puede estacionar donde se estacionó, porque está prohibido, pero por un billete me hago güey, se queda donde está y le aviso si viene la grúa, y el costo social y económico de la informalidad se mantiene tal cual. Y de la manga sacaron un gravamen a "grafiteros", porque el inquilino de Los Pinos propone un impuesto a la venta de pinturas en aerosol (tasa de 50 por ciento), como si dichos productos se fabricaran en exclusiva para los llamados artistas urbanos y manifestantes que los acompañan. Dice Carstens que es necesario, porque "buscamos desalentar la pintura de inmuebles, casas habitación, calles y hasta monumentos históricos".
Bajo esa premisa, ¿qué tal un impuesto a gobernantes ineficaces? México sería inmensamente rico.
Las rebanadas del pastel
En plena campaña electoral, Felipe Calderón prometió;: "como Presidente voy a proponer al Congreso que la tenencia (impuesto sobre tenencia o uso de vehículos) se derogue, porque no estoy de acuerdo con su pago"... Ya en Los Pinos se muestra cumplidor: que se derogue, sí, pero "a partir del año 2014", o lo que es lo mismo, en el siguiente gobierno.
cfvmx@yahoo.com.mx/ cfv@prodigy.net.mx
Kikka Roja