En 2008 , un estudiante de ingenieria fue detenido por policias encubiertos a los que doblegó y amagó con el arma de fuego de los uniformados, hoy la fiscalia española pide cárcel por intento de asesinato a uniformados .
Y EL SOLITO PUDO CON 2 POLICIAS ¡¡ uuuy
El Universal
Sevilla Viernes 12 de junio de 2009
10:16 El fiscal mantuvo hoy su petición de 13 años de cárcel para el mexicano Alejandro Ordaz Moreno, acusado de intentar matar a dos policías de Sevilla y afirmó que no es verosímil que, con su formación de ingeniero, creyese ser víctima de un secuestro.
En su informe ante la Audiencia de Sevilla, el fiscal mantuvo los cargos por dos delitos de homicidio en tentativa y un delito de atentado a la autoridad, y también acusó a Ordaz de tenencia ilícita de armas, si bien reconoció que es difícil mantener esta última imputación por el breve lapso en que el acusado mantuvo en su poder la pistola de los agentes.
Ordaz Moreno es juzgado por unos hechos ocurridos en la madrugada del 8 de marzo de 2008, cuando dos policías que patrullaban de paisano en un automóvil camuflado recibieron un aviso para identificar a una persona de determinadas características físicas.
Cuando los dos agentes se encontraron al acusado, cuyas características coincidían con el sospechoso, y le solicitaron que se identificase, éste forcejeó, arrebató el arma a la agente femenina y disparó a bocajarro contra ella y luego contra su compañero.
El acusado apretó el gatillo varias veces contra ambos, pero el arma no se disparó porque tenía el seguro puesto.
Según el fiscal, no es verosímil la alegación del acusado de que creyó ser víctima de un secuestro, pues si bien en México puede haber cierta inseguridad ciudadana, el acusado es un ingeniero que llevaba tiempo en Sevilla haciendo un doctorado universitario sobre electrónica y conocía la realidad española.
La defensa del estudiante solicita la absolución por considerar que el joven incurrió en un error invencible, a lo que se une el hecho de que aquella noche había consumido abundante alcohol pues había celebrado el fin de sus estudios.
El fiscal le ha reconocido esa atenuante de alcoholismo y también la de reparación del daño, pues antes del juicio depositó 31 mil 255 euros (42 mil dólares) para afrontar las futuras indemnizaciones a los dos policías atacados.
Según la Fiscalía, "no hay ninguna duda de que los policías se identificaron y además mostraron dos veces sus placas" , a lo que se une el hecho de que, durante el forcejeo que mantuvieron, volvieron a identificarse en varias ocasiones, como certificaron ante el tribunal dos testigos objetivos, un hombre que transitaba con su automóvil y una mujer que se encontraba en su casa.
En su relato de los hechos, el fiscal ha sostenido que los dos agentes abordaron al mexicano diciéndole "Alto, policía" , pese a lo cual el acusado primero golpeó a la agente femenina y la tiró al suelo, le arrebató la pistola y accionó el gatillo apuntándole a la cara, si bien el arma no se disparó pues tenía el seguro puesto.
Luego se volvió hacia su compañero y le disparó a él también, con el mismo resultado.
La agente sufrió traumatismo craneoencefálico, esguince cervical y contusiones que la tuvieron cinco días hospitalizada y 75 de baja, mientras que su compañero presentó contusiones varias, fractura de un dedo de la mano, distensión cervical y contusión mandibular, por las que estuvo setenta días de baja.
kikka-roja.blogspot.com/
En su informe ante la Audiencia de Sevilla, el fiscal mantuvo los cargos por dos delitos de homicidio en tentativa y un delito de atentado a la autoridad, y también acusó a Ordaz de tenencia ilícita de armas, si bien reconoció que es difícil mantener esta última imputación por el breve lapso en que el acusado mantuvo en su poder la pistola de los agentes.
Ordaz Moreno es juzgado por unos hechos ocurridos en la madrugada del 8 de marzo de 2008, cuando dos policías que patrullaban de paisano en un automóvil camuflado recibieron un aviso para identificar a una persona de determinadas características físicas.
Cuando los dos agentes se encontraron al acusado, cuyas características coincidían con el sospechoso, y le solicitaron que se identificase, éste forcejeó, arrebató el arma a la agente femenina y disparó a bocajarro contra ella y luego contra su compañero.
El acusado apretó el gatillo varias veces contra ambos, pero el arma no se disparó porque tenía el seguro puesto.
Según el fiscal, no es verosímil la alegación del acusado de que creyó ser víctima de un secuestro, pues si bien en México puede haber cierta inseguridad ciudadana, el acusado es un ingeniero que llevaba tiempo en Sevilla haciendo un doctorado universitario sobre electrónica y conocía la realidad española.
La defensa del estudiante solicita la absolución por considerar que el joven incurrió en un error invencible, a lo que se une el hecho de que aquella noche había consumido abundante alcohol pues había celebrado el fin de sus estudios.
El fiscal le ha reconocido esa atenuante de alcoholismo y también la de reparación del daño, pues antes del juicio depositó 31 mil 255 euros (42 mil dólares) para afrontar las futuras indemnizaciones a los dos policías atacados.
Según la Fiscalía, "no hay ninguna duda de que los policías se identificaron y además mostraron dos veces sus placas" , a lo que se une el hecho de que, durante el forcejeo que mantuvieron, volvieron a identificarse en varias ocasiones, como certificaron ante el tribunal dos testigos objetivos, un hombre que transitaba con su automóvil y una mujer que se encontraba en su casa.
En su relato de los hechos, el fiscal ha sostenido que los dos agentes abordaron al mexicano diciéndole "Alto, policía" , pese a lo cual el acusado primero golpeó a la agente femenina y la tiró al suelo, le arrebató la pistola y accionó el gatillo apuntándole a la cara, si bien el arma no se disparó pues tenía el seguro puesto.
Luego se volvió hacia su compañero y le disparó a él también, con el mismo resultado.
La agente sufrió traumatismo craneoencefálico, esguince cervical y contusiones que la tuvieron cinco días hospitalizada y 75 de baja, mientras que su compañero presentó contusiones varias, fractura de un dedo de la mano, distensión cervical y contusión mandibular, por las que estuvo setenta días de baja.
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