- La extrema derecha hará lo posible por apoderarse de la UNAM, advierte
- La defensa del Estado laico y la educación pública, estrategia relevante: Flores Olea
- Llamada de atención a universitarios para preservar autonomía, laicismo y secularización
KARINA AVILESAnte la ofensiva sostenida por las viejas y nuevas derechas mexicanas y frente a los grupos económicos que proclaman el mercado como regulador esencial de la vida, la defensa del Estado laico y de la educación pública adquieren actualmente una relevancia estratégica, destacó el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Víctor Flores Olea. En ese contexto, advirtió que hay diversos indicios que permiten suponer que "la extrema derecha" en el gobierno de Felipe Calderón "hará lo posible por apoderarse de la UNAM, aprovechando el próximo cambio de rector" que se dará en noviembre. Por ello dijo que esta es una llamada de atención a tiempo para que los universitarios se preparen para una nueva batalla, con la finalidad de preservar la autonomía, el laicismo y la secularización, indispensables en el ejercicio de las libertades de pensamiento y expresión. Y, también, para preservar los derechos de libertad de cátedra, investigación y difusión de la cultura que definen los más altos objetivos de la universidad pública, añadió el investigador del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades.
Durante la conferencia Problemas nacionales en materia de cultura, educación y ciencia, organizada por la Fundación Heberto Castillo, la cual fue moderada por el historiador e investigador nacional y emérito Alfredo López Austin, Flores Olea ofreció una cátedra sobre el Estado laico y la educación, en la que puso énfasis respecto de los problemas contemporáneos. En México está en marcha, nuevamente, el ataque al Estado laico por parte de los partidos políticos, los responsables de determinados puestos de gobierno, de grupos de militantes fascistas que se esconden tras el disfraz religioso y de alta jerarquía católica: en el debate sobre la despenalización del aborto, la elite de la Iglesia ha mantenido una postura "absolutamente intolerante y ha lanzado ataques verbales contra los simpatizantes de esta medida, que podrían calificarse de verdadera guerra sucia".
Antes explicó que la llamada crisis actual del Estado mexicano tiene una de sus causas principales en la destrucción material y conceptual del sistema educativo nacional, precisamente sobre las bases de laicidad, que hoy vuelve a ser "objetivo apetitoso de control" por parte de los círculos reaccionarios del país y del alto clero. En las últimas semanas, "el real o supuesto triunfo electoral" de las derechas confesionales y el reconocimiento político a las iglesias ha revivido viejas pugnas entre liberales y conservadores. Y, como en el siglo XIX, la educación vuelve a ser hoy uno de los grandes temas y espacios de la confrontación, añadió. Explicó que la educación dejó de ser componente central de las estrategias de construcción nacional y de desarrollo. Pero el abandono estatal de la educación no fue accidental, sino que obedece a un proyecto de privatización del sistema educativo y de su subordinación al mercado. El Estado laico ha de reconocer la variedad de las creencias de los mexicanos, pero esa apertura democrática no puede ocultar o disimular la intención de imponer ningún dogma, el Estado laico no milita a favor de ningún dogma, por eso es sinónimo y símbolo de libertades y respeto, pero no puede admitir que en nombre de la libertad se destruyan las libertades que con tantas luchas y sacrificios ha conquistado este país, destacó.
Kikka Roja