Madrugada tensa ante la amenaza de desalojo Aguantando el miedo, los oaxaqueños resisten Sus "armas", mochilas repletas de canicas y piedras
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO Política
Campamento de adiestramiento de las fuerzas especiales del estado las cuales permanecen acuarteladas, ante una probable acción de desalojo en la ciudad Foto Marco Peláez
Oaxaca, Oax., 1º de octubre. La llegada de los helicópteros militares con marinos y soldados despertó en la imaginación inagotable de los oaxaqueños una nueva clase de pintas dirigidas ahora hacia el cielo. Grandes mensajes a mitad de las calles escritos con la letra gorda de rodillo o de brocha. "Para que los de los helicópteros se enteren dónde los mandaron", explica esta tarde Fabián con una sonrisa, casi a las puertas de Radio APPO (u ORO), a un lado del jardín Conzatti. Sobre el asfalto se estrenan, escritas en amarillo, las consabidas palabras: "Fuera URO de Oaxaca". Más grandes aún eran esta madrugada las letras a media calle que dicen lo mismo a pocos metros de Radio La Ley del Pueblo, en la colonia Reforma, dentro del artesanal pero eficaz búnker del más importante medio de comunicación del movimiento magisterial y popular. Otros, en avenidas y carreteras, dicen: "PFP, bienvenida a Oaxaca". Del mismo modo se está pintando, con cal y agua, en las azoteas de las casas de la ciudad, la leyenda "Fuera URO de Oaxaca". Pretender que los oaxaqueños no tienen miedo sería negar su condición humana. Lo tienen, comprensiblemente; lo notable es que se lo aguantan. Hay algo de candor (¿o cómo llamarlo?) en los modos de su resistencia. ¿No es David el de Goliat con Sansón a las patadas el que al paso de los aparatosos y panzones cazas C-212 (aviones militares que desde ayer tomaron la ciudad por sorpresa) la gente les arroje cohetes y resorterazos? Los niños señalaban con el dedo hacia arriba, entre divertidos y sobresaltados. Esta tarde un campesino llamó a la radio. Con una sugerencia: colocar en cada barricada una bandera nacional. "A los soldados les enseñan a respetar nuestra bandera. A lo mejor con eso se detienen", dijo. La madrugada del domingo ha sido una de las más tensas y largas. Después del ominoso "desfile militar" sobre todas las cabezas, la tarde del sábado, pesaba la idea de que esa noche sería el desalojo del movimiento popular. Y que uno de los primeros blancos serían las instalaciones de La Ley. Existían versiones "de muy buena fuente" según las cuales el operativo policiaco y/o militar se efectuaría a medianoche. La Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) llamó a reforzar las barricadas en las colonias. Miles de personas se organizaron para no dormir, listas para salir a las calles en cualquier momento. No tan paradójicamente, la vía pública lucía desierta después de las 22 horas. Además, era poco transitable con tantas trincheras, barricadas, autobuses, tráileres y alambradas en centenares de bocacalles y cruceros. Entre los maestros y demás plantonistas del Zócalo deambulan periodistas y fotógrafos como esperando a Godot o algo parecido. La noche era clara. Indígenas, jóvenes y docentes dormían sobre cartones y con frazadas bajo los toldos cercanos al palacio de gobierno. Los despiertos llevaban palos, tubos y petardos. Escuchaban canciones de Alí Primera. De pronto, los celulares trajeron novedades: que el operativo militar se suspendía; que la Secretaría de Gobernación emitió un desmentido; que la acción fue abortada porque "se filtró" a la prensa (que por cierto seguía llegando por decenas del DF y el extranjero). Cada tanto tronaba un petardo. Por el lado de la central de abasto se escucharon tiros aislados. La comisión de seguridad de la APPO notificó que en Santa Lucía del Camino hubo una agresión de la policía municipal contra las barricadas. En la colonia Volcanes otra barricada fue baleada desde un carro en movimento. Vehículos sospechosos circulaban por Díaz Ordaz, Porfirio Díaz y avenida Universidad. En fin, una noche como otras. Sólo que con la Armada, el Ejército y la Policía Federal Preventiva acantonadas en el aeropuerto, la zona militar, la academia de policía, y las numerosas "casas de seguridad" de agentes estatales detectadas desde hace dos días en diferentes barrios estratégicamente próximas al Zócalo, así como las radios ocupadas, sus antenas en los cerros y las oficinas bloqueadas. Una nueva versión fue que, antes del amanecer, un ataque desde los helicópteros M-17 contra las radios y el centro histórico desataría la operación militar. Los plantonistas esperaron otra vez. Se la pasan esperando. El punto nodal sería Radio La Ley. A las 5 de la mañana. La fuente "era buena".
En el ojo de la tormenta
Llegar a La Ley no es fácil. Resguarda la emisora una serie de barricadas con piedras, autobuses atravesados, fogatas, llantas ardiendo y costales de arena apilados. Los vigilantes agazapados se muestran cuando uno se acerca. Ante las cámaras, se cubren los rostros. Piden identificaciones. Y luego guían al reportero calles adentro. Un hombre de voz ruda, con una resortera negra en la mano, dice: "Les voy a enseñar mis armas secretas. Para que vean que sí somos una guerrilla urbana." Corre el cierre de su mochila y extrae una malla repleta de canicas y piedras "de distintos calibres". Por supuesto, le da risa. La cuadra donde se localiza la radiodifusora luce muy iluminada. En el comedor de la banqueta, bajo un toldo, varias personas conversan. Sobresale la voz de un hombre de Miahuatlán: "Ya crearon una sicosis en nuestros niños. Ellos son inteligentes. Saben que sus papás salen en la noche, que están metidos en esto, que a lo mejor no regresan. Pero en Oaxaca somos muchos miles contra el hambre de tener el poder de los que están pasando por encima de todo un pueblo. Aquí tenemos los güevos bien puestos". Grandes botes, costales de aserrín, palos erizados de clavos, montañas de rejas con botellas vacías, rollos de alambre. Allí adentro transmiten por millonésima ocasión el himno Venceremos, La traición de Malinche y otras favoritas de la temporada. El ambiente es algo apocalíptico. Una aceptación de la fuerza del destino. Sonia se aproxima. Un cubrebocas azul le tapa medio rostro. Carga una bolsa de plástico con botellas de refresco. Han de ser para protegerse la piel del gas pimienta. Espontáneamente se suelta a hablar bajo un cielo estrellado. Lo indignante de la situación en Oaxaca. La terrible injusticia. Sus padres y hermanos "también están en la lucha". No sus tíos. "Nos dicen que somos revoltosos." Explica: "Mi tío tiene negocios con el gobierno, es rico, a él no le conviene esto". Sonia es menuda, delgadísima, de voz tenue, morena, 18 años, estudia preparatoria. La directora de su escuela, amiga de la lideresa priísta y de porros, Leticia Mendoza Toro, amenazó con expulsarla porque Sonia reparte octavillas de la APPO y del magisterio a sus condiscípulas. Al hablar, una lágrima de coraje traiciona su dulzura. Se le pregunta si el cubrebocas será suficiente contra los gases (ya no se diga los posibles balazos). A modo de explicación dice: "Tengo otro". Lo saca del bolsillo. Es similar, pero con una toallita femenina cosida. Cambia de manos la bolsa de súper. "Pesa mucho." Se le inquiere si son refrescos para los gases. Con sencillez desarmante contesta: "No, son bombas". Se retira el cubrebocas. Sonríe. Al fondo de la calle una manta blanca reproduce una caricatura de Vicente Fox, y en letras negras: "En Oaxaca no pasa nada". El humo de las llantas se hace denso. Amanece. Hoy, al menos, los helicópteros no llegan.
Plantonistas golpeados y secuestrados
Decenas de priístas de la zona de Pueblo Nuevo atacaron una barricada de la APPO, alrededor de las 22 horas. Tres adolescentes plantonistas fueron brutalmente golpeados y amarrados a un poste, inmediatamente se congregaron centenares de simpatizantes de la APPO y rescataron a los secuestrados para después replegarse hacia la antena de Radio La Ley, en la colonia Brenamiel, donde se localiza una de las barricadas más grandes de la ciudad. Mientras esto sucedía sobrevoló el área un avión militar. Hacia la medianoche se congregaron cerca de un millar de plantonistas junto a la antena de Radio La Ley para evitar "nuevas confrontaciones entre oaxaqueños, que son muy dolorosas", dijeron. Tras el rescate celebraron con cohetes gritando: "ya cayó, ya cayó, Ulises ya cayó", "Zapata vive, la lucha sigue" y "2 de octubre no se olvida".
AMLO SE PRONUNCIA
Calderón maneja el asunto, reitera; "será el responsable" "Actitudes fascistoides", los sobrevuelos en Oaxaca: AMLO RENE ALBERTO LOPEZ CORRESPONSAL
Villahermosa, Tab., 1º de octubre. Desde su tierra natal, Andrés Manuel López Obrador expresó su repudio y "protesta enérgica" a las acciones de intimidación que realizó la Marina en la capital oaxaqueña contra quienes "luchan por la justicia y la libertad", y calificó los sobrevuelos de helicópteros como "actitudes fascistoides". Indicó que si se utiliza la fuerza armada en aquella entidad, "no será responsable el presidente Vicente Fox, que es un cero a la izquierda". Sostuvo que la responsabilidad será de Felipe Calderón: "que no esté pensando que no sabemos que él está detrás de todo esto, pero como buen hipócrita está tirando la piedra y tratando de esconder la mano, pero él es el que está manejando el asunto de Oaxaca". En su acostumbrada entrevista mañanera en una estación de radio de esta capital, señaló: "sostengo que no debe utilizarse la fuerza pública, que no se va a solucionar nada utilizando la violencia; creo que lo que hicieron ayer es un acto de intimidación reprobable, no debe el gobierno actuar de esa manera. Siempre me ha generado desconfianza el actual secretario de Marina, más ahora que estoy viendo que su hijo es creo que diputado o senador del PAN; el secretario de Marina está muy empanizado", afirmó. Más adelante indicó que ni la Marina ni el Ejército deben ser utilizados para reprimir al pueblo de México. "No es posible que por la alianza entre el PAN y las cúpulas del PRI, por sostener a un gobernador cacique, corrupto, se reprima al pueblo de Oaxaca. Nosotros no vamos de ninguna manera a aceptar que se utilice la fuerza en esa entidad." Reiteró que no debe usarse al Ejército, a la Marina, para suplir las incapacidades de los políticos, de los gobernantes civiles. "Ahora sí es el extremo, cómo para mantener a un gobernador, que se ha caracterizado por el saqueo al pobre estado de Oaxaca, van a utilizar la fuerza nada más por una alianza que tienen con el PRI y el PAN. Si hay represión no se debe cargar esta represión a Fox o a Abascal. El que está detrás es Felipe Calderón por la alianza que tiene con los gobernadores del tricolor, que lo ayudaron para hacer el fraude y para que él de manera fraudulenta se ostente como presidente electo de México." Afirmó entonces que en el caso de Oaxaca se tiene que buscar una solución pacífica; no se va a resolver nada con el uso de la fuerza. "Y aprovecho para expresar mi repudio a lo que hicieron el día de ayer. No debe intimidarse a la población civil." López Obrador volvió a cuestionar el papel de las televisoras, y mencionó incluso que ya no ve los noticiarios de televisión. "Yo acepto todas las críticas y por necesidad tengo que leerlas, porque es mi trabajo; tengo que revisar los periódicos y escuchar la radio cuando puedo. Ahora sí no veo televisión, porque se han entregado por entero a la mentira, y ya no veo sus noticieros, además están muy lambiscones con el pelele." Refirió que hay mucha soberbia informativa, "no sueltan el micrófono, no hay apertura, no permiten la réplica, nos tienen totalmente bloqueados, hay censura y también en general hay mal gusto. Entonces, afortunadamente, hay otras cosas que ver en televisión, hay otros canales y hay que leer. Hay que dedicarse a otras actividades, yo creo que la lectura es algo que ayuda mucho, para no estar sometido tanto tiempo a la televisión y sobre todo que estén manipulando a la gente". El conductor le preguntó sobre un comentario que apareció el sábado pasado en el diario Reforma, sobre la banda presidencial que le colocaron pobladores del municipio de Centla. "Me tiene sin cuidado", dijo de entrada, y luego manifestó que "el Reforma es como un boletín del PAN". Luego explicó sobre el caso de la banda presidencial que le fue colocada: "lo hago porque no me puedo negar, es una cuestión espontánea de la gente, yo me quedo mucho más con la gente que con un periódico derechista, empanizado como el Reforma", subrayó. Cuando el entrevistador le informó que el presidente Vicente Fox y su esposa Martha Sahagún se están anunciando en un diario para dar conferencias, cuando el mandatario federal deje el poder, respondió: "es una vergüenza; qué va a poder enseñar Fox..." En su gira de este domingo por el municipio de Comalcalco, en apoyo de Raúl Ojeda, candidato de la coalición PRD-PT, en cada una de las concentraciones celebradas en el poblado Chichicapa, Villa Aldama, poblado Lázaro Cárdenas, Cocohital, Tecolutilla y en la cabecera municipal, López Obrador siguió pidiendo el respaldo para Ojeda. Ante la ovación de sus partidarios, que le festejan ruidosamente cada planteamiento, refirió que el presupuesto de esta entidad es cuantioso y que si se aplica bien el gobierno de Raúl Ojeda podrá "generar empleos y así los tabasqueños ya no tendrán que abandonar sus hogares para ir a trabajar a otras partes".
EL RIDICULO DE ABASCAL''Quien tiene la conciencia intranquila seguramente se puso nervioso'', dice Creel
Los sobrevuelos en Oaxaca, ''acciones de abastecimiento'', asegura
Abascal Alarmante, que la Armada los haya realizado; la responsable es la PFP considera, Encinas
LA JORNADA MORELOS, BERTHA TERESA RAMIREZ Y ALEJANDRO CRUZ
Recibimiento en Izúcar de Matamoros, Puebla, a la marcha de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca Foto Ezequiel Leyva
El secretario de Gobernación, Carlos Abascal Carranza, minimizó los sobrevuelos de la Armada de México en la capital de Oaxaca, al considerarlos acciones de ''abastecimiento''. A su vez, el coordinador de los senadores panistas, Santiago Creel Miranda, los definió como cuestión de rutina y agregó que ''quien tiene la conciencia intranquila seguramente se puso nervioso''. Abascal precisó que el sobrevuelo de aeronaves y la presencia de tanquetas en Oaxaca no tiene más propósito que ''el de abastecimiento'', según le habría informado la Armada de México. Más allá de la tensión que provocaron los aviones y helicópteros entre pobladores y miembros de la Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca (APPO), el funcionario afirmó que lo importante es la reunión del próximo miércoles, donde habrá un ''gran pacto'' para solucionar el conflicto. En tanto, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Alejandro Encinas Rodríguez, calificó de lamentables los sobrevuelos, pues en nada ayudan a crear un clima de negociación. Dijo que lo más alarmante es que sea la Armada de México la que realice estas acciones, cuando ''hay una Policía Federal Preventiva, que es la que tiene la responsabilidad de hacerlo''. Encinas confió en que el conflicto de Oaxaca se resuelva antes que la marcha de la APPO arribe a la ciudad de México. Sin embargo, reiteró que el gobierno capitalino va a garantizar el derecho de manifestación de los integrantes de la caravana. ''Vamos a actuar siempre con responsabilidad y al mismo tiempo cumpliendo con nuestra tarea de dar garantías a todos los sectores del Distrito Federal.'' En Cuernavaca, donde acudió a la toma de posesión del gobernador Marco Antonio Adame, el secretario de Gobernación confió en que la APPO envíe representantes al encuentro del miércoles próximo, para avanzar en este pacto. Subrayó que ''es urgente recuperar el orden en Oaxaca, los ciudadanos nos lo están exigiendo y me parece que habrá condiciones para que esto suceda por el bien del estado, por el bien de México''. Añadió que la Armada de México no tiene competencia en el conflicto y en la Secretaría de Gobernación ''estamos en diálogo''. En tanto, Josefina Vázquez Mota, responsable de enlace del presidente electo, Felipe Calderón, dijo que éste permanece atento a los acontecimientos de Oaxaca y mantiene su llamado al diálogo y la construcción de un espacio de acuerdo para rescatar a este estado para sus ciudadanos. Reconoció -también en Cuernavaca- que está fuera de las posibilidades del michoacano resolver este conflicto. Por su parte, el senador panista Santiago Creel Miranda habló en el homenaje a Manuel J. Clouthier, donde señaló que no tenía claras las razones por las cuales se hicieron los sobrevuelos. No obstante, apuntó que ''de cualquier manera me parece que las fuerzas armadas tienen la obligación de seguir con su rutina''. Fue válido ''si ellos consideraron conveniente hacerlos''. Añadió que su partido ratifica el compromiso de impulsar un cambio sin odio y sin violencia, a través de las instituciones, para sacar adelante las reformas pendientes.