"Un robo", el cobro de luz para los usuarios domésticos, denuncia el SME
PATRICIA MUÑOZ RIOS
La estructura tarifaria de Luz y Fuerza del Centro (LFC) es un "robo" para los usuarios domésticos, ya que mientras para los grandes consumidores y empresas las cuotas se han incrementado en 30 por ciento en promedio, para la mayoría el servicio se ha encarecido hasta 285 por ciento.
El secretario del Exterior del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Fernando Amezcua, denunció ayer que desde hace cuatro años, como herencia del gobierno de Vicente Fox, el costo de la luz ha sufrido un "brutal" aumento, ya que se eliminaron subsidios para los consumidores de tarifa doméstica, al grado que se paga dos veces más caro el servicio que en Estados Unidos. Denunció además que de los 13 mil millones de pesos de deuda acumulada que tiene la paraestatal, 6 mil millones son de cuentas por cobrar al gobierno federal, estados y municipios, sobre todo organismos operadores de agua, ya que incluso a LFC le debe el gobierno del Distrito Federal y algunas secretarías de Estado, "y Los Pinos si paga o no paga su cuenta, de todas formas es 'incortable'", porque no se le puede suspender el suministro.
Al presentar todo un estudio sobre el comportamiento de las tarifas de energía eléctrica en nuestro país, hizo ver que el esquema que impuso el gobierno federal desde 2002 al anunciar su "ajuste de subsidios" ha resultado una aberración y es tan injusto que los que menos consumen pagan mucho más. Puso un ejemplo: para los que consumen hasta 140 kilovatios al mes el incremento de tarifa ha sido de 30 por ciento; para quienes rebasan este límite los aumentos se han ido hasta 82 por ciento; para los que están dentro de la tarifa de Alto Consumo Doméstico (DAC) el costo de la luz se elevó en 285 por ciento, pero para los que consumen de mil kilovatios en adelante -que pueden ser desde empresas hasta grandes residencias- el aumento sólo ha sido de 30 por ciento.
Por si fuera poco
Es decir, para quienes consumen más, los incrementos han sido menores, inclusive la tarifa de Alto Consumo Doméstico es más cara que la "comercial", y los que están en la DAC pagan más que quienes tienen un pequeño negocio. Por si fuera poco, las tarifas industriales son inmensamente más baratas que las de los hogares; "es un robo para los usuarios domésticos", apuntó, y dijo que además las empresas hacen deducible de su pago de impuestos el costo de la luz, mientras que la población asume este costo.
Es tan descabellada la estructura tarifaria que inclusive hay 623 mil usuarios de la "tarifa cero", es decir, que no pagan el servicio, pero la mayoría de ellos están "en fraude". Amezcua hizo ver que en tarifa doméstica se encuentran 4 millones 867 mil usuarios y que empleados beneficiados con la prestación de recibir el servicio de energía eléctrica sin pagar son únicamente 40 mil 752. Además en la tarifa comercial se encuentran 628 mil empresas, y hay 50 mil "cuentas especiales" que representan 70 por ciento de los ingresos totales de la paraestatal. Según planteó, no ha habido una política de LFC para modernizar su esquema comercial; inclusive esta dependencia se gastó 20 millones de dólares en un proyecto para modificar todo este sistema, los cuales se les pagaron a Unión Fenosa, pero nunca se aplicó ningún cambio. El año pasado se firmó un acuerdo con el Instituto Politécnico Nacional para que realice una propuesta para restructurar el área comercial y se prevé que dentro de poco haya cambios importantes en esta área. Pero más allá de ello se precisa una reforma estructural de tarifas, ya que es un problema grave y se ha generado una molestia general de los consumidores que reclaman los altos cobros a los trabajadores de LFC, cuando quien estableció estas tarifas fue el gobierno federal. Además, el sindicato, por medio de dos diputados presentó proyectos para revisar las tarifas eléctricas, ya que el actual esquema es absolutamente abusivo contra la población que tiene menos recursos, y al menos se debería regresar al esquema que se tenía antes, que era menos injusto.
En cuanto a la cartera vencida de LFC, expuso que la deuda histórica llega a 13 mil millones de pesos, y de ellos 50 por ciento es gubernamental. Tan sólo el estado de México le debe a LFC 3 mil millones, por lo que se ha iniciado un proceso para revisar las cuentas y cortar el suministro.
El secretario del Exterior del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), Fernando Amezcua, denunció ayer que desde hace cuatro años, como herencia del gobierno de Vicente Fox, el costo de la luz ha sufrido un "brutal" aumento, ya que se eliminaron subsidios para los consumidores de tarifa doméstica, al grado que se paga dos veces más caro el servicio que en Estados Unidos. Denunció además que de los 13 mil millones de pesos de deuda acumulada que tiene la paraestatal, 6 mil millones son de cuentas por cobrar al gobierno federal, estados y municipios, sobre todo organismos operadores de agua, ya que incluso a LFC le debe el gobierno del Distrito Federal y algunas secretarías de Estado, "y Los Pinos si paga o no paga su cuenta, de todas formas es 'incortable'", porque no se le puede suspender el suministro.
Al presentar todo un estudio sobre el comportamiento de las tarifas de energía eléctrica en nuestro país, hizo ver que el esquema que impuso el gobierno federal desde 2002 al anunciar su "ajuste de subsidios" ha resultado una aberración y es tan injusto que los que menos consumen pagan mucho más. Puso un ejemplo: para los que consumen hasta 140 kilovatios al mes el incremento de tarifa ha sido de 30 por ciento; para quienes rebasan este límite los aumentos se han ido hasta 82 por ciento; para los que están dentro de la tarifa de Alto Consumo Doméstico (DAC) el costo de la luz se elevó en 285 por ciento, pero para los que consumen de mil kilovatios en adelante -que pueden ser desde empresas hasta grandes residencias- el aumento sólo ha sido de 30 por ciento.
Por si fuera poco
Es decir, para quienes consumen más, los incrementos han sido menores, inclusive la tarifa de Alto Consumo Doméstico es más cara que la "comercial", y los que están en la DAC pagan más que quienes tienen un pequeño negocio. Por si fuera poco, las tarifas industriales son inmensamente más baratas que las de los hogares; "es un robo para los usuarios domésticos", apuntó, y dijo que además las empresas hacen deducible de su pago de impuestos el costo de la luz, mientras que la población asume este costo.
Es tan descabellada la estructura tarifaria que inclusive hay 623 mil usuarios de la "tarifa cero", es decir, que no pagan el servicio, pero la mayoría de ellos están "en fraude". Amezcua hizo ver que en tarifa doméstica se encuentran 4 millones 867 mil usuarios y que empleados beneficiados con la prestación de recibir el servicio de energía eléctrica sin pagar son únicamente 40 mil 752. Además en la tarifa comercial se encuentran 628 mil empresas, y hay 50 mil "cuentas especiales" que representan 70 por ciento de los ingresos totales de la paraestatal. Según planteó, no ha habido una política de LFC para modernizar su esquema comercial; inclusive esta dependencia se gastó 20 millones de dólares en un proyecto para modificar todo este sistema, los cuales se les pagaron a Unión Fenosa, pero nunca se aplicó ningún cambio. El año pasado se firmó un acuerdo con el Instituto Politécnico Nacional para que realice una propuesta para restructurar el área comercial y se prevé que dentro de poco haya cambios importantes en esta área. Pero más allá de ello se precisa una reforma estructural de tarifas, ya que es un problema grave y se ha generado una molestia general de los consumidores que reclaman los altos cobros a los trabajadores de LFC, cuando quien estableció estas tarifas fue el gobierno federal. Además, el sindicato, por medio de dos diputados presentó proyectos para revisar las tarifas eléctricas, ya que el actual esquema es absolutamente abusivo contra la población que tiene menos recursos, y al menos se debería regresar al esquema que se tenía antes, que era menos injusto.
En cuanto a la cartera vencida de LFC, expuso que la deuda histórica llega a 13 mil millones de pesos, y de ellos 50 por ciento es gubernamental. Tan sólo el estado de México le debe a LFC 3 mil millones, por lo que se ha iniciado un proceso para revisar las cuentas y cortar el suministro.
Kikka Roja
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