from El Financiero en linea by Marcela Ojeda Castilla
A siete meses de su entrada en vigor, la reforma fiscal no ha cumplido con sus metas ni en recaudación ni en simplificación tributaria, aseguraron consultores de Ernst & Young, Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), KPMG y PricewaterhouseCoopers. Las condiciones económicas prevalecientes durante el primer semestre del año, en un contexto internacional difícil, limitaron el alcance de las metas recaudatorias, explicaron los fiscalistas. Agregaron que la reforma hacendaria no sólo no ha simplificado el esquema recaudatorio, sino que lo ha complicado, dando origen a una doble contabilidad, además de que tampoco ha logrado detonar el esquema de inversión previsto por las autoridades.
Al participar en la mesa de análisis fiscal organizada por EL FINANCIERO, los especialistas coincidieron en que la recaudación sí creció, pero no en la proporción en que Hacienda esperaba. La recaudación mediante el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) -iniciada en febrero, estimada en 69 mil 687.5 millones de pesos al cierre del año- sumó en sus primeros cinco meses 28 mil 79.5 millones, inferior en 11.14 por ciento a los 31 mil 601.7 millones previstos por Hacienda para ese lapso. "Las autoridades basaban en el IETU su mayor expectativa de recaudación, porque el primer mes superó lo esperado, pero con el tiempo fue decreciendo y al final sí se tiene una recaudación mayor a la que se tenía por ISR e Impac, pero menor a la prevista con el IETU", indicó Eduardo Méndez. El socio legal fiscal de PricewaterhouseCoopers (PwC) agregó que Hacienda fue creando una "burbuja algo imaginaria sobre la recaudación del IETU, pensando que el resultado del primer mes podría ser una constante". Para César Catalán, socio de la Práctica de Impuestos de KPMG, "esto no es falta de planeación, sino consecuencia natural de la economía" que ha sufrido los embates de la crisis estadounidense. Sin embargo, aseguró, para el cierre del año la recaudación podría remontar, pues "el último bimestre es importante en ventas y consumo interno".
Carlos Cárdenas, socio director de la Práctica de Consultoría en Impuestos de Ernst & Young, coincidió en que la economía es diferente a la que se tenía cuando entró la reforma hacendaria, por lo que difícilmente se alcanzarán las metas de casi 70 mil millones vía IETU y de diez mil millones mediante el Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE). Simplificación, pendiente Por otra parte, Carlos Cárdenas y Francisco Macías, presidente del Comité Técnico Nacional Fiscal del IMEF, subrayaron que con la reforma se insistió en que se iba a simplificar el esquema tributario, pero la realidad es que complicó aún más, ya que "se quedaron con dos ISR". "Sabemos que el IETU no es estrictamente un ISR, pero para efectos prácticos, las principales diferencias entre el IETU y el ISR son realmente pocas, y por eso afirmo que terminamos con dos ISR, uno con base en devengado y el otro con base en flujo de efectivo", dijo Cárdenas. "
Eso complica el esquema fiscal y lejos de simplificarlo, ahora los contribuyentes tienen que invertir muchos más recursos materiales y humanos para determinar y pagar ambos impuestos", insistieron los fiscalistas. Asimismo, apuntaron que en la práctica existe un buen número de situaciones no previstas y, por tanto, no reguladas que están generando problemas de aplicación práctica de la ley del IETU, "a pesar de toda la buena voluntad de los contribuyentes de cumplir con la ley". En el primer semestre, las empresas tienen que hacer un cálculo por ISR y otro por IETU, y "a final de cuentas esa carga administrativa da como resultado que en ambos cálculos se está cambiando el procedimiento", explicó Macías.
Al participar en la mesa de análisis fiscal organizada por EL FINANCIERO, los especialistas coincidieron en que la recaudación sí creció, pero no en la proporción en que Hacienda esperaba. La recaudación mediante el Impuesto Empresarial a Tasa Única (IETU) -iniciada en febrero, estimada en 69 mil 687.5 millones de pesos al cierre del año- sumó en sus primeros cinco meses 28 mil 79.5 millones, inferior en 11.14 por ciento a los 31 mil 601.7 millones previstos por Hacienda para ese lapso. "Las autoridades basaban en el IETU su mayor expectativa de recaudación, porque el primer mes superó lo esperado, pero con el tiempo fue decreciendo y al final sí se tiene una recaudación mayor a la que se tenía por ISR e Impac, pero menor a la prevista con el IETU", indicó Eduardo Méndez. El socio legal fiscal de PricewaterhouseCoopers (PwC) agregó que Hacienda fue creando una "burbuja algo imaginaria sobre la recaudación del IETU, pensando que el resultado del primer mes podría ser una constante". Para César Catalán, socio de la Práctica de Impuestos de KPMG, "esto no es falta de planeación, sino consecuencia natural de la economía" que ha sufrido los embates de la crisis estadounidense. Sin embargo, aseguró, para el cierre del año la recaudación podría remontar, pues "el último bimestre es importante en ventas y consumo interno".
Carlos Cárdenas, socio director de la Práctica de Consultoría en Impuestos de Ernst & Young, coincidió en que la economía es diferente a la que se tenía cuando entró la reforma hacendaria, por lo que difícilmente se alcanzarán las metas de casi 70 mil millones vía IETU y de diez mil millones mediante el Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE). Simplificación, pendiente Por otra parte, Carlos Cárdenas y Francisco Macías, presidente del Comité Técnico Nacional Fiscal del IMEF, subrayaron que con la reforma se insistió en que se iba a simplificar el esquema tributario, pero la realidad es que complicó aún más, ya que "se quedaron con dos ISR". "Sabemos que el IETU no es estrictamente un ISR, pero para efectos prácticos, las principales diferencias entre el IETU y el ISR son realmente pocas, y por eso afirmo que terminamos con dos ISR, uno con base en devengado y el otro con base en flujo de efectivo", dijo Cárdenas. "
Eso complica el esquema fiscal y lejos de simplificarlo, ahora los contribuyentes tienen que invertir muchos más recursos materiales y humanos para determinar y pagar ambos impuestos", insistieron los fiscalistas. Asimismo, apuntaron que en la práctica existe un buen número de situaciones no previstas y, por tanto, no reguladas que están generando problemas de aplicación práctica de la ley del IETU, "a pesar de toda la buena voluntad de los contribuyentes de cumplir con la ley". En el primer semestre, las empresas tienen que hacer un cálculo por ISR y otro por IETU, y "a final de cuentas esa carga administrativa da como resultado que en ambos cálculos se está cambiando el procedimiento", explicó Macías.
Kikka Roja
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